Ángela Suárez Tovar
Nació en Duitama, Boyacá, Colombia, el 29 de enero de 1979. Es arquitecta egresada de la Universidad Nacional de Colombia,sede Bogotá en 2003. Ganadora del encuentro local de escritores jóvenes Toma la palabra Universidad del Rosario, Bogotá en 2002 y 2003. Durante 2004 hizo parte deltaller de escritores Esperanza y Arena y en 2007 del taller de creación de la Casa de poesía Silva. Magíster en Escrituras Creativas de la Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Artes, Bogotá en 2012. En el mismo año obtiene la Beca de creación literaria dentro del marco del Programa nacional de estímulos del Ministerio de Cultura de Colombia, Residencias Artísticas Colombia – México.
En 2013 La editorial El Quirófano publica algunos de sus poemas en la antología Sólo la herida- Veinte poetas jóvenes colombianos, Guayaquil, Ecuador. En este mismo año Obtiene la beca Conacyt para formarse como especialista en literatura mexicana del siglo XX en la Universidad Autónoma Metropolitana, sede Azcapotzalco, Ciudad de México; dentro de este período finaliza la tesis de investigación Palinuro estuvo aquí, un análisis de la construcción de espacios urbanos y arquitectónicos a través del lenguaje, dentro de la novela Palinuro de México del escritor Fernando del Paso. En 2014 es Invitada al VII festival Internacional de poesía de Guayaquil Ileana Espinel Cedeño. En 2015 la editorial Opera prima de la Universidad Nacional de Colombia publicará su primer libro de poemas: Parece que prefieres el tren a las plantas domésticas.
T R E N A V A P O R
La palabra t r e n indica una forma de desplazarse con ventanas dispuestas alrededor, para descubrir una tierra discreta desde la teoría de la rueda, desde la lógica de la proximidad. E l t r e n, en su oficio a favor del viento, recupera datos en el entorno de los ojos de algunos olvidadizos que nunca habían visto el rumor en la ventana o las montañas a gran velocidad. Cuando es a vapor, no sólo se utiliza para extraviarse, tiene otros usos menores como por ejemplo bifurcar los caminos, llevar, traer, pasar, reconstruir el vértigo, modificar la nieve y rodear los pueblos y las épocas como si para esto senecesitará un movimiento pendular, circular, envolvente, en caracol, oscilante; un movimiento desde adentro y hacia otra parte.
R E L A T O I T I N E R A N T E
Bailarina: Sustantivo. Dícese de la mujer que no sabe usar su voz, y sin embargo usa sus pies. Relativo a quien no sabe esperar y mucho menos atrás de la entrada de la casa. Se refiere al personaje de género femenino que baila y al mismo tiempo tiene miedo; comúnmente se mueve en redondo hasta las antiguas ciudades de arcilla y en algunos casos viste de falda. Apareció por primera vez en los vecindarios viejos y circulares que suelen sobrevivir desde la primera infancia. Se puede conjugar en tres tiempos: baila, bailaba, bailará.
25° FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESIA DE MEDELLÍN
http://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/
Mundos posibles
Una postura sobre la ética y la poesía
Por Ángela Suárez Tovar
Este poema
es un camino
hacia allí :
ese lugar
de lunas rojas
y soles alelados ,
es un sendero
hacia la incandescencia
hacia la bulliciosa
presencia de los pájaros,
es un conjuro
que restaura la ple ni tud
(…) y nos regresa
al color de la llama.
Renata Durán
Cuántos mundos posibles aparecen cada vez que aparece un poema, cada vez que la poesía convoca otras formas del mundo para permitir al hombre habitar múltiples territorios confiados y distintos, para dejarlo creer en otros modos y en otras siluetas del mundo: esa es tal vez la condición ética alrededor de la cual preexiste la poesía.
Si recordáramos ahora cada uno de los territorios que aparecen inmersos dentro de algún poema, en los bordes del poema, en su esquina más aguda, o en su rincón más oculto, una cantidad de lugares aparecerán a la vista, tal y como aparece el universo misterioso y auténtico, construido dentro de aquel relato corto de Chejov, el escritor ruso que dejó dentro del cuento Una bromita, un rincón secreto que parece pertenecer a otro mundo posible, un territorio al que los personajes viajan a buscar el asombro. En esta historia, N se encuentra aquel lugar oculto en la frontera de su mundo real, y decide ir una y otra vez para descubrir un poco de misterio, viaja tras la sorpresa, esa que no encuentra en el mundo actual que le ha tocado vivir.
