Joseba Sarrionandia
Joseba Sarrionandia Uribelarrea, Sarri, (Iurreta, Vizcaya, 13 de abril de 1958) es un escritor, poeta y traductor español en euskera que cursó los estudios de filología vasca y sociología. Con una cuantiosa obra de poesía, narrativa y ensayo en su haber, es uno de los escritores contemporáneos en euskera más prolíficos y conspicuos. En 1985 escapó de prisión, donde cumplía condena por ser miembro de ETA, permaneciendo en paradero desconocido durante más de treinta años, lo que no le ha impedido seguir publicando desde el exilio. En 2016 reapareció públicamente en La Habana, donde habría fijado su residencia varios años antes.
Joseba Sarrionandia nació en Iurreta en 1958. Tanto su adolescencia como su juventud coincidieron con la última época del franquismo. Se licenció en Filología Vasca por la Universidad de Deusto y fue profesor de fonética en la UNED de Vergara. También dio clases en la Universidad Vasca de Verano.
Sus primeros escritos los publicó en Zeruko Argia y Anaitasuna, donde llegó a ser miembro de su consejo de redacción, y colaboró con revistas como Jakin, Oh Euzkadi, Ibaizabal, Xaguxarra y el diario Egin. Formó parte, junto con Bernardo Atxaga, Jon Juaristi, Manu Ertzilla, Joxemari Iturralde y Ruper Ordorika, de la banda literaria Pott, el grupo de escritores que más influyó en la literatura vasca de la década de 1980. Pott se fundó en Bilbao en septiembre de 1977 en torno a este núcleo heterogéneo y a partir de marzo de 1978 comenzó a editar la revista del mismo nombre; se disolvió dos años después, tras haber publicado seis números.
El poemario Izuen gordelekuetan barrena (A través de los escondites de los miedos), el primer libro de Sarrionandia, tuvo gran repercusión y muchos nuevos escritores han confesado que les influyó, hasta el punto de que el primer poema de este libro, Bitakora kaiera (Cuaderno de bitácora), fue tomado a modo de manifiesto.
El 13 de noviembre de 1980, con 22 años de edad, fue detenido por diversos delitos relacionados con su pertenencia a ETA. Ese mismo año ganó tres premios literarios con dos cuentos y el poemario anteriormente mencionado. En los años sucesivos pasó por los centros penitenciarios de Carabanchel, Puerto de Santa María, Herrera de la Mancha y Martutene. Fue procesado en siete ocasiones y condenado en tres de ellas a varias penas de prisión, que la refundición de la condena dejó en dieciocho de cumplimiento efectivo. Siguió escribiendo y publicando desde la cárcel, convirtiéndose en un escritor reputado en el ámbito de la cultura vasca.
El 7 de julio de 1985, se evadió de la prisión de Martutene con otro preso de ETA, Iñaki Pikabea, escondiéndose en sendos bafles tras un concierto del cantante Imanol Larzabal, sin que este lo supiera. La fuga, en cuya planificación participó el entonces crítico de teatro Mikel Antza, inspiró la famosa canción Sarri, Sarri del grupo vasco Kortatu. Desde entonces ha permanecido en paradero desconocido y al margen de las actividades de la organización terrorista, publicando libros y colaborando con diversos artistas, entre los que destacan Ruper Ordorika, Fermín Muguruza y Mikel Laboa. Dado que no tiene causas pendientes con la justicia debido a que los delitos por los que fue condenado han prescrito, sus motivos para no volver son más de índole política.
Aunque diversas fuentes siempre le situaban en Cuba, hasta 2016 nunca hizo apariciones públicas, ni siquiera para recoger el Premio Euskadi de Literatura que le fue concedido en 2011, y solo se conocía su aspecto por algunas viejas fotografías anteriores a su fuga de 1985. En 2014 aceptó la invitación de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (Huhezi) de la Universidad de Mondragón para impartir unas conferencias en la localidad guipuzcoana de Eskoriatza. Sin embargo, canceló el viaje porque no obtuvo los permisos de ida y vuelta que necesitaba. A principios de noviembre de 2016 se publicó que se haría cargo del lectorado en lengua y cultura vascas que el Instituto Etxepare inauguró en la Universidad de La Habana, responsabilizándose del contenido académico e impartiendo las clases. Sarrionandia accedió a este puesto después de un riguroso proceso de selección. El 20 de noviembre de ese mismo año fue publicada una imagen actualizada de él en cuatro medios de comunicación vascos (ZuZeu, Berria, Gara y Grupo Noticias), en una entrevista realizada por el periodista José Goitia en la que reveló que vivía en La Habana desde hacía algunos años.
Repercusión de su obra
«Nunca he tomado la decisión de ser escritor. Cuando di mis primeros pasos, escribir no se tenía por oficio; yo era estudiante, y la escritura, una forma más con la que la militancia generosa de aquella época abordaba los campos de la política y de la cultura. Desde algunas perspectivas profesionales actuales, quizás se recuerde aquella militancia como un sacrificio, e incluso dé lástima, pero vivíamos felices, como los amantes sin dinero.
»Luego seguí escribiendo en la cárcel, era presidiario de profesión y escribía para olvidar un poco aquella condición. Y después, de nuevo libre, de alguna manera libre, no he tenido más remedio que ser fugitivo de profesión, y nada ha estado ni está más presente en mi vida que la escritura.
»Pero no diría que soy escritor de profesión, al menos no todavía. De serlo, soy escritor en aquel otro sentido que le diera Thomas Mann, en la medida en que escribir me resulta tremendamente difícil y costoso».
Miembro correspondiente de Euskaltzaindia (la Real Academia de la Lengua Vasca), además de escritor, Sarrionandia es un traductor prolífico que ha traducido al euskera diversas obras literarias de hasta cincuenta lenguas distintas, destacando sus traducciones al euskera de autores como T. S. Eliot —del que es su principal traductor—, Samuel Taylor Coleridge, Manuel Bandeira y Fernando Pessoa.
La suya es una trayectoria literaria que Bernardo Atxaga divide en cuatro etapas cronológicas, a lo largo de las cuales aprecia una evolución. En la primera, un joven Sarrionandia quería formar parte de la literatura vasca y lo hizo desde el vanguardismo a través de publicaciones como Pott, una revista literaria en la que ambos participaron junto a otros grandes nombres de la literatura vasca. En la segunda etapa el poeta preso habló sobre el sufrimiento y las torturas en prisión, como en el crudo poema Literatura eta iraultza (La literatura y la revolución). En la tercera etapa, después de su fuga, sus temas fueron el exilio, la patria y los recuerdos familiares (Geografía, He llegado a casa casi a medianoche). La cuarta etapa, que Atxaga califica como la más luminosa de todas, es más serena y Sarrionandia recupera el sentido del humor y la ironía. Atxaga especula sobre una quinta etapa, basándose en el poema Bizitza heldu da eta zure begiak ditu (Ha llegado la vida y tiene tus ojos), donde la llegada de un hijo podría marcar el resto de su vida.
