martes, 3 de julio de 2012
7188.- ALEXIS COMAMALA
ALEXIS COMAMALA
Nació el 25 de Junio de 1979 en Córdoba, ARGENTINA. Entre 1994 y 1997 hizo radio como locutor y productor. Es técnico electrónico pero no ejerce. Estudió dos años Comunicación Social y luego Letras Modernas. Fue integrante del Aula Abierta de Montaña (UNC hasta el 2006. Ha editado la plaqueta “Ensayo mi muerte” 2007 y “El día más parecido”, con el Grupo Pan Comido. Publicó en la revista El títere sin cabeza, Zaguán y Árbol de Jítara y en el diario Corredor Mediterráneo (Suplemento cultural de El Puntal).
SANDÍAS
I
recuerdo las tardes de calor insaciable
llega un camión de Chajarí
con mundos verdes veteados
el tío de un amigo baja una a una
las sandías del Litoral
entre Cristian, Elvio y yo
nos llevamos tres o cuatro cada uno
no recuerdo que nos cobren esta feicidad
éste es otro mundo
universos rojos adentro
así debe ser la superficie de Marte
por fuera del mundo nuestra infancia
II
debajo siempre debajo
allí debajo de las camas de mis abuelos
en Piquillín
amanecían las dormilonas
eran trece o catorce según la época del verano
cada una paciente esperaba su turno -me decía mi madre-
ésta es la única manera de conservar las fresas
aquí en el campo
donde tarde llegó ese invento del frío,
ya que no se conocía allí, la luz eléctrica
fresquitas
esas guachas, amanecían entonces listas para despanzurrarlas
entonces el sol que pega fuerte
obligaba a partir sandías y esperar apoltronados que llegara el ocaso
entre los cinco hermanos, mi abuela la Fina y el tío Venido
recorrían los senderos de la mesa
la misa terminaba con siete triángulos
equidistantes e iguales uno del otro
la siesta eran miles de semillas desfilando de sus bocas hacia los platos
habrá que esperar otro día para rezarle a dios por un nuevo mundo rojo
III
es tarde
llego a mi lugar de encierro
celebro la misa
saco media de la heladera
recuerdo a mi madre
mi infancia
la puerta de mi mente abierta
para entrar otra vez en ensoñación
saco el cuchillo
lo clavo en un centro
abro
empujo
insisto
la corto en cuartos como si alguien me acompañara
voy comiendo
las devoro
como si así pudiera borrar los recuerdos que me traen a esta realidad
termina el rito
la sed de vivir ha sido calmada por horas
IV
hay una cuarta sandía que nadie se atreve a comer
me asalta por las noches
está posada sobre la mano izquierda de Marquitos
hombre de cuatro años que vive sin dudar demasiado
yo juego con él
el juega a que es grande y lo es
el fruto rojo
sandía
le trae al niño la tranquilidad de la sed calmada
NO DEBE SER ESTE EL TÍTULO QUE RECORRA EL MAR DE LA MEMORIA
Desde el horror de sus bostezos son los primeros
asesinos de la ternura. Roque Dalton
TITULARES DEL DIARIO DE HOY: ¿QUE TIENE GANAS DE DECIR ÉL-YO QUE AGUARDA DETRÁS/ADENTRO DE ESTE CUERPO?
No debe ser este el título que recorra el mar de la memoria
entonces que debe ser este canto, este grito, este vomito.
Recuerdo las imágenes de Malvinas por la televisión,
difusas ya, pero certeras.
Plomos cruzando el día y la noche.
Yo no tenía todavía tres años, las imágenes en ella,
no recuerdo si a color o blanco y negro
ella es la caja preferida de nuestros recuerdos.
Este es un poema, un intento de matar la inocencia,
lo que nos sucede cuando la conciencia nos llega.
25 de junio de 1978
Argentina gana el campeonato mundial de fútbol en casa.
Yo nazco un año después.
A mí no me gusta el fútbol.
Me gustaba pero ya no me gusta.
Simple, no me gusta.
No sé qué es lo que odio.
No es por ese aniversario, que el fútbol no me guste,
sino por los dos goles en contra
que metí en un mismo partido
con diferencia de veinte minutos entre uno y otro a los ocho años.
Jugábamos con camisetas Sazo naranjas,
igual que la Naranja mecánica.
Jugábamos en un descampado a dos cuadras de casa.
Creo que debo reconciliarme con el fútbol.
Casa es esto que nos contiene.
Casa está llena de periodistas.
Casa está llena de milicos.
Casa está llena de balas que dañan.
Casa es mi madre.
