Jorge Rengifo
(Lima, Perú 1995). Estudiante de Filosofía de la Universidad Mayor de San Marcos. Forma parte del consejo editorial de la Revista Poesía Sub25. Es cofundador del círculo de estudios Numen (dedicado a revalorizar y reafirmar los saberes tradicionales andino-amazónicos del Perú). Tiene textos esparcidos en Web’s como: Transtierros. Fantastic Plastic Mag. Ciudades esqueleto. Err- Magazine. Niño sobredosis, entre otros. Ha publicado en el número 7 de la Revista de Hibridación y sobreexposición literaria Mutantres y en la Antología poética 90 Revoluciones (Ecuador, 2015). Actualmente trabaja en su primer poemario. Se declara abiertamente militante de la interculturalidad y de la vida.
Estoy pensando seriamente en formar una banda punk y componerte canciones con el </3
https://www.youtube.com/watch?v=YOZZomkMZLk
Estoy recordando cada una de tus últimas palabras
Estábamos en los 60’s
Y
El alumbrado público se caía a pedazos cada vez que
Pensábamos en la vida y en qué hacer con ella
Todo parecía un contenedor lleno de gatos negros y atentados terroristas
Me decías entre lágrimas
Que lo único que querías era terminar una carrera que aún no comenzabas
Huir de las ciudades que
En ese momento explotaban dentro de ti
París
Madrid
Tokio
Berlín
Lima
Sobre todo de Lima
Ciudad de corazones descompuestos y máquinas de afeitar con pantallas LED
Ciudad esqueleto
Por donde camino esta noche
Pensando seriamente en tú última mirada arrojada al viento
En esa daga atravesándote el rostro
Atravesando el ♥ de mi niño
Que corría escuchando Pink Floyd sobre campos de fresa
Que corría con los pies descalzos sobre las botellas rotas de mi generación
Eran finales de los 60’s
Y
Pensaba en el último concierto de The Beatles
En la diferencia de una espada samurái con tu sonrisa
En el harakiri de los guerreros
En el significado del amor a través de la vida/muerte
Pensaba que éramos kamikazes
Y
Que habíamos cumplido con nuestra misión
Que siempre que pasábamos buenos momentos era porque estábamos ebrios y nos importaba un carajo la humanidad
Que tal vez estaba en la ciudad de la muerte
Que nos parecíamos tanto
Tanto que
Ya no estas a mi lado ahora
Abrazando el cadáver de mi niño que se desangra
Abrazando sus mentiras que llueven como gotas fosforescentes
Dile que todo estará bien
Que se casaran con un cura afroamericano en Hawaii
Por favor
Miéntele
Dile que todo estará bien
Que dormirán desnudos en las playas de Quito
Que lo recordaran como se recuerdan a las estrellas que mueren a los 27
Que hay canciones de 4 minutos y 7 segundos que pueden hacerte saltar desde un huracán
Mi niño se desangra y nadie acude a ayudar
Me dice que lo termine de matar de una vez por todas
Cierro los ojos
Lo abrazo muy fuerte
Pienso que todo estará bien
Un niño muere
Un idiota vive
Un intercambio absurdo
(…)
Estaré bien al amanecer
1995/ Sobre la resaca del ser
Durante 1995 años permanecí inmóvil sobre una escalera eléctrica mientras el mundo escribía y reescribía delante mío sus sueños.
Entonces. Pienso en las últimas palabras de los cadáveres que salieron anoche en la tv. En la mirada de los perros con legaña del parque universitario. En la inexplicable emoción de estar angustiado sobre los cuerpos amargos a quienes lloro siempre los acordes de mi existencia.
Pienso entonces en ellos. Mientras los cometas moribundos recorren la línea de sus manos. Que no es el tiempo.
Pienso y luego un poema de viento me vacía las entrañas con sus uñas.
Y me dice:
Pienso. Entonces. Soy el sarcasmo del tiempo y sus silencios rodando como una multitud de islas enfurecidas bajo el vientre de la noche.
Pienso. Entonces. Soy La serenidad del tiempo y sus latidos rodando como partículas de tristeza sobre el asfalto.
Pienso. Entonces. Soy La brevedad del tiempo y su cabeza rodando como un trocito de tierra hacia el ocaso de las escaleras eléctricas.
Existo. Entonces. Pienso en mis amigos y en los humos que aspiramos de aquellas plantas coloridas como una manifestación contra las aves que duermen en los cables de luz.
Existo. Entonces pienso en la moda de los países bajos y en las caricaturas que dibujé bajo la piel de M aquella vez en Larcomar.
Existo. Entonces. Pienso en la muerte como una flor roída. Que esconde sus pétalos desde la vez que intentó reconciliarse con este siglo.
Existo. Entonces. Pienso en el vientre incierto de las rosas y en la genealogía de las estrellas tatuada en la frente de los árboles.
