Estesícoro
Tisias, más conocido como Estesícoro (Στησίχορος, que quiere decir "maestro del coro", por su habilidad para dirigir los cantos corales), fue un poeta griego nacido en Hímera (Sicilia) hacia el 630 y fallecido hacia el 550 a. C. Era uno de los estimados y respetados nueve poetas líricos por los académicos de la entonces helénica Alejandría.
En su obra Fedro, Platón considera a Estesícoro nacido en Hímera (Sicilia). En monedas de Hímera está su efigie. Cicerón habla de que en esta población había una estatua suya. Lo que es seguro es que trabajó allí.
La enciclopedia Suda dice que hay quien opina que era de Metauro, del sur de Italia. El caso es que en Hímera transcurrió la mayor parte de su vida artística. Renovó la lírica coral articulando los poemas en estructuras ternarias (estrofa, antistrofa y epodo), que de su mano alcanzarán la perfección.
Dentro de la lírica griega, Estesícoro representa un puente entre la tragedia y la épica, a causa de su preferencia por la narración de mitos al margen de las conclusiones que de los mismos puedan sacarse, o de que sean pretexto para ensalzar a una ciudad o un personaje. Le interesan lisa y llanamente los relatos, en la medida en que forman parte de la tradición popular. Sus historias influyeron en las artes plásticas y muchas de ellas se encuentran reflejadas en la cerámica griega. Desde los años cincuenta del pasado siglo se ha incrementado el corpus de textos de que se disponía hasta ahora, de manera que ya es posible hacer una edición de sus obras, puesto que de los más de 26 libros que se le atribuían sólo habían subsistido fragmentos de unos 16, aunque muy numerosos.
Tiene una relación muy especial con Esparta. El Marmor Parium le atribuye un viaje a Esparta, y la Orestea la escribe para una fiesta espartana. La palinodia es modificada para satisfacer a los espartanos: en Esparta, Helena era una diosa.
Estesícoro viajó por toda Grecia y tomó parte en concursos poéticos de grandes fiestas. Parece que tuvo dos hermanos: Helianacte, legislador, y Mamertino, matemático; el ambiente de la época podría ser cercano al pitagórico.
Estesícoro recibió influjo de Homero, advertible en su obra sobre los retornos, concretamente en el episodio sobre Telémaco, en su despedida de Esparta con Menelao y Helena, argumento éste, homérico, con iguales formas. Lo mismo puede decirse de su obra relativa a la destrucción de Troya. Añade a la tradición temas como el fantasma de Helena, que viaja a Troya mientras estaba ella en Egipto. Aporta ideas como el sueño de Clitemnestra, la nodriza de Orestes y su persecución por las Erinias, la persecución de los vencidos de Troya, la suerte de las prisioneras troyanas, el perdón de Menelao a Helena, el enfrentamiento entre Eteocles y Polinices, que trata de evitar su madre Yocasta, el tema de las fenicias de Eurípides, y la locura de Heracles que figura en su Cerbero.
Leyenda
Se dice que cuando sus conciudadanos decidieron confiar la defensa de su ciudad, Hímera, al tirano de Agrigento (un tal Fularides), Estesícoro les persuadió de su error, narrándoles por primera vez la fábula del caballo y el ciervo: el caballo. en un intento desesperado por terminar de una vez con su irreconciliable enemigo, el ciervo que le traía cosido a cornadas, acudió al hombre. Pero ocurrió que, una vez sojuzgado el ciervo por el aliado, éste hizo lo mismo con el caballo. La ciudad de Hímera hizo caso de la fábula, y por esta vez se salvó de ser dominada por Agrigento.
Estesícoro también es famoso por la leyenda de su palinodia, seguramente el primer ejemplo en la literatura de tal tipo de poesía. En dicha palinodia, se desdice de la tradición acerca de que Helena de Troya fue la causante de la Guerra de Troya, y que fue tema de un anterior poema suyo.
Obras
Nostoi: relatos de viajeros que regresan al hogar.
Orestíada, cuyo contenido trataba del sueño de Clitemnestra, de la intervención de la nodriza de Orestes y de cómo las Erinias perseguían al personaje que da título a la obra.
Erífile, obra relacionada con el Ciclo tebano que trata de la venganza de los hijos de los siete que se enfrentaron con Tebas y perdieron, de la infiel Erífile, que traicionó a su esposo Anfiarao y de la venganza de su hijo Alcmeón.
Juegos fúnebres en honor de Pelias, de la leyenda tesalia. Son juegos en los que participan muchos de los héroes de Grecia. En la obra se tratan temas muy comunes en la antigua poesía, aparecen los Dioscuros y los cazadores del Jabalí de Calidón, se cuenta cómo mata al jabalí Meleagro y cómo mata también a sus dos tíos por los despojos de la presa.
Gerioneida, de al menos 1.300 versos, sobre la hazaña de Heracles con el gigante de tres cuerpos Gerión, que se conserva además resumido en la Biblioteca mitológica del Pseudo-Apolodoro;
Cálice y Dafnis tratan sobre amores desventurados.
Cerbero.
Diversos poemas que tratan sobre la Guerra de Troya le han sido atribuidos, como Helena (obra que se supone que se presentaba en dos libros), Palinodia (también de dos libros), La destrucción de Troya y otros. Asimismo, era conocido por su literatura erótica y sus canciones de amor.
Es de los más torpe e inútil llorar por los muertos.
Vamos, Musa de aguda voz, comienza tu canto
celebrando con lira amorosa a los jóvenes samios.
Cuando en tiempo de primavera alborota la golondrina...
Musa, desecha tú las guerras, y conmigo
celebra las bodas y banquetes de dioses
y héroes y las fiestas de los felices..
Se basan en temas míticos, entre sus principales personajes encontramos a: Elena, Heracles, Erifilia. Además, habla de las historias de Troya, en la Palidonia, dice que Helena no es la causante de la Guerra de Troya.
Sus poemas, tratan principalmente sobre Héroes, y no dioses. Además fue conocido, por sus canciones de amor y poemas con una connotación erótica.
Nos encontramos también con el transporte fantástico: en la Gerioneida Heracles viajaba hasta Eritia en la copa del sol; este vehículo solar es una antiquísima representación que tiene paralelos en cuentos egipcios, lituanos y germánicos, y que dentro de la literatura griega reaparece en Mimnermo, Pisandro y Esquilo. Conservamos un fragmento de la mencionada obra de nuestro poeta en el que se leen los siguientes versos:
El sol, hijo de Hiperión,
en la copa embarcó
de oro,
para, Océano cruzando,
llegar a los abismos
de la sacra noche oscura,
al lado de su madre,
su joven esposa
y sus queridos hijos.
Mas él, de Zeus el hijo,
con sus pies
en bosque se adentró
umbroso de laureles.
Ciertos detalles que aparecen en las composiciones de Estesícoro coinciden también plenamente con los normales en el folk-tale: que el enemigo del héroe sea un monstruo (piénsese en Gerión, provisto de tres cabezas, seis pies, seis manos y, por si fuera poco, alas 'O; Escila, la hija de Lamia, bruja que se comía a los niños que robaba); el hecho de que el monstruo habite en un lugar maravilloso: Mimnermo hace partir la copa del sol del Jardín de las Hespérides y justamente Heracles, en la Gerioneida de Estesícoro, realizó el viaje opuesto; se encontró, entonces, el héroe con un jardín bien descrito por fbico, jardín fabuloso donde
En primavera
crecen los membrillos cidonios
irrigados
por canules que fluyen de los ríos
donde está
el jardín sin mancha de las vírgenes
y los pimpollos de la vid
van creciendo y florecen
bajo umbrosos retoños de la parra.
no estará de más mencionar los versos de calurosa acogida que dedica Alceo a su hermano Antiménidas, mercenario que fue de los babilonios en lejanas tierras, en la ocasión de su regreso:
Con los babilonios
luchando en común
una gran proeza
a cabo llevaste;
y de sus trabajos
librarles lograste
en matando a un hombre,
feroz contrincante,
que de cinco codos
-y codos realestan
sólo menguaba
un único palmo.
Estamos en pleno Catálogo de las naves; en el recuento figura el hijo de Heracles, que acude a Troya con sus pertrechos para robustecer el campo aqueo; y el personaje se nos presenta envuelto en la aureola de señor de Rodas, oikistés de la isla:
Tlepólemo Heraclida,
valiente y de alta talla,
de Rodas nueve naves
condujo de rodios aguerridos,
que Rodas habitaban
en tres grupos partidos:
Lindo, Yáliso y Cámiro blancuzca.
A ellos capitaneaba
Tlepólemo famoso por la lanza,
a quien pariera Astioquia
para la heráclea Fuerza,
aquella que de Efira
desde el borde de Seleente el río uen
botín se llevara, .
habiendo destruido
ciudades muchas
de mozos que por Zeus fueron nutridos.
Y Tlepólemo,
una vez que en palacio bien construido
ya fuera criado,
un día mató al tío de su padre
por materna línea,
Licimnio, rama de Ares,
que ya iba envejeciendo.
Al punto construyóse naves
y gente numerosa reuniendo
se hizo a la mar huyendo,
que ya le amenazaron
los demás nietos e hijos
de la heráclea Fuerza.
Y luego que errabundo
llegó a Rodas, dolores sufriendo,
por tribus en tres grupos se asentaron,
y por Zeus, que en dioses y hombres manda,
fueron estimados,
y por encima de ellos
vertió el hijo de Crono
divina1 riqueza.
Estesícoro: resumen de sus obras
Juegos en honor de Pelias
Este poema pertenece a la leyenda tesalia, que fue desde muy pronto puesta en conexión con la expedición de los argonautas. Según el mito, Pelias (tío de Jasón) arrebató el trono de Yolcos a su hermano Esón. Jasón regresó a su patria con el vellocino de oro, y Medea engañó a las hijas de Pelias para cocerle en un líquido mágico. Muerto su tío, Jasón celebró unos funerales en los que participaron todos los héroes de Grecia. El poema se conserva muy fragmentado, pero podemos leer versos sobre una carrera de carros, una boda, y victorias conseguidas por diversos héroes. Los Juegos serían la parte final, ya que el grueso del poema se centraba en mitos relacionados con los argonautas.
Gerioneida
Parece que nuestro autor puso de moda el relato que contaba cómo Heracles mata a Gerión tras robar su ganado (el décimo de sus Doce Trabajos). Lo original y curioso es que para Estesícoro el mundo de Occidente ha perdido su carácter fabuloso, siendo Tartesos el 'campo base' de la expedición de Heracles y (si los fragmentos se han interpretado correctamente) el lugar de nacimiento del pastor Euritión. Como Tetis a Aquiles en la Ilíada, la madre de Gerión (Calírroe, una de las Oceánides) le pide que desista de luchar, lo mismo que Menetes (pastor de Hades) antes que ella. En otra escena, Atenea pide a Poseidón que no intervenga a favor de su nieto. Heracles mata a Gerión con una flecha envenenada (con la sangre de la hidra) y con la clava, y luego regresa a Tirinto. Es el poema mejor conservado, y permite ver su estilo lento, con largos discursos y reminiscencias homéricas. De entre sus logros, destaca la humanización del monstruo, así como ser el documento literario más antiguo donde la Península Ibérica se entrelaza con el mito griego. Quizá la Escila fuera parte del poema, formando un episodio de la vuelta a casa del héroe.
... a través de las olas del mar profundo llegaron a la hermosa isla de los dioses, allí donde las Hespérides tienen su casa de oro.
Cazadores del Jabalí
Se centra en la caza por parte de Meleagro del jabalí que asolaba Calidón (en Etolia). Concluida la caza, se entabló una disputa entre los etolios y los curetes por los despojos del jabalí. En la Ilíada (canto IX) se nos cuenta que, tras matar a sus tíos y hacer enfurecer a su madre Altea, Meleagro se retiró de la lucha, aunque acabó salvando la ciudad; nada nos dice, sin embargo, del tizón ardiente unido a la duración de la vida del héroe. Del estesicóreo conservamos sólo tres fragmentos, uno muy breve del momento de la muerte del monstruo, parte de la lista de héroes participantes y el orden del posterior combate.
Cerbero
El último de los Doce Trabajos de Hércules fue capturar al perro infernal Cerbero, episodio ya aludido en el canto VIII de la Ilíada, muy difundido después (sobre todo en Esparta) y parodiado en las Ranas de Aristófanes. Los fragmentos que conservamos sólo contienen algunas palabras referidas al monstruo (de un ladrido sin fin), al Hades o a la muerte.
Erifila
El poema refiere la expedición de los Epígonos, los hijos de los Siete Jefes, contra Tebas, destacando entre ellos Alcmeón, que mata a su madre Erifila. Un único fragmento procede concretamente de esta historia, y cuatro de la expedición anterior, los Siete Jefes fallecidos ante los muros de Tebas, cuyo lazo de unión es precisamente quien da nombre al largo poema. La aportación de Estesícoro es la organización en torno a la mujer funesta, y un estilo lírico en el que destacan los discursos.
Así dijo la divina mujer, expresándose con dulces palabras para alejar de la querella en el palacio a sus hijos.
Destrucción de Troya
El poema deriva de la obra del mismo nombre de Arctino de Mileto, de la Pequeña Ilíada de Lesques de Mitilene y de una obra de Sácados de Argos (todas ellas perdidas, aunque dejaron huella en Virgilio y en Quinto de Esmirna). Los fragmentos que conservamos de Estesícoro hacen referencia a un discurso y un presagio sobre el fin de la guerra, a la construcción del caballo y a los aqueos saliendo del mismo, a la aparición del espectro de Aquiles, a la cautividad de las troyanas y a la salvación de Helena. Este poema influyó en los trágicos (sobre todo, Agamenón de Esquilo, Áyax de Sófocles, Troyanas y Hécuba de Eurípides) al iniciar el tema de las miserias de los vencidos y los abusos de los vencedores.
Retornos
Poema sobre la vuelta a casa de los héroes aqueos una vez acabada la guerra de Troya. El único fragmento conservado sigue muy de cerca la Odisea (canto XVI), con Telémaco despidiéndose de la corte de Menelao y Helena, en Esparta. Quizá el poema fuera cantado allí.
Helena. Palinodias
Algunos testimonios de la Antigüedad hablan de que Estesícoro escribió un poema sobre Helena en el que seguía la versión homérica (la heroína abandonando a Menelao por Paris); posteriormente, el poeta, tras ser cegado por los dioses, habría escrito otro canto, una palinodia en que se desdecía de sus anteriores afirmaciones. No hay que olvidar que Helena recibía culto divino en Esparta, lugar donde Estesícoro cantaba sus poemas, y al parecer en su Palinodia el poeta atacaría a Homero (porque escribió que Helena marchó a Troya) y a Hesíodo (retrasando la aparición del 'fantasma' de Helena antes de su rapto anterior, por el rey de Egipto). Estesícoro, por tanto, reivindicaba la castidad de Helena, quien no habría dejado Esparta según su última versión.
No es verdad ese relato: ni te embarcaste en las naves de hermosos bancos ni llegaste a la ciudadela de Troya.
Orestea
El poema sirvió de modelo a la trilogía de igual título de Esquilo. Los fragmentos son escasos, y refieren el momento en que Apolo entrega su arco a Orestes. Debió recitarse en una fiesta primaveral espartana, y seguramente finalizaba con la purificación del héroe (el juicio en el Areópago es invención posterior).
Europea
No hay fragmentos de este poema, que es citado en una referencia. El título viene por el rapto de Europa (por Zeus, en forma de toro), que constituiría un episodio central. El poema se ocuparía de la historia de la familia de Agenor, con el viaje de Cadmo y la fundación de Tebas, y la historia de sus hijas y descendientes. Su fuente sería Hesíodo (la Teogonía y los Catálogos de mujeres), así como la Europea de Eumelo de Corinto.
Cicno
Poema en torno al bandolero Cicno, vencido por Heracles. No ha llegado a nuestros días. Se inspiraba en el Escudo (que Estesícoro atribuía a Hesíodo), y dio lugar al refrán "ni Heracles contra dos", ya que el héroe no sólo venció al bandido, sino a Ares, su padre y protector.
Trenética popular
Nos quedan referencias a tres poemas (Cálice, Rádine, Dafnis), versiones literarias de poesía erótica-trenética cantada en fiestas que tenían relación con el ciclo vital. Encontramos temas como el del héroe que desaparece o muere, o el de la heroína que busca su amor en vano y se suicida. El libro que los contenía podría haberse llamado Paideia o Paidiká ("Cantos de Jóvenes"). El único fragmento conservado contiene el comienzo de Rádine:
Ea, Musa melodiosa, comienza el canto ... sobre los jóvenes de Samos, mientras tocas tu amada lira.
Fábulas
Personaje político (ya fuera en Hímera o en la Italia meridional), Estesícoro usó la fábula a modo de ejemplificación. Únicamente referencias nos quedan de ellas. La primera, El águila y la serpiente, es recogida por Aristóteles y cuenta cómo tras ayudar a un águila que luchaba contra una serpiente, el labrador vive salvado por el ave, que no le deja beber del agua envenenada. El poema aconsejaba distinguir entre el verdadero enemigo y el enemigo sólo aparente. La segunda fábula, recogida por Aftonio es El caballo, el ciervo y el hombre, y explica cómo, por combatir al ciervo que le quitaba pastos, el caballo aceptó ser esclavo del hombre. Según Aristóteles, el poema tendría tres elementos: una exhortación a los himerenses para no otorgar una guardia a Fálaris (elegido general con plenos poderes), la propia fábula, y la exhortación final, que según el filósofo diría: Así también vosotros mirad no sea que por querer castigar a los enemigos os pase lo mismo que al caballo, puesto que ya tenéis el freno al haberle elegido general con plenos poderes; pero si le dais una guardia y le dejáis montarse, seréis en adelante esclavos de Fálaris.
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