Tito Muñoz
Tito Muñoz (Nació en Barcelona; 1956) es un escritor y creativo publicitario español.
Tito Muñoz ha escrito obras de teatro y guiones para cortometrajes, letras de canciones, algunas con Joan Manuel Serrat: Tarrés en el disco "Cansiones" (2000) y De cuando estuve loco en "Versos en la boca" (2002), o de El perro en el garaje, tema que da título a un disco editado en 2004 por Víctor Manuel. También ha escrito algún libreto de ópera.
Como poeta ha publicado algunos libros en la editorial Visor y en Cuadernos del Bronce, poemarios como Sirenas en conserva (1997), Metralla (1999), con prólogo de Joan Manuel Serrat, o Treinta de febrero (2002), del que Serrat adaptaría la canción De cuando estuve loco.
En 2005 publicó el poemario Una hawaiana con un ukelele, en el que mezcla el tema amoroso, a veces irónico, a veces serio, pero siempre tierno, con una percepción de la realidad en donde se mezcla la mirada adulta con la libertad excesiva del niño. Por eso mezcla objetos urbanos (“Futbol para taxistas”, “Colada”, “El suicidio de Barbie”…) con la pasión por el circo (“Me llamo Strómboli”, “Para amar correctamente a una funambulista”, “El funambulista ciego”…) o ese recuerdo ingenuo de la hawaiana, que abre las puertas de lo paradisíaco. Desde el poema inicial (“Te lo aviso: / tengo un alma / y está cargada”) a la nana final (“Canción para dormir a Joan Manuel Serrat”), el autor recorre un itinerario sentimental y poético con versos mayormente medidos y bien medidos, y detalles de gran poeta de oído, fácil versificador, de rima eficaz e ingenio despierto, con prólogo de Luis Alberto de Cuenca.
En 2008 se publicó el poemario "Sonados" (edit. EH), escrito junto a Juan José Téllez Rubio.
Su último poemario es Sobras escogidas (2011, Vitruvio). Presentaron el libro en la Casa del Libro de Madrid, el 24 de febrero de 2011, tres de los más destacados poetas de la actualidad: Raquel Lanseros, Luis García Montero y Luis Alberto de Cuenca, poniendo así de manifiesto la alta consideración en que tienen a Tito.
AVISO
"Te lo aviso:
Tengo un alma
Y está cargada"
Además de su actividad artística como escritor, Tito Muñoz es dibujante, ha pintado y expuesto algunos de sus cuadros.
UNA HAWAIANA CON UN UKELELE
De todas cuantas cosas
se mueven en el globo,
y me estoy refiriendo al Mar Caribe,
a los trenes de mercancías,
al mercurio de los termómetros,
al índice Down Jones
y a Ladislao Kubala,
no hay nada más hermoso
ni que más me complazca
que esta muchacha exótica,
atrapada en un biceps de colores,
con corona de flores y su canción rayada,
loca por dar un salto y repetir “Aloha”
a la marinería americana
y todos los tahúres de Las Ramblas.
Metralla
Me duele algunas noches
la metralla de entonces,
las cartas como ráfagas
de tu tiempo en la cárcel
y reconozco voces
como cristales rotos
que ocupan los rincones
donde el tiempo resbala.
Quiero que nos devuelvan
algo de aquel tiempo,
entrar a un probador luminiscente
en plena planta joven
y calzarme una chupa
que reviva el milagro
de mis catorce años
y en ti sugiera
la añorada indolencia
que anoche proclamabas.
Luego, con las rodillas
llenas de mataduras
y algún ganglio en el cuello,
marchar de vacaciones a dar tumbos
por un verano eterno
concurrido de rosales y amigos
y comer berberechos con aquella salsita
y echarnos en tumbona,
untado todo el cuerpo
con bálsamo de coco.
Y ya no volvería a resentirme
del antiguo dolor de la metralla.
Y tú tampoco.
Para amar correctamente a una funambulista
Júrale que tu amor es para siempre
mientras le das un ramo de leopardos.
Móntala a lomos del mayor elefante,
hazle un triple mortal con siete manos.
Sumérgete en su mar de lentejuelas,
en la rejilla de sus medias vencidas,
dispara tu sonrisa de hombre bala,
atraviesa sereno sus zarcillos en llamas.
Saca pañuelos de seda por la boca,
que parezcan palabras enlazadas,
aguanta en la nariz una pelota,
haz el payaso de las bofetadas.
Le encantará que metas la cabeza
entre las fauces del león de guardia,
que tu silueta la dibujen puñales,
que camines sin red por la alambrada.