Existo. Entonces. Pienso en los anuncios publicitarios de un poema y en sus luces parpadeantes
Como un niño con cabeza de caballo tocando el saxo junto al río antes de ser atravesado por una de las aristas del mundo
Como un niño que recuerda. Esos días a eso de las 2:30 cuando E. reescribía los misterios del universo bajo el techo despintado de nuestro cuarto. Porque decía que toda reescritura era también. Inevitablemente. Otra manera de cantar el mundo. Otra manera de bailar el mundo. Otra manera de acariciar el mundo. Otra manera de hacerle el amor al mundo. Porque toda reescritura es y será también. Un parque con niños jugando en los columpios que sostienen la noche. Porque toda reescritura. Fue. Es y será. También. Un desabotonarnos el alma mientras vamos penetrando en esa selva de arenas movedizas que es la vida.
De nada me sirve recordar como las estrellas se derretían a causa de los fumadores de crack. Siempre negaré que aquellas estrellas líquidas y Yo tengamos algún parecido. Y en todo caso. De nada me sirve recordar la vez que me aferre desesperadamente a los ojos de L. y cantamos No Surprises. Bajo el cielo y sus nubes con tuberculosis. De nada me sirve recordar a 111111 y el roce de la luz con los sueños. De nada me sirve. Recordar a 77777 y el encanto deshojándose sobre una vieja casa abandonada en medio del desierto.
Existo. Luego pienso en Heráclito y Nietzsche paseando junto a David. Recitando. Danzando. Fumando luciérnagas hasta envejecer bajo el cielo ininteligible de la noche.
Existo luego pienso en la noche abriéndose como una bombarda de fuegos artificiales.
Existo.
Canción para Ariadna
Mi vida abre sus puertas como un circo de animales en cautiverio. Mi vida abre sus pétalos como una bombarda apocalíptica. Mi vida abre sus alas como una granada al borde del tiempo. Se desnuda frente al mar para que este cuerpo pase a decir. A escribir. Ariadna. La canción para ti. Y no vi tu rostro angustiarse por las calles de esta ciudad. Ni encontré tus huellas rodando sobre una obra de arte contemporáneo. Y no vi tus labios pronunciar como una sonaja el universo en llamas. Y nunca pensé quedarme aquí 20 años. Ni tomar tu mano en las horas más oscuras. Ni cruzar los campos para conocer tu casa. Ni ir a repartirme como obsequio 170 km al sur-este de la ciudad una noche de noviembre entre desconocidos de velas apagadas con saliva de personas ancladas al silencio que nunca te invitaron a un baile. Que nunca mataron por tu cuerpo. Ni reflejaron sus sueños en tu sonrisa. En tus ojos. En tus ojos. Ariadna. En tus ojos. Todo esto es para esas lágrimas desvergonzadas que gritan tu nombre a media noche como un océano de golondrinas. Mi pequeña. Las galaxias se amueblan en tu sonrisa. El equinoccio de los sueños amarrado a tu cuerpo desnudo. La luz de los dioses fermentada en un envase de carne. Mi vida se abre lentamente en dos como un arroyo y te escribo desde una noche estrellada. Te escribo con estas manos que nunca tocaron tus cabellos encerrados en los castillos. Te escribo como un lobo que escupe sus plumas desde un rascacielos. Te escribo como tu muerte proyectada en mí y mi muerte proyectada en la noche. Y la noche proyectada en el canto de la lluvia ácida. Yo nunca eh visto a mi generación arder en llanto lejos del cuerpo. Mi pequeña Ariadna. Imagino nuestro primer beso como un niño que pintarrajea con crayolas las paredes de su cuarto. Imagino el amor de dos colibríes y las irresistibles ganas de hurgarse el pecho. Imagino a mis manos sosteniendo las tuyas conscientes de que sostienen algo más que un truco de magia. Imagino mi vida como una gota de tinta sobre una hoja que nunca debió ser esta. Imagino al tiempo transformándose en cuerpos de barro/ de agua/ de fuego/ de viento. Yo nunca eh visto a mi generación florecer sobre el vómito de las luces. Ariadna. Voy caminando perdidamente atado al desierto infinito. Voy caminando sobre una calle cubierta de sangre. Dices que la literatura es un asunto de vida/muerte. Un pecho desnudo como un campo de girasoles. Mi pequeña. Yo te creo. Porque mi pecho. Me ahoga. Me levanta. Me exige a gritos demoler la ciudad. Esta ciudad que se rehúsa a ser arco iris. Que se rehúsa a recoger sus espejos. Yo nunca eh visto a mi generación salir desde el fondo como un tren de focos encendidos en la noche. Pero tu Ariadna. Sé que sueñas conmigo y por eso existo.
