(de Siete maneras para decir el dolor)
Posibilidad 1
Hoy quiero Mónica, enfermarte larga, mortalmente,
sacarte lejos del mundo, convalenciente:
distanciar del cuerpo su llanto, su sudor solitario
de manera que todo quede, ahora sí, bien vacío
y ser un desierto rencoroso resuelto a envenenarse de sed.
Quiero hoy quebrarte un hueso imprescindible
esparcir las astillas de la estructura fundamental
que implores ayuda y extiendas anchas las manos
y no tengas pasos ni pies para darlos.
Quiero una úlcera que cuente de tu fueria
músculos torpes pidiendo a gritos
abrazos que no han de venir
epilepsias que transparenten tu confusión
tu dificultad para contenerte
insomnio eterno para salvarte de los sueños
que anuncian cuando alguien va a morir.
Ningún consuelo, eso quiero darte,
para hacer visible tu necesidad de otro
para que te vean dolerte, partirte en pedazos y se sepa
y te sepulten, te lloren, te perdonen
aunque nadie salve tu muerte,
el viento aleje tu nombre, todo sea casi igual.
Hay demasiado peso en tu sombra
y yo quiero curarte, lenta, con mi saliva...
quiero restablecerte la balanza aún sin par
murmurarte que no hace falta,
que no hace falta morir así.
Posibilidad 5
Quiero, Juana la Loca, darte un Sade que torture tus cavidades
hasta la saciedad de lo cruel y lo pendiente
demonios hablándote al oído,
exigiendo desordenar tu cordura.
Quiero verte bien loca
salida de tu cuerpo, vagando por un muerto,
siendo otra,
y tocar la cicatris obligada
para ningún hijo nadando en el vientre.
Quiero darte un autismo real y patente y diagnosticado
entonces tu eterno silencio tendría razones para la fiesta
te pondrían cuartito aparte
y taparían sus nobles oídos con corchos de vino tinto
lejos de tu grito que grita el dolor del grito.
Tal vez entonces te cierren a salvo en los sitios de la locura
y sea una buena explicación, otra mujer que amó demasiado,
te visiten los domingos con violetas y empanadas
tal vez no asustarías a quienes espían desde el muro
sabrías disimular los ritos inventados por malos amantes
y retrasarías la cita, voltearías al tiempo, sabrías despreciar y reirte
te recordarían con cariño,
enterrarían tu cuerpo cerca del amado
perdonarían una culpa que no sabes rastrear
y te perdonarías, también tú.
(de Hechicera)
X.
Entre dos mundos transita la palabra
abriendo paso al indicio
cúmplase en mi tu voluntad, digo,
necesítame para cumplirte.
La vieja inquisición empieza a sospechar.
Ampárenme brujos meintras vienen por mí
mientras la luz ciega los ojos, el interrogatorio no cesa
esta diferencia es mi culpa
y traman fuegos para doblegar nuestros poderes.
Asístanme mientras mi cuerpo se parte
y ninguna sílaba acierta a salvarle
y mi pequeña luz se oscurece
y vienen a guiarme los muertos de antes
hacia sus círculos...
LAS AFINIDADES ELECTIVAS DE BOLIVIA
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