Después, el carromato colorado,
la mirada traviesa de la mujer barbuda,
el riesgo de la altura y los enanos
te llevarán al vértigo que anhelas.
El mayor espectáculo del mundo
te aguarda entre sus piernas.
Lista de la compra
(En el bolsillo de Tito)
En la parada de despojos,
unas alas que vuelen,
pulso para las venas
y un trozo de resignación
de cordero lechal.
Tres onzas de deseo
para hacer estofado,
horas para el reloj
y kilómetros nuevos.
Menta fresca en un carro
con la mora
sentada en el pescante,
un caballo
y un trozo de muralla.
Algunos cefalópodos
que llevaran
la cabeza muy alta,
calamares con tinta
y octópodos que escriban
sonetos a ocho manos.
También una gitana
con sus dientes de ajo,
el grito
de la joven pollera,
el tinte colorado
de la que vende atunes
y tres cuartos de luz
de la vidriera.
Hielo de boquerones,
que esté fresco,
angulas que hagan fintas
de guardameta vasco
y hojas de parra
donde duermen los meros.
Y perejil, que es gratis,
y esos percebes
que ostentan tantos dedos
y la saliva del puesto de aceitunas
y un cerro en la Toscana
con tomillo y orégano.
Perdido
Me he perdido, señora.
¿Me puede acompañar, agarrando mi mano,
hasta un lugar donde alguien me conozca?
Recuerdo a una mujer haciendo sopa,
un ascensor que no llegaba al cielo,
unos hermanos queriendo y peleando,
un edificio que tenía entresuelo,
una vieja con manos de cartón
que hablaba de aquel buzo
-creo que era mi abuelo-.
Penélope tejiendo tapetes de ganchillo
sin Ulises viniendo de regreso.
Me he perdido y no tengo
un mapa de mi infancia,
comí aquel pan y no dejé miguitas
-no nadaba, señora, en la abundancia-.
Mónteme, por favor, en aquel tiovivo,
quiero dar vueltas en el coche de bomberos
y déjeme después, se lo suplico,
en el tercero primera de una casa ardiendo.
Sucede en los poemas
Para la madre de Rafa Iglesias
Sucede en los poemas solamente
que pálidas muchachas languidecen
y al filo de la luna se desangran
alféreces jugando con la muerte.
En la vida de usted, es diferente,
no hay luna llena en el supermercado,
y los pescados no llevan diéresis.
No torea en su plaza el Minotauro.
Pero es usted quien forja la poesía
con un vestido camisero estampado,
alimentando plantas y familia
en zapatillas, con un rigor diario.
Por usted viven los furiosos geranios,
la radio canta para usted, querida,
coplas de rejas y mujeres llorando,
con su café construye un nuevo día.
-CANCIONES ESCRITAS POR TITO MUÑOZ
De cuando estuve loco
(Tito Muñoz - Joan Manuel Serrat)
De cuando estuve loco aún conservo
el carné de majara en la cartera,
un plano detallado del infierno,
un cielo con pirañas y goteras,
un prontuario en la comisaría,
un frasco con pastillas de colores,
la carta con la que te despedías,
remedios varios contra el mal de amores.
Ahora voy rumbo al sur a sentar plaza
desdeñando otros puntos cardinales
y el sol encarcelado en la terraza.
Voy rumbo al sur buscando
tus besos espirales.
Atrás dejo kilómetros de afueras,
aire por respirar, luces en rojo.
Hacia donde señalan tus pezones
voy a toda pastilla
dando gas a la moto.
De cuando estuve loco aún conservo
un par de gramos de delirio en rama,
por si atacan con su razón los cuerdos
y un viento fuerza seis de tramontana;
el vicio de escribir por las paredes
pareados de amor, y la manía
de buscarte entre todas las mujeres
que en horas bajas me hacen compañía.
Cuando rozo tus pétalos, nenúfar
que sobrevive en aguas estancadas
saltan chispas, los cables se me cruzan,
se me sube el mercurio
y me salta la alarma.
Mono de ti que me obliga a llevarte
en sobres rojos, liofilizada,
para tomarte cuando me apeteces
a sorbos cortos
donde duele la madrugada.
Te escribo desde un área de servicio
donde sólo me ofrecen gasolina.
Puedes llamarme a cobro revertido
desde la caracola de la esquina.
El perro del garaje
(Tito Muñoz - David San José Cuesta)
Soy el perro del garaje
soy ese Anubis enfermo
de disecado pelaje
soy el perro del infierno.
