Gascueña (Cuenca)
Fray Esteban José de Gascueña
(1718-1789)
Este religioso nació en Gascueña (Cuenca), el 3 de agosto de 1718, profesó en la
Provincia de San José en 1 de noviembre de 1738 y llegó a Manila en noviembre de 1752.
Los superiores le destinaron a Camarines, donde ejerció el ministerio pastoral en varios pueblos y falleció en la enfermería de Santa Cruz de Laguna en 6 de marzo de 1789 (Gómez Platero 485). Escribió en Gascueña un Año seráfico histórico, ejemplar y bisiesto de la Provincia de San Gregorio Magno de franciscos descalzos de Filipinas, en 12 tomos en 8º (AFIO, cajas 391, 392 y 393) de unos 360 folios cada tomo, y en cada día pone uno o dos sonetos alusivos a la vida del religioso sobre el que escribe, que se conserva inédito. En el tomo 1º encontramos una composición en versos esdrújulos, que ocupa 17 folios, con este título:
“Templo militante en esdrújulos, que sirve de preámbulo al Año seráfico”.
1. Prólogo al lector
Atiende, lector, si imitar procuras
en este libro, que tendrás lo que deseas
leyendo para Dios, en quien te empleas,
déjate ya de locas travesuras.
Ofreciendo a Dios las hermosuras
con divinas laudes que voceas,
temiendo el caer en cosas feas,
o el afear con palabras y pinturas.
La leyenda mira en sus hojas
el fruto limpio y libre de cizañas;
cierto, que si de mirar te enojas,
tendrán malos dejos tus marañas;
ojalá que atento siempre cojas
regalos de abeja, no de arañas.
2. Al lector
Suplícote, lector, que al leer aquesto,
no busques en el Año la elegancia,
ni la curiosidad de lo compuesto,
busca, de su materia, la substancia.
advierte, en los asumptos que te he puesto
de sus firmes verdades la importancia,
que si lo haces devoto y lees atento,
saldrás tú aprovechado y yo contento.
3 . Día 3 de enero.- Vida del venerable fray Fernando Moraga, sacerdote y mártir de la caridad
Caridad
Llegado el fin del cántico pretérito,
dijo la fe santa, ante el senado,
que la caridad dijese el alto mérito
de fray Fernando Moraga y el estado
de sus altas virtudes, con el éxito
de sus grandes victorias y su agrado,
pues hacen ellas grande ejército
y para nuestra historia es bien fundado.
Ella se sube al trono muy severa
y soltó su clara voz de esta manera.
Si te agrada mucho lo sabroso,
de haber perdido, Fernando, aquí la vida,
agrádete, pues sea trabajoso,
el hacer penitencias desabridas,
que así tendrás el premio glorioso,
a que la caridad de Fernando te convida;
que es la divina gracia en este suelo,
y el eterno descanso allá en el cielo.
[Al final de la vida del padre Moraga, pone el siguiente:]
Desengaño
Qué muerte me cabrá, la ignoro.
Dónde me ha de coger, nadie lo sabe,
Si ha de venir violenta o con sosiego,
ni cuándo ha de venir congoja grave.
Cuando a considerar el trance llego,
y el horrendo peligro que en él cabe,
la alma se estremece pavorosa
a la vista de mi vida perezosa
Siete poetas franciscanos hispano-filipinos
Autor:
Sánchez Fuertes, O.F.M., Cayetano
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