Casa es mi padre.
Casa es mi abuela Uti y mi abuelo albañil.
Casa es una casa para pocos.
Todas las casas fueron casas para pocos.
Casa es un lugar lleno de cuerpos sin nombre.
Casa está llena de jugadores.
Casa está llena de poetas muertos.
Casa está llena de revistas, libros y diarios quemados.
Casa está llena de silencios.
A mí me gusta el silencio, pero no el de mi casa.
Odio los gritos y prefiero la muerte digna.
Casa es un lugar para el olvido.
Afuera está el mar con sus consecuencias,
con lo que se olvida y se anida.
con los recuerdos inventados.
Para seguir debemos inventarnos recuerdos.
El corazón necesita
mentiras bien hechas que cambien este país.
Alfonsín es el padre de la patria.
Alfonsín es el padre del olvido.
Es diciembre de 1983.
Tendríamos que nombrar a otros
pero con este muerto alcanza de momento.
Olvidar por decreto no es bueno,
No es bueno olvidar el nombre de los que nacen y de los que mueren.
Este ha sido siempre un tiempo nuevo
donde la política es un sello de muerte.
Mi abuela miraba a Don Neustad y a Mister Grondona,
a los cuales yo odiaba por que no podía ver mi serie preferida.
Ya no sé, que es lo que prefiero.
Ahora los odio por otras cosas también.
Mi memoria es fotográfica,
tengo fotos de todos ustedes.
Tengo fotos no reveladas
de mis tíos muertos en el baño de su casa.
Ellos cayéndose, eso dice mi madre.
Y mi padre calla.
Mi madre habla pero calla.
No puede decir todo.
Por que todo seria una cortina negra de humo
tejida en la familia de mi padre
que nos dejaría a la intemperie.
Entonces
mi padre llorando
sentado en la escalera de mi casa
desde que sucedió lo que sucedió,
día tras día en busca de calmar lo que no se entiende..
La causa está abierta me dice mi prima hace poco.
Se dice que,
se dice que murieron,
se dice que
murieron asfixiados por el gas
despedido por una garrafa en el baño.
Mi prima estaba a metros sobre la cama
esperando a sus padres.
Ellos nunca salieron del baño.
¿Cuantos años le costó a mi prima salir de encima de la cama?
¿Cuántos años le costó vivir de otra manera?
Yo no puedo contarlo todo.
Esta es la casa de mis tíos aquí,
¿La ven?
fue volteada hoy para construir un edificio en barrio Pueyrredón.
La causa no fue cerrada.
Quedo en suspenso como un gas denso, toxico e inescrutable.
A mi padre le encantan los militares,
pide a veces cuando lee, escucha o ve noticias policiales
que vuelvan las oscuras golondrinas a su balcón.
Al balcón de la casa.
Al balcón de la patria.
Mi padre me enseño quien es Tosco,
él lo admira, “no choreaba” dice.
Mi padre me enseño quienes fueron los militares.
La memoria es selectiva, yo prefiero Tosco.
Hoy estoy mirando
la barranca de la vuelta de mi casa que ya no lo es.
Hoy estoy sentado
adentro del ex centro de detención clandestino D2.
Hoy miro esas villas
a la vuelta de mi casa que crecieron a mansalva desde el 76.
Hoy miro a la gente
que cuentan distintas historias en el ex D2.
Ergo, el cuerpo humano se compone de diez sistemas
tiene 206 huesos.
A algunos se los rompían con un palito, dijo a los huesos.
La memoria no ocupa lugar.
La mano consta de una palma ancha
y de cinco extremidades.
A algunos los ataban de allí por días.
La memoria de un hombre registra los movimientos del viento.
Si no tuviéramos el pulgar no podríamos agarrar las cosas por su tallo.
La memoria ocupa un lugar inmenso del tamaño de 800 dinosaurios puestos a cantar boleros.
El pasado es un bolero mal cantado.
A mi no me gustan los boleros.
Me gustan los ojos, los llamados globos oculares
que tienen la medida de 2.5 cm.
La memoria por momentos exagera.La belleza también es un bien público.
Los pechos de las mujeres, esos globos,
hoy están exagerados.
La muerte de los diez sistemas del cuerpo humano
hoy, en el mundo dependen de quienes tengan
más exagerado el sentido de las armas químicas por sobre el de la ternura.
La memoria del pueblo es un arma cargada de futuro,
la poesía es un arma cargada de pasado.
La poesía es un trapo útil no sé muy bien para qué.
Yo pienso en mañana, que nunca se acaba.
La belleza también es un bien público.
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