Junto a los géneros tradicionales (poesía, narrativa, ensayo), Sarrionandia gusta de experimentar y proponer textos híbridos representativos de una concepción innovadora de la literatura. Ni ez naiz hemengoa (Yo no soy de aquí), Marginalia, Ez gara geure baitakoak (No somos de nosotros mismos) y Han izanik hona naiz (De allí mismo vengo) son algunas de sus obras que tienden a la hibridación. Su prosa está llena de metáforas e imágenes sugerentes, una prosa poética que incorpora elementos fantásticos y referencias a leyendas y cuentos tradicionales que delatan las afinidades del autor con autores como Samuel Taylor Coleridge o Herman Melville, que rinden homenaje a narraciones del ciclo artúrico, que evocan ecos de escritores como T. S. Eliot, Constantino Cavafis, Jonathan Swift, Edgar Allan Poe, y de otros euskaldunes, por ejemplo Jon Mirande y Bernard Etxepare, y que Sarrionandia también explora con sus cuentos metanarrativos originales. En muchas ocasiones, además, las narraciones tienen varias lecturas, varios sentidos y, según afirma Aitzpea Azkorbebeitia, «los textos pueden resultarnos ambiguos, y a veces oscuros. Cada lector tendrá que darles su interpretación... Dado que nos ofrece textos llenos de implicaciones, estamos obligados a repensar lo que dicen».
Otros textos nos recuerdan, según Mari Jose Olaziregi, que Sarrionandia es un reconocido poeta que merece un lugar destacado en el actual panorama literario vasco: «La lectura de sus libros de poemas nos revela que Sarrionandia es un viajero incansable de geografías literarias, un marino deslumbrado por un océano de ideas poéticas». Su poética además ha sido fuente de inspiración para músicos y artistas de diferentes estilos (véanse los apartados de adaptaciones musicales y escénicas). Algunas de las canciones basadas en sus poemas se reunieron, junto a otros tantos recitados por el propio escritor, en el disco-libro Hau da ene ondasun guzia (Esta es toda mi hacienda) coeditado por Esan Ozenki y Txalaparta en 1999.
El exilio es un tema recurrente en su obra. En Hnuy illa nyha majah yahoo utiliza la primera persona del plural para afirmar que siempre seremos unos exiliados, que el regreso a casa es absolutamente imposible, pues la casa, la patria, tal y como la conocimos, tal y como la deseamos, no existe y que, pese a todo, también existe lo que no existe, pues casi todos los quehaceres los tenemos por hacer y los poemas más perfectos están por escribir («egiteko gehienak egiteke/ ditugu./ Poemarik behinenak izkiriatzeke/ daude.../ Ez diren gauzak ere/ badira»). La peculiaridad de su biografía ha influido notablemente en la recepción crítica de su obra hasta el punto de que son pocas las críticas de prensa en las que esta se omita a la hora de determinar sus textos; bien denunciando la distorsión que sobredimensiona su obra al mitificar al autor, bien valorando de manera positiva la influencia que la biografía del autor ha ejercido en su obra. Cada nuevo libro de Sarrionandia cobra gran repercusión mediática y comercial; sin embargo, el impacto de su biografía no siempre beneficia la difusión de su obra, siendo destacable que, pese a ser uno de los grandes autores de la literatura vasca contemporánea, apenas ha sido traducido al castellano y que incluso sus premios de carácter literario han sido objeto de polémica.
En varias ocasiones ha recibido el Premio de la Crítica de narrativa en euskera, otorgado por la Asociación Española de Críticos Literarios; en 1986, por Atabala eta euria (El atabal y la lluvia), una colección de relatos; y en 2001, por Lagun izoztua (El amigo congelado), su primera novela. Por este último premio, el presidente del jurado, Miguel García Posada, se vio obligado a dar explicaciones públicas.
En octubre de 2011 el Gobierno Vasco le otorgó el Premio Euskadi de Literatura en su modalidad de ensayo en euskera, por la obra Moroak gara behelaino artean? (¿Somos moros entre la niebla?), pero anunció que retendría la cuantía económica del premio hasta que el autor regularizase su situación. Si bien, la Fiscalía de la Audiencia Nacional constató que no tenía causas pendientes,9 por lo que finalmente recibió el premio en igualdad de condiciones que el resto de premiados. El jurado aseguró que la obra galardonada por unanimidad, un ensayo basado en el trabajo de Pedro Hilarión Sarrionandia, autor de la primera gramática del idioma bereber —que al autor le sirve como pretexto para reflexionar sobre las guerras coloniales, la literatura vasca y universal, los nacionalismos, la globalización, la migración, el multiculturalismo o las ansias imperialistas de las potencias occidentales, hasta llegar a la realidad política actual—, podría convertirse en un clásico de la cultura vasca ya que se trata de «un grito a la pluralidad cultural», abre muchas puertas y está muy documentado.26 La obra tuvo una versión extendida, ampliada por el propio autor, en castellano, titulada ¿Somos como moros en la niebla?,27 que también sería traducida al catalán.
Obras publicadas
Poesía
Izuen gordelekuetan barrena (Donde se refugian los miedos). Caja de Ahorros de Bilbao, Bilbao, 1981. Premio Resurrección María de Azkue, 1980.
Intxaur azal baten barruan. Eguberri amarauna (Dentro de una cáscara de nuez. Telaraña navideña). Gestoras Pro-Amnistía, Estella, 1983.
Alkohola poemak (Poemas del alcohol). Pamiela, Pamplona, 1984. Libro elaborado en colectivo.
Marinel zaharrak (Los viejos marineros). Elkar, Pamplona, 1987.
Gartzelako poemak (Poemas de la cárcel). Susa, Pamplona, 1992.
Hnuy illa nyha majah yahoo (Poemak 1985-1995). Elkar, San Sebastián, 1995. Poemas escritos entre 1985 y 1995.
Hau da ene ondasun guzia (Estos son todos mis bienes). Coeditado por Esan Ozenki y Txalaparta, Tafalla, 1999. Libro-CD que alterna poemas recitados por el propio autor y versiones musicadas de grupos vascos. Antología del autor con traducciones al castellano, al francés, al inglés y al alemán.
XX. mendeko poesia kaierak: Joseba Sarrionandia (Cuadernos de poesía del siglo XX). Susa, Pamplona, 2002. Antología a cargo de Koldo Izagirre.
Hilda dago poesia? ¿La poesía está muerta? Pamiela, Pamplona, 2016. Antología bilingüe, en euskera y castellano. Editado por Eva Linazasoro.
Narrativa
Narrazioak (Narraciones). Elkar, San Sebastián, 1983.
Atabala eta euria (El atabal y la lluvia). Elkar, San Sebastián, 1986. Premio de la Crítica, 1986.
Ifar aldeko orduak (Las horas del norte). Elkar, San Sebastián, 1990.
Han izanik hona naiz (De allí mismo vengo). Elkar, San Sebastián, 1992.
Miopeak, bizikletak eta beste langabetu batzuk (Miopes, bicicletas y otros desempleados). Erein, San Sebastián, 1995.
Lagun izoztua (El amigo congelado). Elkar, San Sebastián, 2001. Premio de la Crítica, 2001.
