Lidia Corcione Crescini
Escritora, Abogada, Egresada de la Universidad de Cartagena, nació en la ciudad de Cartagena (Colombia), colaboradora con varias revistas a nivel internacional
Columnista en la página Editorial del periódico “El Universal”, de Cartagena de Indias
Invitada a lectura de sus poemas por el Museo de Arte Moderno de su Ciudad, librerías Ábaco y Bitácora de Cartagena, Feria Internacional del libro en la ciudad de Bogotá en Mayo de 2.006 por Apidama Editores, IV Encuentro de Escritoras Nacionales, por la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer (Marzo 27-28 de 2.007), Off-Off Festival en Cartagena 2.007, 2.088, Fundación atrapasueños V Festival de poesía alternativa en la Guajira, Agosto 2.009.
Algunos de sus textos han sido publicados en Antologías “El libro y su autor” Cuentos (Selección de Betty Goldman y Enrique Epelbon) y Editorial Editando's la Antología "Ser Abuelo" y Haz rodar una poesía
Sus poemas en “La antología del nirvana”, Argentina. Antología de poesía contemporánea en español/italiano 2.009, del escritor y artista plástico Luigi Muccitelli., Antología Vuelo de Jazmines, 2009, Antología Polen de Luna 2009
Finalista en el concurso de Poesía microficción “Garzón Céspedes”, 2007, con su poema El Muro. Seleccionada con el poema A la espera en el IV Concurso Radial y del II Concurso Televisivo, 2007 de Cuento breve y Poesía de la Librería Mediática. Mención de Honor de pensamiento “Garzón Céspedes”, 2.009, Premios especiales de dicho “Garzón Céspedes”, 2009, Mención de Honor de poesía hiperbreve Concurso Internacional de microficción “Garzón Céspedes”, para niños y niñas, 2009. Ha publicado "Memoria de mis manos" /Trilce editores, 2012.
DESOLACIÓN
Todo lo que Dios quiere del hombre
es un corazón en paz
(Johann Eckhart)
El tiempo no ha podido
apagar
las antorchas que
llevan los ojos de mamá.
Encendidas como lámparas de gas
se tiznan de ojeras.
Cargan el peso de la detonación.
¡Bombardeos!
¡Guerras!
La escucho arañar
los primeros años
de su infancia
quiere rescatar
el eco de sus pocas sonrisas
¡Me duele la historia de mamá
y la historia acalorada de las
guerras frías!
¡Todas son frías!
Me duele lo absurdo
Sólo existe fuego
en el corazón del hombre
Fuego que se acrisola en el tiempo
quemándolo una y otra vez
Dime, mamá
¿Cómo puedo arrancar
de tus entrañas
la imagen
de ese túnel interminable
donde hacinada
tenías que esconderte
para evitar
la cercenación o la
muerte prematura?
Dime, mamá
¿Qué debo hacer
para devolverte en parte
las estelas de tu sonrisa robada,
mitigar el ardor de tu estómago vacío
y encender
luces de bengala?
Treinta y dos grados de temperatura externa,
menos dos grados de temperatura interna
Y,
tu cuerpo sudoroso
transpira lágrimas
Llora,
aún sigue llorando
por el hambre de injusticia
por la sed de venganza
por la violencia irracional
Mamá,
abrazada a ti
quiero beberme el sudor
que emana de tu pecho mancillado
Balancearme en tu vientre
nutrirme de verdades desconocidas
para llenar mi inocencia
Mamá,
hoy lloro,
lloro contigo
Olor a pólvora
Hedor
Sangre,
Luto
Resignación
Siento miedo a la penumbra
a la destrucción
siento miedo
a la desolación
MAGIA
Si esta boca mía
tuviera arte
mi palabra
la escribiría en un lienzo para ti
POR ESTOS DÍAS
Puedo sentir mis pasos.
Vienen de atrás
desde mi patio
La casa de muñeca
construida con tablas
entre dos troncos del viejo árbol
Visitantes imaginarios
me ayudan a descifrar los acertijos en el laberinto.
Ingenuidad en el recodo de mi casco urbano
no hay ruidos
no hay contaminación
no hay impedimentos
Recodo halado por el desparpajo
Melodías inconclusas
sin pentagrama
sin escala
en el furor de mi fantasía
Esos pasos
hoy crecidos
caminan conmigo
demarcados por leyes y preámbulos
protocolos inventados por adultos
Pasos que bordean los abismos,
de falacia, vanidad e hipocresía
máscaras que decoran
lo superfluo
No son pasos viejos
los que me acompañan
tampoco empíricos ni cansados,
son los pasos de por estos días
que aminoran mi andar
de aquella época
cuando apenas crecía.
¡ Lastimosamente !.
SED
Te vi allí.
Me esperabas ansioso
con tu sonrisa de niño
En tu mano
una copa de agua
Oasis
de mi
desierto
INHUMANO
Un niño de la calle,
salta y juega con los anhelos postergados
Sus manos suplicantes
arañan sus berrinches
de frustraciones continuas
Su sombra cuarteada
lleva el olor del vicio
que se evapora cada noche
en los cartones del hastío.
