Melissa Patiño Hinostroza
(Perú, 1985)
Estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Fue activista del Movimiento Cultural Círculo del Sur, que difundió con energía la poesía y la trova en los distritos de Lima sur, entre 2002 y 2007.
Sus poemas han sido publicados en diferentes medios digitales e impresos en la revista Mi vecino el escritor, del PEN Internacional, en el año 2008. Publicó la plaqueta Poemas en libertad, con la Editorial Hipocampo, en el mismo año. Actualmente codirige Azul Editores.
Una mañana mi nombre fue escrito
Existí
La tinta perfiló al detalle mi rostro
El papel descansó mi presencia
Asomé
Semblante polvo iluminado
Emergí Tristeza
Aliados y enemigos
crean humanidad
sin saberlo:
siembran montañas de palabras
florecen aves
vuelan desnudas
a extinguirse en mis senos
Una tarde alguien ha escrito poeta
Y el ave germinada
voló lejos de mi cuerpo
inexistente.
51
El cuerpo del Atroz
es del tamaño de la ciudad que habita
un lugar fraguado cubierto
del principio gris.
La institución del Atroz es la ciudad
placidez alucinada
los ríos sinuosos agonizan la tierra
el viento se extingue en la hierba inflamada.
No hay ser capaz de ser, en aquel reino
capaz de contemplar
no hay gloria más tenebrosa.
El efluvio del Atroz lo inunda todo, se impregna como sombra en
el corazón de cada niño que nace y junto con el tiempo que pasa,
transforma las pieles doradas
en
Grises.
6
El Atroz se alimenta de su propio cuerpo podrido. Sus fauces
arrancan con regodeo uno de sus brazos e impaciente se devora.
Pero el brazo arrancado vuelve a crecer una y otra vez sin ningún
problema…
… Cada vez de forma más Atroz.
7
El Atroz también se alimenta de carne humana. No es raro en la
ciudad de los grises toparse con varios de ellos transitando mutilados,
sin un brazo, sin una pierna, o estrellándose una y otra vez
con grises postes o autos, intentando desesperadamente retener la
hemorragia de su cuerpo que mora la ciudad, sin cabeza.
Espejos
Poseo el mirar de océanos adoloridos
labios hirviendo peces azules
manos y pies en cajas de hierro
Tengo la voz sigilosa gritando en el volcán de mis pechos
un país latigado a mi espalda
labra en mis piernas su tierra estéril
Escucho un canto que no es el mío
y no lo oigo
me evaporo para alcanzarlo
en las calles de un barrio chino,
gringo, indio, aymara, africano
Camino entre espejos que reflejan
mi propia incertidumbre
mariposas amarillas copulando flores rojas
MATRIA / Melissa Patiño por Rosina Valcárcel
IMAGEN y PALABRA
Poseo el mirar de océanos adoloridos
El libro Matria, que tiene ilustraciones admirables de Carlos Alberto Ostolaza, se presentó el 18 de diciembre del 2014, a las 7 pm, en la Casa Museo Ricardo Palma. Los comentarios los hicieron Rosina Valcárcel y José Pancorvo. La patria de los sin voz tiene nombre, “Matria”, primer poemario de Melissa Patiño.
La poeta Melissa Patiño lanzó Matria (Azul Editores, 2014), poemario:
--“No soy la primera persona que lo usa (Matria). Data de hace mucho. Empiezo el libro citando a Caetano Veloso, quien en su poema ‘Lingua’, dice ‘Yo no tengo patria, tengo matria y quiero hermandad’. Fue algo así como una revelación”, dice.
—¿Y qué significa para ti esa palabra?
—Matria es la patria de los/las excluidos/as, de los/as sin voz.
—¿De eso trata tu libro?
—Sí. Hay mucho de realidad envuelta en fantasía… Mientras escribía una y otra vez ese poema o cada línea, no solo pensaba en mí, sino justamente en aquellos excluidos, aquellas excluidas: las mujeres, los niños, los migrantes… como mis abuelos, como mis padres mismos. Todos ellos son los personajes.
