Silvia Rodríguez González
(Las Palmas de Gran Canaria, 1970) ha publicado los libros de poesía Rojo Caramelo (Alharafishedita, 2004), El ojo de Londres (colección de poesía San Borondón de El Museo Canario, 2005), Casa Banana (Colección Poesía Gabinete Literario, 2007), Shatabdi Express (Ed.de Baile del Sol, 2008), Bloc de notas (colección de poesía El Mirador, Ediciones Idea, 2009) y este otoño sale su libro Departamento en Quito en la Colección La Palma de Ediciones La Palma.
Es co-autora del libro tripartito La fiesta innombrable con Verónica García y Antonio Puente (Ed. de Baile del Sol, 2009) y entre otras antologías está incluida en 23 Pandoras: Poesía alternativa española (Ed. de Baile del Sol, 2009), Poetas canarios en Buenos Aires (La Máquina del Tiempo, Buenos Aires, 2009) o Somos solidarios (Ediciones Idea, 2013). Estuvo en el programa del la II edición del Festival Internacional de Perfopoesía de Sevilla en 2009. Participó en el libro Voces de Papel / A Miguel Hernández (Instituto Cervantes, Lyon, 2010) y ha intervenido en los Festivales Internacionales de Poesía de Génova (2005) y de La Habana (2008 y 2009) y en el Programa Literario de Otoño de Ginebra en 2009. Los dos poemas que aquí se presentan pertenecen al libro Departamento en Quito.
La Mitad del Mundo
No sé por qué rota la manía
de ser el centro de todo
el ombligo de La Tierra
los hemisferios son opuestos
estar en el Norte o en el Sur
no es lo que confunde
lejos de la línea ecuatorial
el equinoccio nos recuerda
que la luz y la oscuridad
son iguales para todos
Hotel Palace
Bajo el árbol retoñero que os babea
los cauchos
(“Mis pequeñas enamoradas”, Arthur Rimbaud)
Suena siempre la cascada
entre cimas verdes
y el edificio fantasma
el agua cristalina
canta el nombre de la selva
y no forma un lago de sangre
en el caucho verde
de la exuberancia vegetal
leo de nuevo a Rimbaud
Tres Poemas del Libro “Casa Banana”
GUACAMOLE CON TOTOPOS
El pueblo da paso
a la cuenta atrás
a la estrecha carretera exótica
flanqueada por jungla y océano
el asfalto caliente
atrae flamantes reptiles
el sudor del cabello al ombligo
ficus y palmeras
agitan radicales verdes limas
en su primer gesto
el paisaje detiene los sentidos
el alma se para en el cuerpo.
Ahora empieza el viaje.
Flameamos los vínculos exaltados con miradas de agua.
Claro que sí.
TEA TIME
Que no tengan los interdentales que agarrar tu pulpa para que mi mandíbula mastique la carne de tus gestos. Que tus agallas y las mías tropiecen en el mantel sin hacerse picadillo. Que tus palabras lleguen deshuesadas a mis oídos y tus secretos sin espinas invadan mi cerebro y recorran el camino venoso de ida y vuelta sin lugar a fuga. Que queramos morder siempre por el mismo lado. Que aunque no nos devoremos a besos siempre nos podamos reflejar en las aguas calmadas de un humeante té matutino, a cualquier hora.
CÓCTEL DE CAMARONES
En la plática
se animan los camarones
a golpe de sonidos mariachis
trajes oscuros que se mueven
entre bañistas locales y extranjeros
cantan rancheras,
es la riviera Maya
ritmos de sol
ritmos purificantes
deslizándose sobre la orilla de coral…
Nos vemos en el cervefrío de la 4ª.
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