sábado, 4 de abril de 2015

RAQUEL VÁZQUEZ DÍAZ [15.395]



RAQUEL VÁZQUEZ DÍAZ

(Lugo, 1990) es licenciada en Filología Hispánica.

Ha publicado el libro de relatos La ocarina del tiempo (2016), y los poemarios Si el neón no basta (2015), Lied de lluvia para una piel ausente (2014, Premio de Poesía Granajoven), Luna turbia (2013, Premio de Poesía Joven Gloria Fuertes), Pinacoteca de los sueños rotos (2012) y Por el envés del tiempo (2011, Premio Poeta Juan Calderón Matador). Fue residente de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores durante el curso 2014/15, donde abordó la escritura de una novela, inédita por ahora.


Tiene un blog personal:
Niebla eterna (http://nieblaeterna.blogspot.com), y colabora en Documenta mínima.




-Por el envés del tiempo, Cardeñoso, Vigo, 2011, 65 páxinas.

POR EL ENVÉS DEL TIEMPO Autora: Raquel Vázquez Editorial: Ediciones Cardeñoso. Colección: Raíces de Papel-PoesíaGénero: Poesía

Muy acertadamente, nos dice Blas Muñoz Pizarro en el extenso prólogo quededica a la obra que “Al leer estos poemas, se tiene la impresión de estar ante la obra dealguien que ha vivido lo suficiente como para decantar en ellos, con voz precisa ycontenida, una experiencia personal intensa y dilatada… “Pero la autora, a pesar de ser una joven de dieciocho años, ha sabido poner inteligencia y sensibilidad y presentarnos el sustrato conceptual de su mundo y de sutiempo de una manera personal, trenzando a la vez fantasía y reflexión, a lo largo desus versos meditados y no por eso carentes de la emoción que compromete a toda la poesía.


“Según brotan las huellas en la tierra,  
el sendero se vuelve más angosto,  
y hallar el equilibrio es imposible  
cuando todo camina hacia delante.”


Es éste un ejemplo de cómo la poeta trasluce su pensamiento con el ropaje poético que logra a lo largo del libro, en un ambiente de intimidad, 


“Porque aquí hay 
demasiado silencio
para hacer algo”.


El poemario está dividido en cuatro partes que dan entrada a citas de diferentesautores, como Felipe Benítez Reyes o Ángel González, y las cuatro engarzadas en eldiscurso que Raquel Vázquez nos ha querido introducir, con un lenguaje directo y preciso, a través de sus poemas.Pero “No todo es devenir”, dice en su último título, “…a veces, hasta el tiempo/ se encuentra / con muros infranqueables.” Y se cierra el círculo, como señala MuñozPizarro, haciendo más evidente la unidad de intención del libro.Un poemario, una bella aventura que inicia su recorrido poético, que desde aquíqueremos señalar, felicitando a la autora y la los lectores que se acerquen a Por el envés del tiempo.



ARMONÍA NATURAL

Lloran los árboles
cuando se ven desnudos
frente al invierno.





-Pinacoteca de los sueños rotos Isla Varia, Salobreña, 2012,(2012)


AUTORRETRATO
         
[Jean-Michel Basquiat]
         

Mis ojos son la noche
y mi piel es ceniza.
         
Creía portar una flecha para
asestársela al mundo
pero es un pararrayos
que me regala todas las tormentas
del cielo
               y del infierno
del vacío
               y del aire.
         
Y mientras la ciudad
sigue su curso
         
yo
       me ilumino
                         tiemblo
                                       me ennegrezco
             y me deshago.

Pinacoteca de los sueños rotos




FLOR DE MÁRMOL

Con sus hojas de máscara de hielo
blanca como la muerte
que chapotea en el lienzo del mundo

no habrá retorno ni viaje ni huida.

Apenas la constatación del frío
como guarida eterna
del choque artificial de nuestros cuerpos.

Pinacoteca de los sueños rotos
  




-Luna turbia, Torremozas, Madrid, 2013


PROBLEMA DEL MÉTODO

Es lo único que tengo de verdad en mi vida: paredes.
MICHEL HOUELLEBECQ

No hay manual de instrucciones
para intentar reparar viejos sueños.

