Carlos Carioli
Nació en Morón, Provincia de Buenos Aires, en 1965, “y todavía ando por ahí”, dice. Ahora vive en Capital y divide el tiempo entre el psicoanálisis y la literatura, aunque para él sean parecidos porque, me explica, los dos tienen que ver con el lenguaje, y agrega:
“Freud cita al poeta Friedrich Schiller cuando explica de qué se trata el método de la asociación libre en psicoanálisis, y habla sobre la presencia de ideas involuntarias; Schiller decía que una forma de tener acceso a estas ideas involuntarias es mediante la relajación de nuestro control racional sobre la imaginación, o sea que la inspiración poética tiene que ver con entregarse a esas ideas involuntarias, o dicho de otra manera, la escritura es, para mí, una escritura involuntaria, y la inspiración, más que inspiración, es expiración. La racionalidad y la creatividad están en proporción inversa”.
Es integrante del taller literario coordinado por la escritora Liliana Diaz Mindurry desde el 2004. Obtuvo los siguientes reconocimientos en narrativa y en poesía:
Mención Especial en Premio Arcano 1993, por el cuento ¨Misteriosa Atracción¨
Finalista en el Concurso de Poesía ¨Centro de Estudios Poéticos¨España 2005
Finalista en el Concurso de Poesía ¨Mis Escritos¨ 2005
Finalista en el Concurso de Poesía ¨Pasos en la Azotea¨, México 2005
Finalista en el Concurso Hispanoamericano de Poesía y Cuento Corto ¨Isaac Asimov, Mexico 2006
Finalista en el Concurso de Poesía ¨Centro de Estudios Poéticos¨ España 2006
Primer premio en el III Concurso Nacional Macedonio Fernández de Poesía y Narrativa breve, por el cuento ¨El Doble¨ 2006.
Integrante del jurado en el IV Concurso Nacional Macedonio Fernández de Poesía y Narrativa breve. 2007.
Antes de 2003 Carioli escribía, pero cosas sueltas y sin continuidad. Después empezó a ir a un taller literario y desde ese momento empezó a escribir sin intervalos.
“Yo le escribo al lenguaje, intento tocar el lenguaje, hacerle algo, dañarlo de alguna manera, para que grite o llore o tartamudee, intento decirle que me nombre no me nombra”
Explica Carlos Carioli, autor de Heridas y vueltas, poesía y Comés del pelo del perro que te mordió, novela, ambos en 2013 por Editorial Textos Intrusos.
Heridas
Entre heridas y vueltas el tiempo se detiene, se hace una imagen lenta, perfumada, una hoja para escribir, un trazo de llanto, un placer desnudo, una imagen lenta y se detiene, y podés hacer todo el perfume en las palabras, y oler de reojo el beso que cae, podés ver su cara, el mediodía que hace con el pelo, lo siempre enverdecida que está, el reojo llanto del perfume.
Entre heridas y vueltas el tiempo se cae y todo es un perfume lento, un perfume de ausencia, eso que se escribe en un llanto, desnudo, las vueltas de una herida en la lenta imagen que se detiene, y podes oler todas las palabras y herir un beso y entre las vueltas que caen podés ver su cara, la angustia que te hace con el pelo y el tiempo en un llanto desnudo, el trazo de un perfume escrito, y una imagen que se detiene para ver tu cara en las palabras, en el trazo del mediodía que está llanto de un beso herido.
son las cuatro y la noche
son las cuatro y la noche, y la luna al mediodía, y el ruido de los autos, y son las nubes las que dicen, y los perros en el árbol, y los ciegos en la esquina, son las cinco y la tarde, y la calle caminada, y tu cara borrosa, y son los pasos los que callan, y las hojas en el árbol, y los ciegos en la esquina, son las palabras y el viento, tus párpados y mi sombra, los que a las cuatro al mediodía nuban el ruido de los autos que dicen perros, en la esquina del árbol de los ciegos, y a la tarde de las cinco, caminada tu cara borrosa de la calle, callan en el árbol las hojas de tus pasos, y las palabras en lo ciego de la esquina de tu boca, y el viento de tus ojos en los labios de la sombra nuban las cuatro al mediodía y el ruido de los perros y el silencio de los autos, y en la esquina de los árboles de la tarde a las cinco de los ciegos borran tu cara caminada de la calle y pasan en el árbol las hojas de tus palabras.
