Saskia Hamilton
Nacida en Washington, DC, Saskia Hamilton obtuvo una licenciatura en el Kenyon College y una maestría en la Universidad de Nueva York.
Sus poemarios:
New and Selected Poems (2005), Divide These (2005), and As for Dream (2001). She coedited Words in Air: The Complete Correspondence Between Elizabeth Bishop and Robert Lowell (2008) with Thomas Travisano and edited The Letters of Robert Lowell (2005). Her work also appears in the anthology Joining Music with Reason: 34 Poets, British and American (2010).
UN ENSAYO SOBRE EL COLAPSO TOTAL
DE LA COLONIA
Una abeja planea sobre el borde y sigilosamente avanza de nuevo
entre la dedalera. Y la hierba invade todo el camino
hacia la colina, hacia las fronteras del bosque, esperándonos
las capitanas de cientos y de miles,
su miel y sus cuidados, para resguardarlas
lejos del estruendo de las rocas y del olor
de la arcilla, y para pedir instrucciones
a los dioses cuando ellas desaparecen.
Versión de Carlos Alcorta
EMPIEZA A LLOVER
Mi amigo, uno de los cuatro jinetes del apocalipsis,
es capaz de divisar a los otros, "poniéndonos en peligro".
Nos dirigimos al Seven Stars a beber algo.
Los parroquianos se desparraman con la noche,
en la acera florecen las camisas blancas.
Luego los teléfonos, todo sonrisas, y los desastres
desaparecen, y ambos dejamos de llevar la cuenta,
y yo escucho, y empieza a llover, y nos devuelve
a la habitación cargada y ruidosa, húmeda de cerveza,
donde los abogados debaten las conclusiones
del día y él aún podría aparecer, creemos.
(Corridor, Graywolf Press, 2014)
(Traducción de A. Catalán)
UN ENSAYO SOBRE LA PERSPECTIVA
Yo deseaba leer un ensayo en su muñeca.
La tarde era interminable. Desde la ventana,
un sendero a la derecha se curvaba a lo lejos,
arrastrando con él a la figura que descendía.
Solo durante un cuarto de hora,
planeando, urdiendo el argumento
que beneficiara a la retórica, se me reveló
la verdad, pero fue efímera —
uno de nosotros tiene que hacer un cambio
para que nuestros problemas sean definidos y reducidos a la mitad.
Versión de Carlos Alcorta
RAIN BEGINS
My friend, one of the horsemen of the apocalypse,
can spot the others far off, “insecuring our condition.”
We repair to the Seven Stars for a drink.
Members of the bar spill out with evening,
the pavement blossoming with white shirts.
Then he phones in, all smiles, and disasters
vanish, the both of us stop counting them,
and I listen, and rain begins, sends us back
to the close and noisy room, humid with beer,
where the lawyers argue away the day’s
arguments and he might still show, we think.
On the Ground
When the collie saw the child
break from the crowd,
he gave chase, and since they both
were border-crossers,
they left this world.
We were then made of—
affronted by—silence.
The train passed Poste 5, Paris,
late arrival, no luck, no
enlarging commentary
magnified in any glass.
“The ineffable
is everywhere in language”
the speaker had said
in the huge hall where
I sat amongst coughers,
students, in the late
February of that year,
at the end of a sinuous
inquiry on sense and sound—
“and very close to the ground,” he'd said.
Like mist risen above
the feet of animals
in a far field north of here.
Zwijgen
I slept before a wall of books and they
calmed everything in the room, even
their contents, even me, woken
by the cold and thrill, and still
they said, like the Dutch verb for falling
silent that English has no accommodation for
in the attics and rafters of its intimacies.
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