Nathaniel Tarn
Nathaniel Tarn (nacido en 1928 en París) es un poeta americano, ensayista, antropólogo y traductor. Nació de madre francesa y padre británico. Vivió en París hasta los 7 años, luego en Bélgica (Lycée d'Anvers) hasta la edad de 11. Emigró a los Estados Unidos en 1970 y enseñó en universidades de Estados Unidos.
Tarn fue educado en Clifton College, Reino Unido y se graduó en historia e Inglés en el Kings College, Cambridge. Regresó a París y, después de ejercer el periodismo y trabajar en la radio, descubrió la antropología en el Musée de l'Homme, la Escuela de Altos Estudios y el Collège de France. Una beca Fulbright le llevó a Yale y la Universidad de Chicago, donde Robert Redfield lo envió a Guatemala por su trabajo de campo de doctorado (1951-2). Realizó este trabajo como estudiante de posgrado en la London School of Economics.
Publicaciones:
Old Savage/Young City . London: Cape, 1964; New York: Random House, 1966
Penguin Modern Poets . London: Penguin Books, 1966
Where Babylon Ends . London: Cape Goliard Press; New York: Grossman, 1968.
The Beautiful Contradictions . London: Cape Goliard Press, 1969; New York: Random House, 1970; New York: New Directions, 2013.
October: A Sequence of Ten Poems Followed by Requiem Pro Duabus Filiis Israel . London: Trigram Press, 1969.
The Silence . Milan: M'Arte, 1970.
A Nowhere for Vallejo: Choices, October . New York: Random House, 1971; London: Cape, 1972.
"Le Belle Contraddizioni". (tr. Roberto Sanesi). Milan & Samedan, Switz.: Munt Press, 1973
The Persephones . Santa Barbara, California, Tree, 1974; Sherman Oaks, California, Ninja Press, 2009.
Lyrics for the Bride of God . New York, New Directions, and London, Cape, 1975.
The House of Leaves . Santa Barbara, California, Black Sparrow Press, 1976.
From Alashka: The Ground of Our Great Admiration of Nature . With Janet Rodney. London, Permanent Press, 1977 .
The Microcosm . Milwaukee, Membrane Press. 1977.
Birdscapes, with Seaside . Santa Barbara, California, Black Sparrow Press, 1978.
The Forest . With Janet Rodney. Mount Horeb, Wisconsin, Perishable Press, 1978.
Atitlan / Alashka: New and Selected Poems , the * Alashka* with Janet Rodney. Boulder, Colorado, Brillig Works Press, 1979.
Weekends in Mexico . London, Oxus Press, 1982.
The Desert Mothers . Grenada, Mississippi, Salt Works Press, 1984.
At the Western Gates . Santa Fe, Tooth of Time Press, 1985.
Palenque: Selected Poems 1972-1984 . London, Oasis/Shearsman Press, 1986.
Seeing America First . Minneapolis, Coffee House Press, 1989.
The Mothers of Matagalpa . London, Oasis Press, 1989.
Drafts For: The Army Has Announced That From Now On Body Bags Will Be Known As "Human Remains Pouches" . Parkdale, OR, Trout Creek Press, 1992.
Flying the Body . Los Angeles, Arundel Press, 1993
A Multitude of One: The Poems of Natasha Tarn . (NT Editor). New York, Grenfell Press, 1994.
I Think This May Be Eden , a CD with music by Billy Panda. Nashville & Small Press Distributors, 1997.
The Architextures: 1988-1994 . Tucson, Chax Press, 2000.
Three Letters from the City: the St. Petersburg Poems . Santa Fe, The Weaselsleeves Press and St. Petersburg, Borey Art Center, 2001.
Selected Poems: 1950-2000 . Middletown, Wesleyan University Press, 2002.
Recollections of Being . Cambridge and Sydney, Salt Publishing, 2004.
Avia: A Poem of International Air Combat, 1939-1945 . Exeter, Shearsman Books, 2008.