Kolosala izango da (Va a ser mundial). Txalaparta, Tafalla, 2003.
Narrazio guztiak (1979-1990). Elkar, San Sebastián, 2011. Compilación de todas las narraciones escritas entre 1979 y 1990.
Ensayo
Ni ez naiz hemengoa (Yo no soy de aquí). Pamiela, Pamplona, 1985.
Marginalia. Elkar, San Sebastián, 1988.
Ez gara geure baitakoak (No somos de nosotros mismos). Pamiela, Pamplona, 1989.
Hitzen ondoeza (El malestar de las palabras). Txalaparta, Tafalla, 1997.
Akordatzen (Recordando). Txalaparta, Tafalla, 2004.
Moroak gara behelaino artean? (¿Somos moros entre la niebla?). Pamiela, Pamplona, 2010. Premio Euskadi de Literatura, 2011.
Durangoko Azoka 1965-2015 (Feria de Durango 1965-2015). Gerediaga Elkartea, Durango, 2015. Junto con Jesus Mari Arruabarrena y Txelu Angoitia.
Lapur banden etika ala politika (La ética de las bandas de ladrones o la política). Pamiela, Pamplona, 2015.
Literatura infantil y juvenil[editar]
Izeba Mariasun ipuinak (Cuentos de la tía Mariasun). Elkar, San Sebastián, 1989.
Ainhoari gutunak (Cartas a Ainhoa). Elkar, San Sebastián, 1990.
Harrapatutako txorien hegalak (Alas de pájaros atrapados). Baigorri, Bilbao, 2005. Edición bilingüe, en euskera e inglés.
Gau ilunekoak (Los de la noche oscura). Elkar, San Sebastián, 2008. Ilustrado por Maite Gurrutxaga.30
Munduko zazpi herrialdetako ipuinak (Cuentos de los siete territorios del mundo). Pamiela, Pamplona, 2008.
Idazlea zeu zara, irakurtzen duzulako (El escritor eres tú, porque lees). Xangorin, San Sebastián, 2010.
Cómic
Zitroi ur komikiak: Joseba Sarrionandia komikitan (Cómics de agua de limón). Coeditado por Napartheid y Txalaparta, Tafalla, 2000. Con Koldo Almandoz.
Traducciones literarias
T. S. Eliot euskaraz (T. S. Eliot en euskera). Hordago, San Sebastián, 1983. Traducción al euskera de tres poemas largos de T. S. Eliot: Four Quartets (Cuatro cuartetos) en versión de Gabriel Aresti, The Hollow Men (Los hombres huecos) en la de Jon Juaristi y The Waste Land (La tierra baldía) en la de Joseba Sarrionandia.
Hamahiru ate. Umore beltzaren antologia (Trece puertas. Antología de humor negro). Elkar, San Sebastián, 1985. En colaboración con Mitxel Sarasketa.
Fernando Pessoa: Marinela. O Marinheio. Susa, Zarauz, 1985. Edición bilingüe, en euskera y portugués, del drama estático El Marinero de Fernando Pessoa.
Izkiriaturik aurkitu ditudan ene poemak (Poemas míos que he encontrado ya escritos). Pamiela, Pamplona, 1985. Versiones en euskera de poesía universal, que incluye varios apócrifos de Joseba Sarrionandia.31
Hezurrezko xirulak (Flautines de hueso). Elkar, San Sebastián, 1991. Versiones en euskera de poesía universal.
Poemas naufragos. Galegoz heldutako poemak (Poemas llegados en gallego). Susa, Zarauz, 1991. Traducción al euskera de poemas en gallego de Manoel Antonio, Luis Amado Carballo, Álvaro Cunqueiro, Aquillino Iglesias, Luis Pimentel, Luis Seoane, Celso Emilio Ferreiro y Manuel María. Edición bilingüe, en euskera y gallego.
S. T. Coleridge: Marinel zaharraren balada. The Rime of the Ancient Mariner. Pamiela, Pamplona, 1995. Edición bilingüe, en euskera e inglés, de La balada del viejo marinero de S. T. Coleridge.
Manuel Bandeira: Antologia. Pamiela, Pamplona, 1999. Traducción al euskera de la poesía del brasileño Manuel Bandeira.
Haurren gurutzada (La cruzada de los niños). Traducción al euskera de La Croisade des enfants de Marcel Schwob.
Neure neure esklaboa (Mi esclavo mío). Elkar, San Sebastián, 2009. Traducción al euskera de la novela infantil sobre la esclavitud Slaaf kindje slaaf de Dolf Verroen.
Premios
Premio Resurrección María de Azkue de poesía, por su obra Izuen gordelekuetan barrena (En los refugios del miedo), en 1980.
Premio Ignacio Aldekoa, por el cuento Maggie, indazu kamamila (Maggie, prepárame una manzanilla), en 1980. Publicado en Xaguxarra, núm. 1 (1980).
Premio Villa de Bilbao de cuentos, por Enperadore eroa (El emperador loco), en 1980. Publicado en Cuentos incombustibles (1981).
Premio de la Crítica de narrativa en euskera, por Atabala eta euria (El atabal y la lluvia), en 1986.
Premio de la Crítica de narrativa en euskera, por Lagun izoztua (El amigo congelado), en 2001.
Premio Euskadi de Literatura, en la modalidad de ensayo en euskera, por Moroak gara behelaino artean?, en 2011.
PROTOPOEMA DE AMOR
Quisiera escribir el más tierno poema de amor
con la ingenuidad y la inocencia
de los poetas románticos.
Diciendo, por ejemplo, si tus piernas fueran largas muy largas
y mis piernas tan largas como las tuyas,
alargaríamos bajo la mesa nuestras piernas
jugando a entrecruzarlas.
Si mis dedos tocaran tu piel se prenderían como fósforos.
Pondríamos en grave peligro al mundo
haciéndolo temblar con nuestro abrazo a no sé cuantos grados
en la escala de Richter.
Ven y escala el muro como lo trepa la hierba, ven
como el oleaje que salta sobre la cubierta del barco,
ven como una tormenta que viene a anegar
un páramo reseco.
Ven y transformaremos en carne las palabras.
Que nos suelden uno contra el otro.
Te haría un poema así, impulsivo e ilusionado,
pero qué precaria es la lírica…
Al abrir la ventana, en lugar de llegar tú,
entra la Realidad
con sus extravagantes garras de acero,
rugiendo.
AMODIO PROTOPOEMA
Amodio poemarik xamurrena izkiriatu nahi nizuke
poeta erromantikoen xalotasun eta
erru gabeziarekin.
Zure zangoak luze-luzeak balira
eta ene zangoak zureak lain luzeak
mahaipean luzatuko genituzke zangoak
zangalatrabatzera jolasteko.
Ene hatzamarrek zure larrua ukituez gero
pospolu antzera izekiko lirateke.
Mundua arrisku larrian jarriko genuke
gure besarkadagatik ikaratzen ez dakit zenbat
Richter eskalan.
Erdu harresia ainhenbelarrak lez eskalatuz, erdu
untziaren kubertara jauzten den olatuaren gisan,
erdu eremu lehorra hondatzera datorren ekaitza bezala.
