Julia Álvarez
Julia Álvarez (Nueva York, 27 de marzo de 1950) es una poeta, novelista, y ensayista estadounidense de ascendencia dominicana. Nacida en Nueva York, a los tres meses se trasladó a la República Dominicana y a los diez años regresó a los Estados Unidos, donde actualmente reside..
Tras licenciarse en Filología con matrícula de honor en 1971, decidió iniciar su carrera literaria. Debutó en 1984 con Homecoming, un libro de poesía, género que no ha dejado de compaginar con el de la narrativa. Escribe en inglés por haberse formado como escritora fuera del territorio dominicano. Su obra más conocida es How the García Girls Lost Their Accents (De cómo las muchachas García perdieron el acento), aunque también es autora de las novelas Antes de ser libres, En el tiempo de las mariposas, que dio origen a la película del mismo título, y Cuando tía Lola vino (de visita) a quedarse.
Obra
Ficción
How the García Girls Lost Their Accents. Chapel Hill, NC: Algonquin Books, 1991. ISBN 978-0-945575-57-3
In the Time of the Butterflies. Chapel Hill, NC: Algonquin Books, 1994. ISBN 978-1-56512-038-9
Yo!. Chapel Hill, NC: Algonquin Books, 1997. ISBN 978-0-452-27918-6
In the Name of Salomé. Chapel Hill, NC: Algonquin Books, 2000. ISBN 978-1-56512-276-5
Saving the World: A Novel. Chapel Hill, NC: Algonquin Books, 2006. ISBN 9781565125100(2006)
Para niños y jóvenes
The Secret Footprints. New York: Knopf, 2000
A Cafecito Story. White River Junction, VT: Chelsea Green, 2001. ISBN 978-1-931498-00-5
How Tia Lola Came to visit Stay. New York: Knopf, 2001. ISBN 978-0-375-90215-4
Before We Were Free. New York: A. Knopf. 2002. ISBN 978-0-375-81544-7.
Finding Miracles. New York: Knopf, 2004. ISBN 978-0-375-92760-7
A Gift of Gracias: The Legend of Altagracia. New York: Knopf. 2005. ISBN 978-0-375-82425-8.
El mejor regalo del mundo: la leyenda de la Vieja Belen / The Best Gift of All: The Legend of La Vieja Belen. Miami: Alfaguara, 2009. (libro bilingüe)
Return to Sender. New York: Alfred A. Knopf. 2009. ISBN 978-0-375-85838-3.
How Tia Lola Learned to Teach. New York: Knopf. 2010. ISBN 978-0-375-86460-5.
How Tía Lola Saved the Summer. New York: Knopf. 2011. ISBN 978-0-375-86727-9.
How Tia Lola Ended Up Starting Over. New York: Knopf, 2011.
Poesía
The Other Side (El Otro Lado), Dutton, 1995, ISBN 978-0-525-93922-1
Homecoming: New and Selected Poems, Plume, 1996, ISBN 978-0-452-27567-6 - reissue of 1984 volume, with new poems
The Woman I Kept to Myself, Algonquin Books of Chapel Hill, 2004; 2011, ISBN 978-1-61620-072-5
No ficción
Something to Declare, Algonquin Books of Chapel Hill, 1998, ISBN 978-1-56512-193-5 (ensayos)
Once Upon a Quinceañera: Coming of Age in the USA. Penguin. 2007. ISBN 978-0-670-03873-2.
A Wedding in Haiti: The Story of a Friendship 2012
A VECES LAS PALABRAS ESTÁN TAN CERCA
A veces las palabras están tan cerca que soy
más quien soy cuando estoy sobre el papel
que en ningún otro lado como si mi vida fuera
practicar para la verdadera yo en que me convierto
desabrochada de lo anecdótico e
innecesario y no presionada
a la figura del poema, línea por línea,
el texto real que un niñx podría entender.
¿Por qué me confunde vivirlo?
Aquellxs de ustedes, perdidxs y anhelando ser libres,
que oyen estas palabras, anímense.
Estuve en un tiempo en tantos borradores como ustedes.
Pero brevemente, esencialmente, aquí estoy...
Quien toca este poema toca a una mujer.
Traducción de Gabriela Adelstein
SOMETIMES THE WORDS ARE SO CLOSE
Sometimes the words are so close I am
more who I am when I'm down on paper
than anywhere else as if my life were
practicing for the real me I become
unbuttoned from the anecdotal and
unnecessary and unpressed down
to the figure of the poem, line by line,
the real text a child could understand.
Why do I get confused living it through?
Those of you, lost and yearning to be free,
who hear these words, take heart from me.
I was once in as many drafts as you.
But briefly, essentially, here I am...
Who touches this poem touches a woman.
Collage by Hogret
ÉL: ¡La edad no importa si los dos están enamorados!
ELLA: Eso dices ahora, espera a que te hayas hartado.
ÉL: Mi amor es para siempre. No te voy a decepcionar.
ELLA: Mientes, querido, seguramente me vas a enterrar.
ÉL: Probablemente yo moriré primero, según las estadísticas.
ELLA: La mayoría de parejas se divorcia, según las estadísticas.
