Leah Goldberg
(en hebreo: לאה גולדברג, Königsberg, 29 de mayo de 1911 - Jerusalén, 15 de enero de 1970) prolífica escritora en hebreo que cultivó diversos géneros, es una de las clásicas de la literatura israelí. Goldberg, hablaba siete idiomas y tradujo al hebreo numerosas obras, sobre todo del ruso y del italiano.
Nació en el seno de una familia de judíos lituanos en Königsberg (el actual exclave ruso de Kaliningrado, por aquel entonces en Alemania),1 Goldberg estudió en las universidades de Kaunas (Lituania), de Berlín y de Bonn, especializándose en filosofía y lenguas semíticas, disciplina en la que se doctoró en 1933 en la Universidad de Bonn con un trabajo sobre el dialecto samaritano. Terminados sus estudios, regresó a Lituania, donde impartió clases de literatura en el "Gymnasium" (instituto) hebraico de Raseiniai.
Emigró al Mandato de Palestina en 1935, donde fue miembro del grupo Yahdav de los poetas Abraham Shlonsky y Nathan Alterman. Ese mismo año, publicó su primer poemario titulado Anillos de humo.
Al año siguiente, su madre se fue a Palestina y las dos se instalaron en Tel Aviv, en el número 15 de la calle Arnon y Lea Goldberg trabajó como consejera literaria para Habima, el teatro nacional y como editora para las publicaciones Sifriat HaPoalim ("Biblioteca de los trabajadores"). En 1940, publicó su segundo poemario, El espliego de mirada verde.
En 1954, empieza a impartir cursos de literatura en la Universidad Hebrea de Jerusalén y desde 1963, dirigió el departamento de literatura comparada.
Murió de cáncer con 59 años en el invierno de 1970.
Estilo literario
Lea tenía un estilo modernista que parecía superficialmente fácil y que ella misma definía como « lúcido y transparente / son mis imágenes ». Aunque a veces eligiera escribir poemas que no rimaban, sobre todo en su último periodo, respetaban siempre la rima, una rima que llegaba a ser muy compleja como en la serie de poemas de amor « Los sonetos de Teresa de Meun », un documento imaginario sobre el deseo de amor de una joven francesa casada por un joven preceptor.
Su poesía trata de la soledad y la ruptura de relaciones, con tonos trágicos que algunos atribuyen a su propia soledad. Su obra está profundamente influencia por la literatura clásica occidental. Además, muchos de sus poemas revelan una gran nostalgia a los paisajes de su país natal.
Mi patria, una tierra bella e indigente,
La Reina no tiene techo, el Rey no tiene corona,
Y hay siete días de primavera al año,
El resto es lluvia y frío
Muchos cantantes han usado sus poemas para canciones: Java Alberstein, Yehudit Ravitz, Nurit Galron, Ajinoam Nini, Arik Einstein o Yossi Banai.