—¿La literatura es una forma de darle voz a los que no tienen voz?
—No siempre. Muchas veces sí, pero va más allá de eso. Matria es también una forma de reivindicar mi legado materno, pero no pretende ser un libro feminista. Todos somos excluidos en algún momento de nuestras vidas por diferentes razones, a veces por ser mujeres, a veces por tener menos recursos. Todas las mujeres en este país están siendo excluidas cuando el Estado quiere tomar decisiones sobre su cuerpo, por ejemplo; pero cuando hablo de exclusión, lo hago en el sentido más amplio.
PRELUDIO
La belleza de un poema no está en la capacidad que tiene de dejar al lector contento. La poesía es siempre una sorpresa, capaz de dejarnos sin respiración durante algunos instantes. Debe permanecer en nuestras vidas como la puesta del sol: algo milagroso y natural al mismo tiempo. (John Keats: 1795-1821). La consigna clara de Lautréamont: "La poesía debe ser hecha por todos", no tiene otro sentido. Aquel que desconoce la poesía es un mutilado, tal como lo es aquel que ignora el amor.
¿Vivimos en un universo de mutilados?, no es así: lo que usualmente hallamos no es la falta de impulso poético sino su represión. Y está (mos) reprimido (s) porque vivir hacia lo desmedido, como exige la poesía, es decir, vivir en la dimensión total, no resulta favorable para las fuerzas opresoras que dominan el mundo. He aquí la labor subversiva de la poesía. (1) Detentadoras del poder, que optan por considerar al humano como un objeto, como algo inerte y sin dimensión.
Accesible la senda de la libertad por la poesía, se instaura automáticamente su acción subversiva. La poesía se convierte entonces en instrumento de lucha en pro de una condición humana en consonancia con las aspiraciones totales del hombre y de la mujer. Ceder a la exigencia de la poesía significa romper las ataduras creadas por el mundo cerrado de lo convencional. Este papel de ruptura no pasa inadvertido para quienes aspiran a una convivencia basada en la sumisión. Tampoco pasa inadvertida la importancia, la verdadera necesidad de la poesía como factor de expresión vital. La solución contemporánea de estos dos problemas la logran los detentadores del poder domesticando a los poetas, volviéndolos inofensivos, para que ofrezcan un producto falsificado o desnaturalizado que con el título de poesía reciba los honores oficiales, las prebendas. Así se logra un alimento sustitutivo de la pasión poética, que puede designarse con el nombre de poesía "oficial" y que es la negación total de la poesía. Así se alcanza el ideal de los carceleros: lanzar a los poetas contra la poesía.
Por este mecanismo de sustitución, el auténtico poeta queda fuera de la ley, y para darle a su engañifa características de consenso, los carceleros someten a los poetas a la repulsa de la opinión pública. Los detentadores del poder fabrican la llamada opinión pública, y ésta actúa dócilmente en defensa de los intereses que propician la sumisión. La opinión pública es la opinión de los hombres sin opinión, y éstos condenan la poesía. En el momento en que la poesía es colocada fuera de la ley aparece como consecuencia ineludible la figura del poeta repudiado: la poesía se vuelve maldita.
No todos los poetas ceden a la presión del poder y de la opinión pública. Dante, François Villon, Blake, Rimbaud, Lautréamont, Artaud, agitaron el látigo liberador. Pero existen poetas que se rinden, que claudican, y esta claudicación se obtiene a veces por los medios más indirectos. Uno de los medios indirectos de sumisión, en el que caen a menudo verdaderos poetas es el esteticismo. El arte por el arte significa siempre un arte sometido, que rehúye el peligro y busca el calor de los aplausos.
