lunes, 29 de junio de 2015

HIRSH GLIK [16.394] Poeta de Lituania


HIRSH GLIK 

Nacido en 1922 en Vilna, Lituania, en el seno de una gran miseria. Su padre comerciaba con hierro viejo, trapos y botellas usadas. Desde muy joven fue miembro del movimiento sionista socialista Hashomer y durante la guerra luchó en los bosques, contra los nazis, como partisano, muriendo en combate en 1944. su poema “Nunca digas…” se transformó en el himno de la Organización Judía Combatiente de los guetos de Vilna y Varsovia. Después de la guerra esta canción cobró carácter de símbolo y se la conoce como “Himno de los partisanos”.



Nunca digas…

Nunca digas que vas tu ultimo camino
aunque los días azules se oculten tras cielos plomizos;
todavía va a llegar el momento soñado
y resonará nuestro paso: ¡Aquí estamos!

Desde el país de las nieves al de las palmeras
aquí estamos con nuestro dolor, con nuestra pena;
y donde cayó una gota de nuestra sangre
brotarán nuestro heroísmo y nuestro coraje

El sol de la mañana dorara nuestro hoy
y el enemigo se esfumará como el ayer,
pero si se demora en aparecer el sol
por generaciones vaya como consigna esta canción.

Esta canción se escribió con plomo y sangre;
no es el canto libre de un pájaro salvaje;
entre el desplomarse de muros quebrantados
la cantó un pueblo con armas en la mano.

Nunca digas entonces que vas tu último camino
aunque los días azules se oculten tras cielos plomizos;
todavía va a llegar el momento soñado
y resonará nuestro paso: ¡aquí estamos! 



EL RESPLANDOR
DE LA PALABRA JUDÍA
Antología de la poesía
ídish del siglo XX
Selección y versión de
ELIAHU TOKER 




Hirsh Glik

Si hay una canción que expresa el coraje de los partisanos judíos durante la Segunda Guerra Mundial ésa es Zog nit keynmol (“Nunca digas”), de Hirsh Glik, también conocida como "La canción de los partisanos", que fue adoptada como el himno oficial de los partisanos. Inspirada en la historia de la sublevación del gueto de Varsovia, esta canción sigue siendo un poderoso homenaje al compromiso del pueblo judío por luchar para sobrevivir. El autor, que apenas tenía veinte años cuando escribió esta canción, nació y se crió en Vilna. Heredó su talento musical de su madre y pasó la mayor parte de su corta vida componiendo poemas y canciones que inspiraron a sus compañeros judíos.

Glik nació en 1920 y asistió a una escuela primaria hebrea de Vilna antes de que la pobreza lo obligara a trabajar como empleado en una fábrica de hierro. A los trece años comenzó a componer sus primeros poemas, y tres años después fundó, junto con otros jóvenes poetas judíos, un círculo literario llamado Yungvald (“Bosque joven”). Al principio escribía en hebreo pero pronto pasó a idish. Era uno de los poetas más prometedores de Vilna de la preguerra. Cuando los soviéticos se apoderaron de Lituania en 1939, las inclinaciones izquierdistas de Glik le permitieron integrarse bastante bien al mundo soviético, y sus canciones y poemas aparecían frecuentemente en la prensa soviética judía. Si bien publicaba muchas cosas, la pobreza en la que su familia estaba inmersa lo obligó a trabajar, primero en el negocio del papel y luego en una ferretería.

Cuando los alemanes invadieron Lituania en 1941, Glik fue uno de los miles de judíos y lituanos anti-nazis que intentaron huir de la ciudad para unirse a los partisanos de los bosques. Como muchos, fue capturado y encarcelado. Tras su liberación, se ofreció como voluntario para ir a trabajar en el campo de trabajo de Rzeza y cortaba turba en una zona pantanosa donde casi muere de fiebre tifoidea. En sus largos años de enfermedad y encarcelamiento, Glik continuó componiendo poemas y canciones, los escribía en trozos de papel o se los recitaba a otros reclusos para que pudieran memorizarlos. Un amigo de Rzeza recordaba que mientras movían trozos de césped tremendamente pesados, Glik siempre encontraba un lugar seco para sentarse y pedirle a su amigo que tarareara una melodía agradable y así improvisaba letras.

Cuando los judíos del campo fueron deportados hacia el gueto de Vilna en 1943, Glik ya era un reconocido poeta y miembro de la resistencia. Con sus camaradas, estuvo involucrado en actos de sabotaje y en la preparación de una revuelta. También tuvo una activa participación en la escena literaria del gueto y trabajó en un círculo de escritores que incluía a Avraham Sutzkever y a Leah Rudnitski. Mientras estuvo allí escribió muchas canciones, entre las cuales estaba Zog nit keynmol, que él mismo adaptó a la melodía de una canción soviética compuesta por Dmitri Pokrass. La canción se difundió rápidamente entre los combatientes de la resistencia. Muchas de sus otras canciones también eran canciones de resistencia y optimismo, incluyendo la popular canción Shtil, di nakht iz oysgeshternt (“La noche silenciosa está llena de estrellas”), que honraba el heroísmo de la partisana Vitke Kempner, ya que había hecho explotar un tren alemán y luego ayudó a los prisioneros del gueto a escapar.

Glik sobrevivió a la liquidación del gueto y fue enviado a un campo de concentración en Estonia. En julio de 1944, poco antes de que los nazis destruyeran el campo (puesto que el Ejército Rojo se aproximaba rápidamente), Glik y otros cuarenta reclusos lograron escapar y huyeron a los bosques circundantes. Allí, Glik se unió a un grupo de partisanos, donde él y todos sus compañeros murieron luchando contra las fuerzas nazis.



Zog Nit Keyn Mol! Hymn of the Partisans
By Hirsh Glik, 1943











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