jueves, 23 de abril de 2015

LILIÁN ZULIMA GONZALES [15.745] Poeta de Colombia


LILIÁN ZULIMA GONZALES 

1973. Bogotana de nacimiento y quindiana por adopción.
Abogada en ejercicio y Profesional en Literatura.  Ha publicado en diversas revistas  y antologías, y  participado en talleres literarios con Juan Manuel Roca, Feferico Cóndor, y Jaime García Mafla. En la ciudad de Armenia, se ha vinculado a la red nacional de talleres literarios Renata y actualmente hace parte del grupo de escritores dirigido por Gene Tye Jacob
Tiene dos libros inéditos:    LOS MARGINADOS, conjunto de poemas inspirados esencialmente en  la vida de los suburbios bogotanos.,   Y   AMATISTA,  compilación de   poemas   centrados en reflexiones sobre lo cotidiano. Tiene varios proyectos literarios, entre los cuales se encuentra una novela denominada EPISTOLAS A ANNE MARIE o DIVAGACIONES SOBRE UN TEMA RECURRENTE y otra  llamada EL HOMBRE SIN DESTINO, de naturaleza psicológica.
Ha participado en  encuentros nacionales e internacionales de poesía.



La obra poética de Lilian Zulima Gonzales se inscribe dentro de una nueva tradición de poesía urbana, intimista y con un tratamiento psicológico de sus personajes. La sociedad contemporánea somete a sus individuos a una masificación en medio del ruido en donde la comunicación se reduce a un intercambio de señales monetarias dentro de un trafico alienado; solo cuando estamos con nuestros propios fantasmas, podemos establecer diálogos de significados reales en nuestras existencias. Se puede advertir en sus textos una incomunicación que a veces cruza las fronteras de los discursos bien pensantes, de las normativas que se dan al interior de los núcleos familiares y los contratos sociales. El poema deja abiertas sus cartas para expresar y gritar sueños y pesadillas.

En una parte de sus recientes trabajos la escritora marcha hacia el ruido de las calles; los bares, la lucha cotidiana por el pan; los arrabales de la miseria. Su mirada no es complaciente, no cede frente a las escenas grotescas que a diario pueden ser contempladas en cualquiera de nuestras ciudades.  Conserva además una pequeña reserva de sensibilidad y de humor para poder abordar la metrópolis decadente sin  hacer  proposiciones redentoras, ni parodias de indignación rosa. Es una mirada personal, distante y subjetiva que muchas veces se mete en la chaqueta del personaje para poder expresar con mayor libertad dramática el pensamiento de los desheredados de la tierra. Su obra de teatro en la ciudad esta compuesta de cientos de voces que buscan su propia y genuina diferencia.

Liliam Gonzales es una poeta que labra sus poemas con una economía de recursos en donde un empeño de síntesis, se manifiesta en la totalidad de un gesto. Sus textos, como un río de caudal poderoso, albergan una extraordinaria riqueza literaria en sus profundidades ––sedimento de aplicadas y selectas lecturas––. Es, sin lugar a dudas, una de las escritoras que en la escena Nacional, busca caminos y senderos de espíritu e intuición personal, demostrando de esa manera que la poesía de género no existe; que solo existe una frondosa ceiba florida en poesía, cuyas lenguas espirituales y poderosas  dialogan con su tiempo y con su mundo.

Omar García Ramírez



Para GRIFFOS DE NNEONN
http://griffosdenneonn2.blogspot.com.es/



TONADA

Señora!

Son dos o tres centavos

Promoción de aniversario por una noche sin mosquitos.
Admito  pasajeros de pie
ó tréboles incestos,
No lo dude
Soy central de servicios a bajo costo

Son dos o tres centavos
Ahí, en mi cartera
Gallardo nido de labiales rotos

Me gusta su mano
Celosa bofetada de  la cruz vencedora.
También yo entretuve   panes duros  de centeno.

Dos o tres centavos
Recibo dólares viejos en mi centro de lavado.
Ya mis gritos se aquietaron en el primer castillo.

Pude retornar a la selva de mi vientre para inmolar  el cirio del olvido.
Mas estoy en esta calle
Sin temores de niño
Ni manos que destrocen las hojas secas.

Sólo río
Libre al fin de la piel sudorosa
y los lunes insomnes.
Penélope insurrecta,
ya no canto su retorno

Acaso pido destemplada
dos o tres centavos
que se revelan oro en la indolencia de su ego,
y que han de llegar al paso de la oruga.

Señora
Son dos o tres centavos!




MUJER DE BAR

Te sentaste  en la silla azul y te acomodaste la falda de medio metro.

Dijiste que Ibas  a estudiar  en la Universidad.
Bellas Artes, dramaturgia, qué se yo.
En unos años, cuando salieras de las deudas
del frío
del  cigarrillo
de las piernas eruditas.

Habías bebido porque hoy venía el gordo
El que te golpeaba con cada polvo
Pero pagaba
                   Pagaba.

Me fui sin despedirme.
Todavía  me sacude  el extravío de tus ojos.
La  súbita inocencia apenas perturbada
La oportuna costumbre de ser única.





NIÑO DE AVENIDA

Nació cuando la noche  vomitaba llanto y el día, fragmentos de ingratitud.
Dormía arrullado por los pitos
los madrazos
los anuncios de periódico
los lamidos de perro
los besos de las putas

Un día oscuro le dio por besar a su madre, quien exangüe en marihuana,
lo pateó sin escrúpulos.
Con el sedimento calizo pegado a los dientes
 supo al fin que nació  para nada.
Que soñar y morir era lo mismo
Que  bastaba inyectarse para navegar en el agua podrida  de su balde

Vivió por  terquedad
para  fastidiar al mundo
enredarlo
compadecerse de nosotros, los sensatos.





