Fanny Campos Espinoza
(Chile, 1980)
Bachiller en Ciencias Sociales y Humanidades, de la Universidad Católica de Chile. Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Chile.
Ha participado en diversos talleres de poesía en la SECH y en Balmaceda 1215, Santiago. Sus poemas han sido publicados en diversas antologías y páginas web, y ha participado en variados encuentros de poesía y performance.
Con el premio Mustakies a Jóvenes Talentos, publicó junto a Carolina Castro y Marcela Saldaño, Inclinación al Deseo y al Caos (Ediciones Balmaceda 1215, 2002), y fue invitada a participar en el proyecto de reescritura de Canto General de Pablo Neruda, con otros poetas jóvenes, Desencanto Personal (Editorial Cuarto Propio, 2004). Es miembro de Descentralización Poética, y Poesía Fuera de Mapa.
MADRE POR UN RATO
Un joven de pensamiento mágico
reclama ser nostradamus latino
y mi ojo su biblia
En el parque jugamos como niños
o decimonónicos chicos románticos
No me gusta ser su madre
pero a él le gusta ser mi hijo
Entonces
lo miro desde arriba
mirarme desde abajo
en un andén de metro
desde esa pequeña gran simpleza
pidiéndome cual edipo
relaciones incestuosas.
NUNCA LES CONTÉ LA HISTORIA DE MI PADRE
CON 777 CARAS Y SU AMANTE MÚLTIPLE
No la conozco
Él nació muerto pero
se pega a cada espejo que encontramos
en el transcurso del cuento
Su ausencia data de tiempos inmemoriales
Colecciona ojos en una vieja alacena invisible
La niña gato en la fosa temía le quitase los peces
de su pequeño útero
Ella no sale muy a menudo de la jaula del olvido
Janequeo es un poco gata y araña
Sus pechos son de nadie No son de perra
No son de hermana No es niña
sino santa
Anoche mordió mi lengua
No sé si en sueños o despierta.
LOU ANDREAS
“desembocar en el vacío
como todo el ardor
y arrobación deben hacerlo…”
Lou Andréas Salomé
Guardé los bigotes de Nietzsche
dentro de una cajita musical
La escuché un par de veces
y la música se enamoró de mis oídos
Tengo una colección de ojos
grandes almendrados
tristes risueños
Todos me los dio
un séquito de hombres desquiciado
y yo histérica besé a filósofos extraños
que siempre me obligaron
a darles con un látigo
Prendí a mi pecho
a poetas niños
y jugué a ser madre
por un rato
Fue mejor que cuidar muñecas
o tener hijos propios
Busqué como ninguna
el amor en otros
pero jamás entre tantos
lo encontré
Por eso nunca hice el amor
ni siquiera con mi esposo
Virgen virgen fui
virgen hasta el suicidio
de otros
de esos tantos
que regalaron
sus bigotes o sus ojos
a mi triste colección.
IN HYSTERA O ANTIGÜA NIÑA-GATO SIN TEJADO
La niña quiere ser todo
lo deseado por la madre ver
Pero la madre desvía la vista
Tropieza con mi padre Lujuriosa dulzura
Me enamoran los ojos que llenan
los de mi madre Y soy todo para él
Él llena mis ojos Yo lleno los del
Y mi madre queda ciega.
II. PORQUE EL AMOR NO EXISTE
Castillos medievales en la ciudad
“…quería inmovilizar su belleza para que fuera eternamente ‘comme un rêve de pierre’. Y amaba sus laberintos subterráneos —’le fascinaban las tinieblas del laberinto que tan bien acordaban con su terrible erotismo de piedra, de nieve y de murallas’.”
Alejandra Pizarnik.
Porque el amor no existe
Sin explicación no me presento a ninguna cita
Prefiero acariciar a mis gatos mientras me masturbo
mirando una foto de Lou Andreas Salomé
pegada a la puerta de mi clóset.
Byron maúlla cada vez más fuerte
Quiere que lo deje entrar
bajo la lluvia helada
compadezca su cojera
tras los cristales chirriantes
bajo sus garras
El agua en la tina ya no quema
demasiada sangre fría las doncellas
y los fetos se niegan a nacer
Bastardos quieren no tener boca
no poder gritar nunca
“el amor no existe”
Ante esto
los gatos mojados
no conmueven.
