Marisa Negri, nació en Buenos Aires el 24 de junio de 1971. Es profesora de Castellano, Literatura y Latín y se especializó en Educación por el Arte. Ha coordinado talleres de escritura para diversas instituciones de todo el país. Participó con una serie de haikus de la muestra Satori en la galería Masottatorres (San Telmo, Buenos Aires).
Actualmente cursa el posgrado de Arte Terapia (IUNA) y coordina el proyecto de arte Labrys en la ESB 186 de La Matanza. Publicó los siguentes libros: Caballos de arena (Poesía, Nuestra América, Buenos Aires, 2003); Un camino en la selva, un paso a la libertad (Antología de Ramón Quichiyao, Futrono, Chile, 2004),y Al filo del gozo (Antología de poesía erótica preparada por Marisa y Socorro Trejo Sirvent, Viento al hombro, 2004), Estuario (Poesía, Ediciones en Danza, Buenos Aires, 2008), El jardín de las estrelicias (con Maggie de Koenisberg), 2010. Realizó también la antología poética de Olga Orozco El jardín posible (2009) y la compilación de la obra periodística de Orozco en Yo, Claudia (2012).
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ESTUARIO
(Tres fragmentos)
vinieron los ángeles no se trató sin embargo de una visita amistosa uno recortaba su silueta celeste a los pies de mi cama hubo espasmos tironeos tenían por mi alma y ésta subía y bajaba a través del cuerpo resistiéndose a salir levantaron una columna de fuego querían asustarme
yo soy la fuerza fui repitiendo con la voz quebrada de las apariciones los rojos adquirieron consistencia cierta viscosidad o luminiscencia en el humo de la noche yo soy equilibrio invoqué por las dudas un vapor tornasolado me conmocionaba el rostro apreté los dientes me tapé la cara
con la almohada como si un tren se hubiese detenido en medio de la pampa el alma volvió al lugar convenido quedaron sobre el acolchado canutos descoloridos algunos botones del viejo costurero cosas de la batalla
ah si tu madre era una reina el aliento del mundo se detenía a su paso y era su boca el cielo y el infierno confundidos la noche del baile tu padre llegó a la madrugada oí entre sueños el runrún de la dkw me despertó agitado conocí una francesita dijo y yo que le leía el peso del alma en la pisada supe que los dioses lo habían elegido la estrella del rockabilly cedía su puesto ahora los mortales tendrían una chance
casi todas las hijas de don manuel tuvieron sus festejantes tanto mazapán y licor de yemas para la visita de los martes el correteo de la chica de los mandados aroma de azahares y canela detrás de la puerta casi todas se casaron y ella fue olvidando el asunto mientras picaba finita la cebolla
(De: Estuario, Ediciones en Danza, 2008)
LAS SANADORAS
II
Rojo
Ardiente
almibarado
quien se abre a sus perfumes
no retorna jamás
todos los viajeros perdidos son jardineros
ella recompensa sus favores
les enseña a mirar
III
Nadie sabe dónde se encuentra el jardín de las estrelicias
Lo sueñan las vírgenes la primera noche del amor
y juegan en él los niños en sus fiebres
cada primavera la maga suelta dos calandrias de oro
traza un puente entre los mundos
permite a los viajeros volver a su hogar
Nadie ha querido regresar
(Dos poemas del libro inédito "Las Sanadoras")
callada sombra
exilada en mí
dentro del cuarto
con piano de fondo
escribo y borro y escribo
como una marea
desde el principio del tiempo
una palabra
una sola palabra
blanca roja negra
cualquier palabra
me besaría la boca
para despertar
como en los cuentos
muros
todo lo que duele resbala dentro de este blues
bessie va arrastrando ángeles muertos y perros vagabundos
en otro lugar mi hermana con la memoria amordazada
inventa rituales para no sangrar
escapa de los miedos tatuados
no puedo cuidarte de tu sombra
suavizar la crueldad del espejo
puedo estirar mis dedos abrazarte tristezas
