lunes, 25 de julio de 2011
4274.- GUSTAVO ADOLFO PÁEZ
Gustavo Adolfo Páez. Nació en Jinotepe, Carazo, Nicaragüa en 1954. Falleció el 19 de Noviembre de 2003 repentinamente en Miami. Investigador social, Poeta, Actor y Director de Teatro. Realizó estudios de orientación Vocacional (UNAN, Managua). Estudios de Psicología (UANL, Monterrey, México) Estudios de Artes Escénicas (UANL, Monterrey, México) y estudios especiales de Guiones en la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV) en San Antonio de los Baños, La Habana, Cuba.
Ha publicado en diferentes revistas internacionales y en todos los suplementos culturales de su país, es antagonizado en la “Panorámica de la poesía joven nicaragüense”.
Es autor de:
El Límite del Tiempo (Poesía 1997)
“Conciertos para después de la Lluvia”
Pájaros de mi voz
A: Vida Luz Meneses
Ya no hablaré de sueños
temo que salgan pájaros de mi voz
pensaré
ahora y en la hora
que gorriones y chichiltotes
alegran mi espíritu
Mientras los ojos descansan
vuelo
alegre-vuelo
existo en el azul
y veo
que ya es mañana por la mañana.
Hay Ayeres
A: Vanessa, Alfredo, Mercedes y Jaqueline
Hay casas con olor a humo
calles
parques
quioscos
niños
padres
pájaros en el río
Hay mucha soledad en la calma
sueños
fríos
y pasados que no olvido.
Yo ya no soy yo
I
No pienso en lo que fue
no hace falta que mi recuerdo
toque tu recuerdo
qué poco tiempo ha pasado
y ahora quiero saber más
con tu imagen que me persigue
escribo algo y te nombro
pienso
y a manera de dibujo
juego al lápiz con el papel.
II
Ya soy de noche
de calle y silencio
soy mar
soy arena
Ya vuelo
soy ave
desde que te conocí
risueña y poeta
yo ya no soy yo.
III
Te veo
Y casi ausente
espero que baje
una imagen a mis labios
Pero estás ahí
Yo en otro sitio
te nombro
y estamos.
IV
Exclamas un deseo de dichosa
mientras duermen solitarias
esas calles del centro
Me parece una mujer de cielo con zapatos
con un poema
en la mano izquierda de la tarde
V
De pronto
uno se pone fructífero y canta
Más fuerte
y de nuevo
Canta y es terreno fértil
y es árbol
y es ave
y es sueño y es sol.
A la vuelta de octubre
A: Don Alfredo Páez La Fucha
Una lluvia de mariposas oscuras
lentamente caía
en mis sueños últimos de octubre
Era bajo la sombra de un inmenso árbol
y en el nombre del padre
estábamos todos lejanos y silenciosos
Viendo cómo la vida
transcurría débil en su agonía
Viendo cómo la muerte
desgarró al final su viejo corazón
Una lluvia sutil de mariposas
a la vuelta de octubre
volaba felizmente de mi sueño al cielo.
Crees que puedo
Crees que puedo llegar a tí
perdida
y encontrada pájara en lejanía
Crees que mis ojos vuelan
que puedo llegar al niño
que puedo cumplir tu sueño
sólo porque sueño.
Como en la infancia
A: Karla María (Mi hermana menor)
Y: Lluviana (Mi hija mayor)
Desciende amenazante la vieja pesadilla
como en la infancia digo
tranquilizate agitado corazón
quédate acostado en la hierba
mirando estrellas
No te asustes
recuerda que el divino-ángel te acompaña
Ahora cuenta
uno respira
dos y guarda calma
y a los tres observa
cómo se aleja el maligno del sueño
Hoy
mañana
y siempre
como cuando niño
despierta
alegre
corazón, alegre.
Acuarela
Tenues nubes de infancia
divisó en mis poemas
la acuarelista joven en abril
De suave verde pintó limones
tiernas naranjas-mandarinas
Caballo blanco
potrillo negro
mariposas celestes
y flores amarillas
pintó sus ojos claros
gorriones y golondrinas
También el viejo quiosco
lluvia
río
cercos de bugambilias
y aquel inmenso campo azul de mi lejanía.
Versos de Temporada (autorretrato)
A: Manuel Martínez (Poeta)
Canta, canta para apoyar el día
Francisco Morales Santos
El aroma feliz de las guayabas,
piñas,
mangos,
y melones,
descubrió el poeta en plena madurez
Un cálido aire de abril trajo gorriones,
guises,
cenzontles
y chichiltotes
al viejo huerto de su niñez
Campo
flores
lluvia
Pájaros
árboles
frutas
Racimos de recuerdo
versos sazones de temporada,
metáforas enhuacadas,
olorosas rodajas de verano,
parte, y reparte, feliz el poeta
en la víspera
de sus cuarenta
dulces
y maduros
años
de fruta con paisajes.
Querida Francisca
A: Doña Paquita Cruz
En qué rayo de luz, amor ausente, tu ausencia se pasó?
Carlos Pellicer
Francisca
cada día despierto
mirando dulce y tristemente
tu sonriente fotografía
Aquí estoy solo
escribiendo siempre pasados persistentes
y no me impacienta que esta misma sala
diga frases que no contestas
y calles otorgando
nuestros días felices
en pocas palabras-mi niñez
Mi corazón Francisca
marca el ritmo de tu lejanía
que difícil es tenerte y no estar contigo
Por eso rezo
en mi absoluto silencio
para que tu alma duerma en sus laureles
y no me vengan al oído las campanas
y al recuerdo tu oración
Francisca
¿dónde estás?
Sabes bien que no me gusta verte todos los días
con ese lejano y frío aire en la mirada
Ahora recuerdo
soñé que caminabas en la vuelta de mi vida
querida Francisca.
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