Luis Armando Botina Castro
COLOMBIA
Licenciado en Filosofía y Letras en la Universidad de Nariño, ha participado en recitales poéticos a nivel nacional en Nariño, Cali, Bogotá, Medellín, Bucaramanga y a nivel internacional participo en el Primer , cuarto y sexto Recital Internacional de Poesía de Pasto 2005, evento realizado con el aval de la revista Prometeo de Medellín, centenario a Aurelio Arturo-Poeta del Siglo 2006, algunos de sus poemas han sido seleccionados para ser leídos en el café tertulia Porfirio Barba Jacob de la ciudad de Medellín a la vez que han sido publicados algunos de estos textos en la antología poética llamada “Laberintos del Tiempo” auspiciada por la alcaldía de Medellín, la Universidad de Antioquia, la Universidad Nacional, en diciembre de 2007 realizo la publicación de su libro Sequías del Tiempo y actualmente se esta realizando la edición de su segunda antología poética titulada “ciudad de hierro”.
OMBLIGO
Tus lágrimas son un murmullo de gente
Un chubasco entre el vino de la muerte
Si pudiéramos desvestir la madrugada
Si el tiempo se quedara fuera de la casa
Si tu cuerpo fuera la sublimación de la muerte
Si tu sombra combatiera horas extras con fantasmas
Si este amor se demorara un instante en la cama
Si la cama fuera el puente del olvido
Y tus labios resucitaran por dos segundos a este espectro
Que duerme un sueño de esqueleto
Tus lágrimas son un murmullo de gente
Lágrimas secas sobre el cuerpo del espanto
En esta tumba que cargo por ombligo.
¿QUE ES EL AMOR?
Un perro ciego
ladrando en un costal
Un mendigo confeccionando
un corazón de lujo
Un dolor de muela
en una dentadura postiza
La pata soltera de una araña
en un rincón de orines
La inversión en alcohol que pague
para que me dejaras de pie
brindando con el abandono
¿Que es el amor?
Esta osamenta
que brilla en tu carne oscura
Tus grandes ojos
a dos metros de este animal de cera
¿Que es el amor?
Los huesos del alma
llorando en el cristal
que deja sobre el techo tu sombra eterna
¿Que es el amor?
Un beso castrado
Un árbol cruzado de brazos
El crimen perfecto del cual solo se alimentan
las moscas dormidas
¿Que es el amor?
El tiempo que es tiempo
casi olvido.
TROZOS
“A la brutal memoria del Noni-Neitor
Que es casi una sombra
Salida de su amorfa crisálida de acero
Bebida etílica
Menguante sustitución de la muerte”.
De un tal Saserof
Llueve tanto
Y la ciudad es un monstruo congelado
Llueve saliva oscura
Largos trozos de hierro
Vidrio de los tejados
Llueve dentro de mi pecho
Y el pecho es una bestia de olvido
Lluevo sobre ti a gritos
Y el ruido despierta las putas de barata
La noche es de sueños destilados
Y el alcohol se hincha patas arriba de mi alma
Llueve en verdad
Y el tiempo se lava
La memoria se lava de alguna forma
Los muertos se lavan las entrañas
El olvido crece de la lluvia
El cielo escupe orines de ángeles primitivos
La ciudad es una larga bilis que se arrastra
Lluevo en mi tumba de huesos
En tus labios sobrevivientes
En la penumbra que estorba
En el reflejo vanpiresco de un sol castrado
Nada me pertenece
En absoluto
Solo el monótono sonido del agua
Que se suicida
En un relámpago de fieras
Nada resplandece
Solo la mano cortada del día
Que hambrea paso a paso
En algún lugar de la ausencia
Relámpagos crecen como ruinas
En esta soledad de la cual me alimento
Llueve en verdad
Y creo que soy el único imbécil al que le importa
Esta leve inundación del alma.
DE: Los párpados del agua
Los ríos hacen cauces en mi pelo
Las aves habitan mi piel
Las sombras menean su culo
Con sonoros escándalos
Empaquetados en sudores del amor
Más debajo
Los cuartos galopan perdidos en silencio
Mientras la muerte se incrusta en mi médula
Pero a diferencia de mis huesos logré evadirla
Para seguir planeando desesperadamente
Sin embargo el espanto desorientó mi vuelo
A fuerza de conciencia
Con sus vanos ángeles contrarios
Con sus tristezas falsas
Que me oprimen la carne de los sueños
Lo hallado en el combate
Bajo párpados pesados de delirio
Bajo usados vientres de cuchillo
Donde siento cantar las entrañas
Con el incendio de mis penas
Y hacen ruidos los malditos pájaros en mí alma
Los muertos recuerdos de pico
Que cargan maletas dentro de mi pecho
Para seguir planeando desesperadamente.
Bajo las pulgas de mi alma se ocultan
Tiernamente
Los párpados de agua
La noche manchada de fantasmas
La muerte migratoria corriendo por tu cuerpo
Las paredes del olvido
Esta caricia que tirita dormida
Besando la podrida sombra de tu corazón descalzo
Los venenos del día arañando los ojos del delirio
El cielo dormido en los antídotos del desconsuelo
Bajo una soledad abierta a la sangre
A los espanta-pájaros
A la viva tumba clavada al esqueleto
Con toda su lengua sentada en adioses
Con su tristeza mojada en oscuros cantos
Con toda su voz abierta a la fiebre de ciudades
Que crecen miserables
En los huesos
En las uñas de los muertos.
Allí está sentada la soledad
Señora
Dueña única de mi tristeza
Bajo este cielo mis huesos menstrúan
Nostalgias cortadas con tijeras de plomo
Y la nada resbala por mis venas
Con el alcohol ufano del silencio
Y allí esta dios sentado
A dos metros de este animal de cera
Rascándose las axilas en su eterno cubo de mierda
Entretanto en el fondo de mí usado corazón
Un niño muere de hambre
Con un sello en el fondo de su alma
Que reza Made in U.S.A
Y el terror
Es una nueva forma de matar a la muerte
Con todo el abandono
De una íntima estampida de sombras
De todas maneras a quién le importa
Si la muerte suda
Sobre sabanas blandas del corazón
Mi corazón habla del pasado
Que tiembla en el amanecer con otros rostros
En verdad el pésame se encuentra en la pena
Enroscada como una serpiente
Bajo el crepúsculo de manchas robadas a la pálida
soledad
Entre tanto el exilio
La alma
Entra con los ojos cerrados
A las puertas de la sangre quieta
Donde un perro aruña los versos robados del
infierno.
Una luz descalza
Desesperada en lo frágil
Como saliendo de la carne
Opaca en la tristeza
Sin presencia
Ni labor
Oculta bajo una noche herida
Isla oscura y débil
Tragando marinas soledades
Soleadas trasmutaciones del vértigo
Fluidas distancias en la limpieza del sueño
Pero el amor estaba perdido
Y seguí volando
En lo atómico del escándalo
En lo telúrico de tan blanco
A 1000 millas de la sangre
Repartidas por la venas del cansancio
Y todavía el aire agonizaba de a dos
Desorientado en su vuelo
En su raquítica constancia
En su mortecina carnaza
Con sus vacíos limbos falsos
Con sus círculos callados de nostalgia
Y me oprimía lo encontrado
Más allá de los desperdicios
Cerrados en los besos de cuchillo.
Siendo agua
La lluvia es igual a la ternura
A la enfermedad del día
Que suena muda en el frescor de las tumbas
Mi corriente es una lengua dibujada
En la apariencia del espejo
Que naufraga
Cuando nace el silencio de las palabras que vuelven
a la lluvia
De esta carne desterrada
Nos han robado el dolor como un verso
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