sin que la noche sea menos miedo
sin que el miedo sea menos noche
de este lado
las paredes se tambalean
tamiz
escribo digo escribo miento,
nadie sabe lo que a sus pies me pisotea
louis aragon
escribimos
para asesinar el silencio
estamos solos
arrastrando cadáveres de tiempo
la batalla de los días
nos despoja de sueños inocentes
rompe nuestro corazón
como una ola
sólo queda buscar
un lugar apenas tibio
donde las zarpas
todavía
no alcancen
futhark
una copa de agua para la cabeza de mimir
la vela azul
no lleves nada de metal
no duermas con el viento norte sobre la frente
ahora sí una a una las letras de tu nombre
escucha a tu sombra antes de hablar
nada se puede hacer
si el fuego se consume
dentro de tu corazón asoma el caballo del día
un río de pájaros despierta
alguien hace música en tu cuerpo
el consejo del oráculo es rad
esta vez el viaje no puede compartirse
no apresures la unión de cielo y tierra
el hijo de is viene detrás
su lanza encendida se desangra
no intentes el poder
la batalla es desapego del mundo
saber que somos aliado y enemigo
que siempre es el principio
la batalla es adentro
nornas
delicadamente se cierran los pétalos de la noche
el mundo late aún bajo la marea del sueño
donde barcos encendidos respiran el sonido del mar
y alguien canta su rostro en el espejo
y otro se mira nacer y otro
estira sus tristezas al sol
hay quienes barren las sombras de un adiós
o esconden debajo de la alfombra un amor sin usar
tres viejas
tejen el momento en que el hilo comenzará a temblar
cede una hebra y uno traga cuarenta pastillas
dos hilos se anudan y
crecen países dulces a la orilla de una cama
yo escribo en la música de una casa dormida
para hilvanar mi nombre
oficio mudo
La poesía huye del centro del abismo
corre sangre tinta marcas que lastiman la piel
es un oficio mudo
gritar palabras que nadie comprende
olvidarme los colores de tu boca
apagar los huesos hasta que mis manos dejen de temblar
ni el olvido se consigue durmiendo
se detiene dentro de un círculo azul
dejo de girar a tu alrededor
dejo de perderme
y es en el lenguaje donde respiro todavía
la vida es una larga cadena de errores
de cuentas sin pagar
pronuncio ritualmente cada palabra
me encierro en la escritura
nado en ella con los ojos al revés
ruidos adentro y este no poder despegar
la sangre o la piel
cada espacio de silencio o calor
triste como este cansancio seco
de no saber dónde
el hilo termina de romperse
casi una profecía
a cada instante el amor hace añicos un millar de tazones, a cada momento cose
y rasga un millar de prendas
yalal al – din rumi
lo sabemos
el pie del gigante
pronto romperá las tormentas
los días arrancarán mi nombre
con la mano de la tristeza
que es la mano de un dios desconocido
y sin creyentes
eso no importa ahora
cuando estás por llegar y se pulen
los herrajes del sol
ahora que el sueño es leve como tus ojos
y todo lo que soy te pertenece
el gigante corazón de costumbre
se robará mi nombre
y sabrá de este tiempo
travesía
¿conoce usted paisajes pintados en los vidrios?
raúl gonzález tuñón
cruzo
tu nombre
como un barco en llamas
el sol hiere mis ojos
que no saben dormir
me pregunto
si no estaremos muertos
detrás de las máscaras
si el amor
es un pájaro pintado sobre
un vidrio
o una especie
de verdad
que sangra
babel
ardió el lenguaje
no supe
que me había
quemado
el tejido roto
su camino
hacia el hueso
el dolor
no es cortés
no se comporta
insiste en amar lo perdido
en otra lengua
protégeme de lo que quiero
para jg
¿ves el árbol de nieve?
arde la claridad del silencio
y nada guarece
baja ya las persianas
¿tenés frío?
¿ves la bruma que nace más allá de los muelles?
ojo eterno que espera
la salvación de la noche
su pan de naufragio
vienen a decir nuestros nombres
besa mis ojos
para que me duerma
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