Soy la alfombra de la entrada
con dos faros amarillos
el rey de la madrugada
el terror de los chiquillos.
Como el perro de San Roque
no tengo rabo
porque Ramón Ramírez
me lo ha robado.
Soy el perro del garaje
no tengo dueño
a mí solo me dominan
la pereza y el sueño.
Soy el perro del garaje
que gobierna los pasillos.
tengo grasa en las entrañas.
llevo el alma en cabestrillo.
Conozco todas las curvas
que conducen al averno
soy más hondo que la turba
soy los restos del invierno.
(2004)
Los mares del surf
(Tito Muñoz - Javier Ruibal)
Entre toros y chumberas
Yo me sé una carretera
Que da a los mares del surf
Entre Bolonia y Tarifa
Cada ola se la rifa
El surfero a cara y cruz
Monta guardia vigilante
Al abrigo del levante
Con birras de Carrefour
Son los locos del estrecho
Vienen a partirse el pecho
En el Hawai andaluz
Pero las hormigoneras
Delirio de los horteras
Pan de la especulación
Van comprando concejales
Alcalduchos y vocales
Caen en la tentación
Me cambio la ley de costa
Y ya me coloco a posta
En la orillita el salón
Y si no me sale el juego
Lo mismo le meto fuego
Al mismísimo nerón
Y p’a que vengan los rubios
Sin escrúpulos ni estudios
A blanquear los dineros
P'a matar el paraíso
P'a llenar esto de pisos
No hay ser más que un ratero
Antes de que llegue julio
Sálvame Valdevaqueros
Salte del negocio turbio
Gaditano marrullero
Deja que las criaturas
Hagan trompos y locuras
A lomos del oleaje
O es que tanta juventud
Tanta belleza y salud
Te dan envidia y coraje
Si en tu codicia nefasta
En tu "todo por la pasta"
No cabe guardar respeto
Por este reino del sol
Gaditano y español
¡Viva el rey de los paletos!
No me vendas que el turismo
Traerá mucho futuro,
Muchos puestos de trabajo
No me vengas con el cuento
Que te mando de momento
Al mismísimo... Caribe
Tú sólo quieres ganar
O mejor dicho, robar
Y acabar con este baile
Esta fiesta de la piel
Este verano de miel
Y de pezones al aire
Y p'a que vengan los rubios
Con su mancha de tugurios
Para ricos y puteros
No me pongas más excusas
Mira que la mafia rusa
No es un perrito faldero
Antes de que llegue julio
Sálvame Valdevaqueros
Salte del negocio turbio
Gaditano mamporrero
Pero yo no soy idiota
Sin esa playa nudista
Nos quedamos en pelotas
Vale más que se espabilen
Aunque traigan los civiles
Y a los marines de rota
Toda la vida es ahora
A la playa que ya es hora
De broncear esos cuerpos
Y a cantar por bulerías
La copla de la alegría
que no nos callen ni muertos
Y p’a que vengan los rubios
Traerán antidisturbios
Defensores del banquero
A matar el paraíso
y llenar esto de pisos
para grandes bandoleros
Antes de que llegue julio
Sálvame Valdevaqueros.
Salte del negocio turbio
Gaditano carroñero
Tarrés
(Tito Muñoz - Joan Manuel Serrat)
Ese tal Tarrés
que camina p'atrás,
escribe del revés
y nunca tiene "prou".
Que usa el calcetín
derecho en el pie
izquierdo por verse
distinto de mí.
Cuando viene no estoy.
Donde llego se fue
y si vuelve no sé
si se queda o se va.
Me daría igual si
no fuese porque
él no es nada sin mí
y yo no soy nadie sin él.
Ese tal Tarrés,
que no me cabe en la piel
y saca a mi animal
de parranda con él.
Le basta con que el Sol
reparta fuego y luz
y Dios nos dé salud
para poder beber.
Y al amanecer con
cuatro copas de más
abomina de mí
y me niega donde va.
Me daría igual si
no sufragase yo
las deudas que Tarrés
en la noche olvidó.
Pero cuando él no está
se atraganta el licor,
los amigos se van,
y no me quiere mi amor.
Si no está Tarrés
llueve en el corazón,
no baila mi mujer
y se calla la canción.
Sin el tal Tarrés,
que camina p'atrás,
escribe del revés
y nunca tiene bastante.
Ese tal Tarrés,
que camina p'atrás,
escribe del revés
y nunca tiene "prou".
.
Hola te dejo mi blog de poesias por si quieres visitarla
ResponderEliminargracias
http://anna-historias.blogspot.com.es/