Diego Formía
Nació en 1970 en La Palestina, Provincia de Córdoba, Argentina. Coordina una página de narrativa local y coedita un suplemento cultural regional en el diario Puntal de Río Cuarto, además de tener una destacada actividad, desde hace años, como animador cultural y dirigir la muy interesante revista literaria y artística Vuelo Digital (http://www.vuelodigital.com.ar). Entre sus libros encontramos: Un velero en el vacío (1999), Sonajeros (2002), Crol en el invierno líquido (2006) y El pez del ojo (2010).
De: El Pez Del Ojo (2010).
Un pez iris boquea / escupe monedas en el minishop
- son seis con cincuenta
el ojo boqueador pertenece a nadie detrás
del delantal vuelto
de la paga del día.
Entra un ojo caverna subido a limusín
afuera junta granos y llagas en la pecera
su imagen de dios
lo asegura contra el granizo.
De la comisura de otro / ojo
cuelga una estalactita
ese pez / se mueve como buscando algo
perdido en los ojos
espera dedos como rayos
para que se lo coma el deshielo / sobre la mesa.
En otra mesa
ante la tierna mirada de una botella
el cansancio de un ojo se deja caer
en el vaso de cerveza
su pez coletea regocijado en la espuma que lo mece.
Un ojo se cierra suave / suave
como necesidad de beso en el párpado
cierra
abre y su pez
coletea un frente de lluvia / fresca
traga / traga y convierte la rabia
en ternura guapa / guacha de época
lanza miradas como caballitos de mar
para un cruce de pirañas
el tajo le viene de ojal
para su flor que confiesa obscena
el mal de ojo con legaña vieja
el guacho de época boquea con fe / darwin estaba equivocado
el mundo será de los débiles / ay todos estos ojos que odio por amarlos tanto.
Más / más / si así / más sexo como drenaje
de la violencia en venta / en todos los kioscos
más pero menos
placer libre / de mercado
se reproduce la sed
como esperma en aguarrás
como juego de mesa / el goce oral de un ojo
que cuenta una historia
que no cuenta el fondo
qué tristeza esta diversión
la desolación acumulada en edificios
departamento propio que se levanta / se levanta / se levanta como tufo
del pensar cómo
pasarla mejor en este mundo.
Un pez dice de la libertad
de la suya
de su ir y venir por el ojo / en la pecera
entonces otro / que en la escena hace de imagen
auditiva
lo besa / lo acaricia
lo cura de palabra / de silencio
la soledad.
Se mueve / se mueve el cardumen
cada pez en su iris / nudo
de la red invisible
que se proyecta en las miradas
la libertad perdida / echada a la suerte
del coleteo en la superficie / del minishop
todo pez de pecera / es un pescado vivo.
La lengua lame el ojo
para limpiar de imágenes basura
del ruidario basural /no del silencio
se saca a retazos / imagen / auditiva. El pez del ojo
consume / consume / boquea poco
poco y nada / boquea vacío
lo virginal.
Hacia lo mínimo / mínimo / se mueve el pez
del ojo
sus coleteos excluyen / adrede
la tele del minishop
un filtro / al saturarse global / donde el pez se mueve menos
por contaminación mirar
sacarse un poco el ojo / al que dilata el paisaje
fundirse en negro la imagen
de la invasión.
El pez se mueve / se mueve / saca de raíz
no es agua firme la poesía del humor vítreo
para meter la cabeza abajo
el pez del ojo te viaja
te avecita / te levanta el ala la tormenta
en la tierra blanca / oblicua / del globo ocular
el pez a los golpes de timón te deja fuera
del lujo de la inocencia / al mismo tiempo anima
como a un dibujito
japonés.
http://letradecambiogeneracionveintiuno.blogspot.com.es/
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