Ins and Outs of the Forest Rivers . New York, New Directions, 2008.
"Sur les fleuves de la forêt (tr. Auxeméry); Paris, Vif Editions, 2012.
Traducciones:
Stelae , by Victor Segalen, Santa Barbara, Unicorn Press, 1963 .
The Heights of Macchu Picchu , by Pablo Neruda. London, Cape, 1966.
Con Cuba: An Anthology of Cuban Poetry of the Last Sixty Years . London, Cape Goliard Press, 1969.
Selected Poems: A Bilingual Edition , by Pablo Neruda. London, Cape, 1970.
Pablo Neruda: Selected Poems . London, Penguin Books, 1975 .
Antes de la serpiente
Sentado, enfrentando el sol, los ojos cerrados. Puedo oír el
sol. Puedo oír la vida del pájaro por millas a la redonda.
Vuela a través de nosotros y alrededor de nosotros, acapara
todo el espacio, como si no estuviéramos allí, como si nunca hubiéramos
interrumpido este lugar. Los pájaros se mueven tridimensionalmente
a través de nuestras cabezas, desde oreja a oreja. Qué están
haciendo, cantando en este otoño luminoso. Es
maravilloso estar tan solo, los dos, en este desierto
jardín. Olvidados, pero recordándonos
a nosotros mismos de un modo que ninguno nos recordará jamás. El
espacio entre los árboles, el campo de arena descubierto
entre ellos, puedes ver la piel de la tierra la que
es mucho hogar. No podemos comprar o vender este
día maravilloso. Puedo escuchar el sol y, dentro
del sol, el viento que sale de los pulmones
del mundo desde una profundidad inconmensurable; agarramos solo
un eco distante. Más allá de los pájaros hay personas
cargando sus nombres como grandes pesos.
Solo piensa: cargando X tu vida entera, o Y, o Z.
Cargando toda esa A y B y C alrededor contigo,
teniendo que ser A todo el tiempo, B o C. Aquí puedes
ser el sol, el pino, el pájaro. Puede ser
la respiración. Puedo decirte, pienso que esto puede ser
el Edén. Pienso que lo es.
Traducido del inglés por Myriam Rozenberg
Ancestros
En el sitio exacto de la tragedia del Lituanica, en los bosques de Soldin, Alemania, el Club de Aviación de Lituania rentó por noventa años una zona en forma de círculo y erigió ahí un monumento. Su inscripción decía: ``Aquí murieron como héroes los pilotos trasatlánticos Darius y Gierenas (15 de julio, 1933).'' Después de la segunda guerra mundial, esa parte de Alemania se anexó a Polonia y Lituania fue ocupada por las fuerzas soviéticas.
Pequeño pueblo de provincia
en la tierra de ``mis'' padres
al filo de la creación,
el puesto fronterizo desierto,
una hilera de tilos,
el puesto contrario desierto,
ya nadie cruza
como alguna vez
del viejo al nuevo mundo.
``El patio de juegos de Dios''
solían llamarlo por aquí:
¿con qué juega El,
cuál es el mensaje de una vida,
cuál la información,
qué podrá significar el juego
de ida y vuelta del dato a la vida?
Al otro extremo del pueblo:
pequeño, soleado cementerio
ribeteado de pequeñas selvas:
avellanos, manzanos, rosales, helechos,
ortigas, hongos, hierbas
alharaca de gorjeadores,
cigueñas allá arriba
pájaros de mi secreta infancia.
Rito de regreso
elegante ``pájaro'' naranja
resplandece en mi memoria
sus alas cruzan el sol de oeste a este
de vuelta a su tierra natal,
los dos pulcros niños
héroes de pura sangre
simple narrativa
el testamento de una nación
arrancado del anonimato
el doble molde
gracias a X y al gentil Y.
¿Cuándo fue ``nuestra'' partida:
antes de que las señales de advertencia
se distinguieran con claridad
o muy cerca del término
de la posibilidad,
por qué camino de avance
bajo los tilos
fue a siniestra
o a diestra
fueron del este al oeste
y con qué objeto
con qué fin en ``mí''?