Erdu eta bihur ditzagun hitzak haragia.
Solda gaitzatela bata bestearen kontra.
Horrelako poema gogotsu bat eginen nizuke,
baina zer laburra den lirikarena.
Leihoa zabaltzean, zeldara zure ordez,
Errealitatea sartzen zait, bere altzairuzko
hatzaparrekin, orroaka.
VOLVER A CASA
Con los mapas del tesoro bajo el brazo,
Dejé mi hogar y caminé
Tras el canto de las sirenas
A través de los escondrijos del miedo
No hallé en mi viaje sino
Pequeños pedernales grisáceos
Y nidos de mirlo que se deshacen
En oscuros rincones de las selvas negras.
Cuando -agotado el camino por el tiempo-
Volví a casa
Nueva era la madera de la puerta
Nueva también la cerradura
La traducción es de Gerardo Markuleta en "Antología de la Poesía Vasca" de la "Colección Visor de Poesía".
ETXERA ITZULI
Tesoroen mapak besapean,
Etxea utzi eta undinen
Abestien xerka abiatu nintzen
Izuen gordelekuetan barrena.
Sukarri urdinarre tipiak
Eta oihan beltzetako zokotan
Usteltzen diren xoxo habiak
Soilik nituen bidajan aurkitu.
Denborak bidea ahorturik,
Etxera itzuli nintzenean,
Berriak ziren atearen zura
eta zarraila ere.
Izuen gordelekuetan barrena (Donde se refugian los miedos). Caja de Ahorros de Bilbao, Bilbao, 1981. Premio Resurrección María de Azkue, 1980.
CUADERNO DE BITÁCORA
El viajero se aventura a través del laberinto
aunque apenas sí recuerda cuándo ni por dónde entró.
Supone que el camino ha de ser un laberinto,
pues adivina en lo nuevo reflejos del ayer.
Mas no son reflejos amables, son vástagos del miedo
pues le revelan que cae, que se derrumba hacia el centro.
¿Pero hay un centro acaso?
¿No cae hacia los bordes?
Piensa entonces que le es preciso un escondite
y a ratos se oculta por los rincones. Pero el miedo
corre a refugiarse en sus mismos escondrijos.
Piensa entonces que quizá se extravíe a la deriva
y que necesita un hilo que lo guíe en el laberinto.
¿Pero dónde amarrar el hilo?
Piensa entonces que siquiera el recuerdo podrá sostenerlo
y, cada atardecer, escribe un cuaderno de bitácora.
Éste es un cuaderno de bitácora a la deriva, el viajero
escribe como el timonel que, en un mar sin una brisa,
adivina que se acerca la tormenta del naufragio.
Escribe con desesperación:
no como el profeta, sino como el loco;
no para los Dioses: para las marionetas;
como la marioneta para las marionetas escribe.
Y el viajero sabe a veces, pero a veces nada sabe:
quién es, quiénes es.
Piensa a veces que transita por Europa
como una mosca por un cuerpo desnudo de mujer.
Otras veces se queda contemplando las páginas en blanco del
cuaderno de bitácora,
sin pensar en nada, o dibujando espirales.
LAS LÍNEAS DE LA MANO
El arado de la vida trazó los surcos de nuestras palmas
Y en ellos residen todos nuestros caminos.
Ahí están las calles de las ciudades que recorreremos,
Ahí las doncellas llorosas y los bueyes bermejos,
Ahí los trenes interminables y ballenas con un arpón clavado,
Ahí las carreras de los rinocerontes al otro lado del espejo,
Ahí las telarañas desplegadas y los verdugos sin trabajo,
Ahí los viejos huesos y los barcos sin timón.
Todo se refleja en los surcos de nuestras palmas
Como la imagen del abeto solitario a la orilla del lago,
Y en la misma tumba nos enterrarán
A nosotros y nuestras líneas,
Nosotros y todos esos errores.
ULISES VUELVE A ÍTACA
Estás llegando, Ulises, a Ítaca
Y miras con ansia hacia tu casa.
¿Pero sabes acaso qué hallarás?
Yo, Eumeo, te lo diré:
Mira qué regocijo en la que fue tu casa.
¿Quién te ha dicho que te esperan?
Mira los barcos varados en la arena
Y el olor a vino y fritura en las ventanas.
Esto es lo que te espera, vuelto a casa:
La honra del hijodalgo, camisas perfumadas,
Los mismos nombres y voces cada día,
Las tiernas caricias de parientes y allegados,
Ajo, harina de cebada y vino aguado.
Y encanecido el cabello hacerte abuelo
Y morir cuando se borren las líneas de tu mano.
¿Por qué volver a Ítaca, Ulises?
Sólo buitres habitan hace tiempo esta casa,
No es más que punto de encuentro para aves perdidas.
¿Estás agotado? ¿Te place quizá el llanto de las plañideras?
Haz caso, como las aves, al camino que marcan las estrellas
Y a este viejo Eumeo que algo sabe del destino.
Marinel zaharrak (Los viejos marinos). Elkar, Pamplona, 1987.
EL ÁNIMO DE QUIEN HA ESTADO PRESO
El ánimo de quien ha estado preso
Retorna siempre a prisión.
En la calle se cruza con jueces, fiscales y abogados
Y los policías, aún sin reconocerlo,
Lo miran más que a cualquier otro,
Porque su paso no es sosegado, o bien
Porque su paso es en extremo sosegado.
En su corazón habita,
De por vida, un condenado.
UN LARGO TREN
Siempre hay al amanecer un largo tren
Que parte de la estación.
Una mujer mira desde la ventana,
A nadie puede decir adiós.
Siempre hay un corazón dividido:
Una mitad se aleja con el tren
La otra mitad se queda en la estación.
Cae la lluvia, moja el cristal,
Moja los vagones, moja las vías.
El tren va siempre hacia el infierno.
DEFIENDAN SU NEGRA PAZ
Defiendan su descanso sembrado de blancas palomas,
Con billetes de banco y armas pesadas.
Defiendan su negra libertad de
Trabajar, hacer deporte, rezar,
Defiendan la negra casa de su padre
Para no perderse ni un folletón televisivo,
Defiendan su negro sueño y que sus bellos sueños
Engendren otros bellos sueños,
Defiendan el sosiego de sus corazones
Que perfuman hasta ahogarlos, y su fin de semana,
Defiendan su negra paz
Y su reloj de una única aguja:
Somos hijos de alguna oscura loba,
Es la hora, señálenos con su dedo índice
Y que sus policías tiren contra nosotros.
PREGUNTA II
El hombre se detiene
En la esquina de la celda,
Parece que habla solo,
Pero no, hasta cuándo
Le ha preguntado a una araña.
La araña, de inmediato,
Se descuelga y baja
Por el hilo que larga,
Y parece que ese largo hilo es
La respuesta de la araña.
ALGUNOS MARINEROS
Algunos marineros quedaron allí para siempre,
en un rincón próximo al puerto, junto al cementerio.