Recostada en la desnudez
“… una fascinación por un vestido blanco que se vuelve rojo, por la idea de un absoluto desgarramiento, por la evocación de un silencio constelado de gritos en donde todo es la imagen de una belleza inaceptable.”
A. Pizarnik
Escucho los gemidos que se acercan
La tina llena de sangre me recuerda a Báthory
Mi gata lleva su nombre y es curioso
maúlla cada vez que me corto
Y cada vez que cae una nueva gota roja
Byron rasguña los vidrios de la ventana
Mi casa está llena de maullidos de Báthory
rasguños de Byron
la tina siempre lista para un baño
los gemidos los tengo grabados
y oprimo play
cada vez que quiero recordar el espejo
antes de quebrarse
antes de haber descuartizado al primer ángel.
Madre por un rato
Un joven de pensamiento mágico
reclama ser nostradamus latino
y mi ojo su biblia
En el parque jugamos como niños
o decimonónicos chicos románticos
No me gusta ser su madre
pero a él le gusta ser mi hijo
Entonces
lo miro desde arriba
mirarme desde abajo
en un andén de metro
desde esa pequeña gran simpleza
pidiéndome cual edipo
relaciones incestuosas.
III. LA BARROCA CHICA- OFELIA
“…nadie tiene más sed de tierra, de sangre y de sexualidad feroz que estas criaturas que habitan los fríos espejos. Y a propósito de espejos: nunca pudieron aclararse los rumores acerca de la homosexualidad de la condesa, ignorándose si se trataba de una tendencia inconsciente o si, por lo contrario, la aceptó con naturalidad, como un derecho más que le correspondía. En lo esencial, vivió sumida en su ámbito exclusivamente femenino. No hubo sino mujeres en sus noches de crímenes.”
Alejandra Pizarnik
Alivio
Dice llamarse Artemisia como la pintora barroca
Yo la llamaré Ofelia porque está loca y tiene
los ojos tristes
La encontré vagando por los techos
Me simpatizó por su idéntica costumbre
Y porque al verme se apiadó de mí
“contigo se ensañaron
a cristo martillaron las muñecas y los pies
a ti los párpados Pero tú no tendrás resurrección
y no volverán nunca a verte llorar sangre”
me prometió.
Invisible encanto tras la cerca del jardín
Sopla el viento un olor extraño Y yo no sé
cómo nunca para de caer ahí oculta
la sangre sobre todos los altares
mientras nos acariciamos desnudas
nadando en carmesí
como cuentan las leyendas
mantener tersa la piel
honrar a la triste condesa
Se desatan los ojos
no miran y miran
hacia ningún lado
Se desatan las cabezas
a los cuerpos mal atadas
Se desata la tormenta
desgarrando las pocas
certidumbres
que se tornan agua
y sangre
veloz y nauseabunda
por el desagüe
de mi tina.
IV. UN ÚLTIMO ROMÁNTICO RASGUÑO
“Come, bebe, juega, y cuando te des cuenta de que eres mortal disfruta de las delicias presentes. El alma, tras la muerte no tiene ningún placer; yo me llevo lo que comí, y aquello con lo que sacié mi deseo. Pues soy polvo, yo, quien tuvo tanto en otro tiempo.”
Epitafio de Sardanápalo. Anónimo.
Disfrazan tan bien los disfraces que parecen reales
Tan sólo puedo mirar los reflejos
Nunca verme a mí misma a los ojos
El mundo crece ante mi pequeñez
Ahora soy yo quien rasguña las ventanas
y Báthory es quien llora dentro de una tina
No comprende cómo se ha degollado lo Eterno
aún dentro del vientre de la madre-padre
Vuelvo a rasguñar los vidrios
Maúllo más fuerte aún más
Ella no entiende
Todo radica en eso
en el reflejo que intento rasgar desesperada
Todo radica en eso En no poder nunca
mirar los propios ojos de frente.
Recuerdo la pecera, los hermosos peces dentro
“Todos son iguales/ peces o no peces iguales/ Les sangran las bocas/ y hacen caso omiso a la sangre”
Recuerdo lo mucho que antaño me gustaba mirarlos
aunque fueran todos iguales
Pero es tarde.
A veces por instinto devoramos lo querido
Otras por rito
como si todo fuese una gran hostia
Selección Poemas de "Hystera" Fanny Campos Espinoza.
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