Rudy Alfonzo Gomez Rivas
(Aguacatán, Huehuetenango, Guatemala. Nació el 2 de julio de 1977) es docente, editor, escritor y poeta. Es autor de los libros de poesía: Aves de papel, La fría hoguera de las palabras (Editorial Chuleta de Cerdo, 2011), El silencio como invento (Editorial Letra Negra, 2012) y de la novela Desheredados inquilinos (Editorial Letra Negra, 2011). Ha participado en congresos, encuentros y festivales a nivel nacional e internacional, entre los que se destacan: XV Festival Internacional de Poesía de la Habana, Cuba 2010 y en el IX Simposio Internacional Rubén Darío: Esperanza y Solidaridad, León, Nicaragua, 2011. Es director de la Revista Literaria Voces Convergentes de alcance internacional. Su Producción Literaria ha sido publicada en Guatemala, Estados Unidos, México, Cuba, El Salvador, Nicaragua, Colombia, Perú, Argentina, España y Francia.
1.
Los geranios incultivados de mis manos,
mis ojos apagados con ausencia de barro,
el tiempo desdibujado en mis labios
que aja los besos,
El viento ensangrentado carcomiendo mis labios
cuenta entre pozas desamparando lunas
la ruta de mi epitafio.
2.
La noche dormita en los aquietados trigales.
En el claroscuro que forma la luna
sobre objetos muertos
me va mostrando tu ausencia,
y las sábanas del sereno me cubren abruptamente.
Desde entonces,
tengo silencios prolongados detrás de la puerta.
3.
Las sombras y sus pirañas
me comen la lengua,
las tijeras del tiempo
cortan mis pies,
el viento como látigo airado
bofetea mis mejillas
y ciento un manos
esparcen pétalos de rosas blancas
sobre mi tumba.
4.
Surgen surcos de flores blancas
que opacan la hojarasca
– y quizá viejos recuerdos-,
surge el rayo de sol
que tenuemente desaparece el horizonte agrisado.
Surge tu mirada que radiografía mi alma,
surgen tus pechos que sin leche me alimentan,
surge tu vientre donde anidas mariposas,
surge el nudo que ata nuestras manos… se prolonga la noche.
5.
Es tu silencio insonoro puntos suspensivos
tu mirada paréntesis en el tiempo,
mientras eso pasa inevitablemente
descansa mi voz en la piedra
fría de tu recuerdo
y la luz caída de tus ojos
suicida las horas de mi vida.
¿Qué es la soledad entonces?
En la habitación un solo inquilino
un cielo falso sin estrellas
en el lecho sábanas compañías
la almohada muda de monólogos,
en la habitación contigua
la música escuchándose sola...
en la habitación:
Un solo paraguas, una sola silla,
un solo par de zapatos,
una sola pregunta:
¿Qué es la soledad entonces?
Alas rotas
Me he buscado
dentro de los mares,
después de ti,
descubro que tuyas
son las aguas,
mías son las sales.
Me he buscado
a lo largo y ancho de inmensos cielos,
después de ti,
descubro que te acompañan otras aves,
en mi quedaron alas rotas.
Postergado silencio
En estos días
el silencio se posterga
los cláxones revientan en las sienes
tan cierto
que en las calles
un niño improvisa un circo.
Asilenciando cosas
Da tristeza ya no tener
como flor posada en los labios una sonrisa.
Ha cambiado la receta
la sonrisa de estos tiempos sin tiempos
pero si llenos de lamentos
es mecánica
robótica
ensayada
tétrica.
Yo en cambio sonrió para liberar fantasmas
para entregarlo todo y quedarme sin memoria
para hermanarnos un poquito más
para cincelar mezquindades
¡enfáticamente para asilenciar algunas cosas estúpidas!
Causa justa
Emerjo desde la tumba
de mis días muertos
callado
con los ojos cerrados
trato de encontrar
en medio de esta agonía que me circunda
rasgos de una causa justa.
Viaje eterno
Por un instante
me adentré en las entrañas
de la tierra
y averiguar así
como será mi condición de muerto.
Recordé que no te tengo
y el viaje se hizo eterno.
Ésta noche no es la misma de otras noches
aquellas tenían juguetones claroscuros,
ésta tiene sombras,
aquellas tenían serenidad
musitada con el cantar rutinarios de los grillos,
ésta tiene miedos,
ésta noche no es la misma de otras noches
aquellas tenían el tiritar de estrellas
y hasta sus propias estrellas -tus ojos-
ésta tiene nervios locos compañía
y sus estrellas se han vuelto fugaces,
ésta noche no es la misma de otras noches
aquellas tenían sonrisas, besos, miradas…
ésta solo tiene pedazos empañados de cristal,
ésta noche no es la misma
ésta noche no es la misma,
porque sus horas lentamente se quiebran.
Soledad Porfía
¿Qué pena me atormenta
en esta noche vacía?
¿Es la soledad porfía
o es tu mirada que se quiebra lenta?
Como taladro perforan
tus palabras mi alegría,
suspiros largos que te añoran
me hunden en fatal melancolía.
Este estupor sombrío
que como fiera me acecha,
no es más que la cosecha
de tu ausencia hecha frío.
A veces
A veces me he sentido
como universo sombrío, frío y distante,
a veces me he sentido
como ala rota
que ya nunca más abrazará el viento,
a veces me he sentido
como horizonte, temeroso
porque está condenado a penumbra,
a veces me he sentido
como voces que yacen ausentes en los recuerdos;
pero... como hoy me siento
todo eso queda reducido.
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