Al anochecer entran a la taberna
y beben hasta perder el sentido,
como si su destino fuera un dado
arrojado por un niño
detenido en la primera o segunda cara,
como si no quisieran volver a casa,
como si nunca hubieran tenido una casa,
como si para salir a la calle la noche fuera
un catálogo de ladridos.
En una pared de la taberna hay una botella
en cuyo interior se ve una fragata
en miniatura y en su cubierta diminutas figuras
humanas vestidas de blanco.
En el puerto de Mörland nunca hay barcos.
Hau da ene ondasun guzia (Estos son todos mis bienes). Coeditado por Esan Ozenki y Txalaparta, Tafalla, 1999. Libro-CD que alterna poemas recitados por el propio autor y versiones musicadas de grupos vascos. Antología del autor con traducciones al castellano, al francés, al inglés y al alemán.
Traducción de Maite Mujika
Cuando el comisario Ángel Martínez mete
el cañón de su revólver
en el ano del detenido y la mirilla sale sucia,
ensangrentada, patética,
¿qué le importa al muchacho torturado
si el poeta es un fingidor?
¿Ha visitado G. K. Chesterton alguna vez
La Salve?
¿Quién conoce en los calabozos de Inchaurrondo
a Hermann Broch?
¿Cómo explicará el muchacho torturado
al llegar destrozado frente al juez
el significado exacto del concepto
objetive correlative?
¿Qué es el amanecer lleno de agujas de Carabanchel
para Molly Bloom?
¿Quién es Michel Foucault para quien se consume
durante diez meses en celdas de castigo?
¿Una visita de cinco minutos? ¿Un encuentro lírico?
¿Deberían los presos vascos
estudiar la Biblia de Jean Duvoisin para aprender
a poner las haches y comas correctamente?
¿Cuál es para la literatura el valor ético inextinguible de
la rebeldía, la revolución, la aventura?
¿Qué se escribe al margen de revistas como Voprosi Literaturi
o Tel Quel
sobre las huelgas de hambre interminables de los presos vascos?
¿Qué le importa el compromiso
al muchacho que –como una bandera revolucionaria, sin escudo–
huye de los tiros de la policía?
EL ESCLAVO HERRERO
Cautivo en las selvas de occidente
te trajeron a Roma, esclavo,
te dieron el oficio de herrero
y haces cadenas.
El hierro al rojo que sacas de los hornos
lo puedes moldear como quieras,
puedes hacer espadas
para que tus paisanos rompan sus cadenas,
pero tú, ese esclavo,
haces cadenas, más cadenas
***
Ha llegado la época de comer cerezas
“J´aimerai toujours le temps des cerises /
C´est de ce temps là que je garde au coeur /
Une plaie ouverte…”
(Jean Baptiste Clément)
Pero en ninguna parte se ven cerezas.
Ha llegado su época, que es la época de
junio y julio,
porque es en marzo y abril cuando florecen los árboles,
pero no hay cerezas.
Sería bueno, ya que estamos en la época de las cerezas,
ver alguna cereza,
cerezas dulces, o al menos alguna cereza amarga.
Las cerezas dulces son rojas,
las amargas amarillas; los cerezos amargos florecen
tarde, los dulces más temprano.
Pero esta mañana no se ven cerezas
ni cerezos.
Al cerezo le conviene una tierra especial
para poder crecer bien,
no crecen en cualquier parte, sobre todo
los dulces.
Los cerezos amargos crecen más fácilmente
que los dulces,
incluso cuando la tierra no es la adecuada
suelen dar cerezas amargas.
Hoy no se ven cerezas dulces
ni cerezas amargas.
Lo mejor es plantar el cerezo al socaire del viento norte.
En los países secos no crece bien.
La cereza de los países secos
suele ser pequeña.
No se ven cerezas grandes ni cerezas pequeñas.
Habrá que plantar cerezos.
Cuando hiela en los llanos y en los valles
suele ser muy perjudicial.
Las heladas de finales de invierno o de primavera
suelen ser las peores.
Lo que se recoge depende del tiempo que haya hecho
a lo largo del año,
pero es difícil hasta el último momento
saber qué cerezas se van a recoger.
¡Quién sabe si los cerezos crecerán y llegarán a florecer!
Llegará su época,
ha llegado ya su época, pero a lo mejor
no habrá cerezas.
Gereziak jateko sasoia iritsi da // Baina ez da gerezirik inon ikusten. // Sasoia iritsi da, maiatza
eta uztaila bitartea da / gerezien sasoia, / martxoan eta apirilean loratzen baitira arbolak, / baina ez
dago gerezirik. // Gerezi sasoian gaudenez gero ona litzateke / gereziren bat ikustea. / Gerezi
gozoak, edo gerezi garratzak sikiera. / Gerezi gozoak gorriak dira / eta garratzak horiskak; gerizondo
garratzak berandu / loratzen dira, gozoak goizago. // Baina gaur egun ez da ikusten gerezirik / ez
gerizondorik. // Gerizondoari lur berezia komeni zaio / ondo hazteko, / ez dira edozein lurretan
hazten batez ere / gerezi gozoak. / Gerezi garratzak gozoak baino aisago hazten dira, / lurrak baldintza
egokiak ez dituenean ere, / ematen da gerezi garratza. // Gaur egun ez da ikusten gerezi
gozorik / ez gerezi garratzik. // Gerizondoa ipar haizeaz babesean landatzea da egokiena, / lurralde
lehorrean ez da ondo hazten / lurralde lehorreko gerezia / tipiegia izaten da. // Ez da ikusten gerezi
handirik ez gerezi tipirik. / Gerizondoak landatu beharko dira. // Lurralde hau eta bailaretan izotzak
jotzen badu / oso kaltegarria da. / Negu azkenaldeko edo udaberriko izozteak dira / kaltegarrienak.
/ Uzta, urtean zehar egiten duen eguraldiaren / araberakoa izaten da. / Baina azken unera arte zaila
izaten da jakitea / zelako gereziak bilduko diren. // Auskalo gerizondoak hazi eta loratuko diren. /
Sasoiak helduko dira. / Sasoiak heldu dira, baina igual ez dugu / gerezirik izanen.
Vergara 1838
Como es natural, tras la guerra no es posible
impartir la debida justicia.
Serían cien mil los que, conforme a la ley,
merecerían un dura condena,
y no cabe condenar a una mayoría.
Lo que sí se puede hacer es coger a cualquiera
y llevarle a la cárcel por dos semanas,
y a otro dejarle libre,
y a este, al pobre, veinte años,
y luego coger a otro, y a ese, en cambio,
a ese gran culpable, dejarle sin castigo
y ponerle una medalla de oro públicamente
o en privado, y al siguiente tres años,
y a ese de ahí, repugnante criminal,
una buena indemnización por ser víctima,
porque, al cabo, todos hemos sido,
a turnos, verdugos y víctimas. Así puede hacerse
justicia,
es una forma de hacer justicia, al menos,
apropiada quizás para facilitar las cosas
y, sobre todo, para subrayar la inocencia de cien mil.