Leo en sus manos vacías el hambre
Y derramo una lagrima ensangrentada
que se expande en el crujir
de las noches frías.
ENIGMA DE MIS HORAS
¿Voy al mar
o el mar viene a mí?
¿Me cobijo de cielo azul
o el azul cielo se cobija en mí?
La voz del viento es mi voz
canto infinito que se alberga en mis ojos
El día descansa en la noche del bullicio
y la noche descansa
en la prisa del tiempo
En la calle
el exceso de equipaje
tropieza constante con los transeúntes
de rostros rutinarios
mutismo
vértigo
náuseas de premura
No hay tiempo
Cuesta demasiado
levantar el rostro
levantar la mano
para retar el tiempo
sin gestos
sin palabras
ESE
¿Y para qué me sirve
el tiempo
si no es para recordarme
que cada día nazco y muero?
¿Y cuál es el afán del tiempo
que me saca ventaja
para echarme en cara
que cada día nazco y muero?
Al espejo
le digo
el tiempo quiere jugarme una broma
y me responde
El tiempo no es broma
es un espacio
para vivir bajo el sol
UN ADIÓS SIN MAÑANA
En memoria de los once Diputados
secuestrados por 5 años y acribillados en Colombia. (2.007)
Mira, eran cuerpos
Manantiales
Ríos que fluyen
sin desembocaduras
Sin playa donde estrellar su ola
Once de once
Veintidós manos mudas
atadas
sin derecho a la súplica
Sin eco
Sin derecho a nada
Mira, eran humanos
todos lloran
atajan sus lágrimas
en la bóveda del infortunio
Han perdido su brújula
ante tanto desierto
Escuchan a sus duendes reír
a sus princesas llorar
absurda prisión
que les negó sus soles
y ocultó sus amaneceres
Todo un pueblo
reclama su regreso
Pero sus voces de pájaros ausentes
escondieron su alfabeto
y sus notas se disolvieron
en el sudor de su angustia
No había pistas para llevaran a casa
Huérfanos
Perdidos
en esa vasta cordillera
donde su sed se alzaba
para beber
el vértigo de la muerte
en medio de una jauría
de mentes perversas...
Mira,
ellos, desprendidos de los discursos de
encabezados triviales
querían sólo la luz de la libertad
blanca premisa
para emprender su vuelo
Hoy desde los abismos
sus muertes nos desgarran
y la máscara del caos
inconfeso
nos embiste en la distancia que se humilla
y se abre
caminando a la inversa
para aborrecer la podredumbre
de unos hombres que nos marcan
nos destruyen
en ese universo
que se esconde
en los cuentos de las brujas.
TU PALABRA
Tu palabra
hurtada de los hemisferios
se impregna de aromas
Fluye sutil
en el elixir de lo eterno
Tu palabra
de olor a caracolas
teje con su vaivén
la cresta de la ola
y viste de encaje
A alcatraces y gaviotas
desprevenidos
Tu palabra
de sabor a caramelo
cristaliza las gotas de rocío
y danza en sortilegio
con el eco de los sueños
Tu palabra
inmortal
se esparce apacible
con la furia de los vientos
se reencuentra
en el ritual de los versos
y descansa
en el lecho
de un poema.
PALABRA PREÑADA
En el silencio
reflejas la luz
sigilosa
aguardas
Tú, palabra preñada de entregas
Palabra que deambulas
y seduces
para que no te borre
el tiempo.
Mi pan
Mis manos,
esas mismas con las que bordo,
escribo, acaricio o saludo,
hoy danzan.
La magia me atrae
como juego de niños
en la playa de espuma.
Mis dedos,
apasionados,
se apoderan de la harina integral
incorporada con agua,
sal, azúcar y aceite.
La mezcla, aguarda impaciente,
sobre el mesón de la cocina.
Muchas figuras imaginarias
absorben los pensamientos.
Los moldeo, al compás
de una sinfonía de Bethoveen.
Inhalo el sutil perfume
de la levadura.
Ella, burbujea con premura
para tocar el cielo.
!Ha comenzado el ritual!
Ahora las gotas de sudor
se deslizan sobre mi rostro,
anuncian la culminación
de una obra de arte.
La masa, en reposo,
empieza a crecer.
Crece y crece...
Las manecillas del reloj indican
que le ha llegado la hora.
Entonces, con ternura,
moldeo la geometría
de la masa que sumisa,
se entrega a mis antojos.
El horno,
encendido a altas temperaturas,
quiere devorar su presa,
pero ella,
como titán combatiente,
se crece al calor de la batalla.
Victoriosa
expulsa su incienso
y su dermis maquillada
la vuelve irresistible al olfato,
y a la boca de los transeúntes.
Ellos, ahora voraces
disfrutan mi pan.
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