Chus Molina Raspal
(Guadalajara)
Vivo en Coruña desde hace ya bastantes años. Aquí me dedico a dar clases de español a inmigrantes para el Ayuntamiento, a estudiantes extranjeros en la Universidad y a trabajadores extranjeros en empresas. Asimismo, imparto talleres de Escritura Creativa y coordino el Club Virtual de Lectura de las Bibliotecas Municipales de Coruña.
POR EL CAMINO DE EN MEDIO: Chús Molina Raspal.
Así que aquí estoy, por el camino de en medio,
habiendo pasado veinte años,
Veinte años casi desperdiciados,
los años de l’entre deux guerres.
T.S. Eliot
Cosas halladas puras y limpias en sus propias formas
Agua y tierra llevadas al extremo.
Seamus Heaney
PERO TODAVÍA SON LOS AÑOS
DE L’ENTRE DEUX GUERRES
Soy yo y hago las palabras
que más amo.
Un río interno
en la tierra baldía.
Es mi caudal desbordado
el que rezuma belleza.
I
EL JARDÍN DE LOS PECES
Visión de las casas de juego
donde desfilan en numerosa letanía.
Sobre el marco del retrato acechan las caracolas
esperando al caballero de Atlantic City
al imperturbable y atildado hermano
que nunca ha perdido sus monedas.
En su casa no ha dejado más
que la galería de hermosas plantas salvajes
y entra sonriendo al joven crupier:
Hoy no quiero más que una ficha
con ella haré saltar en pedazos el mundo.
Primero fueron los peces
luego vinieron los elefantes.
Fue entonces
cuando las morenas
comenzaron a atacarme
mientras yo vivía mi idilio
con los laxodontes.
Se producían extrañas metamorfosis
y los dientes con que me herían
eran a veces
tan largos como las trompas.
No perdí la calma.
En su confusión
supe elevar
el tono del agua
en que navegaban las fieras.
Un paseo por tu jardín
donde las niñas misteriosas y felinas
no obedecen, se enredan entre mis pies,
me sonríen, burlonas vuelven cálidas al agua.
Tú te has escondido en la torre.
Nos vigilas.
Muchos cálices
repletos de vino
se han derramado
y no en tu presencia.
Quiero tomarlas.
Persigo sus huellas, su vaivén.
Extiendo mi cabello
para que escalen por tu liturgia
para que vuelen por las ventanas
para que no te agarren sin un suspiro.
Mojo mis dedos
y sin desdén
dejo escurrir su savia.
El calor del agujerito en el corazón
donde el Gato Félix sí cabe
tú deberías hacerlo estallar.
Hermano
tú Mickey Mouse
tú pequeño.
Sólo tus enormes ojos
tu boca húmeda
dando patadas.
El sonido de la música
en el dolor de la derrota.
Dulce descanso.
Como las manos que agarran un suave cuello
así yo me alivio con los demás.
Disparo uno o dos tonos más alto
sacudo la falda de mi vestido
y dando media vuelta digo adiós
So here I am, in the middle way,
having had twenty years—
Twenty years largely wasted,
the years of l’entre deux guerres—
T.S. Eliot
Things founded clean on their own shapes,
Water and ground in their extremity.
Seamus Heaney
II
POR EL CAMINO DE EN MEDIO
No puedo partir de mi casa
pues un día le dije
que él era mi casa
y yo no soy él.
No soy ninguno de los numerosos
que intento emular.
Mi casa no existe;
es subir por la carretera
hasta llegar a la alta
línea del horizonte y deducir
que tras la casa de pisos
que allí se sostiene
no hay protección, no hay más
que el declive.
En la isla, al dar la vuelta
a la duna, sólo encontré las palmeras
devastadas por el viento,
la desolada belleza,
quizás la única posible
para mí, para el que todavía
no ha alcanzado a tocar nada.
Todo se compone de restos
de algo que un día fue completo,
no haber conocido el principio
y querer gozar del fin,
en medio
un prolongado descenso.
Mientras voy leyendo el periódico
encuentro suspendidas las claves
como un ejercicio de limpia modestia.
En el cine
sentada a oscuras
puedo sentirme buena.
No más frotar las paredes
no más teatro encima de la mesa
sí el alivio del aseo en mis palabras.
Por las amplias aceras
camino como la equilibrista.
Las plantas de mis pies
son filos de cuchillos blandos.
Quiero hacer un agujero en mi cuerpo
y meter en él tu cabeza
y sentirla.
Ya no verte
enterrar tu imagen
sólo tu peso en mi centro.
Bebo
como los hombres
abriendo mucho
los labios
en el borde del vaso.
En el instante impuro.
En la lejanía
que me arropa
en una perdida escalera,
he dado de comer
a los gatos
en mi mano
y cuando él
me sometía
con su cuerpo
sólo deseaba
su peso, su grito
duro entre mis piernas.
Ahora
mando callar
a mis amos.
Les ruego que
retiren sus garras
de mi espalda.
Les echo de mi casa
de mi carne
maldiciendo su regreso.
Viejo Osiris! Llegué hasta la pared
de enfrente de la vida.
Y me parece que he tenido siempre
a la mano esta pared.
César Vallejo
En su insólito lugar
en su transparencia.
En la ignota oscuridad
me da paz
me da tiempo.
En la rosa amarilla que estalla fulgurante
que hace que mi garganta
se estreche y caliente
el logro.
Te busqué
en el lugar de riscos afilados
en el recodo donde se escondían los animales.
Ahora te invoco
en toda la corriente de besos
y en la sosegada gracia de un pájaro.
Llevar no puedo un mundo muy redondo
Wallace Stevens
I cannot bring a world quite round
Wallace Stevens
Furia
herida furia
que pugna disparada
por salir
en lamentos o en gritos
disonantes.
En líquido
que calienta
como el mercurio.
Hoy la furia
no se busca
en el frío que
corta las venas.
Hoy corre
por dentro
obtusa y estancada
en los extremos.
Siempre que vuelven
las mariposas negras
se abre un absurdo
resquicio a la materia
donde las heridas
estallan en cólera y desvarío.
Se golpea
a la temible presa
se le hace vomitar
se le cierran las fauces
y en un último intento
se le confiesa
el amor
que se le tuvo.
Escarbar ahora entre las raíces, manosear el limo,
Y mirarse asombrado, como Narciso, en un estanque
Es algo indigno de un adulto. Escribo poemas
Para verme a mí mismo, y que la oscuridad responda con su eco.
Seamus Heaney
Now, to pry into roots, to finger slime,
To stare, big-eyed Narcissus, into some spring
Is beneath all adult dignity. I rhyme
To see myself, to set the darkness echoing.
Seamus Heaney
V
Corre hacia abajo
sube al animal desbocado
conduce por el camino gris
toca los árboles
cierra los ojos, suave.
Llámalo por su nombre
traduce su ansiedad, su huella
levanta sus manos al cielo.
Come la tierra
sal de nuevo por el agujero
y obsérvalos crecer, la lucha.
Pronuncia su canto para mí
y deshazme.
VI
A la Cocadrille
Liberar al abrazo
de tanta hiedra.
El soliloquio
del murciélago
que todo lo ha presenciado
y que abunda en monosílabos
disonantes.
Tu «alpage».
.
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