Premios
"Premio Ruppin" (1949)
"Premio Israel de literatura" (1970) (recogido por su madre, Tsila, quien murió en 1983)
Bibliografía parcial en hebreo
Poesía
Tabaot Ashan ("Anillos de humo"); Iachdav, 1935
Shibolet Yerukat Haayin ("El espliego de mirada verde "); Dfus Hanakdan, 1940
Shir Bakefarim ("Canciones en los pueblos"); Dfus Hanakdan, 1942
Mibeiti Hayashan ("Desde mi última morada"); Sifriat Poalim, 1942
Al Haprihá ("De la flor"); Sifriat Poalim, 1948
Ahavat Shimshón ("El amor de Sansón"); Mikra-Studio, 1952
Barak Baboker ("La luz de la mañana"); Sifriat Poalim, 1955
Mukdam Vemeuhar ("Más tarde o más temprano"); Sifriat Poalim, 1959
Im Halaila Haze ("Aquella noche"); Sifriat Poalim, 1964
Yalkut Shirim ("Poemas recogidos"); Iachdav/Writers Association, 1970
Sheerit Hahayim ("El resto de la vida"); Sifriat Poalim, 1971
Zuta ("Pequeño"); Sifriat Poalim/Hakibbutz Hameuchad, 1981
Shirim ("Poemas"); Sifriat Poalim, 1986
At Telji Basadé ("Caminarás en los campos"); Sifriat Poalim, 1989
Mivhar Shirim ("Poemas escogidos"); Sifriat Poalim, 1989
Beeretz Ahavati ("En mi país amado"); Sifriat Poalim, 1997
Novelas y otros
Mijtavim Minesiá Medumá ("Cartas de un viaje imaginario"); roman; Davar, 1937; Sifriat Poalim, 2007
Vehu Haor ("Entonces se hace la luz"); roman; Sifriat Poalim, 1946, 1994; Hakibbutz Hameuchad, 2005
Pegisha Im Meshorer ("Cita con un poeta"); non-fiction; Sifriat Poalim, 1952
Baalat Haarmon ("La dama del castillo"); pièce de théâtre; Sifriat Poalim, 1956
Mijtavim Veioman ("Cartas y diario íntimo"); Massada, 1978
Mahazot ("Obras teatrales"); Sifriat Poalim, 1979
Ketavim ("Colección de obras"); Sifriat Poalim, 1979
Sipurim ("Historias"); Sifriat Poalim, 1996
Yomanei Lea Goldberg ("Diarios íntimos de Lea Goldberg"); Sifriat Poalim, 2005
Libros infantiles
Algunos de sus libros para niños se han hecho clásicos de la literatura hebrea como Dira Lehaskir ("Se alquila apartamento").
Haorahat Mikineret ("Un visitante de Kinneret"); 1939
Ha-Ir Ve-Ha-Kfar ("Campo y ciudad"); 1939
Dan Ve-Dina Metaylim Be-Tel Aviv ("Dan y Dinah, paseo en Tel-Aviv; Tel Aviv Municipality, 1940
Gan Ha-Hayot ("El zoo"); Dvir, 1941
Yedidai Mirechov Arnon ("Mis amigo de la calle Arnon"); Sifriat Poalim, 1943
Mah Osot Haayalot ("Qué hacen las gacelas"); Sifriat Poalim, 1944
Habeivar Healiz ("El feliz zoo"); Twersky, 1947
Kova Ksamim ("El sombrero mágico"); Sifriat Poalim, 2005
Kaj Yashir Olam Tsair ("La canción de un nuevo mundo"); Sifrei Tzabar, 1950
Beeretz Sin ("En la tierra de China"); poésie pour enfants; Mikra, 1951
Nissim Veniflaot ("Milagros y milagros"); Sifriat Poalim, 1954
Malkat Sheva Haktaná ("La reinecilla de Saba"); Sifrei Tzabar, 1956
Ayé Pluto ("¿Dónde está Plutón?"); Sifriat Poalim, 1957
Dirá Leaskir ("Se alquila apartamento"); Sifriat Hapoalim, 1959; 1970
Hayeled Hara ("Los niños malos"); 1959; Tel Aviv, Sifriat Poalim/Hakibbutz Hameuchad, 2005
Tsrif Katan ("Mi cabañita"); Sifriat Poalim, 1959
Maase Betsayar ("Historia de un pintor"); Sifriat Poalim, 1965
Harpatká Bamidbar ("Las aventuras en el desierto"); Hakibbutz Hameuchad, 1966
Hamefuzar Mikfar Azar ("El niño distraído de Kefar Azar"); Am Oved, 1968
Lapilá Yesh Nazelet ("El elefante está resfriado"); Bronfman, 1975
Mar Gazmai Habadai ("Señor Fibber, el narrador"); Sifriat Poalim, 1977
Vekulam Haverim ("Y todos somos amigos"); Sifriat Poalim, 1978