Pero esto no significa que la acción subversiva de la poesía se realice mediante el tratamiento directo de los temas de subversión. No necesita por ejemplo, cantar a la libertad (palabra degradada por los falsarios de todos los colores) pues cantar a la libertad ha demostrado ser uno de los recursos de los propiciadores de la esclavitud. La libertad vive en la poesía misma, en su modo de expandirse sin trabas, en su poder explosivo. Está implícita en el acto de la creación, en ese modo de surgir de las zonas del espíritu donde reina la insumisión, donde es libre en todas las dimensiones. Libre de los esquemas de la razón, libre de las normas sociales, libre de las prohibiciones, libre de los prejuicios, libre de los cánones, libre del miedo, libre de las rigideces morales, libre de los dogmas, libre de sí misma. En esa zona del espíritu vive la experiencia milenaria de la especie, vive el sentido del hombre, se forman los deseos y las formas impulsoras de la dinámica vital. Allí se establece el vínculo real con el mundo a través de la única vía libre que lleva al universo todo. En esa zona se gesta el milagro, nace la excepción. La poesía tiene allí su imperio, y allí están las fuentes de la imaginación creadora que participa con las potencias del amor en la construcción del ser auténtico, que cuando se lo percibe dentro de sí determina la aparición de un orgullo silencioso y secreto, un orgullo que toma frecuentemente la apariencia de la humildad, y que es patrimonio casi exclusivo, en su monstruosa magnitud, de los santos y de los poetas. La acción subversiva se manifiesta al brindarnos la poesía la imagen de un universo en metamorfosis en oposición al universo rígido que nos imponen las pláticas. La imagen poética en todas sus formas actúa como desintegradora de ese mundo convencional, nos muestra su fragilidad y su artificio, lo sustituye por otro palpitante y viviente que responde al deseo del hombre. Por eso la poesía auténtica degrada a quienes aspiran a existir en un medio dominado por la quietud, un medio pasivo, sin riesgos y sin imprevistos. Ese medio es un esquema irreal, abstracto, desvitalizado; es el falso mundo de la seguridad, que se parece más a un mundo de fantasmas que las más desaforadas creaciones de la imaginación poética. Para completar la paradoja, los defensores de ese mundo irreal se llaman a sí mismos, realistas.
Una actitud disconformista señala el paso inicial que dirige al hombre hacia el centro de acción de la poesía. El poeta se coloca frente a la sociedad aceptada y manejada por los conformistas. La maquinaria social al servicio de una organización deshumanizada reduce a los hombres a números, y cierra todos los caminos. Los que sueñan con el poder, cualquiera que fuere el mecanismo de éste (el dinero, la fuerza, el soborno, el chantaje, la política, el terror) tienden a reducir la conciencia de los hombres a cero. El mundo se convierte así en un reducto sin puertas ni ventanas, domine el patrón oro, o domine la burocracia. La poesía abre puertas y ventanas tanto hacia afuera, hacia el mundo, como hacia adentro, hacia el hombre.
Pero indudablemente la poesía, al introducirnos en el misterio de lo real, nos descubre una vasta zona de peligro, una región inquietante y turbadora. Muchas veces lo poético toma la forma de un acto de violenta provocación y aparece como antipoético, como negador de la creación. Cuando Marcel Duchamp expuso una rueda de bicicleta o un portabotellas con la pretensión de que constituyesen obras de arte, realizó un acto poético del más alto valor subversivo. Lo mismo Rimbaud, al renunciar a la poesía, lleva a su extremo límite la actitud subversiva del poeta. La insumisión alcanza ese límite extremo en el momento en que proclama la negación de la poesía, y ese momento aparece cuando la poesía está seriamente amenazada de domesticidad. Así, lo antipoético se convierte en el valor supremo de subversión y en el mecanismo utilizado por los verdaderos poetas en defensa de la poesía en peligro, para reconquistar su fuerza liberadora. Mediante lo antipoético, se retorna al punto cero, en contacto con la fuente originaria, con el fuego central.