MARCHA FÚNEBRE

“ Podéis creerlo, la tumba tiene más poder que los ojos de la amada.
  La tumba abierta con todos sus imanes.
 Y esto te lo digo a ti, a ti que cuando sonríes haces pensar en el comienzo del mundo”.
  Vicente Huidobro. “Altazor”.

Se me antoja que todos están muertos                                          
Que desde el carro principal se escucha “la chica de ipanema”
Y que mientras suena la voz de  Astrud Gilberto,
las gentes bailan ingrávidas , al compás del bajo.
Se mueven al unísono, pero el muerto,
el verdadero muerto,
 dormita como los poemas en otoño.

Se me antoja que en medio de la calle
Yo misma me hallo muerta
Ojos hundidos
Labios oscuros
Majestuosa

Y que  me embiste un carro
Y no me duele
Y me levanto
Y  camino y bailo con los otros

Se me antoja que me acerco a la limosina
Miro  el ataúd,  y  al muerto
“Todo está bien”, me dice
Pero tengo frío

Claro que me gusta el frío
Y los otros
 Y no esperar mi despedida.




VADEMECUM DEL RECICLADOR

La calle, el tiradero de todos
es una cálida cuna,  muy cercana al centro de la tierra

De la basura emanan extraños tesoros olvidados.
Hay en ellos un oscuro valor imperceptible.

La calle.
Puede dejarla o tomarla cuando quiera
porque a diferencia de su casa, es un estado natural de la materia.
Usted puede escabullirse en las barriadas,
cambiar de identidad,
Puede, además,
dejar de  comer y dormir por varios días
y olvidarlo por completo

En la calle habitamos los discípulos de los pies cansados.
Los poetas de las flores amarillas
Los felices infelices.


  

EL SEÑOR DE LA BIBLIOTECA

Es viernes en la tarde y usted y yo estamos aquí sentados releyendo textos, escribiendo lo obvio,
aprendiendo  lo que no ha de servirnos para nada,
tratando de ignorar la  infinita y extraña soledad que no logra abrigar nuestro silencio.

Es viernes en la tarde y secretamente envidiamos las gentes del bar contiguo
corruptibles
locuaces
envueltas en la ignota simplicidad

Viernes en la tarde escuchando murmullos
Incapaces de decir cualquier cosa o de levantar apenas la mirada.
De ser libres, digo,
para no seguir viviendo desde afuera.    




INCERTIDUMBRE

Pagué diez mil por una foto .

Con el ceño  fruncido y  el gesto adusto, podría pensarse  que bebo wisky, y  que mi marido es la reencarnación de Borges .
Podría pensarse.
Así  son todas las apariencias.
No se notan los malos ratos,  ni los perversos anatemas.
Sólo la resignación,  síntoma supremo, casi  virtud, que todo lo resiste.


Y tú, que crees que me miras,
es mejor que no estés seguro de nada.





CINCO MINUTOS EN EL INFIERNO

Almas jóvenes con trajes grises y miradas lánguidas
Débiles como  hojas de papel que se desmayan

Luces de neón
Mosaico de  bemoles y guernicas  pidiendo descanso
Huyendo del oprobio de los ojos antiguos

He aquí mis derrotas, mis laureles, mi esencia más profunda.
Mi desquiciado
y prohibido
 y dulce deseo.
Mi necesidad no hastiada de su cuerpo
Mis pecados, todos innombrables!!!

Las dudas emergen.
En mis manos  ya no existe la respuesta.

Me busco entre los cabellos de medusa
pero mi alma se encuentra despojada.
Las olas centelleantes  la distancian de los ritmos de vulcano,.

Más, es ella
No es otra
Aunque  su  presencia  me  perturbe.
Aunque sólo me recuerde los favores que me hacías cada tarde
Los libros que me dabas
Los mensajes cifrados,
tan claros para mi

Y como ya conozco el precio de nuestra debilidad 
y  no existe ningún indicio de asonada,
me resigno a la sentencia





CONFESIÓN

Me siento como una muñeca de trapo.
Vulnerable,  casi insulsa
Con  el cuerpo mustio al que una niña caprichosa ha envuelto  en  retazos de tela

Con  pinceladas inertes en lugar de  labios
con la piel yerta , y el cabello árido
con  los ojos como  botones negros en un rostro inalterable
con las mejillas reducidas  a  punticos estrellados

Como consumida
como extinta

Sin el milagro del  hada que complació a Gepetto
Para que mis ojos se agiten en pestañas y   ausculten cada línea suya
Para que mi boca renazca y  yo lo bese despacio, y lo muerda,   aunque se agote el tiempo
Para  que mi cuerpo, cubierto por encajes,   se contagie
Y lo abrace
Y lo apriete

Para recobrar las formas,  y jugar con las suyas
Como dos leones  en el ruedo
ansiosos por  la otra piel
por olerse,
por comerse ,
Por  ganar la partida a costa de un pedazo de carne
Por no ser los payasos de la noche
Ni muñecos de trapo
Por ser bailadores
Amantes
Amados





RECLAMO

No  debió decírmelo
Hay  rumores nefastos 
Verdades que se callan con el mismo sigilo de un secreto de estado.

Estaría invariable,
Pagando facturas, llevando los niños,
Almorzando sin conservantes ni grasas
En mi oficina,  resolviendo lo del día
Pero ahora
Por  temer que sus besos me fatiguen
Mandé los niños sin comer
No me puse  zapatos
Y  me parece, no estoy segura,
Que me estoy comiendo la mascota de la casa.







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