Ángel Collado Ruiz
Habana, Cuba. 1956. Poeta. Profesor. Estudia en el Instituto Tecnológico Industrial Amistad Cubano- soviética., la Especialidad de Diseño de moldes para Fundición, la carrera magisterial en el Instituto de Superación Profesoral de la Habana. Se desempeña como Diseñador, dibujante y Profesor de Dibujo en diversos centros educativos de Cd. Habana. Hasta su salida del país en 1984. Reside desde esa fecha en México. Cursa pintura en la Academia San Alejandro y fotografía en la Peña del casco de la Habana colonial, Cuba, con el Mtro. Roberto Rodríguez Decall.
En tierra mexicana ha colaborado en Encyclopedia Grolier, Britannica, PepsiGemex, donde llega a ocupar cargos Gerenciales dentro del área de ventas y mercadotecnia. Actualmente se desempeña en el ámbito educativo, en proyectos de puericultura y ofrece clases de literatura , historia contemporánea y sociales. tiene editada la plaquette "letras esquivas" 2009, "Triada" 2011,antología que comparte con dos poetas potosinas, la plaquette " Amordasílabos" 2012 y el libro "Amaradentro" mayo 2014.
Luto
Por qué van de luto las ideas
al cabo el sembrador no espera
Llena el aire de quejidos
el río de la tierra que perfuma
Muerte que en silencio deja
hecho de palabras un clamor
Amordasílabos
Ciclo de la virgen que es ofrecida a la luna para alegrar a los dioses y fertilizar la tierra. El ritual indica que es echada al cenote sagrado para aplacar la fuerza negativa de la naturaleza.
Sin embargo ella tiene una vida que es ignorada.
Autor: Anónimo
l
Tal vez nunca lo hubiera hallado. Un impulso de viento sin dueño la poseyó al instante. Un caminar por valles que le dan insomnio. Atrapada en las letras que siembran historias en su vientre. Lo imaginó desde lejos con su ojos callados deseando ser ave. Se miro distraída al espejo del tiempo al contar los días sin besos. Ofrecida en las olas de una marea interna donde la osadía acertaba a crear frases. Decidió una noche que al amanecer construiría el puente que la acercaría. Esa noche la humedad del atrevido acto la lleno de fuego. Se quedo dormida con una sonrisa quemando dentro.
Amedianoche
Escribiré en tu piel los versos más queridos
y en tu oscuro secreto
el tatuaje prohibido de mis labios
donde la muda quietud de serte amada
encarne en tu herida sofocante
con la tinta de forjar la vida
y el pincel dentro de tu alma
intentaré amainar viejas rencillas de mi pena
que otras musas provocaron
Se me irá la existencia en seducir tu soledad
y poblar de mariposas
el intenso bosque que me otorgas
Canto de fuego en el bosque
El tiempo de olvido
se lleva lejos la ceniza
los arboles peinan despedidas
ante los destellos y el crepitar furioso
teje manos laboriosas en senderos agigantados
Las poderosas lenguas de sus dedos
abraza los cuerpos al cubrirlos
aquellos que no sienten quemarse
prefieren mentir
asumen ocultos tras muralla de prudencia la tempestad de sus instintos
al polvo vagan en circunstancias oscuras
por los poros de una piel que detuvo sus inercias
Más qué canto nuevo traerá al amanecer la lluvia
la piedad que marca en los caminos
huellas presurosas de venados
salvados de la flecha ardiente de lo incierto
para caer ante trampas desconocidas
En su flotar el aire ahuyenta los olores que canta la desgracia
de la naciente brisa una promesa de bosque joven
alza la llama devoradora el ardiente crespón en su lamida
detestable sabor amargo desbrozado
entre la selva virgen
tesoro que desboca la piel de madera que pide tregua
escrita en mil historias que le intrigan - See more at:
Al borde del camino
Estoy al borde del camino
sembrado en el tiempo que olvidó la senda
debatido entre vientos que no me reconocen
atacado por la paz de un silencio agresivo
Atado al desierto por la persistencia
siendo una idea que no haya destino
observado por miradas distraídas