Si se mira bien, sería cosa de tontos
no darse cuenta de que la tal justicia
es únicamente una de las formas de hacer las cosas,
una forma entre muchas,
conveniente, quizás,
pero no más justa o digna en sí misma,
porque en la guerra todos han cometido acciones parecidas,
personalmente
o por delegación, y porque esa es, justamente,
la tragedia de la guerra
y la culpa general: aceptar el esquema del crimen,
o no haber tenido, durante largo tiempo, la imaginación
para enmendar el esquema del crimen.
Bergara 1838 // “Gerlaren ondoren ezin da, jakina, justicia / egokirik banatu. / Ehun milek mereziko
luke, legeen arabera, / zigor gogorra, / eta ez litzateke egokia gehiengoa / kondenatzea. / Egin
daitekeena da, hartu edozein eta horri / bi aste kartzela ezarri, / eta beste hura libre utzi, eta honi, /
gizajoari, hogei urte, / eta gero hartu beste bat eta horri, errudun / handi horri, ostera, / zigorra
beharrean, urrezko medaila bat / publikoki ezarri / edo pribatuan eta hurrengoari hiru urte, eta /
horko beste kriminal zital horri, / indemnizazio aberatsa, biktima lez, azken batean / denak izan
garelako, / aldizka, borrero eta biktima. Hala egin daiteke / justizia, / justizia egiteko era bat da
behintzat, eta baliteke / hala komeni izatea, / gauzak errazteko eta, batez ere, beste ehun / milaren
inozentzia azpimarratzeko. / Ondo begiratuez gero, tontoen gauza litzateke / ez ohartzea justizia
delako hori / gauzak egiteko modu bat baizik ez dela, / beste modu batzuen artekoa, / komenigarriagoa
behar bada, baina ez berez / justuagoa edo duinagoa, / gerran antzeko ekintzak egin dituelako
mundu guziak, / pertsonalki / edo ordezkarien bidez, eta horixe delako, gainera, / gerraren tragedia
/ eta erru orokorra: krimenaren eskema onartzea / edo, hain luzaroan, / krimenaren eskema emendatzeko
imajinaziorik / ez izatea”.
Gorozika 1937
Por fortuna no eres tú el que en mayo de 1937
entró en el caserío de Gorozika
y, nada más disiparse la niebla matinal,
se topó con su casa natal arruinada.
Ignoraba si habría allí alguien de la familia,
No parecía que en la casa hubiera nadie,
ni siquiera el perro salió alegre
a su encuentro, como en el pasado.
Solo vio la basura que habían dejado los milicianos
en el zaguán, la puerta abierta de par en par,
una banqueta rota en el portal, cenizas esparcidas.
Entró en la cuadra, no había ganado.
Y estando allí en la oscuridad oyó un ruido
y disparó hacia arriba.
Se hicieron tres agujeros en el techo
y de uno de ellos empezó a caer sangre
sobre su hombro, un chorro delgado
tibio, un hilo rojo de embalar, en silencio,
y no sabía de qué era la sangre, o de quién.
Gorozika 1937 // «Ez zara zu, zorionez, 1937ko maiatzean Gorozikako / baserri hartara sartu
zena / eta sortetxea, egunsentiko behelainoak desegin orduko, / hondaturik topatu zuena. / Hark ez
zekien etxekorik aurkituko zuen, etxean. / Ez zegoela inor ematen zuen, / etxeko txakurra ere ez
zitzaion irten bidera / aspaldiko kontentuekin. / Milizianoek utzitako zaborra bakarrik atartean, / atea
parez pare zabalik, / ezkaratzean aulkia hautsirik, errautsa barreiaturik. / Kortara sartu zen, / abe–
rerik ez kortan, eta han ilunetan zegoela zarata bat / entzun eta tiro egin zuen / goruntz. Hiru zulo
egin ziren zurezko sabaian eta / hiru zuloetako batetik hasi zen / odola jausten, irobala gorriaren
moduko zorrotada / mehea, bere besagainera, / epela, isilik, eta ez zekien odol hura zerena zen /
edo norena.»
Problemas
“No hay problema…”, le respondí cuando me dijo
que le seguía la policía y me pidió ayuda.
Lo llevé en coche a un lugar más seguro,
que yo creía más seguro,
bajo la lluvia, por una carretera terrible
que un control podía cortar en cualquier momento.
Nos metimos en el bar de al lado de la fábrica.
Sobre la mesa había un periódico doblado
en cuya portada, en primer plano,
se veía un cuarto de cara de mi amigo,
y se ofrecía una buena recompensa por cualquier
información que sirviera para detenerle.
“Quizás haya algún problema…”, dijo mi amigo,
apartando aquella foto que parecía un espejo.
Parece una escena de cine, pensé.
Pero las cosas eran más raras que en el cine,
Lluvia de verdad, las salpicaduras de las ruedas, los barrancos,
imaginaba que teníamos detrás a toda la policía.
Está claro, me equivoqué completamente con aquello de que no había
problema…
Había algunos problemas, aparecieron pronto.
Cuando mi nombre salió en los periódicos y con la policía detrás,
tuve que pedir ayuda a un amigo.
“No hay problema” dijo mi amigo, sin especial interés
en inventar el comienzo de un thriller”.
Problemak // «Ez dago problemarik...» erantzun nion, polizia atzetik zuela / eta ea lagunduko nion
esan zidanean. / Eta autoz eraman nuen leku seguruago baterantz, / seguruagoa zela uste nuen
behintzat, / gauez eta euripean, edozein momentutan kontrol batek / ebaki zezakeen bide ikaragarri
hartatik. / Fabrikaren alboko tabernara sartu ginen, egunkari bat zegoen / mahai gainean tolestuta,
/ eta neure lagunaren aurpegi laurden bat ikusten zen portadan / lehen planoan, / eta diru-ordain
handi bat eskaintzen zen bera harrapatzeko / edozein informazioren truke. / «Igual, badago problemaren
bat...» esan zidan lagunak / ispilua ematen zuen erretratu hura alboratuz. / Zineko gertaeren
modukoa da, pentsatu nuen, baina / zinekoak baino arraroagoak ziren gauzak, / zinezko euria,
gurpil zipriztinak, bide alboko amildegiak, / eta polizia guzia imajinatzen nuen atzetik... / Problema
ezaren esaldi harekin, hara, zeharo ekibokatu nintzen. / Bazeuden problema batzuk, laster agertu
ziren. / Nire izena egunkarian azaldu zenean, neuk ere polizia atzetik nuela, / beste lagun bati
eskatu behar izan nion laguntza. / «Ez dago problemarik...» esan zidan lagunak, thriller hasiera bat /
asmatzeko intentzio nabarmenik gabe.»
Nueve tazas de té en el desierto de Sahara
1
La primera taza de té suele ser
tan amarga como la vida,
la segunda taza de té, tan tierna
como el amor,
la tercera taza de té, tan dulce
como la muerte.
2
La primera taza de té suele ser
tan amarga como el amor,
la segunda taza de té, tan tierna
como la muerte,
la tercera taza de té, tan dulce
como la vida.
3
La primera taza de té suele ser
tan amarga como la muerte,
la segunda taza de té, tan tierna
como la vida,
la tercera taza de té, tan dulce
como el amor.