Aunque Chejov no escribía poemas, aquel mundo paralelo que describe en su relato, es tan poético y misterioso, como muchos otros lugares que aparecen construidos a través
del lenguaje de la poesía para recordarnos que podemos residir en el mundo de otra forma.
La poesía deja que se descubran otros lugares habitables de manera esperanzadora, otros lugares que se instalan como nuevas realidades llenas de presagios, como esta que
aparece líneas abajo para dejarnos imaginar que dentro de cualquier escena de lo cotidiano puede convivir otra, sorpresiva y restauradora:
Tenía un pacto secreto con el tren de la tarde Se preparaba un café negro con el ruido nebuloso de la radio de fondo. Tomaba el tazón y salía al patio. Luego se acomodaba cerca de la higuera para ver los últimos rayos de sol consumirse en el mar. Bebía su café y, cuando sonaba el inconfundible bocinazo del tren, entraba a su casa y volvía a trabajar. 1
Este reconocimiento de realidades está vinculado con la idea de justicia poética que plantea Martha Nussbaum en el libro que lleva el mismo nombre - Justicia poética 2- y que defiende la literatura porque precisamente nos deja comprender situaciones verdaderas 3, situaciones que en contraste con todos los mundos “ficticios”, secretos y reconfortantes que construye la poesía, recuerdan además territorios reales y nos ubican en nuestro propio contexto:
Donde quiera que vayas o vivas,
de modo sorpresivo o secreto,
algo llamará para llevarte
a un país más hermoso que es el tuyo,
a una ciudad tan hermosa que era casa.
Ningún reino o república dará lo suficiente
para olvidar lo suficiente mares despoblándose,
montañas altas desiertos claros que son como
fotografías que iluminan leves, pero
que ahondan la piel, el corazón, el alma.4
Este coincidir de dos mundos, esta visibilidad que proporciona el lenguaje poético y que pone en evidencia nuestro mundo real vs el otro mundo posible, esa forma de
franqueza con la que se muestran verdades e imaginaciones, es finalmente la forma que la ética encontró en la metáfora, es también la puerta de la que se habla cuando se dice
que la palabra del poema encarna, y trasciende; cuando se dice que “La piedra de la estatua, el rojo del cuadro, la palabra del poema, no son pura y simplemente piedra,
color, palabra: encarnan algo que los trasciende y transpasa. Sin perder sus valores primarios, su peso original, son también como puentes que nos llevan a otra orilla,
puertas que se abren a otro mundo. 5 ¿Cuántos mundos posibles aparecen entonces cada vez que aparece un poema?
1 Valentina Herrera, El pacto, en Antofagasta en 100 palabras: Los mejores 100 cuentos III, Chile,
Fundación plagio, 2014, p.61.
2 Martha Nussbaum, Justicia poética, Chile, Andrés Bello, 1997.
3 “Defiendo la imaginación literaria precisamente porque me parece un ingrediente esencial de una
postura ética que nos insta a interesarnos en el bienestar de personas cuyas vidas están tan distantes de la
nuestra” Ibíd.18.
4 Marco Antonio Campos, ¿Dónde quedó lo que yo anduve?, Colombia, Universidad Externado de
Colombia, 2013, p.45.
5 Octavio Paz, El arco y la lira, México, FCE, 1972, p. 22.
De Parece que prefieres el tren a las plantas domésticas
Atavíos del que es llevado de prisa*
Hable de todo esto con el resto del mundo, es un rumor en forma de ukelele, un viento se aproxima por el costado oriente de mi boca, por el costado este de mi boca, algunos pueden llamarlo malentendido, ebriedad, contratiempo, malas costumbres, malas compañías. Si oye decir que son cosas de la tierra, de hechuras de la lluvia, atado quedará a los árboles. Si dice oír un ruido en el armario, son frases de cajón, acertadas, no use ese lugar nunca para guardar las cosas en desuso, guárdese usted, huya allí en todo lo redondo de la casa, es un lugar urgente, un viento entre la boca, como dicen:
Un vientO.
Un vientO se aproxima y ahora es más una tormenta con sus ruidos, con todos sus vagones, bares de mala muerte, telegramas de gente desconocida que nadie nunca ha visto, que alguien habrá visto, al fin y al cabo entre este viento de todo puede verse, y es por la neblina, que es lo mismo que el fuego, que es igual a tu falda de mazapán.