“Heridas y vueltas” (textosintrusos, 2013)
te extraño
te extraño horrores, monstruos, oscuridades, noches insomnes, te extraño selvas, humedad, moscas deformes, te extraño pensamientos, boedos, viernes, te extraño sombras, caídas en La Rioja al ochocientos, madrugadas inclinadas, llamadas para que me caminen derecho, te extraño voces, miradas, abrazos, te extraño besos robados, oscuridades prestadas, miradas a largo plazo, te extraño peñas, vinos, cafés de madrugada, pestañas, taxis, te extraño veinticuatro, treinta y uno, diecinueve de enero, te extraño en la esquina de los ciegos, en la sesión, en la cocina, te extraño en lo que no pienso, en lo que no me tocás, en lo que te besaba, en la tarde insoportable del extrañamiento.
esa cosa
esa cosa risa que ocultás, eso que no decís, esas ganas que se escuchan a trasmano, esas uñas recién pintadas, esos ojos que me provoletan, ese pelo al punto de la caricia, me destiempan, me incorpórean, me dejan mirada vegetal sobre tu risa oculta, sobre lo que no decís, sobre lo que a trasmano escucho, sobre tu pelo a punto de caricia, entonces me hago esa risa detrás de tu mano, y me quedo ahí como miedo de pájaro, y no escucho eso que no decís, y me duermo a trasmano en tus ganas, mientras me pinto las uñas y espero el viento para tu pelo.
Te palabro
te palabro toda la noche a oscurecer en las palabras que no dije, donde pienso en el después rancio y vuelvo a pensarte y te palabro, en la punta de los ojos, en el te vas y volvés, en tu entodas partes desaparecida, te palabro en las palabras que puedo, en las que no elijo, en las que no vuelvo, te palabro en lo que no estoy, en el entodas partes ausente, y vuelvo a pensarte y te compalabro con después, con nunca, con siempre, te compalabro con eso que no, con silencio, en la punta de la piel te compalabro con tocarme y te panpalabro entre sábanas, en lo que sos de la noche, en la todapalabra no dicha, nunca. Te panpalabro en mí, escrito, tintado, doluerto, sexuante, en las entodas todas que me muerto, en eso todono que desaparezco y vuelvo a pensarte y te despalabro, de a poco, así despalabrante en el mientras de la noche y te despalabro en la punta de los ojos, en tu entodas partes palabrada, te despalabro como vuelvo, como puedo, como gajos, y vuelvo a pensarte toda la noche en las palabras que no dije y vuelvo a pensarte en los ojos, en como caminás la risa que te cae, en el te vas y volvés, en tu entodas partes desaparecida, quieta, susurrando una palabra que gira y gira y que nunca cae, una palabra amarilla, una palabra zumbida, eso que te quedó suelto, eso que tenés suelto para mí y que entre mis voces lo vocifero mientras lo guardo en el aire, suelto, y desaparece. Y te metapalabro y te parapalabro y te subpalabro y no sé si metapalabrarte o parapalabrarte o subpalabrarte mientras conpalabro la mano con la fiebre de la noche, estás ahí subpalabrada en lo que digo cada vez con la voz más lejos, cada vez más menos, cada vez más desasvozada, cada vez más pared, entonces te enpalabro contra la pared, te enpalabro en las sábanas, te enpalabro con palabras en el entodas partes enpalabrada y estás enpalabrada en el entodas partes.
Te ausencio
ajeno te ausencio nocturna y un trazo desinhibido todo dentro me mancha de ganas y encuerpo tu ausencia en la memoria apenas un recuerdo una voz una brisa que mancha de amarillo la noche y tiemblo en tiempo en ganas de llanto y muero en trazos de recuerdo ajeno en mí te ausencio no más que nada y ausencia y una voz de mancha de brisa amarilla de tiembla en llanto la noche de luces que te existen amarilla y con gestos desinhibidos te hacés perfume y te ausencio en las palabras que tiemblan las ganas apenas la noche un recuerdo una voz que mancha la brisa todo dentro todo me amarillo de ganas todo me noche todo me llanto todo te ausencio
muy bueno!
ResponderEliminarCarlos Carioli (nuestro Pié Acentuado) es un escritor extraordinario, es narrador y poeta y ambos géneros, los transita con un estilo personal y único. Su materia es el lenguaje, con el que juega desestructurándolo, con sensibilidad exquisita. Su sello es inconfundible, suele darse mediante textos circulares, en los que en general, interpela a un supuesto objeto amado, que aparece "inocente", como sumido en sí, mientras "el dicente"expresa, en una construcción límpida y casi obsesiva, una poética demanda a través de la cual expresa, soledad, abandono, o una pérdida inevitables. Carlos logra mantener, en cada texto, la tensión del lector con el equilibrio estético de un dibujante.
ResponderEliminarErratas: Acentuado fue la razón del acento.
ResponderEliminarDe la perseveracion de la palabra expresa, me hago cargo yo.
clelia