lunes, 10 de noviembre de 2014

AARÓN ALMEIDA HOLMQUIST [13.952]


Aarón Almeida Holmquist

(Caracas, Venezuela. 1981) Docente, escritor, artista urbano y promotor cultural. Egresado de la Escuela de Artes Visuales Rafael Monasterios de Maracay en la especialidad de Artes Gráficas. Estudiante del 7mo semestre de Lengua y Literatura en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL, Maracay). Forma parte de la directiva del Archivo de Arte Correo y Poesía Visual Internacional Keyla Holmquist. Ha fusionado sus textos poéticos con el Arte Correo, la técnica de escritura y lectura táctil Braille, la técnica del Stencil, acciones callejeras y múltiples instalaciones por varios estados y museos del país. Ha participado en diversos talleres literarios a nivel nacional. Colabora asiduamente en prensa, revistas y panfletos literarios. En el 2011 es seleccionada su obra C.S. para participar en el 36 Salón Nacional de Arte Aragua. Trabajo bidimensional en el que por medio de la escritura, el collage, y otras técnicas como sistemas de comunicación, logró dar forma a un inmenso relato, dictado entre versos, basado en 40 poemas de su autoría. Para el 2012 es nombrado “Nuevo valor en el arte” por el Centro Cultural Higuaraya Capanaparo en la celebración de su 38 aniversario. Actualmente se desempeña como facilitador de la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello dentro del Sistema Nacional de Talleres Literarios. Cuenta con un poemario inédito titulado Una sola carne.




Puesta en escena

Érase una vez la paz

Yo reía

Era tronco de vivo pavimento

No vestía sayales con peste a extravío
ni escribía
manuscritos de guerra

Era una cometa con sueños a bordo
dueño de un itinerario libre de puñales

Hoy

no ha sido fácil entender
que se es un pendejo de cartón

Un mimo llorón con epidemia

Un enamorado
con el destrozo
a cuestas






Sueño inválido

Empuñé mis manos deshidratadas de fe
me vestí de ruegos
y tomé al hijo de Dios como rehén
para que no te marcharas

Heme aquí






La plaza

A C.S.
A la plaza La Soledad en la ciudad de Maracay

A menudo
suelo desviarme hacia ese ruedo
acampar entre sus gestos
de distancia
y retirada
El viaje
trepa la adopción
y su torpeza
el trasnocho de un afecto
y su equipaje
Evocar es un empleo tembloroso

solíamos felices
penetrarnos sin saberlo

Esa plaza






Pasajero

A veces
desde los asientos del autobús
me doy a los muertos
me ofrezco al azote
de aquello con esto
y su candela

Cual tripulante
adopto el disimulo
inquieto en el desvío
albergo en vuelo
estragos
y arrebatos

Por entero
en sepia oculto
dicha suerte se reduce
a no salidas
no paradas
no nada

Es como una ruina
Y aquí tan obediente





Viaje

Hecho renuncia
cierro los ojos
y lamo el sudor

De ausencias está ensanchada mi memoria

Para cuando vuelvas
habrá envejecido lo que fuimos

Sin silbidos a la orilla






DOMINGOS

a E.J.A.A.



Los domingos son todos inquietos
largos como un precipicio
desde cama
la puntualidad del encuentro se asume
y lo roto conspira más que de costumbre
Lo que siempre me ocupa en este día
es el accidente del silencio
eso tan costoso llamado recuerdo
fugaz
y viajero
lograste en tan poco
suplir los óxidos de casa
el moho de sus cosas

A esta hora
ya sin lo que fuimos
he de confesarte
que cierro la puerta
me toco en silencio
y pienso en ti





NAVIDAD

Descolgado de la fecha
ocurro sin fiesta
sin brindis
ni reyes

Escaso
y en minúscula
soy parte
de una herida
entrenada
para largo

Es todo el día
la nube impuesta
el ahogo de ser solo
y su pensión

Derrota en mano

cala hondo el desajuste
este mes doce





URBANO

Ser ligado a la flaqueza
con quebranto en las ganas

De oscuro hasta el fondo
trajeado a media asta

Descuido
y asalto a la vez

Mejor igual de indigencia






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