Ana Eme
Ana María Arango Correal. Nació en Medellín, Colombia el 28 de agosto de 1990. Estudió psicología.
Ana Eme es colombiana y conoce el futuro de la poesía y del no-alt lit en versos que son mares. Ella crece como musgo sobre una pelota de fútbol que no pude ser anotada en un arco por James Rodriguez. Leámosla cantando, porque eso es lo que se quiere al final, que cantes.
1. No le importo al modelo neoliberal así que no me voy a desgastar pensando en él.
“La inquietud se apoderó de ella como si el tiempo hubiese estado ya corrompido,
como si todo su pasado, cuestionado de nuevo,
se hubiese ofrecido a un futuro árido
e irremediablemente culpable.”
Maurice Blanchot.
I
No puedo hacer un poema con tantos poros abiertos, con tanto miedo en el entrecejo y con mis pupilas que suenan como la campana de bicicleta de facebook messenger. No puedo hacer un poema con el terror de los cuerpos que tejiste con tu voz -yo te pedí silencio, tú me regalaste pesadillas-. No puedo hacer un poema con tanta tristeza, con tantas pestañas caídas, con todos los pelos que dicen que me sobran en las cejas, con las manchas en mis dientes, con la uña de mi dedo índice derecho que crece partida. No puedo hacer un poema conmigo que soy un libro de Nicanor Parra habitando la caneca de basura del parque municipal.
No puedo hacer un poema con mi cuerpo que es una sombra, ni con mi sombra -que es el único cuerpo que tengo hoy-.
No puedo hacer un poema con los ojos de Ashley Opheim. Ni con mis ojos, porque mis ojos están enfermos de mí y sólo ven en los espejos.
No puedo hacer un poema de mí, conmigo.
II
Quería ir al cielo con mi perro y tuve a Cartagena sólo para mí. Mi perro tuvo una guardería y yo renté una bicicleta que me sirvió para insolarme y para fascinarme con el segundo álbum de Russian Red que estuvo disponible en iTunes pero llegó a mí de cuenta de TPB. Cuando regresé del viaje, mi perro me miró con el sol en un ojo y la boca en el otro y me abrazó con la alergia a sus pelos. Me insolé de nuevo con su mirada y me fumé el último cigarrillo siete días después para asegurarme de arder por dentro también. Pensé en las ciudades y tracé una para mi alma. Soñé cuatro elementos ominosos que me fueran más familiares que el fuego, el aire, la tierra o el agua. Soñé mis días en asfalto, hormigón, gasolina y metal. Y olvidé que el fuego, el aire, la tierra y el agua, están en todas las cosas.
Quería ir al cielo con mi perro pero me mudé a doce cuadras del sol
y mi perro se quedó soñando mi voz en la cama que era mía
y mi voz se fue al cielo
y yo comencé a soñarla también.
III
Por estos días, sólo como mejillas de pimentón.
IV
El amor es un listado de cosas prescritas. Me pregunto según qué autor de qué listado, no puedo amar con ira.
V
Me quedo mirando el panal de avispas -que iba a ser y no fue- en el techo de tu habitación. Recuerdo que cuando no supe a dónde mirar lo miré a él, y pensé en las avispas. Pensé en que si yo fuera una avispa, haría circunferencias perfectas y conocería la simetría. Pero no, no soy una avispa, no conozco la simetría ni a mi hermana que murió antes de nacer. Conozco un ojo izquierdo
-que ve poco y se cierra de más cuando sonrío-
y a mí
-que soy mi hermana también y nací viva-
VI
Soy la puerta que se cierra
soy lo que cierra la puerta.
Soy la parte que se contrae del universo.
VII
Pienso en el modelo neoliberal y quiero responderle:
Quiero ser feliz
pero mis lunares.
Quiero ser feliz
pero mi médula.
Quiero ser feliz
pero yo.
No me hablen de mí como si fueran mi nariz.
2.
Soy María y estoy llena de la gracia de las mariposas que tienen boca de ángel y no cantan. Tarareo jardines celestes, dirijo a los sapos que croan astros que no veo, comando a los cometas que no caen sobre la tierra, soy dueña de los abismos que no derraman ausencia
y en el vacío, mis ojos son de aire
Todo respira mi mirada.
Soy María y le ofrendo a los árboles que mueren de cuenta de las motosierras, los himnos de azúcar que se levantan por mis venas. Me inunda el agua que danza sobre la arena y lidero a los gallinazos que desertaron de la carroña.
Estoy viva en un cuerpo inmenso
y vibro,
llena de la gracia de los aeroplanos, desafiando la gravedad con mis botas prestadas
llena de la gracia de un reloj detenido, de un pájaro en un alambre, de la Eme que edifica mi nombre y se recuesta en mis lagrimales:
broto así no quiera.
Soy María
la gracia de Dios muerto.
Todo respira mi mirada.