ÉL: Mejor amar y perder, que no haber amado.
ELLA: ¡Mejor de espantos quedar curado!
ÉL: Si por la pérdida te riges, mejor ya ni vivas.
ELLA: O mejor soltera y psicoanalizada, pero viva.
ÉL: Me parte el corazón oírte hablar de esa manera.
ELLA: (Con el muchacho entre los brazos, le da la receta
Contra el dolor existencial, limpiándose las lágrimas con un paño)
Pasa, mi bien, date gusto con este pastel de cumpleaños.
Traducción de Pura López Colomé
HE: Age doesn’t matter when you’re both in love!
SHE: You say that now, wait till you’ve had enough.
HE: I love for keeps. I’ll never let you down.
SHE: You lie, my dear, you’ll lay me in the ground.
HE: Statistics say I’ll probably die first.
SHE: Statistics say most couples get divorced.
HE: Better to love and lose than not at all.
SHE: Better to read the writing on the wall!
HE: You go by loss, you might as well not live.
SHE: Or live, single, and psychoanalyzed.
HE: It breaks my heart to hear you talk that way.
SHE: (Boy in her arms, wiping his tears away,
prescribes the cure for existential ache)
Come in, my sweet, and have some birthday cake.
de Homecoming, Grove Press, 1984
en Líneas conectadas, Nueva Poesía de los Estados Unidos,
Sarabande Books, 2006 / Editado por April Lindner
Yo ya no filialmente y drapeada
sobre tu regazo,
sino más feroz, mujer, una extranjera
que ningunx de lxs dos conoce demasiado bien:
Red Riding Wolf*, como me he puesto
a llamarla a partir del popular libro
sobre las mujeres salvajes internas
que corren con los lobos.
Hasta ahora la mía no ha hecho
grandes progresos,
cada vez que sale sola,
la niña que lleva adentro se cansa,
la nena se queja que quiere irse a casa,
la heroína quiere a su héroe,
y toda yo termino
en la cama con vos!
Esta vez he venido a hablar
de mi transformación,
no segura de si va a resistir
* juego de palabras entre Red Riding Hood (Caperucita Roja)
y wolf (lobo) (N. de T.)
I no longer daughterly and draped
across your lap,
but fiercer, womanly, a stranger
neither of us knows too well:
Red Riding Wolf, as I’ve grown
to call her after the popular book
about the inner wild women
who run with the wolves.
So far mine hasn’t made
much progress,
each time she sets off on her own,
the girl inside her tires,
the child whines for home,
the heroine wants her hero,
and all of me ends up
in bed with you!
This time I’ve come to talk
of my transformation,
unusure if it will hold
CASTING
Porfirio nos llevó en el auto a Mami y a mí
al pueblo de montaña de la cocinera
a buscar una nueva muchacha para la despensa.
La cocinera le había dado a Mami el dato
de que su pueblo estaba lleno de chicas,
los hombres atraídos hacia las ciudades.
Anduvimos en el auto hasta el interior,
subiendo un camino empinado, serpenteante,
de rezá-tus-últimas-plegarias.
Me incliné hacia mi madre
como si mi peso pudiera llevar
el equilibrio del auto hacia el otro lado
de la caída vertical que había abajo.
Al final de la mañana entramos
en un polvoriento pueblo de chozas.
Mami bajó su ventanilla
y le preguntó a una mujer vieja,
¿Conoce alguna chica
buscando trabajo como sirvienta?
Pronto fuimos rodeadas
por una docena de señoritas.
Bajo la cantina de techo de paja
Mami llevaba a cabo las entrevistas—
una mezcla de preguntas personales
y tests de inteligencia tipo Esfinge.
¿Tenés hijos, un novio?
¿Le pegarías a un niño si te pegara?
Si te doy 25 centavos para comprar
bananas por dos por 5 centavos,
¿cuántas vas a traer?
Mientras ella entrevistaba yo estaba sentada al costado,
mirando a las chicas;
una de ellas estaría pronto
diciéndome qué hacer,
informando sobre mis inconductas.
La mayoría parecían bastante simpáticas,
haciéndose amigas mías con sonrisas,
exclamaciones sobre mi lindo pelo,
mi ser tan bonita.
Ésas eran las que yo prefería.
Las engañaría con miradas dulces,
mejoraría mi mala reputación.
Mientras entrevistábamos oíamos
al lado del arroyo que fluía cerca
una voz alta y clara cantando
una canción de cuna plañidera...
como si la luz del sol que llenaba
las corolas de las allamandas,
el cielo turquesa veteado
de nubes como plumas de ángel,
el arroyo goteando hacia abajo
por el verde esmeralda de la montaña
hubieran encontrado una voz en su voz.
Escuchamos. La cara dura de
futura empleadora de Mami
se ablandó con una dulzura tranquila.
La voz se acercó, más alta—
una chica delgada con una canasta
de trapos retorcidos sobre su cabeza
pasó por el costado de la cantina,
ajena a nuestra presencia.
¿Quién es ella?, preguntó mi madre.
Gladys, contestaron las chicas.
¡Gladys!, llamó mi madre
como lo haría durante meses por venir.
