Francisco Benedito
Nació en Toulouse en 1967, aunque la mayor parte de su vida ha trascurrido en Valencia. Las páginas de "La pasión de ser débil" se han hecho biografía de una manera salvaje; el resto de ocupaciones han sido menos honorables y poco aportan aquí.
La pasión de ser débil
ediciones contrabando
colección Marte nº 1
Francisco Benedito
Admiramos la fortaleza y huimos de la debilidad, pero nos equivocamos.
¿Cómo hubiera sido eterna la leyenda del poderoso Aquiles sin estar adornada por la vulnerabilidad de su talón? ¿O cómo nos hubiese seducido de tal modo el rostro de Tadzio si no lo hubiéramos contemplado a través de los obsesivos y desolados ojos de Gustav von Aschenbach?
Francisco Benedito nos muestra en estos poemas un catálogo de sus debilidades, aquellas que sí debiera y aquellas otras que tal vez no debiera desvelar. Desnuda su conciencia ante nosotros hablándonos de la vida y de la muerte, del amor y del deseo, de su desaliento y de su fe, tanto en un dios ausente, como en sí mismo.
Si la poesía es todavía capaz de alterar nuestro ánimo por medio de su hondo mensaje, leyendo La pasión de ser débil experimentaremos sin duda esa alteración emocional. No seremos los mismos después de escuchar interiormente una voz atrapada por su pasado que trata de abrirse camino, de buscar su redención, entre las valientes dudas y las miserables recompensas del presente.
Juan Pablo Zapater
OBSCENIDAD
Sobre una piel joven, mientras adoro
los brillos fluorescentes
que se adhieren al vientre de la noche,
vuelve a desplegarse el tablero
del juego más obsceno y depravado.
Bajo la dura concha de la luna
en los sótanos de los instintos
se celebra este rito enmascarado;
el vapor de la pasión se mezcla
con el vaho pudoroso de la luz.
Es entonces que mi alma
–prudente tutora de mi cuerpo–
sujeta los pasos desprendidos
de mi gozo
Y sin embargo
nada cautiva más
que rendirse al peligro,
nada iguala el recóndito placer
de ser débil, de darse
y copular con la virtud.
LUZ DE AMOR
Habitar en el sueño que tú sueñas
es el sueño privado de mi cuerpo;
despertar en tu celda es mi reposo.
Carne viva te entrego, dale lumbre,
apágame en tu luz, amor oscuro.
TIEMPO DE VUELTA
Ahora que mi tiempo
ya ha dejado de ser tiempo de ida
habla en mí la conciencia más desnuda.
Es en este momento
–cuando parten los azules del verano–
que se me funde el alma con las cosas.
Suena dentro del pecho
la melodía verde de los árboles,
se desprenden sus hojas
que en otras estaciones
los vistieron fugaces de esplendor.
Es este ese momento
en que deseo el alma del otoño
llevándose las galas de la mía.
Otoño que desnudas este mundo,
llévame a tu raíz.
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