Algunos se perderán de vista y se avecina ahora un invierno en forma de leyenda, que va domesticando poco a poco la boca. Si oyen decir que son cosas del aire, que es el vapor, que es el porvenir, o alguna noticia de farándula, que son comportamientos clandestinos, ilegales, salvajes; atados quedarán a un bar de mala muerte, a un telegrama de mala reputación, atados quedarán a los árboles.
* A la manera de los poetas náhuatl.
Loft de un solo piso
No hay nada novedoso en volver a decir:
Hormiga, Luminoso, Subterráneo, Destreza,
ni en olvidar por siempre cómo se deletrea invertebrado
Se diría que no,
no hay nada novedoso
Si nos da claustrofobia rodear la mitad de algún desierto.
Es mucho más auténtico sentir ahogamiento en una habitación iluminada
con vistas recurrentes a la comodidad y no a la lluvia.*
En medio de este otro desierto ocurre todo lo contrario
-Todo aquí es novedoso-
Ir por primera vez a la arena de en frente,
Envolver la montaña:
interpretar el círculo, la rueda, el molino de viento
Deslizarse entre dunas, idénticas, primarias, monótonas.
Novedoso encontrarse con alguna, con alguien
con la cara inundada de piedritas volcánicas,
intercambiar luciérnagas, edades y cigarros;
las mantas, las iguanas y los dedos.
Y sentir un temor obsesivo y frecuente:
Descarrilado
Sería novedoso en ese instante
deshilachar la forma del desierto
Y que les dé claustrofobia a los dos.
* Un cultivo de plantas suculentas tampoco sería novedoso.
.
Una postura sobre la ética y la poesía
Por Ángela Suárez Tovar
Este poema
es un camino
hacia allí :
ese lugar
de lunas rojas
y soles alelados ,
es un sendero
hacia la incandescencia
hacia la bulliciosa
presencia de los pájaros,
es un conjuro
que restaura la ple ni tud
(…) y nos regresa
al color de la llama.
Renata Durán
Cuántos mundos posibles aparecen cada vez que aparece un poema, cada vez que la poesía convoca otras formas del mundo para permitir al hombre habitar múltiples territorios confiados y distintos, para dejarlo creer en otros modos y en otras siluetas del mundo: esa es tal vez la condición ética alrededor de la cual preexiste la poesía.
Si recordáramos ahora cada uno de los territorios que aparecen inmersos dentro de algún poema, en los bordes del poema, en su esquina más aguda, o en su rincón más oculto, una cantidad de lugares aparecerán a la vista, tal y como aparece el universo misterioso y auténtico, construido dentro de aquel relato corto de Chejov, el escritor ruso que dejó dentro del cuento Una bromita, un rincón secreto que parece pertenecer a otro mundo posible, un territorio al que los personajes viajan a buscar el asombro. En esta historia, N se encuentra aquel lugar oculto en la frontera de su mundo real, y decide ir una y otra vez para descubrir un poco de misterio, viaja tras la sorpresa, esa que no encuentra en el mundo actual que le ha tocado vivir.
Aunque Chejov no escribía poemas, aquel mundo paralelo que describe en su relato, es tan poético y misterioso, como muchos otros lugares que aparecen construidos a través
del lenguaje de la poesía para recordarnos que podemos residir en el mundo de otra forma.
La poesía deja que se descubran otros lugares habitables de manera esperanzadora, otros lugares que se instalan como nuevas realidades llenas de presagios, como esta que
aparece líneas abajo para dejarnos imaginar que dentro de cualquier escena de lo cotidiano puede convivir otra, sorpresiva y restauradora:
Tenía un pacto secreto con el tren de la tarde Se preparaba un café negro con el ruido nebuloso de la radio de fondo. Tomaba el tazón y salía al patio. Luego se acomodaba cerca de la higuera para ver los últimos rayos de sol consumirse en el mar. Bebía su café y, cuando sonaba el inconfundible bocinazo del tren, entraba a su casa y volvía a trabajar. 1
Este reconocimiento de realidades está vinculado con la idea de justicia poética que plantea Martha Nussbaum en el libro que lleva el mismo nombre - Justicia poética 2- y que defiende la literatura porque precisamente nos deja comprender situaciones verdaderas 3, situaciones que en contraste con todos los mundos “ficticios”, secretos y reconfortantes que construye la poesía, recuerdan además territorios reales y nos ubican en nuestro propio contexto:
Donde quiera que vayas o vivas,
de modo sorpresivo o secreto,
algo llamará para llevarte
a un país más hermoso que es el tuyo,
a una ciudad tan hermosa que era casa.