Bederatzi te kikara Saharako basamortuan // 1 // Lehenengo te kikara bizitza bezain / garratza
izanen da, / bigarren te kikara amodioa bezain / samurra, / hirugarren te kikara heriotza bezain /
goxoa. // 2 // Lehenengo te kikara amodioa bezain / garratza izanen da, / bigarren te kikara her–
iotza bezain / samurra, / hirugarren te kikara bizitza bezain / goxoa. // 3 // Lehenengo te kikara
heriotza bezain / garratza izanen da, / bigarren te kikara bizitza bezain / samurra / eta hirugarren te
kikara amodioa bezain / goxoa.»
Los pingüinos
La verdad es, compañeros de colonia,
que no dimos pie con bola.
Nos dejamos llevar por los empujones
del amor y del tiempo.
Y sólo permanecimos en el lugar,
que nos tocó, sin intimidad,
al borde del precipicio, juntos los unos
contra los otros.
Ignorando que hubiera otros mares y
otras tierras,
sentados sobre flores heladas atendiendo
las tristes lenguas del viento,
sin otro quehacer que considerar
el océano…
Porque allí constaba en el horizonte
la oscura levitación del destino.
Mediante miradas laterales se trabaron
nuestros destinos
con mucha inopia, amargura y
desesperanza..
Debíamos estar unidos, pero fuimos
incapaces de hacer nada.
No consentimos que ninguno de nosotros
pudiera volar.
Pinguinoak // Egia esan, kolonia lagunok, ez genuen / ia ezertan azartatu. / Naturaren eta sasoiaren
bultzadei / amore eman genien. / Eta emandako lekuan higatu ginen / beti, intimitaterik gabe,
/ amildegi ertzean elkarrekin, bata / bestearen kontra. // Itsaso gehiago eta lur zati gehiago dela /
aintzat hartu gabe, / izotz loreen gainean eseri, haizearen mihi / tristeei entzun, / eta itsasoari begiratu
beste zereginik / ez genuela... / Hantxe zegoen beti hodeiertzean / zoriaren lebitazio iluna. //
Baina bata bestearekiko begirada / lateralez / lotu ziren gure fatuak, ondoez, / damuz, etsipenez. /
Denak bat ginela eta, ez ginen deus / egiteko gauza izan. / Ez genion gure arteko inori utzi / hegats
egiten.
Otros
No es que decir te quiero fuera algo extraordinario,
pero te dije te quiero
y tú, y esto si fue más extraño y hermoso, me respondiste
yo también te quiero.
Y lo raro es que aquellos te quiero de entonces
se repiten todavía.
Pero es que no soy yo quien te lo dice ahora, es otro
quien te dice te quiero,
y es a otro a quien tú le respondes yo también te quiero.
No sé como sucede, realmente,
que yo se lo digo a otra, para escuchar yo también
te quiero y es otra persona.
¿No es acaso triste que no sea yo quien te dice te quiero,
que no seas ya tú quien me lo dice?
Es más, con frecuencia, ni tú ni yo formamos parte de la pareja:
son otras las personas que se aman una a otra
como tú y yo nos amamos en un tiempo, cuando lo vivíamos
como si sólo fuéramos nosotros,
dichosos recién venidos que copiaban palabras antiguas
como otros muchos las repetirán en el futuro.
Beste batzuk // Maite zaitut esatea ez da
gauza handirik esatea, / baina maite zaitut
esan nizun / eta zuk, eta hau misteriotsuagoa
izan zen eta ederragoa, / nik ere maite zaitut
erantzun zenidan. // Eta arraroena da orduko
maite zaitut haiek / errepikatzen direla oraindik.
/ Baina gertatzen da ez naizela ni oraingoan,
beste batek / esaten dizula maite zaitut,
// eta zuk ere beste bati esaten diozula nik ere
maite zaitut. / Eta ez dakit zelan, baina / beste
bati esaten diot nik ere, nik ere maite zaitut
entzuteko, /errepikez harritu gabe. // Ez al da
tristea ez izatea neu maite zaitut esaten dizuna,
/ ez izatea zeu maite zaitut esaten didana? /
Are gehiago, gehienetan ez dugu ez zuk ez nik
parterik, beste batzuek / maite dutelako batak
bestea, // guk ere maite genuen moduan. Eta
dena geurea bakarrik zelakoan / gu, gizajo
heldu berriak, / antzinako berbak kopiatzen.
Beste askok ere menderik mende / errepikatuko
dituztenak etorkizunean.
Thriller
A la salida del cine, oscurecía
y la calle estaba mojada.
Caminaba por la acera y,
de repente,
sentí resonancia de pasos
que me seguían.
“Se te acabó la cosa”, me dijo
ásperamente.
Me dí la vuelta y lo reconocí:
era El Tiempo.
Levanté las manos cobardemente:
“Todavía no...” supliqué:
“A ráfaga o tiro a tiro?” dijo, sacando
la negra metralleta
de debajo de su gabardina y
apuntándome.
“Un segundo al menos”, imploré.
“Sí”, respondió,
“pero si haces un movimiento
sospechoso, disparo antes”.
Thriller // Zinetik irteeran iluntzea zen eta /
kalea bustirik zegoen. / Espaloitik abiatu nin–
tzen oinez, / bakarrik. / Batbatean pausu
batzuk sentitu nituen // atzetik, segida bezala.
// “Amaitu zaizu zera”, esan zidan / ozen. /
Buelta eman eta ezagutu nuen: / Denbora
zen, armaturik. / Besoak altxatu eta kobardea
izan nintzen: / “Oraindik ez...” erregutu nion:
/ “Errafagaz ala tiroz tiro?” galdetu zuen /
metraileta beltza / gabardinapetik atera eta
zuzen / apuntatuz. / “Segundu bat mesedez”,
eskatu nion. / “Bai”, erantzun zidan, //
“baina mogimendu susmagarririk / eginez
gero, berehala”.
Los poemas han sido traducidos por Bernardo Atxaga, Joxemari Iturralde y el propio autor
REPORTAJE:FUGITIVO Y ESCRITOR
Los misterios del poeta sin rostro
El antiguo activista de ETA premiado en Euskadi se declara fugitivo de profesión desde su huida de la cárcel de Martutene en 1985
JOSÉ LUIS BARBERÍA
El Premio Euskadi de Ensayo tiene este año una figura sin rostro, un personaje fantasma que vaga errante desde hace 26 años, se diría que condenado a recitar su poema: "Preso egon denaren gogoa, gartzelara iltzultzen da beti...". ("El pensamiento del que ha estado preso / regresa siempre a la cárcel. / En la calle se cruza con abogados, jueces y fiscales / y aunque los policías no le identifican / le miran con mayor detenimiento / porque su paso no es sosegado o porque es demasiado sosegado. / En su corazón habita un condenado a perpetuidad").