Shamgar Hanagar ("Shamgar el caripintero"); Sifriat Poalim, 1979
Leket Mishirei Leah Goldberg ("Poemas seleccionados de Leah Goldberg") para niños; Sifriat Poalim, 1998
Maase Beshlosha Egozim ("Un cuento de tres nueces"); Hakibbutz Hameuchad/Sifriat Poalim, 1959, 2007
Danny Vehatuki ("Danny y el periquito"); The Zionist Confederation, 1980
Bou Ananim ("Venid nubes"); Sifriat Poalim, 1982
Uri , Sifriat Poalim, 1983
Mor Hehamor ("El año Mor"); Sifriat Poalim, 1987
Mi-Sipurei Mar Kashkash ("El señor Kashkash cuenta cuentos"); Sifriat Poalim, 1987
Dov Duboni Ben Dubim Metzahtzeah Na`alaim ("El osito barniza los zapatos"); Sifriat Poalim, 1987
Aleh Shel Zahav ("Hoja de oro"); Sifriat Poalim, 1988
Ma Nishkaf Be-Haloni ("Reflexiones sobre la ventana"); Sifriat Poalim, 1989
Halomotav Shel Melech ("Sueños de rey"); Sifriat Poalim, 1994
Mi Ba-Bitan? ("Quién está en la casa"); Sifriat Poalim, 1997
Sipur Al Yair ("Una historia sobre Yair"); Sifriat Poalim/ Hakibbutz Hameuchad, 2006
COMO UN RAYO DE LUZ
Como el rayo de luz, que hiende
el cáliz cristalino en su corazón
avivando en él juego de colores
y danzas de destellos adormecidos,
cruzó mi mente el recuerdo de tu mirada de entonces.
¿Me oyes? - anoche reí.
FIN DEL DÍA
Los rizos de mi cabello platean bajo la luna.
En las ramas del árbol enfrente dormitan pichones.
Abro mi ventana y grito: ¡Ven paloma!
mas la noche me envía búhos sapientes.
EL TIEMPO
El tiempo que transcurre me prueba,
doble es su cuenta en mi debe y haber,
me construye y destruye cada día
perfeccionando mi vida y mi muerte.
NOCHE
Cesta colmada de estrellas,
aroma de prados generosos,
profundo,
profundo en el rocío,
late mi corazón.
Ya tus latidos se aproximan.
Temblaron miríadas de gotas.
Profundo en el rocío,
late mi corazón
LAS ESTRELLAS
Muy bellas las estrellas
campanillas en el cuello del cielo.
Muy bellas las estrellas
y también esta noche,
noche de mi aflicción.
ÁRBOL
Y él con facilidad soportará
su pesada floración,
digna de su magnificencia.
Sin arrogancia
vestirá su primaveral esplendor
y en cuanto a su simplicidad -
obligación.
AMANECER
Me traspasó la noche
impetuosa como el rayo,
ya se desvaneció en el horizonte
la estrella verdecida.
Nuevamente despunta el alba
tan difícil de soportar,
nuevamente llora de miedo
mi hijo en su cuna.
CANTOS A MI TIERRA QUE AMO
A
Patria mía, tierra bella y pobre,
la reina no tiene casa y el rey no tiene corona.
y siete días de primavera en el año
y viento y lluvia todos los demás.
Mas en los siete días florecen las rosas,
en los siete días brillan los rocíos,
y en los siete días las ventanas están abiertas,
y todos los mendigos están en la calle
y muestran su palidez a la buena luz,
y todos los mendigos se regocijan.
Patria mía, tierra bella y pobre,
la reina no tiene casa y el rey no tiene corona,
sólo siete días de fiesta en el año,
trabajo y esfuerzo en todos los demás.
Mas siete días bendicen los cirios,
y siete días las mesas servidas,
y siete días los corazones abiertos,
y todos los mendigos están de plegaria,
e hijos e hijas, novios y desposadas,
y todos tus mendigos como hermanos.
Desdichada mía, pobre y amarga,
el rey no tiene casa y la reina no tiene corona,
sólo una vez habló el mundo en tu favor,
oprobio y vergüenza, todas las demás.
Andaré por caminos y esquinas,
por mercados, patios, callejones y parques.
