Hector Patricio SOBARZO NUÑEZ
Chile. Poeta asesinado durante la dictadura de Pinochet.
El 2 de julio de 1984 fueron muertos en Santiago Héctor Patricio SOBARZO NUÑEZ, profesor, militante del MIR, Enzo MUÑOZ AREVALO, militante comunista.
Según versión oficial, «El 2 de julio a las 23.50 horas personal de la CNI detectó la presencia de sospechosos que se movilizaban en un vehículo en la Avda. José Pedro Alessandri a metros de la Rotonda Departamental. Desde su interior los sospechosos dispararon contra los efectivos de seguridad los que repelieron el ataque generándose un enfrentamiento que culminó con la muerte de Enzo Muñoz y Héctor Sobarzo.»
La versión oficial no es veraz de acuerdo a los antecedentes reunidos, especialmente las declaraciones de testigos que señalan que a las 23:30 horas Enzo Muñoz y Héctor Sobarzo estacionaron el vehículo en el que se movilizaban en la Rotonda Departamental frente al conjunto habitacional Don Camilo, bajándose el segundo para hablar por teléfono. En ese momento aparecieron numerosos vehículos con personal de civil armado quienes dispararon contra Enzo Muñoz y detuvieron con vida a Héctor Sobarzo, lo introdujeron a un vehículo y más allá le dispararon.
La Comisión, considerando los antecedentes reunidos, ha llegado a la convicción de que las víctimas fueron ejecutadas por efectivos de la CNI, considerando sus muertes como violaciones a los derechos humanos de responsabilidad de agentes estatales.
Informe Rettig
Recibido por Memoriaviva el 2-9-2007
Estuve por razones accidentales en el lugar momentos antes de la ejecución de Hector Sobarzo y Enzo Muñoz, fueron pocos minutos , pero no se como describir estos momentos, intentaré :
Ibamos aquella noche en un colectivo de la línea 24 hacia San Luis de Macul, eramos 5 personas, al llegar a la rotonda departamental, aparecieron varios sujetos armados con armas grandes, no sabría decir de que tipo, me parece eran metralletas,uno de ellos dijo: "CNI" al vernos nos pararon y amenazaron, todo ocurrió en pocos segundos, no nos hicieron bajar del automovil, pero gritaban , amenazaban y estaban alterados, luego y con insultos y amenazas le dijeron al conductor del colectivo que se fuera , el conductor dió la vuelta y se devolvió por calle J.Pedro alessandri. Volví la mirada para ver que acontecía, habia dos personas cerca de un telefono, la rapidez del momento me nubla un poco, pero veo correr tras nosotros con la mano estirada a un hombre mas bien joven y de contextura delgada, se escucharon disparos y no puder ver más porque el automovil se alejó a toda velocidad. Esta hombre era distinto a los otros porque no lo vi con arma alguna en sus manos. Se sintieron disparos, Por las noticias me enteré que en ese lugar fueron ejecutados Hector Sobarzo y otra persona que ahora se era Enzo Muñoz..
Muchas Gracias por la oportunidad de poder relatar este hecho y ojalá esto sea un aporte.
Sres. Memoria Viva: Mi nombre es Inés Castillo Jara, viuda de Patricio Sobarzo. Al cumlirse 25 años de su ejecución de parte de la CNI, nuestro hijo, Simón Sobarzo Castillo, escribió esta reflexión, que se inicia con un poema de Patricio escrito en Chillán, en donde estudió Pedagogía en Historia.
CIRCUNDANTE
He querido ser el surcador de todos los caminos,
de esos que se recorren en la noche angustiosa
o en esas de estrellas titilantes,
incitadoras de aciertos o desaciertos
de días con sol y lluvia
de panes repartidos en cualquier cuartucho miserable.
He querido ser una especie de animal raro en estos días
aborto de miedo, represión y libertad.
He tratado de jugar con todas las verdades
y la mentira siempre quiso participar del juego,
pero no facilmente el río que llega al mar se confunde con este.