3. laralalalaralalá.
el matrimonio es un trayecto
y me desplazo en él
lo recorro hasta llegar a sus puntos finales
voy y vengo
vengo y voy
como cuando se espera
o como cuando soy mi nombre
el del círculo
el de la repetición
el de la espera.
suena la salsa setentera que escuchaban las mamás del conjunto residencial en el que crecí, la música de las 11 a.m. que acompañaba a las ollas pitadoras y al olor a fríjol y a lejía.
huelo a fríjol y a lejía.
trapeo.
un poema estalla en mi cabeza y mi cabeza deja de ser cabeza
y comienza a ser poema
los nombres de las cosas se derriten sobre las cosas mismas
y las impregnan de sí
y
maldita sea
todo comienza a llamarse
y deja de ser.
si me baño en líquido de trapeador, me llamo líquido de trapeador
y no importa mi nombre
porque otro nombre ya se derritió sobre mí
y quizás, cualquier cosa es mejor que llamarme maría
o ana
que es como nada
o el revés de nada:
adan
el primer hombre sin tildar
y sin costilla
y con una mujer que fue costilla
eva
que al revés es ave
que es la palabra que quiero que se derrita sobre mí
y no ana
ni maría
ni líquido de trapeador.
quiero ser la primera mujer al revés
quiero ser ave
ave paloma
paloma ave que vuela y que carga infecciones como plumas
y que canta
cucurrucucú
paloma a la que le cantan canciones
paloma a la que le escriben canciones
paloma a la que vetan de las plazas
paloma que no se va de las plazas
paloma que duerme en la fachada de las iglesias
y en casitas de madera que hacen señores viejitos con manos de pluma
paloma que está dibujándose en una nube
y que despierta de los sueños aleteando en simultáneo
paloma que no mueve la cabeza con otras palomas
paloma que no esculpió botero
paloma gorda que no esculpió botero
paloma que escupió
paloma que escupió a la paloma gorda que esculpió botero
porque es
ave
la primera mujer al revés
que escupe palabras, pelos y cruces de su entrepierna
espasmo del universo.
suena la salsa setentera y me siento ama de casa
y no me gusta
soy líquido de trapeador
soy eva ave paloma que espera
y que incuba una infección nueva con la espera.
soy ana
airam
airamana
hermana del aire
venteada
ventisca
wannabesalsera
wannabeadulta
wannaberesponsable
wannabetesista
wannabeesposa
wannabepersona y no nube o flor seca metida en un periódico del 72.
la tarea es cantar nuevos recuerdos. la tarea es olvidar lo no vivido. la tarea es ser el nombre. la tarea es ser un nombre que no sea el mío.
me atormenta más la imaginación que la curva del último sueño que visité
o que la última evidencia del mundo
que fue descartada por falta de evidencia.
cantemos.
4. I want to cry myself out y otros milagros
Paciencia.
La gratitud es una nube
que no para de llover sobre mis hombros.
Dos conchas como manos
soy una perla gris
una ofrenda triste de la naturaleza
un saquito de tripas y grasa que habla y comechocolatinas y comechocolatinas y comechocolatinas y comechocolatinas y comechocolatinas
y espera
.
.
.
.
.
bip
.
.
.
.
.
bip
.
.
.
.
.
bip
.
.
.
.
.
esto no es un poema
es una cascada
esto no es un poema
es una escoba
esto no es un poema
es un glosario
esto no es un poema
no es
esto no es un poema
es un condón
esto no es un poema
es una hemorragia
Me siento a quebrar en los andenes todas las palabras que escucho
caen fracturadas frente a una peluquería
junto a una droguería
a la salida de un banco
en el andén frente a una tienda de zapatos
en un balcón de vidrio de un centro comercial
en un bus intermunicipal
en la banca de las palomas que cargan infecciones como plumas:
a
m o
r
*crack*
f a
m
i
l
i
a *crack*
d e
s
e o *crack*
m
a
d
r
a
s
t
r
a
*crack*
e s
p o
s o *crack*
m
u
j
e r
e s
*crack*
e b d
s a i i a
t l d
*crack*
Entro a las iglesias para adornarme de algo que no lleve mi nombre
buscando milagros que necesito
milagros que no sé pedir
palabras que no se dejen fracturar
palabras que no se dejen fracturar
palabras que no se dejen fracturar
Pero, bendita seas María entre todas las mujeres que no existen y entre las muchas que te inventaste y que nunca podrás ahogar en las quebradas canalizadas del municipio en el que se estiró tu cuerpo
fe
*crack*
bendita seas entre todas las mujeres y bendito sea el tomate deshidratado de tu vientre
virtud
*crack*
Ana María, madre de la coagulación lenta, ruega por tus fantasmas ahora y en la hora de sus evanescencias
amén
*crack*
La vida que vivo es tarea de los milagros
y comochocolatinas y comochocolatinas y comochocolatinas y
comochocolatinas y comochocolatinas
esperando que escampe
que me alivie el olvido
y que cese el mareo de mis venas.
Juro que nunca antes me sentí tan tonta.
5. Sueño con zanahorias
Con las palabras desordeno el mundo.
BailoDream a Little Dream of Meen la cocina mientras aprieto los ojos y repito palabras que no sé decir y que jamás escribiría no te vayas
no te vayas
Recuerdo la sorpresa de mi mano la primera vez que toqué la punta de tu nariz. En su filo, el miedo. En el filo de mi lengua, el mundo.
Tengo partos por la boca. ¿De dónde sale esta luz si estoy apagada por dentro?
son tus ojos, S Persei
o me comí la luna que sigue reflejando al sol cada vez que bostezo.
Se enciende un recuerdo mientras veo una foto de los dos en la que ríes por dentro Ardo
mi cuerpo también es un recuerdo tuyo
Sueño con zanahorias congeladas de hijos bastardos de Bukowski y con un pozo de los deseos en donde se cumplen monedas -para el futuro-. Sueño con tus ojos grandes. Sueño con abrazarme al tendido de mi madre y tirarme ahí. Sueño con cascabeles. Sueño con la voz de mi padre. Sueño con los lentes de mi padre en el 95 y con la claridad de sus ojos que ya sólo es un remedo.
Quisiera ser una _________ más tranquila
Mía. Tú sabes.
Quisiera querer vivir doscientos años para sentarme en la silla de la luna
-de la media luna-
a cantarte canciones de fuego
Sweet and Lowdown.
Hablo y veo una luz
escucho un estertor
Morir también hace parte del orden del mundo.
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