De la destrucción de tus muros, cada guijarro
juntaré y cuidaré como recuerdo.
y de ciudad en ciudad, de país en país,
vagaré con mi canto y caja de música
para contar tu pobreza radiante.
B
En la tierra que amo florece el almendro,
en la tierra que amo aguardan al huésped,
siete doncellas,
siete madres,
siete novias a la puerta.
En la tierra que amo llamea sobre la torre un pendón.
A la tierra que amo vendrá el peregrino
en buena hora,
en la hora bendita,
en la hora que hace olvidar el dolor.
Mas quien mis ojos de águila vean
y cuyo sabio corazón reconozca,
no me engañaré con él,
no erraré con él.
¿Quién le abrirá la puerta?
Yo duermo y mi corazón vela;
por delante de mi puerta pasa el huésped.
Amanece, es la luz,
y en el patio
Una piedra rueda.
C
En la tierra pobre que amo
aún la luna en el cielo
está como un pobre a la puerta,
encorvada, temerosa y pálida.
Las nubes hechas jirones
vienen de todos los ámbitos del cielo,
precipitadas, piadosas y humildes,
a cubrir su pobre vergüenza.
A la mañana sale el sol,
dorado como las hojas muertas
y a la entrada del callejón yace
el gallo de oro degollado.
VERSOS PARA EL FIN DEL CAMINO
A
Muy lindo el camino - dijo el adolescente.
Muy difícil el camino - dijo el joven.
Muy largo el camino - dijo el hombre.
El anciano se sentó a su vera a descansar.
El ocaso pinta sus canas con oro y arreboles.
El prado brilla a sus pies con el rocío de la noche.
El último pájaro del día pía sobre el pasto sus cantares.
¿Acaso recordará cuán bello, difícil y largo es el camino?
B
Te dijiste día tras día y noche tras noche,
pensando en tu interior, he aquí que llegan los días.
Y mirando mañanas y atardeceres - junto a la ventana
piensas: nada nuevo hay bajo el sol.
Has envejecido, longevo, descansas,
tus días están contados - caros cada uno.
Sabe: cada uno es el último bajo el sol,
sabe: cada uno es nuevo bajo el sol.
Enséñame Señor a bendecir y a orar
por el secreto de la hoja marchita y por el brillo de la fruta madura.
Por esta libertad: ver, sentir, respirar,
saber, confiar, fracasar.
Enséñame a que mis labios bendigan y alaben
cuando tu sazón se renueve en la mañana y al atardecer.
Porque no sea mi nuevo día como ayer y antier,
sino que sea un día de creación y no de diaria rutina.
EN ESTE DÍA
En este día se corta el pan
y juntan los frutos en el cesto.
En este día vuelven los hijos a casa
y las hijas esperan a la puerta.
En este día van las nubes al cielo
a anunciar la lluvia bendita a la viña y al huerto.
Y en la ciudad, a la entrada de los mercados
suben los aromas de la manteca y el aceite,
brillan las escamas de los pescados,
fermenta el vino.
¡Dónde morirás tú, alma mía, en un día así!
Día pleno y hermoso,
día lleno y sencillo,
día de luz
¡Día que es día!
¡Día como todos los demás días!
Dónde te echarás a descansar
antes que se apague el estrépito.
Dónde le dirás adiós
antes que calle la muchedumbre.
Dónde te irás doliente
antes que cese su alegría.
Dónde dejarás tu noche eterna
antes que beses la primera estrella.
LA MUERTE DEL CIELO
El cielo ya murió.
El árbol agoniza.
¿Quién sabe?
Tal vez sea la piedra
la única que viva.
Sólo queda saber
si no la matarán
con toneladas de caminos
en los barrios nuevos.
Quién habrá de creer
que tuvimos un nombre
grabado en el cielo,
tallado en la madera
y en el centro de la piedra;
y que respiramos
y agonizamos
en una ciudad así.
POESÍA HEBREA MODERNA
Antología
Compilada y traducida por Arie Comey
La Semana Publicaciones Ltda.
Jerusalem
Israel
1987
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