Qué hacer: prenderles fuego por la espalda,
atropellarlos con un coche azul,
plantar en una maceta su llanto.

Antes de compartir nuestros relojes
en la cuna que asoma detrás de la madera.


CÁMARA

Detrás de un maquillaje
de pájaros afónicos
cuánto nos hemos soñado, tú y yo,
quebrados cómplices, testigos mudos
de cómo se desangra este silencio.
Apenas quedarán unas manos manchadas
por la caja de música
que en la niebla ninguno de los dos acertó a abrir.
Y el diafragma se cierra
y se encuentran nuestros ojos,
pero esta luz ya duerme en la humedad
y su página rota.
Con la mordaza sonreímos dolor.
El flash nos compadece, y de qué sirve.
No sé qué haremos con tanto recuerdo
muerto en líquido amniótico.



TRAS LA INDOLENCIA

I focus on the pain, the only thing that's real
Trent Reznor («Hurt»)

Mejor callar preguntas
que podrían hacer sangrar el aire
—tan peligroso su semblante herido:
desgarra oxígeno y pronuncia muerte.

Edificar en el silencio no violará a la quietud.
Pero cualquier ladrillo arrebatado
a la patria que invoca el más excelso llanto del faquir
socavará detrás de los cristales
una cama de hierro
donde aprender a soñar con el frío,
donde aprender a amar
las piedras que —ellas sí— podrán corresponderme
en esta tierra yerma prometida.





Lied de lluvia para una piel ausente, 
Alhulia, Salobreña, 2014
    


[Lloverte y recordarte]

pues sé que lo atraviesa para siempre
lo sé como se sabe la verdad más profunda
que se engarza al oxígeno
y acaricia el final de la piel y los pulmones
es la misma verdad
que viaja en estas notas
tan quebradas a veces disonantes
jugando a camaleones
en la cadencia negra de la lluvia
que cae cae y no
se cansa este metal desafinado

el ruido ya me pinta
de su color la sangre
el color de que tú no estés conmigo
creando este horizonte 
que se guarda callado
la ruta que me lleve hasta tu cuerpo
y que arrojó en la niebla
partido y sin retorno
el punto inalcanzable
en donde dejarías de dolerme

no existe ese lugar
como tampoco podría medirse
en herzios el sonido
que me arrastre a olvidarte
apenas queda en mí lo que te sueño
tu piel hecha de música y de mimbre
y tú debajo tan dentro tan siempre
maltrecho en mis palabras
hasta que un día la voz se me rompa

y tú estarás colmando ese silencio

cuando ya sólo sepa
lloverte y recordarte




Si el neón no basta
Ediciones de La Isla de Siltolá
Colección TIERRA, nº 56 (Poesía)
Sevilla, septiembre 2015.



Reseña de Raquel Vázquez, Si el neón no basta. Isla de Siltolá. 2015

Esta joven poeta de Lugo, ya con 4 poemarios publicados, fue residente en la Fundación Antonio Gala para jóvenes creadores. Su juventud contrasta con las referencias explícitas, Simon & Garfunkel, Kobayashi o Jorge Reichmann en la presentación. A lo largo del poemario se suceden Radiohead, Kansas y su éxito Dust in the wind, Pink Floyd que son grupos musicales no precisamente cercanos a su generación, salvo quizás Nacho Vegas.

Entre las características formales de su lenguaje poético está el acierto al combinar léxico no propiamente poético en sentido tradicional así como recurrir al inglés para los títulos de algunos poemas, evitando, a la vez, caer en el defecto de epatar por medio de denominaciones novísimas. En sus versos conviven sin estridencias estudios diferidos, cubos de Rubik, el Concorde, Chernóbil o un keylogger.