Me he esforzado por esforzarme,
He conversado algo cabizbajo
con el espejo de mi conciencia
y me he visto en duros aprietos
para salir del paso con dignidad
Patricio Sobarzo Núñez
A mi Padre
Y ya son 25 años de aquel día de lluvia en Santiago. Un 2 de julio de 1984, al caer la noche, la brigada verde de la CNI comandada por Juan Rubilar Ottone, quien recibía órdenes directas de Álvaro Corbalán Castilla, se aprestaba a hacer de las suyas acometiendo una carnicería brutal...Pocos días antes, un comando del FPMR ejecutaba una acción de propaganda armada en el frontis de la brigada de inteligencia del ejército, en pleno centro de Santiago. Un miembro del Frente cae gravemente herido y sus compañeros acuden deseperados en busca de atención médica.
Tras cerrarse varias puertas, acuden al Comité de defensa de los Derechos del Pueblo (CODEPU), y es el secretario regional de dicha organización quien realiza las gestiones para brindarles auxilio...Es él junto a la doctora Paz Rojas quienes acuden a una suerte de clínica clandestina que se había improvisado en una casa de Macul. El estado de salud del herido es delicadísimo,y ya no hay más tiempo. La suerte de aquel hombre y la de sus camaradas está a punto de sellarse en un destino funesto y los agentes del Estado están asomando sus narices y estrechando cada vez más el cerco...Un camarada del combatiente herido y el miembro de CODEPU suben a un vehículo saliendo rápidamente de la casa en busca de un refugio más seguro para esta persona. Como las horas apremian, resuelven llevarlo a una embajada si los contactos no surten efecto.
Atraviesan avenida Macul, y, casi al llegar a avenida Américo Vespucio el copilto (la persona de CODEPU) se baja a realizar llamadas a un teléfono público mientras el conductor lo espera en la vereda poniente con el motor encendido....Es entonces cuando aparece una caravana de vehículos de diferentes colores; los miembros de la CNI descienden rápidamente y matan en forma instantánea a Enzo Múñoz que no alcanza a reaccionar y fallece instantáneamente en la parte delantera del automóvil. Mientras tanto, otro contingente de la brigada criminal golpea salvajemente a la persona del teléfono y, tras inmovilizarlo lo sube a otro vehículo ...Lo bajan nuevamente y lo introducen en un furgón que dobla por una calle lateral hacia calle La Aguada, a orillas del zanjón. Al llegar a calle Missouri lo sacan del vehículo, y un teniente de ejercito y miembro de la brigada verde de la CNI, de nombre Reimer Kohlitz Fell, le dispara innumerables ráfagas de metralleta y deja el cuerpo botado en el lugar. Aún sedientos de barbarie, le colocan un revolver en su mano izquierda para simular un enfrentamiento...Después viene la ejecución del montaje, la modificación del sitio del suceso, una ambulancia, la prensa del régimen (Pablo Honorato), el servicio médico legal, la madrugada y el amanecer de otro día de invierno...Después viene Inés Castillo, una joven profesora de 26 años y compañera de éste último hombre asesinado que lo esperó toda la noche y se levantó la mañana del 3 de julio a averiguar porqué Patricio no había llegado al departamento esa noche. Se dirige entonces a la sede de CODEPU en calle Londres, pero se baja en la Biblioteca Nacional. Cruza la Alameda y tiene la estupefacción más grande de su vida al ver el cuerpo de su marido baleado en la portada del diario La Tercera: "ACRIBILLADOS MUEREN DOS TERRORISTAS".
Es que en un falso enfrentamiento montado por la dictadura se había llevado a Patricio Sobarzo. Profesor, mirista, defensor de los Derechos Humanos, poeta, esposo y papá de Simón Ernesto. Revolucionario y soñador. Miembro de una generación que sacrificó tiempo, oportunidades laborales, ascenso profesional, e incluso familia, que lo entregó todo en aras de construir un proyecto que fracasó al calor de acuerdos por arriba, a espaldas de ese Chile que se sacó la mierda para recuperar una democracia sin pueblo que hoy le da la espalda. Miembro de una generación portadora de sueños, ilusiones, que también se equivocó y cometió múltiples errores, en fin....
Se me hace inevitable dejar pasar estas fechas sin recordar a aquella persona de la que no tengo recuerdos, pero que se asoma y me habla todos los días en la sonrisa de mi hijo, en el amor que entrego a mi Fernanda, en la esperanza de construir un mañana un poquito más respirable para esa gente común y corriente, para esos hombres y mujeres de a pie ajenos a los grandes discursos y proyectos del pasado, para esos cabros de mi generación que salieron del colegio, no pudieron entrar a la Universidad y encontraron pega en un call center; para esa generación apática que no tiene acceso a un parque, un museo o una biblioteca, que no le queda otra alternativa que salir al mall el fin de semana, atarse a sus tarjetas de crédito y almorzar una promoción en el Mcdonalds.
Yo formo parte de esa generación, de ese mundo tan ajeno a héroes y discursos grandilocuentes, a los viejos manuales de la política, a los grandes proyectos de sociedad. Pero también tan lejano a la “democracia de los acuerdos”, a los acomodos de los que mandan, a las elecciones de aquellos que antes de hacernos elegir el almuerzo ya tienen todo cocinado… Pero a pesar de todo la historia, la vida, el tiempo de los que habitamos el hoy tiene mucho que decir y hacer. Es mucho el camino por recorrer y nada termina acá…
Tu sangre, papá, tu sangre es semilla que dará frutos nuevos…
Te quiero mucho
Simón
Patricio Sobarzo, sus poemas
Hizo de su vida un poema y una revolución. Han acudido en el recuerdo anécdotas sencillas, momentos cálidos y actos heroicos, hasta el supremo gesto de rendir su propia vida, para que la vida siguiera viviendo y para que la dignidad palpite y crezca.
Ahora mostraremos sus poemas, su rasgo, tal vez, menos conocido, pero que no fue, sino otra forma de ser maestro y ser revolucionario, la misma forma de ser un hombre entero.
Su doctrina poética no se expresó en ningún texto, se derramó generosa en sus compañeros y en su pueblo, que es el auténtico sello de lo verdadero.
Versos que están truncos, algunos; sólo breves fragmentos, otros. Más no importa, ahí se encuentra también toda su magnitud como hombre.
¿Qué era la poesía para Patricio? No tenía respecto de ella una "respuesta" redonda, fija o grave.
El se reía de la palabra entele quia. Su poesía era simple, como para vivirla, como para transmitirla. Su poesía era auténtica, como para seguirla, imitarla y -lo que hubiera deseado- superarla: En ella está clara la percepción de este tiempo que se precipita al vacío, no sin dejar antes destrozos y lágrimas..
Los signos viles de esta época de vergüenza son desnudados implacablemente, como debe ser y como siempre debiera ser; sin embargo, él era plenamente consciente de las limitaciones de sus poemas, de una poesía "... pero estos versos, amor no derribarán al tirano".
No podríamos sintetizar toda una vida plena en una cuantas hojas, toda su poesía; su amor de provinciano por Santiago, su experiencia de preso político en sus "Poemas del Hombre", el amor a la tierra y el padre, el encantamiento personalísimo por los trenes (''Chile es un país para el tren", nos decía), su concepción del amor y la compañera, el relámpago que significó su hijo.
¿Cómo conocerlo, cómo imitarlo, cómo retomándolo, superarlo? Están sus poemas, como fuego y enseñanza. Su vida pública, como ejemplo y camino. El acto final de su vida, como mensaje y advertencia a los hombres de esta patria y de cualquier patria: por delante está la lucha.
(Texto de Iván)
Aquí he llegado con este equipaje de provincia
maletas de esperanza
todo el viento del Sur
toda la lluvia
al centro del cemento
buscando los puntos cardinales
al continente de las palomas
pedacitos de sueño
como la pobre luz
de los faroles
en una plaza de barrio
o en una esquina miserable
Aquí he llegado
llegamos. . .
como arrimándonos a algo.
Santiago, 1982
Poema de abril en un tren de abril
Y otra vez
en los trenes de la noche
despidiéndome
tristemente
de la lluvia
Humedecido de sur
viendo pasar estaciones
a la velocidad de un spot publicitario
apagadas de luz
por los pobres
faroles de la noche
Cobijando en mi nostalgia
huyo sin querer huir
y anhelo la infancia
del triciclo
los mares de Salgan
el huerto de cerezos
en tardes de cimarra. . .
Y este poema de abril
en un tren de abril
es un débil intento
de conjugar
el ayer
y el hoy
separados por varios calendarios
de muchas hojas.
Ayer fueron la paredes que no vi
los muros del eterno ladrillo
carcomidos por el eterno cautiverio,
de ahí salieron como alimañas
al igual que sus congéneres humanos (¿...?)
las pequeñas bestias
sedientas de carne y sangre
con su chillidos, tétrica sinfonía de la noche,
tenían como único lapsus
el grito de dolor de 08
ó 09
ó 28
ó 92
o números
o sea hombres
o sea compañeros torturados
CHILLIDOS
mordiendo pantalones
buscando los tobillos
girando en torno a mis piernas
saltando sobre mis rodillas
eran grandes
pequeñas
medianas
bestias
no preguntaban
sólo mordían
acosaban
llegaban por la noche
los humanos (¿...?) en cualquier instante
Hoy en mi pieza de estudiante.
Ayer en las mazmorras de la DINA
en las cárceles de la dictadura
han vuelto los ratones
¡Atento puede ser el preludio de sus congéneres!
CARTAS...
Si se amontonaran las cartas de este tiempo
el viento arremolinaría sus hojas,
inundarían el espacio de alegrías
de horas terribles
de recuerdos atormentados
como calendarios invisibles
como botellas de náufragos
como redes atrapadas de peces
o como relojes sin cuerda.
Y es que estos años
se han teñido de tinta
en papeles mensajeros
buscando respuestas certeras
a preguntas bien precisas.
Si se amontonaran las cartas de este tiempo
se leería vida
se leería muerte
se leería amor
o se leería un... hasta siempre...
escríbeme pronto...
saludos a mamá ¿cómo está la guagua?
¿Carlitos va a la escuela?
¿terminaste tu seminario?
¿cuándo sale de la cárcel Simón?
...ayer vino la DINA, allanaron la casa y se llevaron a Javier...
...con el dinero que enviaste
se pagó la matrícula de María...
... te abraza largo (como Chile) tu hermano Manuel.
... Junto a Hilda lo asesinaron
con una bomba frente a radio Nacional...
Posdata: Me gustaría saber de Alberto.
Sobre estas calles
húmedas de lluvia,
desenterrando antiguos
objetos de adoración,
masticando nostalgias
entre lo que pudo ser
y no fue,
vuelvo al cemento gris,
inadaptadamente metropolitano,
para hundirme en la madera
que raya de verde el litoral
araucano entre Nahuelbuta
y el Lebu que no conocí,
en la infancia nómade
de mi infancia ferroviaria,
entre trenes y locomotoras,
estaciones de tristes despedidas
donde los sueños despiertan
con campana de la estación
y se van definitivamente
con un agudo y quejumbroso
pito de vapor.
Así, poco cosmopolita,
más provinciano,
me regreso
para volver. . .
con mis raíces.
Estos versos, amor
podrán ser una flor
una caricia
un beso
detenido en el tiempo
el aliento de tu sonrisa
la triste mirada de tus ojos
la bondad de tus palabras
Pero estos versos, amor,
no derribarán al tirano.
En una tarde
o en una noche
de mayo llegará
Simón
llegará Francisca
llegará ella o llegará él
En mayo,
quinto mes del
año gregoriano
en Santiago
de Chile.
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