En el proceso utilizado para domesticar a los poetas, el aplauso, el consenso elogioso, la popularidad, son los factores más peligrosos. El poeta que sucumbe a la tormenta de los aplausos debe pensar que los imbéciles, que forman la gran masa de los llamados entendidos, no se equivocan nunca: sólo aclaman lo inofensivo. El poeta debe desconfiar de ese aplauso, de ese elogio unánime, con el que fabrican las rejas de su prisión. Por eso Breton lanzó un alerta lúcido a los poetas al decir: "La aprobación del público debe rehuirse por encima de todo". Pues un poeta domesticado por el elogio tiene más valor para los predicadores de la sumisión que los inocentes versificadores que ellos presentan como sustituto. El poeta domesticado se convierte en ejemplo de la inutilidad de ser libre. Como el león domesticado, es una caricatura grotesca de un gran señor de la libertad, y sus rugidos adquieren entonces acentos de canto de ruiseñor. No es la confortable y estéril placidez de los parques artificiales la que conviene al poeta; su poder combativo y creador se exalta en la sorda lucha de la selva, y para el poeta de hoy la selva ha encontrado residencia en las grandes metrópolis, donde brotan del suelo gigantescos rascacielos, donde la vida se ve vuelta en la mañana inextricable y despiadada de un mundo mecanizado, y hombres-serpientes y hombres-chacales pululan por las calles.
El humor es el elemento que provee a la poesía de su mayor virulencia. Acerado como la luz, el humor se constituye en la vanguardia combativa en pro de la autenticidad del ser. Con su filo luminoso corta la oscuridad, y aporta el fuego que consume lo muerto y reanima lo vivo. Contiene el feroz deseo del hombre en su virtualidad renovadora, que corroe el mundo de lo inmóvil y lo opaco.
Latente o concreta, la subversión contenida en la poesía auténtica no ofrece dudas; pero la poesía no se reduce a un acto negativo puro: contemporáneamente a su acción provocadora afirma su fe en un mundo mejor que responda a la íntima realidad del hombre. Por eso sostiene una posición de recuperación de todos los antiguos mitos que ofrecen salida al desamparo: el mito del paraíso terrenal, el mito de la edad de oro. La poesía cree en esos mitos así como cree en la fuerza todopoderosa del amor. En esa común pasión coinciden los poetas con los fundadores de religiones. Esa es la causa por la que El sermón de la montaña se reúne con Así hablaba Zaratustra en la misma defensa del hombre. También los poetas hacen suya la memoria de los mártires que buscaron cambiar la condición humana, pues las torturas infligidas a los santos, a los revolucionarios y a los poetas, tienen todos los mismos significados de persecución del espíritu poético, de aniquilación del hombre que no se resigna a un destino sórdido. En una misma veneración se engloba a Jesucristo, Giordano Bruno, el obrero-poeta Bartolomeo Vanzetti y Antonin Artaud.
