viernes, 16 de septiembre de 2011
4717.- ABRAHAM SHLONSKY
Abraham Shlonsky
(Kremenchug, Ucrania, 1900-Tel-Aviv, 1973) Escritor israelí en lengua hebrea. Estudió en Rusia, Tel-Aviv y París. Fundó numerosas revistas de vanguardia (Escritos, Columnas, Tiempos, El reloj) y fue director de redacción de otras (Ketuvim, Turim, Páginas literarias, Orlogin, Ediciones obreras). Realizó una intensa labor como traductor de las obras maestras de la literatura eslava (los simbolistas rusos) y occidentales (B. Brecht, W. Shakespeare, Molière, Charles de Coster, etc.). Su obra empezó por reflejar influencias del modernismo ruso; tras su estancia en París (1925) se familiarizó con la poesía simbolista; y posteriormente, a partir de 1947, su obra tendió al realismo socialista. Entre sus obras cabe citar Para padre y madre (1927), Las piedras de la nada (1934), Piedras brutas (1960) y Poemas de largo pasillo (1968).
JURAMENTO
En nombre de los ojos que vieron la tragedia
y llenaron de clamores el corazón abatido.
En nombre de la piedad que enseñó a absolver
hasta los más terribles días que el perdón,
me juramenté: recordar todo,
recordar – y nada olvidar.
Nada olvidar – hasta la décima generación,
hasta que se borre la infamia, toda, por completo,
hasta que desaparezcan las humillaciones.
Mi juramento será vano si después del furor,
y no tendrá ningún valor, si mañana al seguir mi camino
no he llegado a ninguna conclusión.
REVELACIÓN
Alguien llamó: ¡Oye!
Alguien pronunció mi nombre.
¿Qué?
¿Quién?
Elí dijo: ¡Duerme!
Elí dijo: ¡Es en vano!
Elí dijo: No existen las visiones, mi vista se apagó.
Me llaman de nuevo: ¡Escucha!
Pronuncian mi nombre otra vez.
¿Cómo poder responder? ¡Presente!
Media noche. El anciano Elí solloza en su lecho.
"Hijo mío... hijo mío".
El universo cae encima mío, como herido
a la puesta de sol, entre los restos de mis nubes.
Comprendí, el que habla es el Señor.
Vendrá en un torbellino y besará nuestras heridas.
Elí está muy viejo. Sus hijos, unos malvados
y yo, todavía muchacho.
El universo ruge y canta de dolor
y en el rojo horizonte,
un dedo como rayo me llama.
Manda, Señor: ¡Tu siervo escucha!
ORACIÓN DE GRACIAS
Lluvia de Dios – Bendito sea el Señor.
Gracia húmeda de los cielos,
ponderen el pan, que tiene buen gusto,
cantad las bondades del agua.
Observen al terrón interna y exteriormente,
caliente es su tierra sembrada.
Tierra, bendice a que se haga según Su voluntad,
bendice al viento y a la lluvia.
Está húmeda tu huerta, porque quisiste el rocío,
se bendigan en ti, seno y matriz.
Agradezcan al pan, al buen pan.
Agradezcan al pan.
A LA FAENA
Vísteme santa madre, una linda camisa de colores
y al alba condúceme a la faena.
Envuelta de luz, como con taled, está mi tierra.
Los edificios se yerguen como filacterias
y como sus correas, se desbordan los caminos,
trabajo del hombre.
La población reza la plegaria del amanecer a su Creador
y entre los creadores – tu hijo Abraham,
poeta y cantero
en Israel.
Al anochecer – al crepúsculo, cuando vuelve el padre de su tarea,
murmura como satisfecho la plegaria:
mi querido hijo Abraham:
Vida, carne y huesos –
Aleluya.
Vísteme, santa madre, una linda camisa de colores
y al alba condúceme
a la faena.
POESÍA HEBREA MODERNA
Antología
Compilada y traducida por Arie Comey
La Semana Publicaciones Ltda.
Jerusalem
Israel
1987
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