Este hombre es Joseba Sarrionandia, exmiembro de ETA fugado de la cárcel donostiarra de Martutene el 7 de julio de 1985 cuando había cumplido cinco de sus 22 años de condena. Fue una fuga ingeniosa -escapó oculto en un bafle del equipo de música del cantante Imanol Larzabal-, y tan celebrada por los suyos que desde entonces el grito de "Sarri, Sarri" no ha dejado de repiquetear, exultante, en los festejos de los simpatizantes de ETA al compás saltarín de la canción creada ex profeso por el grupo de rock Kortatu, de Fermín Muguruza. Ya se sabe que en contextos de ultranacionalismo victimista violento, poetas y artistas con púlpito ante la masa contribuyen más a la recluta que los propios aparatos de captación de la organización terrorista.
"Hay que hacer la crítica de la violencia aunque no haya condenas retóricas", afirma Joseba Sarrionandia
El autor errante no ha hablado de las matanzas de ETA ni del combate de la banda contra la democracia
El premio, que concede el Gobierno vasco, lo falla un jurado de cinco personas independientes vinculadas a la docencia y al euskera. El tribunal de este año, presidido por Ainhoa Larrañaga, directiva de la Universidad de Mondragón, lo han formado cuatro profesores elegidos entre las universidades vascas y una persona designada por el Ejecutivo de Vitoria.
El Gobierno vasco ha retenido los 18.000 euros del galardón, pero ¿es un escándalo que se premie al mitificado etarra huido que nunca ha tenido una palabra para las víctimas? A principios de año, Francia anuló el homenaje a Louis Ferdinand Céline, muerto hace 50 años, considerando sus "inmundos escritos antisemitas". ¿Cabe separar los valores de la moral de los estéticos y literarios? ¿A qué sabe el dolor que exudan los poemas de Sarrionandia?
"Yo no he matado", le dijo con voz queda al filósofo y escritor alemán Hans Magnus Enzensberger cuando este le entrevistó en la cárcel para EL PAÍS dos meses antes de la fuga. El recluso del comando Goio, condenado por el secuestro del industrial José Garavilla y por utilización de explosivos, dijo haber sido torturado y se reiteró en la tesis de que nada había cambiado en la España posfranquista. Hijo de padres euskaldunes no nacionalistas, explicó su integración en ETA por la existencia de una atmósfera opresiva antivasca, "una calma impuesta a la fuerza, un sistema de vigilancia, castigo e imposición que actuaba sin descanso contra el euskera", indicó más tarde en una de sus contadas entrevistas.
Puesto que solo tenía 17 años cuando murió el dictador, más bien parece que como tantos jóvenes y no tan jóvenes vascos, Sarrionandia fue presa de la violenta fiebre sobrevenida antifranquista-vasca- patriota que se desató en Euskadi precisamente cuando la dictadura ya había desaparecido y se construían los cimientos de la democracia y la autonomía. El aventurero poeta no ha hablado de la masacre que el terrorismo vasco llevó a cabo con particular saña -un centenar de asesinatos en 1980-, ni del recrudecimiento contra la democracia de la espiral acción-represión que llevó al 23-F y al desistimiento de los jueces que pedían el traslado nada más tomar posesión y dejaban que las denuncias de torturas se acumularan en los cajones.
En aquel tiempo en que algunos políticos nacionalistas calentaban la disposición al sacrificio sacrificador de los jóvenes y que poetas aristócratas como Telesforo de Monzón glorificaban a los etarras en una invitación a "meterse en sangre" -que dijo el patriota serbio Djura Jaksic-, el joven escritor de Iurreta (Vizcaya) sintió la fascinación por la acción en grupo que coquetea con la muerte. Puede que eso explique que en su libro Lagun izostua (El amigo congelado) se reproduzcan estos versos de Orixe: "Jaio nintzan iltzeko / Adio-oro noa iltzen / Ildakoan erabat / Asiko naiz bizitzen" ("Nací para morir, voy muriendo sin cesar, cuando muera totalmente comenzaré a vivir").
De aquellos años de activismo etarra y participación en el grupo literario Pott Banda, donde confluyó con escritores de trayectorias tan distintas pero ahormados en la excelencia literaria como Bernardo Atxaga y Jon Juaristi, ha dicho que, pese a todo, vivieron "felices como los amantes sin dinero". El Sarrionandia que entró en ETA con 22 años era un esteta, culto, evocador y cosmopolita, que rompió con el euskera de olor a caserío e incorporó vocablos de dialectos de Iparralde (País Vasco francés) y atmósferas de navegantes, viajes, leyendas medievales. Como otros escritores euskaldunes, colaboró en la revista de los padres capuchinos Zeruko Argia (Luz del Cielo). Allí conoció a Mikel Albizu, Mikel Antza, crítico teatral que ideó el plan para sacarle de la cárcel y que se convertiría más adelante en el "jefe político" de ETA.
Pese a su servidumbre ideológica y su condición de poeta más musicado -Mikel Laboa, Ruper Ordorika, Imanol, Oskorri y Ken Zazpi han cantado textos suyos-, se trata de una persona difícil de clasificar. "No decidí ser escritor. La escritura era una forma más de militancia (...). Luego seguí escribiendo en la cárcel. Era presidiario de profesión y escribía un poco para olvidar aquello. Después, libre de alguna manera, otra vez, he tenido que ser fugitivo de profesión. Nada ha estado más presente en mi vida que la literatura", dijo en una entrevista con el periodista Hasier Etxeberria.
Desde que, hace 26 años, Jesús Uriarte le fotografió en la prisión, Sarrionandia es el hombre de una sola imagen multiplicada al infinito, el retrato congelado de un personaje enigmático del que no se tienen más noticias que las de su actividad literaria: ocho poemarios y otros tantos ensayos, siete novelas. ¿Dónde está? ¿Cómo vive? "No puedo desvelarlo", indica Hasier Etxeberria. Todo hace suponer que reside en Cuba. "He podido vivir lejos de mi país, sin nombre vasco, claro, porque la identidad vasca levanta sospechas (...). La literatura te permite vivir otras vidas imaginarias", declaró en enero a la escritora vasca francesa Marie Darreussecq.
Estas son sus últimas y más sorprendentes declaraciones, aparecidas en la revista literaria juvenil Hausnart. "No he participado en el debate sobre el fin de la violencia, pero ojalá ese cambio se hubiera producido 20 años atrás. ETA ha desempeñado durante largo tiempo el papel de sparring del Estado y hay que hacer la crítica de la violencia aunque no haya condenas retóricas. Los que en los últimos 30 años hemos andado combatiendo al Estado tenemos que recuperar la legitimidad, la sintonía con los deseos colectivos de nuestro pueblo", afirma. Hace 26 años, el filósofo Enzensberger no obtuvo respuesta cuando le preguntó por la "esencia misteriosa" de los vascos, esa "sustancia metafísica que puede ser sentida, pero no definida". De regreso de su largo viaje interior por las palabras y los confinamientos en identidades postizas, Sarrionandia dice que "ser vasco no es más que una manera de ser humano. Como ser francés, checo, homosexual, bombero, asmático (...). El problema comienza cuando te impiden o te ponen límites a ser vasco" (...). "Hoy día, las naciones son en esencia plurales, divididas y problemáticas. Y menos mal", añade, "porque si tomamos en consideración el concepto unitario de nación de ciertos abertzales, ya no sería posible la existencia de la nación vasca".
* Este articulo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de octubre de 2011
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