HORACIO GUTIÉRREZ
Nació en 1957, en Viña del Mar. Estudió economía e historia. Ha publicado Literatura folclórica del Maule y trabajos diversos sobre historia latinoamericana. Reside desde 1980 en Brasil, donde actualmente es profesor en la Universidad de Sao Paulo.
"Dulce Patria"
de Horacio Gutiérrez. Ril Editores, Poesía. 193 págs.
Primera Edición Junio 2012
(fragmentos)
Capitán General, contigo no habrá olvido
Te recordaremos siempre por la represión política
la intolerancia
la exclusión
y tu empeño incansable en construir un estado autoritario
y tu empeño incansable en construir un estado autoritario
al servicio del sector social que te forjó.
Y los detenidos – desaparecidos,
bajo tierra
o en el fondo del mar,
estarán siempre con sus corazones retumbando
tocando los corazones nuestros
para recordarnos su lucha hasta la muerte
por un mundo más humano
más justo
y plural.
El ataque era feroz
sin recesos
haciendo temblar el palacio de gobierno
donde el capitán quería instalarse
ansioso
pero por ahora se atrincheraba en un edificio lejano
estructurando los combates
desde una ventana
con anteojos oscuros de playa
La tumba de Víctor Jara
sigue llenándose de claveles rojos.
¿Dónde están las flores?
Los niños las cogieron.
¿Dónde están los niños?
Fueron por sus madres.
¿Dónde están sus madres?
Se tornaron guerreras.
¿Dónde están las guerreras?
Perdidas en las llanuras.
¿Dónde están las llanuras?
Las flores las cubrieron.
Acudid a mis venas y a mi boca
Hablad por mis palabras y mi sangre
alcanzó a repetir el poeta
y la voz de Pablo Neruda
se incrustó en los oídos y haría eco en el mar
y sus poemas galoparon entonces con renovada urgencia
surcando clandestinamente
todos los ríos y desiertos de Chile.
¡La tortura no existe, señores!
Lo que hay es teatro bufo
alentado por algunos extremistas.
Te podemos suicidar con una inyección de cianuro
¿prefieres? duele bastante
o con gas sarín, es más rápido, se sufre menos.
Recorrerás las cárceles a pecho descubierto
sintiendo lo que es el miedo
impregnado en la piel.
Sobre fotografías de archivo
sobre carpetas y libros
en postales solidarias
escribimos tu nombre.
Sobre tapices de lana
pisando la arena
en pulseras y collares
grabamos tu nombre.
Sobre murallas de cal
en azulejos de baños públicos
en panfletos callejeros
estampamos tu nombre.
Sobre hombros desconocidos
en peñas y recitales
alegrando fiestas hogareñas
cantamos tu nombre.
Sobre pedestales y escenarios
en mítines políticos
por sobre las multitudes
gritamos tu nombre.
Tú vives.
Hay personas que cargan con sus desaparecidos
otros cargan con sus torturas.
Yo cargo con mi hijo
que nació de violaciones reiteradas en la prisión.
Y mi hijo carga conmigo
porque arrastro un trauma, y otro él,
que nunca vamos a superar.
Yo no vivo en mi país
ni en un país extranjero,
vivo en el exilio.
El libro cierra con un estremecedor poema en la contra tapa.
Duérmelos con un somnífero
inmovilízalos de brazos y piernas
sujétales un pedazo de riel al cuerpo
embárcalos en un helicóptero
y cuando estés volando,
en alta mar,
suéltalos.
El golpe los sumergirá para siempre
en la gloria de Dios.
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