Kennet Klemets
(Gottröra, SUECIA 1964)
Reside en Gotemburgo. Poeta y traductor. Integra el grupo poético Wunderbaum en el año de 1990. Dirigió las revistas Hovdini y Sheherazade. Publicó su primer libro, År med tretton månar, en 1997, y su quinto, Kling kling, en 2009.
Bibliografía:
År med tretton månar 1997
Lördag natt feber 2002
Accelerator 2005
Lux interior 2007
Kling kling 2009
All denna öppenhet som kommer 2011
Beröringen 2013
Selección de poetas suecos, por Hebert Abimorad.
Biotopo de la playa
Aquí llegamos
en chancletas, bañadores y bikini
nosotros, bañistas, lo único
en constante cambio
en este entorno
cruzando adelante
entre otros bañistas
tirados en la arena
de espaldas, de estómagos, de un lado
o sentados con sus miradas
fijas hacia delante
entre niños rigurosamente untados con bronceador
afanados en sus juegos
entre los chicos de la ciudad
que juegan al fútbol
o hacen malabarismos artísticos
para sorprendernos
Elegimos la tumbona
de la larga fila de tumbonas
y de repente, de ninguna parte
viene el que las arrienda
con su cartera en el vientre
sin decir una palabra
toma el dinero
despliega la sombrilla
y de la misma manera repentina
desaparece nuevamente
(como los arrendadores de hidropedales
y de trajes de buceo
hay quienes arriendan tumbonas
al igual que ellos están en ninguna y en todas partes)
Ahora nos acostados aquí
bajo el sol, nos giramos regularmente
como trozos de carne sobre una parrilla
(a la distancia parece
que hemos sido dado vueltas
por una mano invisible)
En el cielo
los aviones
se acercan y se alejan
de manera interrumpida
con bañistas nuevos y los que vuelven a sus casas
(bombea dentro y fuera
sangre en el corazón del biotopo)
Los marroquíes vendedores de helados
con su caja en el vientre
van de un extremo a otro de la playa
gritan: ¡Magnum helado!
lgunas veces dejan su caja
se sientan jadeando
bajo una sombrilla,
se secan la frente y quizás sueñen
con una taza de té de menta
en un café fresco
al otro lado del mar
Las delicadas, musculosas masajistas,
todas asiáticas
menos María Masajista
(con énfasis en la e:t tirando a la oe),
la alemana que en confianza dice para que todos oigan
que es la única con formación de masajista
se mueve con rapidez en la playa
con sus bancos plegables de masajes
de repente! bang! Se enfrentan dos de ellas,
una masajista ha estado
en el dominio de la otra
se pegan, luchan
mientras nosotros los bañistas las miramos
divertidos y en silencio
El socorrista, encaramado en su silla alta,
busca con su mirada indolente y altivo
sobre el agua
como un gran depravador
En el agua se mueven los hidropedales
se sacuden alrededor, en círculos
como enormes insectos
que perdieron un ala
Muy encima
ciernen los planeadores
en su propia superioridad en el cielo
Y allá a lo lejos, debajo del horizonte,
viajan los refugiados en inestables botes
pero no sabemos nada de ellos
antes que un oleaje nos alcance en la playa
una, y otra y muchas veces
que pega y ruge hasta que todo vuelve a ser
como antes
no, no notamos nada
oímos el rumor
sobre cuerpos muertos
que flotan
en una playa desierta europea
algunos kilómetros de aquí
Desconocidos el uno del otro
vivimos uno del otro
en este sistema de operaciones,
en esto de dar y tomar
todos somos extraños
pero ninguno es Extraño,
nadie camina sin meta,
todos tienen su lugar y tarea,
todo y todos
estamos incluidos en esta balanza del biotopo
bañados en el sol
Temprano por la mañana
mientras la mayoría
de los habitantes del biotopo
duermen en hoteles y cuevas
los limpiadores conducen
sus tractores
de un lado a otro de la playa
rastrillan las huellas del día anterior
preparando el lugar
para este nuevo día
Lanzarote abril 2006
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