de niñas enamoradas que buscan en los bordes
la respuesta abstracta a las preguntas del tiempo
curiosas de conocer su futuro
para el que se han inventado lágrimas y años
justificante de la propia historia humana
caprichos de una sonrisa de agua fresca
que identifica los ritmos
sobre el verde amarillento
de la propia vida compartida
Espera
A mi nieta por venir Luna Mariel
Eclipsada por su piel
puntas de cuarto creciente
Alcanza dibujar mareas, para tranquilizar
dioses que esperan
Luna es un murmullo quedo
lava de volcán
Escucha voces del poeta
que imagina el Sol llenar su boca
Eso de escribir poemas
Es cosa seria esto de escribir poemas,
dice la maestra y yo me río
Es cosa de irle buscando el modo
a las estrellas y lugar en el cielo
a los santurrones
Algo más delicado es una cirugía
a corazón abierto
pero el paciente no desea escuchar
este tipo de bromas
Serio escribir colgado de la cantaleta
del teléfono y las deudas que saltan
agazapadas detrás de recibos que llegan
sin poder evitar cada fin de mes
Y ver las caras sensibles de los oyentes
cuando se menciona que el amor es peor
que una descarga eléctrica
Me siento a escribir pensando en ti
y ese "ti" sin nombre que poner en claro
va vistiendo al poema hasta hacerlo
clandestino y opaco para ocultar
lo que la mente trae a cuentas y la vida
lucha cada instante para no aceptar
Quizás sea cosa seria esto de escribir poemas
tal vez no sea tanto más que el vivir
El loco de mi barrio
A Leopoldo Panero, un loco bien hecho
Persiste con la imagen fruncida de su entrecejo
se fuga hacía la nada que cobija
estruja a tramos el papel que lleva
lo hace y deshace de manera inconsciente
Alejado de reflectores que han decidido brincar a otra noticia
él que no es, a causa de fingir, para poder seguir
viviendo un poco más liviano
por calles junto a perros visionarios
Calla ladridos, se escurre a las banquetas
vuelto fantasma sin tiempo para descifrar
el orín de otros perros en silencio
luchar cada tramo de barrio poseído
Defendido en palabras que salen
del hombre cabizbajo que pasa
Increpa y agita manos, escupe versos que lo atragantan
escribe en los contenes de calles sucias
teniendo que apartar al gato muerto, pestilente
plasmar frases que saltan desde lo profundo
sin dejar de transcribir con gis de escuela
Como si las paredes indiferentes de los colegios
se opusieran a leer el cúmulo de versos
que salen a poblar el barrio desde adentro del mundo
complicado del poeta
Letanía del cuerpo.
voy por tu cuerpo como por el mundo,
tu vientre es una plaza soleada,
Octavio Paz
El ojo de la noche despierta celos
sepultura en cumbre expuesta
vuelca entre cosas que descubre
de la nada el manantial que brota
se hace acreedor al fuego
leña milenaria que consume
donde arden cosas imprevistas
Poseso moja el bulbo en flor envuelto
quimera del cuerpo añora el mundo
misterio que recrea en rito concebido
nada pesa tanto como lo que oculto
se vuelve entraña cúspide e insomnio
abraza horas en que necesario debe
arribar el sueño que se busca en vano
Sin embargo por la culpa amaina
espera que la aurora calme al
verso, que rendido se escabulle
hacía crestas imposibles de alcanzar
así se enciende o apaga el amor
impulso desafiante que sostiene
en llama que jamás claudica, pena
que desgarra cuanto toca el alma
no llega a siesta compartida y sueño
entre mordiscos de papel, semilla
que endurece su costra si la tocan
labios del que pide agua en el desierto
Así por los caminos el poeta extiende
manos a mujeres de la noche, dueñas
en desvelo, mercenarias que desatan
vicios adquiridos por costumbre
constructoras de pecado a cuenta
de mentir, sentido frío de los besos
tan duro el corazón empobrecido
que a cambio de uno solo de estos versos
salta a volar agua repleta de tabúes
entre cuerpo y espinas, flores recias
Cada uno por su lado intenta
luchar contra tedio, pesadumbre