NIÑO SOBREDOSIS
jorge a daniela prado
La esperanza es mierda a colores
me llega al pincho esta rutina
Daniel F
Ruta: Av. Javier Prado – Av. Universitaria
Pasaje: 1.50 S. (No hay medio)
Acabo de recordar aquella vez
Cuando la ciudad se inundó en enormes gotas de sudor
Y Yo corría hacia tu puerta con la mitad del cuerpo bajo el agua
Porque había prometido acurrucarme a tu lado esa noche
Y Tú habías prometido cantarme una canción de Calamaro al oído
Mi dedo meñique implosiona cada vez que recuerdo eso
Creo que las promesas son en realidad personas que no tuvieron la oportunidad de nacer en la Tierra
Creo que las personas que no tuvieron la oportunidad de nacer en la tierra están hechas de estaño
Creo que el estaño es un metal fuera de contexto
Creo que en estos momentos es más seguro utilizar una ametralladora
Ruta: Av. Universitaria – Av. Javier prado
Pasaje: 2.00 S. (Porque son más de las 11:00pm)
Detesto mezclar cerveza, vino y vodka en una sola noche
Mi cuerpo se abstrae en 22 pedazos
Mis 22 pedazos comienzan a jugar un partido de futbol
Y no me interesa saber quién ganará
5 minutos después
La ventana me refleja a dos ancianos ciegos cruzando la pista en plena luz verde
Empiezo a creer que sólo se enamoran los ancianos ciegos
Que todo lo demás es ausencia
Que todo lo demás es algo así como mezclar
Cerveza, vino y vodka en una noche
Creo que los ancianos ciegos en el fondo son chimpancés que trepan naves espaciales como si fueran ramas en la selva
Creo que alguna vez observé una nave espacial detrás de tu sonrisa
Y nunca pude/podré treparla
Eso me deprime aún más
Creo que jamás volveré a tomar antisépticos.
*
Would you like to have your progress?
A Daniela Prado.
He caminado sobre tus huesos
Y
Sentí que el mar era más grande en Bolivia
Porque estaba revisando por última vez el WhatsApp a las 4:00 am en un bar
Y
Tenía un sms que decía:
A la mierda la distancia!
(Jesús se sacaba los clavos y corría a buscarte)
En ese entonces no tenía veinte ni estaba loco
Vivía en un pueblo bien hardcore cerca al Cuzco
Era un niño escapando de Sendero Luminoso entre balas de salva
Era un niño saltando desde un avión sobre Hiroshima
Era un niño observando por primera vez las galaxias
Y corría mucha sangre
Nos gustaba medir la primavera con una regla de 20 cm
Luego nos preguntábamos si los rayos del sol sorteaban vuelos a nunca jamás
Si Peter Pan era una estrella porno o un cadáver
Te avergonzabas de tener celulitis en pleno siglo XXII
Pero
Yo sentía que en realidad dejaba migas de pan sobre tus piernas
Para no perderme en un viaje interestelar sin oxigeno
Ni pasarme toda la noche atrapado en un astro-rompecabezas
Oh cielo!
Ayer en la noche soñé que éramos una banda de Rock subte y vivíamos en Madrid
Tú quemabas nuestro pasaporte
Porque en ese entonces decías que irse fuera del país era muy mainstream
Pensabas que nosotros éramos accidentes automovilísticos esperando salir en la tv
Fumábamos hachís
Vivíamos en un manicomio sin fronteras
Eran buenos tiempos
La mu3rt3 era un pacto de fuego con el dedo pulgar
Mi madre me besaba entre sus brazos
Porque tenía tres años y pensaba que una paja era un chocolate grande repleto de maní
Que el 4m0r era como cortarle los brazos a alguien y tratar de imitar a una gaviota volando sobre un mar de peces suicidas
Algo así como jugar pacman pero con un sueldo mínimo y 5 hijos
Después
Tenía una balanza con dos caminos
En un lado estaba una sonrisa haciendo arder en llamas el universo entero
Al otro lado estaba Yo, decapitado
Luego en 1975
Leía a Platón
Tú tocabas mi puerta para ver si podía salir a caminar
Fumábamos Winston
Y
Planeábamos Bombardear el Vaticano
Era navidad porque caminábamos juntos
Era el día mundial de los ovnis porque tú tomabas mi mano
Escuchábamos un disco de Emerson Lake & Palmer
Nuestros humos bailaban sobre pistas de hielo
Nuestros humos bailaban desnudos de madrugada por el centro de Lima
Y las calles olían a orín de gato
.
.
.
WoW!
Eraalgo muy raro nena…
Todas las luces giraban sus huesos filudos 180 grados
Veía al futuro de mi generación caminando sobre tus labios
Te tatuabas con furia el 5to álbum deThe Beatles en el pecho
Nuestros nietos jugaban con armas nucleares a orillas del Nilo
El pulmón se nos inflaba contra la vitrina de un museo a punto de explotar
Yo trataba de calmarte con un truco de magia
Un par de aretes
Dos chalecos antibalas
…
Estoy jodido
Lo siento no puedo hablarte, sorry
Te dejé un mensaje en el WhatsApp
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario