Miguel Rual
Nace en Oviedo en 1992, donde cursa estudios de Medicina.
Miembro fundador del grupo Anatema, sus poemas han sido publicados en las antologías Tenían veinte años y estaban locos (La Bella Varsovia, 2011), seleccionada por Luna Miguel, y Mecánica Celeste (Círculo Cultural de Valdediós, 2012), dirigida por José Luis García Martín, además de en varias revistas digitales como Obituario. Apasionado de los idiomas, compagina su escritura en castellano con la escritura en inglés. En esta última lengua ha publicado en la Harvard Summer Review (Issue 17, Summer 2011,
Harvard University Summer School Writing Program, 2012), en la revista de literatura Chutzpah! (Issue 16, Winter 2013) , así como el libro Parts of us, dentro del proyecto internacional de poesía Poetry Will Be Made By All!, de la organización 89plus. Compartir el frío es su primer libro de poemas en castellano, aún inédito.
Escribe en: http://miguel-rual.blogspot.com.es/
Detalles en la oscuridad
Tu mano
en la cama de un extraño
alrededor del cuerpo de un extraño
o
mi mano
en la cama de un extraño
buscando mi cuerpo
1.
Nunca quise volver
a la blanca ciudad a la que pertenecí
una ciudad gris de crispada melena de cenizas.
Nunca quise volver
y enterrarme profundo en el húmedo suelo
donde no reconozco mi cuerpo
pero en ése pedazo de tierra desbordada
un llanto
me ata (…)
Nunca quise volver a la ciudad de las cenizas
si no fuese
por mi funeral.
OVIEDO
Y a pesar de los seres
que la habitan,
yo levito
y sin rozar el suelo entiendo
los murmullos
que la ciudad esconde
en los pliegues de agua
que la llueven.
Dice que ella no es gris
—y digo ella porque Oviedo es una señora
adúltera—
pero que se disfraza con el sucio gris
de las palomas y de las tormentas
para que las urracas de la ciudad
no la perciban
y pueda recibir en el amplio lecho
de su fuente
—en armónica orgía—
los líricos colores del amanecer.
úlcera
[…] toda lesión abierta de la piel o membrana mucosa
[…] al perderse parte del tejido
[…] escasa o nula tendencia a la cicatrización espontánea
[…] tiende a infectarse.
cicatriz plana
lo plano se mezcla con lo que no existe más allá del papel. sin embargo, esta piel retorcida permanece inscrita sobre mi cuerpo como un sello previamente llevado a un estado de ebullición. lo imperceptible al tacto asciende a un estado mental que roza lo onírico. todo lo plano tiende irremediablemente al relieve. el papel acabará siendo lengua de fuego y ceniza al igual que la carne se arruga o el violín se rasga.
(de Úlcera, pequeño poemario que aún se sangra, que aún sigue buscando un cuerpo al que agarrarse)
Carmen G. de la Cueva me publicó hace unas semanas dos poemas en La Tribu de Frida. Dos poemas escritos después de La Casa Encendida y la noches con los perros románticos por Madrid. Y qué noches. Dos poemas donde Óscar y Vicente son los protagonistas. Espero que a los demás no os gusten demasiado porque no los he escrito para vosotros. Una de esas noches nos pegamos con alguien en la Plaza Vázquez de Mella porque se había reído de David Meza. Óscar perdió su camisa de cuadros pero eso fue otro fin de semana. Nos sacamos dos fotos casi iguales: una en octubre, otra en noviembre. Mi favorita va a ser la tercera porque significa que volveré a verlos a los tres. Escribí un tercer poema sobre aquellos días, pero solo lo va a leer Luna. De momento.
Oscar García Sierra por Miguel Rual
TÍO EN LOS BAÑOS DE TU BAR HAY MUCHOS PERROS
Arrastrábamos ya de tantas noches la existencia
La clínica desviada del obligado a alejarse
Aun siéndolo
Del animal
Hicimos del ser objeto de rechazo todo un arte
Tutoriales en YouTube cursos
En la universidad
Y hemos llegado hasta aquí sin mancharnos las manos
Demasiado
Sangre de quién en qué chaqueta?
Ruido de nadie en ningún sitio
La masculinidad el
Quién tiene más grande la
Sensación de vacío
Alguien me dice en unos baños "me siento solo"
Soy incapaz de decirle nada que lo reconforte
"Yo también" quiero gritarle pero no digo nada y le doy un abrazo
Si baja alguien más les sacaré una foto para que quieran morirse juntos
Alguien más baja
Al dueño del bar le digo que tiene un problema
Tiene los baños llenos de perros tristísimos
No dice nada
Me da un abrazo
Alguien
Nos saca una foto
— ♥ —
Vicente Monroy por Miguel Rual
VICENTE MONROY DESCIENDE
A LOS INFIERNOS
And I like large parties. They’re so intimate. At small parties there isn’t any privacy.
—F. Scott Fitzgerald, The Great Gatsby
Cuidado. Si yo soy un espejo roto y tú
eres también un espejo y decides mirarte en mí
te creerás erróneamente roto.
Así empiezan las tragedias: con noches densas como el mercurio
o el semen. Con un pórtico azul
electrostático y el zumbido de abejas electrónicas.
Hombres que cambian ceniza por monedas. Hombres
que cambian hombres por monedas.
Monedas que aplastan hombres e insectos
limpísimos
sobre los que nos ponemos de rodillas para enjugar con alcohol
el suelo de nuestra mente.
Luz estroboscópica
para leernos el pensamiento.
El asco la orina las ratas
—encerrados los cinco en un baño—
para pensar en el norte en las estrellas en el fuego.
Vicente Monroy baja las escaleras de metacrilato
de dos en dos
— el aire no sabe vibrar en el Infierno /
por eso la música no suena en el aire en el Infierno /
cada uno escucha una música diferente
en su cabeza en el Infierno —.
Con cada paso la luz cambia de color. “Como en las películas” escuchas
decir a alguien cuando la luz se ha vuelto roja.
Pareces un vampiro.
O un director de orquesta
en la orquesta
que es la noche.
Hay grillos y luciérnagas también entre el asfalto. Saltamontes. No les interesan nuestros problemas nuestros sueños nuestros poemas. Solo quieren hacer cri-cri dar luz saltar. “Quiero aspirar a eso” me dices antes de comernos dos gatos azules. Hacer cri-cri dar luz saltar. Me digo que debo recordarlo.
Mueves las manos como si dirigieses una enorme balsa y nos guiases por una laguna Estigia que alguien escondió en una pirámide de cuerpos. Estás escribiendo un poema en el aire para saber volver a casa cuando te canses del Infierno. Has dormido a los perros de tres cabezas de la entrada y has traído a las sirenas para que nos quedásemos contigo.
La laguna está en la superficie del planeta y tiene la estructura de una red social.
Pero seguimos bailando como si nada porque eres Micente von Roy esta noche. Eres Orfeo descendiendo al Infierno. Eres Orfeo despedazado y la cabeza cortada de Orfeo que alguien encuentra flotando en un río y la coge y la besa. Besa tus labios de ciego limón. Eres una cabeza que flota entre la música roja y a la que todos quieren tocar. Tú te ríes de ellos y les escupes en la boca dices "¿quieres explotar conmigo?" (te he robado este verso) pero nadie te responde. Insistes: "Pienso seguir en pie / cuando se acabe el mundo. / Cogeos de mi mano" (estos también son robados). Y es gracioso porque recuerda eres tan solo una cabeza que flota como las cabezas de las santos. Cuando se olviden de ti nosotros recogeremos las partes de tu cuerpo puedes estar tranquilo. "Que somos buenos" (este verso se lo he robado a Unai)
Vamos a drogarnos como los caballos.
Que sea de día ya cuando nos droguemos como los caballos.
Vamos a ser unos caballos terribles.
"Que somos buenos"
Vamos a mirar al universo a la cara.
No vamos a tener miedo.
No queremos tener miedo del universo pero estamos aterrados de nuestro propio planeta.
Vamos a ver fantasmas a plena luz del día.
Queramos o no
vamos a ver fantasmas a plena
luz del día.
Si en el Infierno no hay tiempo vuelve atrás.
Seguimos en una esquina.
Suena música muy azul.
Hay luces muy electrónicas.
Hay hombres muy hombres.
Hay hombres muy insectos.
Hombres muy monedas.
Todos zumban como abejas porque con su espectáculo están libando la miel con la cual creamos nuestros poemas.
Eso es la poesía: mirar al mundo desde las esquinas
no escribir poemas.
Ahora hay alguien que te da agua y te acaricia la cara. Tienes los ojos más abiertos que nunca nadie haya visto.
Tranquilo
nos has traído contigo a los Infiernos
y vamos a cuidar de ti.
AUTORRETRATO
"...neither flesh nor fleshless;
neither from nor towards; at the still point,
there the dance is," .
—T. S. ELIOT
si sé
que toda forma
es un vacío
puedo olvidar
la belleza
con un gesto
"Let the soul of man take the whole universe for its body."
—SIMONE WEIL
un fado,
una lágrima…
Se funden las voces
en la garganta
—goela—
de un principiante demasiado experimentado.
No se trata de aquel bar
—¿se llamaba Pensão Amor?—
ni de aquella calle
tan llena de noche
y de ti y de tantos otros…
La cuestión es que todo eso
sucedió más tarde:
el vino, la rosa, el leopardo,
Miquel, Francesco.
En ese momento
un fado,
una lágrima…
y tu mano sosteniendo la mía bajo la mesa.
Compartir el frío (inedito, 2015)
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