En una época como la actual, en la que la poesía tiende a la domesticación por los más variados mecanismos en los más variados regímenes sociales, los poetas auténticos se encuentran siempre alertas, aunque estén reducidos a la soledad o compelidos por la fuerza y el terror. De pronto aparecen los Voznesensky, los Evtuchenko para recordar los derechos inalienables del hombre. Estamos próximos al momento en que la revolución en defensa del hombre se desarrollará en el plano de lo poético. (Aldo Pellegrini, 3)
Poesía y mujer
Los últimos cuarenta años han sido testigos de una revolución ideológica que, al modo de los grandes cataclismos históricos, ha cambiado la faz cultural de la tierra. Haciendo visibles a las mujeres y dotándolas de voz propia, es decir, cambiándolas en actores del poder político (aunque todavía muy limitado, queda mucho por hacer), el feminismo ha causado una transformación profunda en la sociedad contemporánea pues las mujeres están consiguiendo que se deroguen leyes anticuadas a favor de nuevas constituciones, que se corrijan convenciones y protocolos obsoletos, que se revisen actitudes vitales equivocadas y que se desechen falsos valores comunitarios. Con ello el feminismo está dando carácter de época a nuestro tiempo y está marcando las pautas a la cultura del porvenir. (2, Martínez)
MATRIA
Matria es un neologismo empleado por las escritoras Virginia Woolf, Isabel Allende y Christa Wolf, entre otras, para representar la reconstrucción del término patria, lógica que ya sugería Plutarco en la antigua Grecia,1 2 y que en el siglo XVII era referido en la lengua castellana por derivarse ésta de la propia tierra.3 Para Miguel de Unamuno, tal expresión evocaría la feminización de los atributos asociados a lanacionalidad,4 misma lógica que esbozaba Jorge Luis Borges al referirse metafóricamente a la «naturaleza-madre».5 6
En la Antigüedad Clásica fue utilizada para hacer referencia a la propia tierra del nacimiento y del sentimiento. A lo largo del tiempo se mantiene gracias a la tradición literaria y poética, principalmente en lengua gallega y portuguesa. Edgar Morin la utiliza al referirse a la matria Europa, mientras Miguel de Unamuno lo usó para referirse a la matria vasca. Julia Kristeva identifica este término con "otro espacio" que no tiene que ver con la tierra de nacimiento, ni con la legitimación de cualquier Estado, sino con un lugar interior en el que crear una habitación propia.
También el término es utilizado con frecuencia por pueblos indígenas de América, como los mapuches,aymaras o quechuas. Donde se refiere Matria al sustituir Patria, por la nación donde la base es la Mujer.
El antropólogo Andrés Ortiz-Osés contrapone la patria española a la matria vasca para intentar explicar el origen de la violencia etarra,7 mientras que desde una mirada feminista, la filósofa Victoria Sendón de León lo identifica con una relectura nueva y posible de viejos conceptos como identidad, raza, lengua, religión,tradición o sexo.8 (WikipediA)
La poesía de Melissa
La poesía de Melissa Patiño nos atrapa no por su exceso, sino porque es diferente y algo afable. Los versos nos hurgan como si fuesen nuestras palabras ajustadas, como si fuese sonando algo que, en las tinieblas de los tiempos, ella ya sabía al dedillo. ConMatria evocamos que la poesía no es suntuosidad o una distracción, sino una necesidad, del mismo modo que lo es el amor. De parias sociales pasamos a la condición de lectores (as), de autores (as).Melissa busca una nueva poesía que esté en sintonía con los ritmos y características del tiempo moderno, con los experimentos que se están realizando.
Fulminante, Matria, es un libro colmado de ironía. En sus páginas, la autora revierte el desigual entorno presente, su propia existencia de Mujer en una urbe desigual y logra confundirse con la “natraleza-madre”.
BREVES PALABRAS DICTADAS POR «MATRIA»: Elid R. Brindis
Observo a Melissa en un oscuro rincón tirar un enjambre de letras y una a una acomodarlas hasta formar la palabra gris. Se le dificulta encontrar la A, escribir A. La palabra gris esconde a A en Ciudagris en donde no se escuchan los ladridos de los perros nocturnos ni las sirenas de las ambulancias.
Un libro es una vida, dice Matria. Melissa viaja en sus tres eternidades viviendo media vida gris, media vida azul, cian. Sin colores intermedios. Por ello, Matria asegura que no es un libro más, no es un libro. Es una vida contada en retazos, en versos que esconden el color y sólo permiten aflorar el gris.
Más que un libro, es un ahogado lamento. Un silencioso grito de dolor en cuyo final encuentra un nombre femenino, un nombre de mujer que sufre la ausencia del sol en las noches de luna, o la luna en días nublados y tardes de azul. Lejos del esmog, que cubre otros dolores, tal vez menos fuertes. O más fuertes, ¿quién lo sabe?
Matria entra en el silencio. Se guarda para sí sus mejores palabras y sólo deja escapar un esbozo de denuncia velada, soterrada. No dice más. Sólo acierta a separar el gris de los globos multicolores: paso a paso, el gris se va convirtiendo en azul. Se esfuerza en escribir escarlata. No sé, tal vez sea necesario escribir otro libro para experimentar colores.