¡Gladys, vení a llevarte los platos!
¡Gladys, atendé la puerta!
¡Gladys! la joven giró—
Abruptamente, su canto detenido.
(Publicado en The New Yorker, 12 de junio de 1995)
AUDITION
Porfirio drove Mami and me
to Cook's mountain village
to find a new pantry maid.
Cook had given Mami a tip
that her home town was girl-heavy,
the men lured away to the cities.
We drove to the interior,
climbing a steep, serpentine,
say-your-last-prayers road.
I leaned toward my mother
as if my weight could throw
the car's balance away
from the sheer drop below.
Late morning we entered
a dusty village of huts.
Mami rolled down her window
and queried an old woman,
Did she know of any girls
looking for work as maids?
Soon we were surrounded
by a dozen senoritas.
Under the thatched cantina
Mami conducted interviews--
a mix of personal questions
and Sphinx-like intelligence tests.
Do you have children, a novio?
Would you hit a child who hit you?
If I give you a quarter to buy
guineos at two for a nickel,
how many will you bring back?
As she interviewed I sat by,
looking the girls over;
one of them would soon
be telling me what to do,
reporting my misbehaviors.
Most seemed nice enough,
befriending me with smiles,
exclamations on my good hair,
my being such a darling.
Those were the ones I favored.
I'd fool them with sweet looks,
improve my bad reputation.
As we interviewed we heard
by the creek that flowed nearby
a high, clear voice singing
a plaintive lullaby...
as if the sunlight filling
the cups of the allamandas,
the turquoise sky dappled
with angel-feather clouds,
the creek trickling down
the emerald green of the mountain
had found a voice in her voice.
We listened. Mami's hard-line,
employer-to-be face
softened with quiet sweetness.
The voice came closer, louder--
a slender girl with a basket
of wrung rags on her head
passed by the cantina,
oblivious of our presence.
Who is she? my mother asked.
Gladys, the girls replied.
Gladys! my mother called
as she would for months to come.
Gladys, come clear the plates!
Gladys, answer the door!
Gladys! the young girl turned--
Abruptly, her singing stopped.
(Publicado en The New Yorker, June 12, 1995)
La Casa Blanca ha desinvitado a lxs poetas
al té cultural en honor a la poesía
después de que el Servicio Secreto se enteró de un complot
para llenar los oídos de Mrs. Bush con versos antibélicos.
¿Tenían miedo de que lxs poetas pudieran persuadir
a una muchacha sensible que siempre amó leer,
a una bibliotecaria que llena las estanterías con Poe
y Dickinson? O tenía miedo, ella misma,
de ser influida por las arrulladoras palomas, y vivir en desacuerdo
con los chillones halcones de su familia?
Las sirvientas latinas están guardando las tazas
y las cucharas de plata, tristes por perderse
la música* que rara vez pueden oír
en los sagrados salones... El valet suspira
mientras enrolla las alfombras y pasa el plumero a las persianas.
¡Maldición, un poco de Langston sería bueno
en este lugar triste como un mausoleo!
¿Por qué tiene que ser tan blanca la Casa Blanca?
El chef de Baton Rouge está hambriento de versos
no censurados por Seguridad Nacional.
¡NO HAY POESÍA HASTA NUEVO AVISO!
En cambio los salones son aspirados y preparados
para reuniones a puertas cerradas que planean un ataque
contra aquellxs que siempre llevan la peor parte
del silenciamiento: lxs pobres, lxs desamparadxs,
lxs que sirven, lxs que portan poemas, no armas.
¿Entonces por qué temernos, Mrs. Bush?
usted está casada con un tipo más temible.
Le traemos noticias de gran júbilo—
no sólo paz sino poesía sobre la tierra.
(escrito al enterarse de que Laura Bush canceló un té para poetas
después de escuchar que algunos de ellos planeaban protestar contra la guerra en Irak)
* en castellano en el original (N. de T.)
The White House has disinvited the poets
to a cultural tea in honor of poetry
after the Secret Service got wind of a plot
to fill Mrs. Bush’s ears with anti-war verse.
Were they afraid the poets might persuade
a sensitive girl who always loved to read,
a librarian who stocked the shelves with Poe
and Dickinson? Or was she herself afraid
to be swayed by the cooing doves, and live at odds
with the screaming hawks in her family?
The Latina maids are putting away the cups
and the silver spoons, sad to be missing out
on música they seldom get to hear
in the hallowed halls. . . The valet sighs
as he rolls the carpets up and dusts the blinds.
Damn but a little Langston would be good
in this dreary mausoleum of a place!
Why does the White House have to be so white?
The chef from Baton Rouge is starved for verse
uncensored by Homeland Security.
NO POETRY UNTIL FURTHER NOTICE!
Instead the rooms are vacuumed and set up
for closed-door meetings planning an attack
against the ones who always bear the brunt
of silencing: the poor, the powerless,
the ones who serve, those bearing poems, not arms.
So why be afraid of us, Mrs. Bush?
you’re married to a scarier fellow.
We bring you tidings of great joy—
not only peace but poetry on earth.
Traducción de Gabriela Adelstein
.
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