Hay que raspar para leer las tumbas
cuatro horas y el calor aumenta.
Pequeña losa en forma de libro
la tercera de arriba para abajo
es una lápida puntiaguda
(como gorro de payaso)
acaso una señal de ``nosotros''
cuyo oficio familiar era el de encuadernador de libros.
Cuando no hallar no importa
esto es comunidad,
``mi'' gente hundida
en ``nuestra'' gente que flota aquí,
sus piedras en el mar de las praderas.
De modo que no importa
si el nombre canta aquí o no:
¿qué es un nombre en las entrañas del olvido?
Sin dinero suficiente
para comprar el equipo adecuado
acogido al heroísmo:
llegada no llegada,
un choque antes de la meta
en un ``gran'' país ``vecino'',
la escena toda bajo un relicario
de vidrio en su propio museo
cuando la habían sustraído
de las suásticas.
Tamaña multitud en el funeral
nunca antes vista en la historia.
Tras la tumba puntiaguda,
gruesos árboles esparcen la oscuridad,
una enorme trinchera cual casa alargada:
mil personas ocultas ahí,
no de muerte
natural, un tiro en la nuca:
llevará vidas enteras
leer aquellos muertos.
Llegaron al cielo
estos luftmenschen antes de tiempo
a contrapelo
de sus determinaciones.
Ahora estoy en la mesa:
¡Devora mi vida, sol profundo!
¡Baja a los encantadores pilotos
y a ``mis'' ancestros también!
En el pueblo,
``ellos'' los siempre presentes
celebran el festival
de las generaciones por venir.
A medio camino entre creaciones
todos comieron y bebieron lo mismo
escucharon el pulso de la misma sangre
en la música excreméntica,
no les pusimos atención.
¿Cuántos de ``sus'' padres
acaso habrían ayudado
a rellenar este campo?
``Sus'' pilotos:
nada tan infiltrado
como ``nuestras'' cetrinas legiones
de las que los milicianos nazis
dispondrían en su momento.
Cómo más podría un vuelo oficial
entre tantos otros
traer a casa los cadáveres
embalsamados
más tarde, escondidos por años
de los diversos opresores
hasta que, otra vez: independencia.
Al tiempo que consta en registros
(quienes no duermen ni sueñan)
que en un pueblo vecino
``ellos'' se paraban en los techos
muchos sonrientes
a ver la balacera de circo.
Versión de Pura López Colomé
Ancestors
"At the exact site of the Lituanica's tragedy, in the forest of Soldin, Germany, the Aero Club of Lithuania rented for ninety nine years a . . . circle-shaped area and erected a monument. (The inscription:) "Here died as heroes the Transatlantic Flyers Darius & Girenas " (July 15, 1933) . . . After World War II, that part of Germany was annexed to Poland and Lithuania was occupied by the Soviets."
Small provincial town
in "my" fathers' land
at creation's edge -
border post deserted,
a line of lindens,
opposite post deserted,
no crossings anymore
as there once were
between old world and new.
"God's Playground" here
as they used to call it:
what does He play with
what is the message of a life,
what is the information,
what can the play mean
from bit to life, and back?
Other end of town:
small sunlit graveyard field
edged with small jungles:
hazels, apples, roses, ferns,
nettles, mushrooms, herbs -
loud with warblers,
storks overhead
birds of my secret childhood.
Rite of return
elegant orange "bird"
shines on my memory
flying the sun from west to east
back to its homeland,
the two boys clean
pure-blooded heroes -
narrative simple
a nation's testament
torn out of anonymity
the double fit
thanks X and gentle Y.
When was "our" departure:
before the warning signs
were clearly witnessed
or very near the terminus
of possibility -
by which way forward
under the lindens
was it to left,
was it to right
they went from east to west
and to what purpose
to what end in "me"?