en la noche velar armas
que no saben definir espera
armas que atacan o defienden
armas de los días y las noches
furia medianera que en su drama
desboca el más grave desatino
cuando llega el dolor verdadero
las ganas de pelear cesan
se arrojan por la borda; los orgullos
quedan sepultados
Calla la boca, olvida el trauma
ante el paisaje obsoleto del tedio
resolución invariable ve el presente
por primera vez, por única vez
perdona todo
morimos al nacer
un poco cada instante
en la leche que se mama
acto involuntario que acredita
como humanos funcionales
orinar, defecar
volver el estómago sobre hombros familiares
todos tropiezan queriendo servir
Tan contraria la hora final todo duele,
apesta, se acumula en grises flemas,
que devuelve el cuerpo enflaquecido
estampa que se abate, débiles quejidos
noche rota en antesala de futuro
amanece a sabiendas que no está
mira el paisaje valora los entornos
la flor que da su centro a las abejas
elemental caída de las hojas secas
agua convertida en sal se vuelve
Andar a cuestas el camino de la mente
alzar desde profundos cuencos
los más débiles y sordos pensamientos
donde se enredan al morir las ambiciones
repito aquellos sones de la tierra mía
donde poetas adivinan pensamientos
y cantan a los cuatro vientos tonadas
que después se vuelven populares
En horas que desecha de alegría el alma
creída en su ignorancia eterna compañera
desdice de lo fatuo y pasajero de su fama
se aferra a desmentir sin ver la calma
así no más en tempestad que asoma tras
los últimos arboles del monte imaginado
la pena atraviesa provista de guadaña
con que cercena existencia sin propósito
El cuerpo se desliza por el cuerpo amado
agua entre las aguas busca su camino
hace de la trama cauce que atraviesa
confines que al buscar hacen destino
nada es algo cuando de buscar se trata
la paz que anhela hacer feliz al mundo
en lo sencillo del mensaje se construye
lo único que engrandece al hombre
Acto final atado en brusco escalofrío
donde el cuerpo a punto de ceder levanta
alas que ambicionan conquistar celajes
contra toda adversidad desatan su destino
postal donde se afirma concluyente ciclo
que ofrece vestir de formas irredentas
palabras con que poetas dictan sentencia
como desnudos desiertos que se ofrecen
Al margen de vida lazos vuelto trampas
arquetipo desdichado en pecho inerte
inclementes mofan al cuerpo que acabado
todo dio en la batalla sostenida del diario
sin imaginar que de la tierra se levanta
en letras que sembradas fue dejando
maravilloso mundo que en la mente
hacen recrear la vida ingrata del poeta
Asusta pensar del laberíntico loco desatino
dolor acumulado del que sufre sin ser visto
cuando entregado a letras marca su destino
tiende manos para salvaguardar su instinto
al cabo predispuesto el artesano de la lógica
cede al torrente que lo envuelve en su camino
sin presentir más allá de su pobreza, la fama
aguarda con su hipócrita cauda de mentiras
El ojo de la noche es un abismo negro
que se traga al mundo por más que niegue
acorazado de mentiras que parte sin rumbo
fragua de letras para fabricar poemas
desnuda confesión que nos convoca
a descifrar la última sonroja del payaso
el salto hacía la nada del suicida
la inverosímil carrera del ególatra
Amante del camino por terapia acepta
dado al desafió del crepúsculo mediático
los tiempos que conforman la revancha
y el dejar pasar el agua que no bebe
del que busca distraer su pena, amante
ofrece, al cuerpo en su diario sosiego
deshacer, los humos que construyen
espirales, que llevan al fondo del abismo
Hace al amor gigante predispuesto
a entregar el corazón como se entrega
el poema primero, la vida si es preciso
como augurio desafiante en plena brega
el cuerpo sembrado en tierra de escritores
bebe de la luz y del tesoro que derrama
el más bello aroma de la sierra que desea
poseer el secreto mortal de sus creaciones
