lunes, 9 de diciembre de 2013

FRANCESCO ACCATTOLI [10.753]


Francesco Accattoli

Nació en Ancona, ITALIA en 1977. Es docente de literatura y latino a nivel preparatoria. En el 2002 publicó su primer libro de poesía y prosa “Come acqua che riposa…” (Stamperia dell’arancio); en el 2007 “ Un tramonto sommario” fue editado por Fara Editore, con quien también publicó en el 2011  la recopilación poética “La neve nel bicchiere” al interno de la antología del Premio “Pubblica con Noi”. Del 2003 al 2010 fue voz y guitarra de los Noa Noa y sucesivamente se dedicó al proyecto poético-musical Fucine Sonore junto con el poeta Loris Ferri y al guitarrista Alessandro Buccionetti. Sus poemas has sido incluidos en varias antologías ( Ricordamo Calpestare l’oblio, a cargo de Davide Nota e Fabio Orecchini, y Porta Maria. Viaggio a due nelle Marche, a cargo de Massimo Gezzi e Adelelmo Ruggieri) y en revistas en carta y en internet. Ha recibido reconocimientos a nivel nacional (Premio Sandro Penna, Premio Poesia di Strada, Premio Rabelais, Conconrso Arte Ex Tempore, Premio Gozzano). En junio de 2013 publicó su tercera recopilación de poemas del título “Lunga un anno” (Sigismundus Edizioni).









Paseando por el barrio viejo


    a Jaime Gil de Biedma



Me sigues con ojos de tierra
quemada, abierta,
en la serena posición de la sonrisa,
una línea sutil que mira el mar,
divide el poder, lo convierte en un campo
de trigo dorado.

Me cuentas como fueron los veranos,
me quedo quieto a escuchar,
y cada sensación llega
acariciándome las sienes.

Y cada sensación es suave,
apoyada en tu espalda,
a lo largo de los brazos, en la elegancia
de los dedos, de los tobillos;

regresa la luz, si te observo bien,
explota el blanco entre tus collares.

La indecisión. Después sigue la trasparencia.

Un poco de agua
detiene el respiro agitado;

muere la ciudad en sombras individuales,
las estradas se hacen estrechas, conectadas
a las plazas con paciencia.

Paseamos con un viento vacío
a las espaldas,
en el centro exacto de la paz.

Una casa de dos caras, una mirada más,
damos un nombre nuevo a las cosas
si nos sentimos valientes.

Amanece por doquier,
justo mientras regresan
los pájaros a su rama,
y las parejas desgraciadas.





Domingo menor

Llueve sobre las putas
y sobre los hombres con bigotes,
sobre las chaquetas descuadradas,
sobre las copas de cava,
en el rose de los paraguas
los amores adultos
gozan manchados
de labial y de cabello apenas peinado.
Es domingo también para los pobres.
Todavía no es el mundo, afuera,
se llueve para limpiar
y mañana regresar y contar.


TRADUCCIÓN:     Alejandra Craules Bretón
http://circulodepoesia.com/





Cambio di stagione

Se ad un tratto apparisse una porta
e per quella porta s’entrasse
in una stanza vuota, vedresti lo sgomento
d’una sedia al centro, sola.

Con tale geometria, per come
mi scopri dal bancone di un bar di seconda,
o da un vassoio di cannoli con la crema,

mi convinci che è troppo amaro, troppo
normale; morire per quella sedia, avere
la colpa, e non la tregua, come ostaggio.

Non è vita artificiale, non c’è nulla
da fotografare, nessuna prova
da esibire come gioia
collettiva, assoluta, senza pudore.

Tra qualche anno, mi dirai,
sarà finita, avremo tutto come i nostri
genitori, la stessa tiepida agonia
per il genere umano dei morti di fame.

Perché dunque anticipare l’ironia
delle stagioni? Perché lasciare
che una sedia sia l’immagine che fuori
già si vede, e non dovrebbe, a quanto pare?

Così, quando arriverai di sera,
appendi un lume a quella porta:
muta ne uscirà la morte,
torneranno invece le calde alte ore.



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