Scrabble to read the graves
four hours the heat increasing.
Small stone book-shape -
third the way down from top -
grips one pointed gravestone
(like a clown's hat)
perhaps a sign of "us"
whose trade was bookbinding.
When not finding's no matter -
this is community -
"my" people sunk into
"our" people floating here
their stones on the grass sea.
So that it does not matter
if name sings here or not:
what is a name inside oblivion?
Not enough money
to buy the right equipment
homed into heroism:
arrival no arrival
a crash short of the goal
in a "great neighbor" country,
the whole scene under glass
shrine in its own museum
when it had been subtracted
out from the swastikas.
Crowd size at funeral
never yet seen in all of history.
Behind the pointed grave,
thick trees spread darkness,
huge long-house trench:
a thousand hidden there -
but not by natural
demise - shot in the neck:
it will take lifetimes
to read those dead.
Came to the sky
these luftmenschen too early
against the grain
of their determinations.
Now I'm at table:
Gorge at my life deep sun!
Take down the charming pilots
and too "my" ancestors!
In the town,
"they" who are always present
holding a festival
of later generations.
Midway between creations
all ate and drank the same
heard the same blood beat
of excremental music -
we paid them no attention.
How many of "their" fathers
might have helped
to fill that field?
"Their" flyers:
nothing as infiltrated
as "our" sallow legions
storm troopers in their time
would soon dispose of.
How could a record flight else
among so many
bring home the corpses
embalmed,
later, hidden for years
from various oppressors
until again, an independence.
While it is on record
(those who don't sleep or dream)
that in a neighbor town
"they" stood on rooftops
many smiling
to watch the shooting circus.
Unravelling / Shock
A hole torn in the fabric of the world,
the web, the whole infernal weave
through which live-giving rain is falling
but mixing with the tears and with the blood.
Dead body-snatchers enter, the mega-corpses,
much in the news these days, enter and grind
bones, flesh and sinews down to dry tree bark,
mixing with tree bark, crawling with the demonic
beetles. They’ll tell it later: “No one expected this”:
not one—patient, doctors, practitioners
of every stripe, no one except the one whose daily
work is close to prophecy, who feels it in his nerves
or in her muscles—where news travels up fast
and lodges in the eyes, all-seeing, all-pervading vision
of disaster. And comes in like a mouse, wee small,
[wee modest, so wee, wee practical,] mouse with big ears
and popping eyes, looking this way and that and not
one tittle-tattle fazed by your huge presence. Later
drowns in a bucket with a lizard: everything drowns
round here getting to water. Not able to get out again.
Thus coming quietly, thus probing, [thus stealing in,]
squatting thus quietly back of the house:
how do the tears well up, well down again,
what makes them well, the seeing eyes know not,
what routes the change parent-to-orphan? Stop.
Orphan-to-parent? Stop. Then back again to tears?
Look out beyond the healthy trees preserved
in a close circle round the house for privacy,
look out the window over hills and dales
of this milagro country, see living green, see dying
brown—on each and every morning mourn the trees.
Criminal imbeciles who run the shows we live in
from top to bottom of their slimy theater, have now
decreed they will not solve the water. Matter of fact,
they will not solve what we are made of—the high
percentage water in all of us compounded. They will not
solve a single problem by the name of life we give
to human business. They will prefer
to dip their steel in blood, to let the semen drip
from off of their steel into the blood and thus contaminate,
infuse with every cancer both body politic and body
not so politic, just private, single, individual—but
gives to other individuals their mien and color. Ghosts
walk the hills and dales between the dying trees.
“Remember now,” they say, with stab at tragic countenance,
[for when can privacy enter into collective?] “those days,
those days you took no notice of, counting them poor,
dispersing them among the memories you could not value
at their true worth, you could not recognize enough to feel:
who knows if these few days, [these very days], were not
those ones we lived together here, the only paradise?”
Nathaniel Tarn, “Unraveling / Shock” from Dying Trees.
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