Ningún reino o república dará lo suficiente
para olvidar lo suficiente mares despoblándose,
montañas altas desiertos claros que son como
fotografías que iluminan leves, pero
que ahondan la piel, el corazón, el alma.4
Este coincidir de dos mundos, esta visibilidad que proporciona el lenguaje poético y que pone en evidencia nuestro mundo real vs el otro mundo posible, esa forma de
franqueza con la que se muestran verdades e imaginaciones, es finalmente la forma que la ética encontró en la metáfora, es también la puerta de la que se habla cuando se dice
que la palabra del poema encarna, y trasciende; cuando se dice que “La piedra de la estatua, el rojo del cuadro, la palabra del poema, no son pura y simplemente piedra,
color, palabra: encarnan algo que los trasciende y transpasa. Sin perder sus valores primarios, su peso original, son también como puentes que nos llevan a otra orilla,
puertas que se abren a otro mundo. 5 ¿Cuántos mundos posibles aparecen entonces cada vez que aparece un poema?
1 Valentina Herrera, El pacto, en Antofagasta en 100 palabras: Los mejores 100 cuentos III, Chile,
Fundación plagio, 2014, p.61.
2 Martha Nussbaum, Justicia poética, Chile, Andrés Bello, 1997.
3 “Defiendo la imaginación literaria precisamente porque me parece un ingrediente esencial de una
postura ética que nos insta a interesarnos en el bienestar de personas cuyas vidas están tan distantes de la
nuestra” Ibíd.18.
4 Marco Antonio Campos, ¿Dónde quedó lo que yo anduve?, Colombia, Universidad Externado de
Colombia, 2013, p.45.
5 Octavio Paz, El arco y la lira, México, FCE, 1972, p. 22.
De Parece que prefieres el tren a las plantas domésticas
Atavíos del que es llevado de prisa*
Hable de todo esto con el resto del mundo, es un rumor en forma de ukelele, un viento se aproxima por el costado oriente de mi boca, por el costado este de mi boca, algunos pueden llamarlo malentendido, ebriedad, contratiempo, malas costumbres, malas compañías. Si oye decir que son cosas de la tierra, de hechuras de la lluvia, atado quedará a los árboles. Si dice oír un ruido en el armario, son frases de cajón, acertadas, no use ese lugar nunca para guardar las cosas en desuso, guárdese usted, huya allí en todo lo redondo de la casa, es un lugar urgente, un viento entre la boca, como dicen:
Un vientO.
Un vientO se aproxima y ahora es más una tormenta con sus ruidos, con todos sus vagones, bares de mala muerte, telegramas de gente desconocida que nadie nunca ha visto, que alguien habrá visto, al fin y al cabo entre este viento de todo puede verse, y es por la neblina, que es lo mismo que el fuego, que es igual a tu falda de mazapán.
Algunos se perderán de vista y se avecina ahora un invierno en forma de leyenda, que va domesticando poco a poco la boca. Si oyen decir que son cosas del aire, que es el vapor, que es el porvenir, o alguna noticia de farándula, que son comportamientos clandestinos, ilegales, salvajes; atados quedarán a un bar de mala muerte, a un telegrama de mala reputación, atados quedarán a los árboles.
* A la manera de los poetas náhuatl.
Loft de un solo piso
No hay nada novedoso en volver a decir:
Hormiga, Luminoso, Subterráneo, Destreza,
ni en olvidar por siempre cómo se deletrea invertebrado
Se diría que no,
no hay nada novedoso
Si nos da claustrofobia rodear la mitad de algún desierto.
Es mucho más auténtico sentir ahogamiento en una habitación iluminada
con vistas recurrentes a la comodidad y no a la lluvia.*
En medio de este otro desierto ocurre todo lo contrario
-Todo aquí es novedoso-
Ir por primera vez a la arena de en frente,
Envolver la montaña:
interpretar el círculo, la rueda, el molino de viento
Deslizarse entre dunas, idénticas, primarias, monótonas.
Novedoso encontrarse con alguna, con alguien
con la cara inundada de piedritas volcánicas,
intercambiar luciérnagas, edades y cigarros;
las mantas, las iguanas y los dedos.
Y sentir un temor obsesivo y frecuente:
Descarrilado
Sería novedoso en ese instante
deshilachar la forma del desierto
Y que les dé claustrofobia a los dos.
* Un cultivo de plantas suculentas tampoco sería novedoso.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario