Santiago Featherston
Buenos Aires, ARGENTINA 1988
Nació en la ciudad de La Plata. Pasó sus primeros años en Barcelona (España). Estudió a su regreso en su ciudad natal. Se encuentra de viaje.
Intervenciones: Presentación de Francesca, junto a Pablo Ohde (Teatro Hermandad del Princesa, La Plata); la Nueva Poesía:Ciclo Cuatro Ficciones (Centro Cultural Islas Malvinas, La Plata) Ciclo Vodevil Ambulante (En Eso Estamos, La Plata).
POEMAS EN SU WEB:
http://lesenfants-terribles.blogspot.com.es/
Obra Poética
Francesca, Turkestán, La Plata, 2010
Cartas de Guerra, de autor, La Plata, 2012
Francesca
Editorial Turkestán
Con su gran ojo, el Sol
no ve lo que yo veo.
John Keats
1.
hasta que una noche la vemos con ojo depredador
traer sobre su hombro
la piel de un animal extinto
y entendemos que nuestro final es su principio
Ella recuesta su cuerpo en el suelo frío
abre su boca
y suelta
el bramido inicial sobre el viejo territorio
en el lugar justo
donde
alguna vez
te sentiste a salvo
la pluma de un pájaro muerto se mece por la ventana.
2.
hemos abierto la ciudad sitiada
la percepción que los dioses reservan
a vírgenes ángeles y santos
es tomada por asalto
la ciudad se abre -decimos-
para los que aceptan del veneno
el tiempo de los asesinos afables
adiós Señora Prudencia
señor señora
Su Excelencia
adiós a todos
adiós.
3.
por eso mismo
y no otra cosa
voy a dejarte lamer por la Noche
siempre la Noche oscura
el hocico azul y negro
salvaje
entre tus manos
impertérritas manos de mercurio
dando muestras de que hasta lo sólido es relativo
todo el pulso envuelto en una sucesión de erupciones volcánicas
fin y resurrección
consecuencias de lo que otra boca despliega ante tus oídos
y así
hasta que algo -siempre inevitable-
arranque o entierre bajo capas de silencio
lo que sea que nos une
y entonces
veremos.
4.
dice
dos
tres
cuatro
veces que sí
sólo oigo un pájaro a través de mi ventana.
5.
el invierno acerca sus tentáculos
y expulsa su tinta
por el aire viciado que cubre esta habitación
al fin del camino
el banquero de Sicilia nada en la sangre de sus hijos
y una prisión encierra la única verdad
tras una pared
y en el instante de duda y silencio
la voz que surge de la Noche
ofrece su respuesta
a quien se atreva a preguntar
en lugares así
la salvación debe ser
algo imperdonable.
6.
siempre
fuera del escenario
sentado en la ventana creo firmemente en otra obra
cambio la vista
sobre la mesa una lapicera azul
páginas
mi conciencia explota en el amarillo más violento
lo que suplica este oído forma parte de la Noche
pero toda salida es emergencia
-eso aprendimos-
de la puerta al desacierto
otro cigarrillo
Atacama el 3 de octubre.
7.
la voz de una mujer
-un vaso de vidrio un cigarrillo un fósforo apagado dentro de un cenicero un cesto de mimbre repleto de monedas un barco de papel trece recortes de periódicos cuatro cuadros siete imágenes en una pared blanca tres libros de poesía una navaja suiza sobre la mesa una silla una máquina de escribir dos manos que presionan teclas-
muerta
como la última cinta del último cine abierto
pasa la noche.
8.
Francesca
vi ballenas
hubo sin embargo espacio para el desierto
sabía que estabas ahí -cómo no-
personajes bíblicos punzaban tu imaginación
en esa profundidad barrosa tus pies eran avispas
el taoísmo te aniñaba los ojos
quise
la palabra extinta
arrancar tus pupilas de lo ordinario
no supe cómo
el pesar es mío.
9.
el pesar es mío
no supe cómo
arrancar tus pupilas de lo ordinario
la palabra extinta
quise
que el taoísmo te aniñara los ojos
en esa profundidad barrosa tus pies eran avispas
personajes bíblicos punzaban tu imaginación
sabía que estabas ahí -cómo no-
hubo sin embargo espacio para el desierto
vi ballenas
Francesca.
10.
el tejado
musgoso llamado a la reproducción felina
aullidos de placer atravesaron tu ventana
creías que se trataba de un homicidio
sepultaste tus uñas en mi antebrazo
hoy
la Noche ha venido a llevárselo todo.
11.
Ella posa con su cámara y un cigarrillo
apagadísimo
retrato del artista adolescente -explica-
a través del espejo
la máscara nocturna devuelve una sonrisa
las siete y veintidós del sábado y esto bien podría ser el fin del mundo
acaba la función
querido diario
un rostro se relame plácidamente la boca
he matado a un hombre.
12.
I
hombres que ofrecen su rostro
al canto indiferente de un animal salvaje
que una noche
calla
por no entender
y confundidos sufren
su silencio.
II
suya es la página siniestra
que la buena voluntad
por tercera vez nos niega
y aleja
como un viento sutil
o un decir lento
el mensaje desnudo que no entendemos
y arde
con la firmeza de una vieja convicción
en la memoria revuelta por el aire de octubre
que una vez más
parece ese lugar al que todos
o algunos
una madrugada inconfesable nombraron infierno.
13.
la oscuridad nos seduce hasta la confusión
hasta que nos impone su forma
la obsesión de libertad
cómo saber entonces lo que somos
cuando lo único visible es un puente colgando sobre el río
del cual parte esta noche
-la vemos-
la única criatura que respetamos
sólo porque nos desprecia
tal como nosotros
y le decimos gracias
y es cierto
la luna recostada sobre la noche amarga
observa este devenir
y por su gesto
parece decir que sí
que todo va muy bien
a lo lejos una armonía vibra
pero quién o de dónde
no hay tiempo
ha quedado atrás
como la casa que habitamos
o el último día perfecto
al llegar el instinto nos detiene
Nuestra Señora pasa
adiós
le decimos
tal vez mañana venga por nosotros
y conozcamos la súplica
hoy sólo inclinamos la cabeza
ante lo que es bello
y casi pacientes
encendemos un cigarrillo
y esperamos
el silencio que por esta noche
nos permita al menos un par de líneas.
14.
entonces escribí
el humo nació de mi mano
todo pareció grisáceo y desafiante
supe que mi dios forma parte de lo que piso
no puede juzgarme
me dejé lamer la cabeza por un gato azul que juró ser la libertad
le creí
sucio ingenuo y enfurecido
clavé mis dientes contra la pared
conocí el mar subterráneo
me acosté desnudo y esperé que un viento púrpura encegueciera mis ojos
Ella reía.
15.
hoy
a la espera de otra víctima
se afirmó en la procesión
recostada sobre el lugar izquierdo de otro cuerpo
para luego incendiar
una cárcel que podría esconder
la belleza de la última reina
y su rostro desfigurado
las zonas afectadas se unieron para formar su piel.
16.
así observo sobre el peñasco la procesión que marcha
un hombre que se acerca puede ser Dios
o parte de su séquito
aquella mujer
la Muerte
enciendo un cigarrillo
la Noche acaba al mundo
y aspiro.
17.
un aire lento saldrá del invierno
por el oscuro bajo fondo alguna noche
en que el lamento de un pianista ruso será oído
por quien desciende peldaños en busca de Su Distinguida
ante la mirada innoble de relojeros anónimos
que acercan en silencio
el extremo de un péndulo detenido
y se estrangulan finamente sobre la tierra amable
que sabrá aceptar
del momento dado el fruto de la muerte
cuando una luz precisa como una aguja brillante
descubra el signo final
sobre la espalda de Nuestra Enigmática Señora
y al emprender la retirada
ya nunca más
tendremos que volver a ver su rostro de nuevo.
18.
la lanza de la cordura
situó la tregua en tu corazón
instantes de Nerón iluminaron la ciudad
y el rumor paciente del elemento
suspiró inoxidable
tras tu cabellera sucia
la palabra extinta se hizo en tu poema
y adquirió su forma
de sexo de cazador enamorado.
19.
a la espera de otro rostro
cómo pudiste permitir
la palabra precisa de un museo
cuánto discurso de sobremesa
sólo para acercar el tiempo del desprecio
la voz trépida en tu memoria
al acecho de cada tarde
-recuerda hijo cómo mintieron–
por supuesto señor
pero todo lo que dice es un grito quebrado
y a veces la marcha de la victoria
es un hombre solo
que camina sucio por la calle
un día cualquiera
y llora
tal vez fue así.
20.
conformes con esta destrucción
merodear la ciudad prohibida
con suma urgencia
ser el enemigo
explorar la ruina elegida
el secreto radica en hacer un violento asalto
y alcanza con un vaso de la dosis adecuada
no sólo vale para el sexo.
21.
dentro de la ciudad
rociaron con leyes de todo tipo
puertos un cabo e islas con templos
palacios
luego escaparon.
22.
y así Ella observa
el círculo de los hombres ciegos
porque
en verdad
¿quién de nosotros puede decir
que ha visto alguna vez
el ojo perfecto de la Noche?
sólo de madrugada
llega la muerte.
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