Foto de Gervasio Sánchez
Antonio Monterroso Madueño nació en Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba) en el año 1951.
Es un poeta visual antologado en Boek Visual y con publicaciones en diversas revistas del panorama nacional. Ha participado en exposiciones, encuentros y convocatorias como el Cincuentenario de la Poesía Concreta [Universidad de Stuttgart], Cosmopoética 2009, Poesía Visual Contra la Violencia de Género [Barcelona, 2008 y Úbeda, 2011], Por el Derecho a la Educación [Amnistía Internacional Cataluña, 2009], El Píxel en el Ojo o las III Jornadas Iberoamericanas de Lectura y Escritura [Madrid, 2011]. También es escritor de Literatura Infantil y Juvenil en Editorial Santillana, con títulos como El Enigma Havasupai u Operación Tyto Alba y responsable editorial de Papeles de Le Rumeur Ediciones.
LOCO
La luz que sangra en tu ojo
ilumina el profundo
valle de la verdad
sin límites, aquella que no puede
callarse en la mirada...
Algún día tendremos que quitarnos
unos a otros las máscaras
y hablaremos sin prisas
de todo lo que puede ser el hombre,
de la fe en la montaña.
Y el alma que nos duele
se calmará en un rictus de idiota,
transida por la dicha.
MUJER
Detenido ya el tiempo
no quiero otro dolor que tu mano
en mi hombro. Sentir
que el calor de tu pecho
deshiela soledades
acunadas en gris.
Para amarte en silencio
no es urgente saber
que viajas al confín de las lágrimas
por estepas de azul.
Necesito solamente
saberte en el balcón,
recordar tu pañuelo.
TEDIO I
De mi arcadia feliz
queda un poso de luz
difusa, intercostal
hiriente, que ilumina
recónditas esclusas
por las que evacuan sórdidas excrecencias,
los restos del naufragio.
Pasaron los días
como en el calendario
las hojas que se suman
al desconcierto estéril
de lo que no es ni fue
vivido. Ahora sólo quedas tú,
tu huella en mi almohada.
De ti sabe la arena
de los tiempos, la playa
del deseo insatisfecho,
la herida a corazón
abierto, el beso aleve
con que las nubes siluetean los montes,
el peso de las dudas.
Lo que no ha de volver,
lastrado de presente,
como las prostitutas
viejas amor a bajo
precio, aguarda estoico
la paga de un adiós inmarcesible,
el tedio del olvido.
TEDIO II
El tedio que alienta estas tardes grises
de gris oficio estéril
responde al eco mudo
de nubes preñadas de montes, sombras
circuncisas, inertes. La ventana
se acerca inconmensurable, insistiendo.
Y el pájaro describe
raudo, las céreas horas difusas
que restan hasta el borde
fiel de la taza diaria
como amor que no existe.
En estos otoñales días grises,
cuando los ojos sucumben airados
por las continuas y breves reverencias
con que el árbol saluda
el reflujo del tiempo...,
consumidos ya displicentemente
unos cuantos bostezos luminosos
frente al frío sudario
que sin pudor destila
un éter ceniciento...
entonces, ni sabes por qué rincón
del alma hallarte. Ya
no te quedan más ganas
que las de huir frenético
de esa cárcel de alambres que protegen
y cuidan la soldada merecida
a fuerza de suspiros
y lamentos. Huir sin mayor afán.
El silencio se hace mustio reflejo
de aridez insondable
desafiando fiero al espectro que se alza
en la plaza tan alto
para que yo pueda verlo. -¡Maldito
cemento!, compañero, confidente-.
PARA INICIAR LAS SESIONES DIARIAS
DE EL CLUB DE LOS MAESTROS MUERTOS.
Tomar aire frente a la ventana
de par en par abierta,
saludar al pinar
y guiñar a la nube que pasa.
Salir pitando por el pasillo,
abrir la puerta de un golpe
y, tras los buenas días,
poner los pies debidamente
sobre la mesa, apretar fuerte
y, mirando al sur, gritar:
"Capitán, mi capitán...
yo te prometo
que en el día de hoy
no me dejaré hacer cautivo
nada más que por la belleza,
que maldito sea para siempre
si me dejo desarmar
de la fe en mis poetas,
y condenado a galeras sea
si no consigo sembrar
un jazmín en el desierto.
Que estoy dispuesto a vivir
únicamente por ver izada
la bandera de mi libertad..."
Y, acto seguido,
con diez cañones por banda,
viento en popa a toda vela
poner rumbo hacia el país
de Alicia y sus maravillas,
hacia Macondo, Lilliput o Samarkanda,
hacia las Tierras Vírgenes del Sur
en pos de ser el primero en desnudarlas
con un verso en la mirada.
http://antoniomonterroso.jimdo.com/
'Iluminar la palabra' muestra una poesía visual que no deja indiferente
Córdoba, 23 de marzo (nota de prensa)
Muy pocas veces se puede decir tanto sin palabras. La poesía visual de Antonio Monterroso, que desde hoy a las 19 horas se puede visitar en la Estación de Autobuses de Córdoba, no deja indiferente y habla de tantos temas como asuntos hay presentes en la literatura tradicional. Así, en Iluminar la palabra, una exposición que está dentro de Cosmoarte, en la octava edición de Cosmopoética. Poetas del mundo en Córdoba, caben el amor, las referencias literarias, la política, la inmigración, la ecología, la educación, la ironía o la lucha contra el maltrato.
Temas tratados con un ingenio sorprendente que atraen la mirada de los viajeros que llegan o se van de Córdoba. Impresas en lienzos artísticos y realizadas con medios y técnicas diferentes, las 27 obras que componen la muestra realizan un homenaje a escritores como Gabriel García Márquez, en 'El rastro de tu sangre sobre la nieve', Miguel Hernández en 'Florecerán los besos sobre las almohadas', a Federico García Lorca en 'Y mariposa ahogada en un tintero' o a Juan Bernier -en una pieza con su mismo nombre- y con la que Monterroso lo ha retratado tal y como se lo imaginaba, "siempre como flotando, con un paraguas y paseando entre los árboles". Otra serie de poemas visuales están cargados de ironía, como 'No hay huevos', 'Manda huevos' -un envase con huevos fritos y el sello del dictador Franco- o 'Sementerio', que habla de la violencia de género aunque el público asistente a la apertura de la muestra ha dado todo tipo de interpretaciones. La crítica a la falta de libertad de prensa "y haciendo referencia a lo que decía Carlos Edmundo de Ory, de que 'La verdad es la mayor de las mentiras', como las verdades a medias que se difunden en los medios", Monterroso ha creado dos llamativas piezas: 'Libertad de pienso' y 'La verdad'. Y la inmigración está presente en una impactante obra, 'Mensaje en una botella', en la que el mensaje es una imagen de inmigrantes en una patera.
En suma, poemas visuales que consiguen "zarandear el subconsciente de la gente, que es lo que todo creador desea, y que necesita la complicidad, reflexión y opinión del público", ha manifestado Monterroso, satisfecho con la respuesta e interpretaciones particulares de los visitantes. Reacciones que continuarán sucediéndose hasta el 24 de abril en el vestíbulo de la Estación de Autobuses de Córdoba.
El rastro de tu sangre sobre la nieve (a García Márquez)
Ex ovo
Glu glu glu (a Miguel Hernández)
La verdad
Lejanía de Córdoba (a Mário López)
Homenaje a Joan Salvat Papasseit
Mujer en su laberinto
Y mariposa ahogada en un tintero (a Federico García Lorca)
Por un puñado de dólares
Sementerio (contra la violencia machista)
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