Silencio. Las páginas de Matria se van cerrando, como se cierran los ojos cuando el sueño invade el subconsciente… o cuando se intenta evadir ese algo que no gusta, que atormente, que quiere volver al gris. Al final, el albanene lo cubre todo con su velo vaporoso, como la niebla. No es el fin. Es apenas el principio.
..0..
Al vuelo de ave x Eldi Toro
Intuición a estructura de MATRIA,
Cuatro partes, suyos? Tawantinsuyo? Perú, cuatro regiones naturales
Primera parte
CIUDAGRIS = Estado opresor=Sistema?
Epígrafes importantes: leer Martín Adán y Nietzsche.
I.
La locación de la opresión en Ciudagris, urbe/institución (el Estado opresor). El poder ilimitado de A “…El efluvio de A lo impregna todo/aflige el corazón de cada ser que nace/ y junto al tiempo/transforma las pieles doradas/en grises…”
II.
La pérdida aparente de libertad en un medio en que el so l”…derrite nuestra piel/contagia una extraña sensación-sospecha…”
La sumisión de los grises (un mandil teñido de humo) interroga, el dolor ciego y mudo responde en susurro” Es el sol, acostúmbrate y no te quejes/ Aquí no estamos para beber palabras.”
La voz poética grita: “Este no es mi lugar- Todo está perfecto Redáctelo gris Ordena y marcha silbando."
"Así empieza nuestra ficción" ( realidad ficcionada) (Pág.16)
III.
Descripción del poder, se alimenta (orgiástico) de su siempre renovada corrupción: Atroz (p.17)
IV.
Disposición gráfica del desplome: cansancio frente al embate de la fuerza del Estado (pág.19)
V.
Oscuridad total “Cada uno intenta velar su propia penumbra”. Invisibilidad Cobertura de miedos, anhelos, ¿esperanzas?
VI.
Lee: descripción de obsecuencia total (pág. 23.)
Los grises vigilan afuera/Prenden cigarrillos y nos admiran con repulsión…
El color los atormenta (vida, libertad, no miedo) No pueden disfrutar de su matices/ si un carmesí aflora
VII.
Desgobierno y putrefacción en Ciudagris
VIII.
Leerlo detenidamente (pág.27) Es hermoso.
Canto de irreducción en la lucha.
Resolución: No volveré a dormir/hasta que los barrotes sean de plumas/ los barrotes sean de plumas/ los barrotes sean plumas (alusión gráfica a elevarse por sobre lo instituido como "ley".
IX.
Igualdad de poeta (en)(de) frente/dentro del pueblo anónimo que sufre opresión.
Describe la prisión y los que habitaron antes, registra su paso en las paredes como todos “…Somos fracciones de una sola historia/El mismo pulsar
X.
Comunicación subrepticia (carta de quienes hicimos fuerza de conciencia) portadora de luces de esperanza que comparten los prisioneros en una noche inacabable, expectante.
Recogimos las luces y las rodamos hasta su extinción/Aquella noche/cada hora/de una mano a otra/dos o tres eternidades
XI.
Clímax (pág33)
Llega la hora de la derrota de los grises frente al avallasador empuje de las burbujas de colores. Los grises despiertan/aceleran/Una nube multicolor los deslumbra y caen /Hundimos el muro y volamos rumbo a la Matria.
XII.
Anticlímax (Léelo intensamente, pág.35)
Esa noche…En un absorber de aliento/ acarició los pulmones grises/ conquistó la sangre/Sembró corazones.