Se aferra al íntimo poder de la memoria
aquel que no permite darse el tiempo
de recorrer la vía que forjo la imagen
al volverse contra todo lo que ha sido
no es el odio humano que lo cerca
ni la eterna sombra de los muertos
acaso el dolor que asume mientras
cabalga hacía futuro incomprensible
Traga del camino más bilis su boca
que la rubrica nerviosa del perdedor
mientras aspira a tener un minuto
para que anide en su pecho la frase
nada sabe y sabe lo que es preciso
mientras recorre la vida alza del piso
aquello que otros desprecian al paso
sin darse cuenta del valor de lo caído
Adquiere sabiduría de santos
que duermen con un ojo abierto
anda solo entre tantos al saber
que el mundo muerde lo que ignora
sabe cuidar de horas ofrecidas
y amores a destiempo que arruinan,
motiva a descubrir mundos internos
en la niebla entre pisadas invisibles
Teme al pensamiento no a los labios
sabe que tras la belleza del cuerpo
van los necios y tropiezan de nariz
mejor morir en el país de la imagen
otra vez sacar de adentro lo que duele
amaestrarlo con paciencia y desafío
hacer del cuerpo rada que desea y debe
dar cobijo al mundo derruido de la mente
Por amar sueños imposibles arma
el poeta, mil cuadernos y solo muere
por besar la boca que no sabe, de las cosas
que regala con sus penas el poeta
quién te viera vieja sombra desterrada
pasear a solas por las calles olvidadas
de tu mente y volverte niño entre casas
donde aún aguarda juvenil mirada
Ante los años se rinde el cuerpo
y se pierden briosos deseos juveniles
se gana con los años experiencia
valora la mente atesorar recuerdos
soporta cuerpo mil tempestades
y pasa callado ante el desprecio
con que castigan aquellos
que no pueden perdonarte
Quién te ha dicho que el dolor
es para siempre compañero de faena
y se lleva como epidemia que
corroe dentro al pensamiento
cuerpo de mil aguas prisionero
río entre visiones atrapado
a la espera del mundo siniestrado
que describe el pesar del misionero
Andas por mi cuerpo convertida
en lava que me devuelve a la vida
y grabas con tu amor a toda prueba
la existencia que te debo agradecido
sabes de secretos que me habitan
y de tristes temores y desprecios
de besos sencillos que me invento
para darle sentido a tus deseos
Es la fe recurso insuperable
del que arma en un mismo cuerpo
el poder de superar derrotas y da
la fuerza para comenzar de nuevo
admite ser recurso que atesora
faena más ardua y entonado verso
ofrece lo que lleva en loco espectro
sin poner remedio a lo sufrido
Desmiente cada estrofa la alegría
que derrocha sin hallar causa aparente
el cuerpo ignora influjos que la mente
trasmitir al fondo del sendero ansía
quiere dejar al cuerpo descansar
tras años de faena y frágil lucha
mas el cuerpo es arma y como tal
jamás depone su fiero batallar
Pide tregua en milenaria estrofa
el verso sin medida que desborda
fugado del fondo amado del escriba
el tempestuoso discurso que desnuda
restos son de épica batalla
versos que celebran la victoria
arrastran lo vencido y llevan
de estandarte lo ganado
Cuerpo que ha la vida ha dado
disciplina del ritmo y la cadencia
métrica con que decir al mundo
el secreto privilegio del poeta
urga entre su frágil compostura
la experta letra que deshace penas
del asombro con que dibuja ideas
cansado hacedor presume de poeta
Llegado al mismo número de años
que Dios ofrece entre dones al esteta
decide a los que tiene por amigos
regalar la pobreza de estas letras
en tanto aguante la inclemencia
podrá compartir la obra de sus días
como Dios comparte su alegría
infinita entre todos los que ama
Estoy agradecido y emocionado de estar en este esfuerzo monumental del poeta Fernando Sabido Sánchez.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo compañero de letras, con todo el cariño de dos patrias en un solo corazón.
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