El volumen se divide en tres bloques, Neón=arpegio; Neón=afasia; Neón≠palabra. La primera parte gira en torno al amor y la sensualidad, pero sobre todo para la necesidad del otro para la autodefinición y simbiosis, como el título de uno de los primeros poemas: “Que nuestras manos sean / el único refugio que nos arde”. La reflexión sobre la vida en pareja seguirá predominando, pero con tintes más sombríos en las otras dos partes:

            “La vida
            ese boceto
            abstracto
            si tu piel no
            dibuja
            el
            horizonte
            del
            mundo” (Pintura)

            “El hollín en mis ojos no te mancha
            cuando eres escalera
            de luz
            interminable” (Lumbre)

La reflexión sobre la pareja y el otro como complemento marca intensamente el poemario, en especial la primera parte. El discurso amoroso entendido como simbiosis, y el yo que toma conciencia de sí a través de la mirada y el complemento del otro. “si el mundo sólo es mundo con un mundo y contigo” (Despedida del ahogado). El amado puede ser presente o ausente (La ruta artificial, Hilando sombras).

            “Y si en realidad no eres
            si al final nunca has sido
            lo que pretendía que tú fueras

            solo sabré amarte un poco más
            porque habrá abrazado sin quererlo
            el reflejo de mi íntimo fracaso” (A través del espejo)

            “mirarte hasta mirarme
            y a tus ojos
            tallar el agua que nos parta” (Casida para un beso)

           

Raquel Vázquez demuestra una gran sabiduría clásica en la versificación, aunque practique el verso libre o blanco. La multitud y variedad de diferencias y la preferencia por el poema corto, cortísimo, incluso el aforismo son rasgos esenciales del quehacer poético de la joven autora:

            “Las barreras que son
            de verdad insalvables
            nunca podrán trazarse sobre un mapa.” (You Behind the Bikesheds)

Una de las imágenes preferidas en este Si el neón no basta, consiste en jugar con la descripción del cuerpo del amado como un paisaje y la relación con la distancia: “Parece que hace tanto/tiempo en estos metros que nos separan” (Seems so long ago) como elementos esenciales de una pareja:

            “La erosión de saberte aquí pero a kilómetros
            de movernos sin lluvia” (Agua bipolar)

Disfrutamos de una delicada sensualidad en muchos de los versos, alternando con metáforas de gran expresividad: “El cielo es una goma que se derrite y sangra” (Summer sunset): “Me he inventado un braille para leerte” (Jaula desafinada), “Amar el hacha y que en toda esta sangre / brote un mínimo escombro de tus labios (El tronco que espera). La sensualidad entra preferentemente por la vista y por el tacto: “Tú me escribes el tacto en la memoria” (Al otro lado del lienzo).

En esta reflexión sobre la vida en pareja, si los deslumbrantes neones no son suficientes para perpetuar una relación, aparece el dolor por la pérdida, por el desamparo, por las oportunidades perdidas: “Todo es herida en mi” (Grito), “Como lo es el dolor / de que no existe más que la mirada” (Agua). Para, al final, como única solución alzar la Bandera blanca:

            “Horizonte vacío:
            la única piel que aún puede arroparme
            en mi inmortal derrota.


Publicado por Javier Gallego
http://profundamensuperficial.blogspot.com.es/2016/02/resena-de-raquel-vazquez-si-el-neon-no.html







Matrioska de quiebras

La noche envejecida
va perdiendo sus dientes.
Al menos eran limpios los mordiscos,
al menos su incisión
podía calibrarse.
Pero ahora en esta esfera
tallada en la mayor sombra del lodo
ya ni siquiera queda el sueño de algún límite.
Dónde termina el tiempo del dolor.
Dónde empieza a curar este desgarro.


Declive

En palimpsesto,
las hojas. Tanta gente
hecha de otoño.



Intemperie

Decir adiós, prender fuego a cada caricia
de la palabra siempre,
los pasos apagados hacia ninguna parte
si para mí no existe más hogar
que allí donde te encuentras.
Cuántos anocheceres
pueden caber en un solo segundo.



Contrapunto

Silencio a flote.
Sombras de arpegio hundidas
en la garganta.



Ruido blanco

El tiempo como un grito que ensordecen
nuestros ojos tan ciegos,
y el calendario, sólo un espejismo
de papel mientras bebemos cicuta
en un oasis con gargantas traidoras
de lo único que somos: muladares de sueños.
Tal vez ya escombros de nosotros mismos.





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