MATRIA. Matriz Ideal femenino de la patria conocida
Los doce primeros poemas, nos presentan a un organismo enfermo en el que los grises obsecuentes y serviles (conforman los pulmones) frente al poderoso A (cerebro= sistema opresor) acallan sus propios ideales y anhelos pese a que admirados los observan personificados en la voz poética (omnisciente) prisionera. Luego de sucesos que propician una toma de conciencia popular frente a la infamia; la nube multicolor (todas las sangres) en un esfuerzo multitudinario logra vencer a los grises solo al insuflar en el aire que es absorbido incluso hasta llegar al cerebro (Estado podrido, corrupto) y lograr su anulación.
Color gris= opresión, obsecuencia, anomia ¿voluntaria?
CIUDAGRIS: urbe/institución: estado opresor Sistema paternalista (mal padre).
A poder omnímodo.
Gris: color de la obsecuencia, del anonimato del no ser/parecer.
Astro mayor: Sol, ambiente de aplastante /”abotagante”: abotagada calidez
Nube multicolor: Todas las sangres que se levantan, fluyen, oxigenan el podrido organismo, regeneran sus miembros; arrasan con siglos de obsecuencia (incluye a los grises quienes se suman).
MATRIA: Poema de Esperanza y Reconstrucción, antisistema.
18 y 19 de diciembre de 2014, Lima, Perú.
https://rosinavalcarcel.lamula.pe/2014/12/20/matria-melissa-patino-por-rosina-valcarcel/rosvalcarcel/
Poemas de Melissa Patiño escritos en la cárcel
Día 4
Mi nueva vida me ha llevado a latir en forma de embrión o de mundo. Tengo una interconexión con el embrión de cada ser humano. Vi todos los corazones de los embriones. Los sentí latir al ritmo de mi método y he tenido que entrar en crisis porque no supe que más hacer.
Mi nueva vida me dio su hombro robusto y me mostró su torso flácido. Me consoló al mostrarme su rostro y en él mas corazones inflamados y en ellos miles de rostros sudorosos, disparejos. Y en ellos el mío tan distinto a mi anterior vida recostado en el hombro de la nueva.
Mi nueva vida me ha sentado frente a ella, me ha nombrado con decoros guardiana del latir. ¿Me lo merezco? ¿Cómo mi minúsculo latir puede latirse para cuidar a otros? Cuidar el ritmo del latir y su espectáculo de apasionamiento. Cuidar la regularidad del latir y los cardiacos sentimientos de culpa. ¿Quién es culpable? “ama a los otros como a ti misma”. Cerré los ojos y vi al mundo como un embrión apunto de abortar.
Día 5
Siempre es una sorpresa los cambios a los que me conduce mi nueva vida. Siempre tan coqueta como una muchacha de veinte años que es culpable de cuidar el latir. Siempre tan sabia como una muchacha de veinte días de encierro corriendo para no creerse nada.
Mi nueva vida me prepara algo grande, lo sé. Me pretende liberar de los temores y de los sabios consejos de las paredes. Me recuerda mi amnesia obligatoria para la sumisión. Mi nueva vida me ha envejecido rápidamente porque me ha cansado. ¿Luego del día cinco podré descansar?
No puedo sentirme apenada al lado de mi nueva vida, aunque sigo entrando en crisis, las lágrimas están para desinflamar mis mejillas.
Hoy mi novísima vida ha encargado desfallecimiento con una melodía que ha besado mi frente y se ha acostado conmigo a contar latidos. Esta nocturnidad revisaré algunos corazones antes de dormir.
Día 6
Hoy he despertado con el rostro iluminado de polvo. Es un día que promete aire inédito. Mi nueva vida quitó las sábanas de un tirón, me sacudió la cara y me tocó el cuerpo para ejercitarlo. Fue corriendo a traer el desayuno que ordenó en la recepción de la prisión; café, jugo de papaya y huevos revueltos.
Iremos a visitar a tu padre, me ha dicho, y mis ojos se han roto; hace mucho que no sé como ubicarlo. Hace mucho que mi padre se olvidó de mis ojos –ahora rotos y sucios-, ¿cómo es que lo encontraremos? El está esperándonos. Hoy es día de visita.
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