FERNANDO REYES FRANZANI. Escritor, poeta y economista Chileno, nacido en Talca en 1945. Estudió Ingeniería Comercial en Economía, en la Universidad de Chile, y más adelante también Administración. Hizo post grados en Economía. Hasta fue Research Student en el Queens College Cambridge England. 1976-78). Aun cuando escribe desde la década del 60 y no ha parado nunca de hacerlo, todavía permanece inédito.
WEB DEL AUTOR: http://fernandoreyesfranzani05.blogspot.com.es/
"Epipastos o La contaminación en Santiago"
En Bellavista o en Cummin
una caipiriña,
una baguete, jamón serrano.
Y hablar de ciframientos:
(en el secreto smog de la noche,
el smog oscuro, el tango del smog,
el toma mi smog y danzaremos),
porque nada se repite igual:
la crecida de este año arrasó
con el frío que cerca a varios,
la del pasado,
y se llevó / a la que sin preguntar
nada,
soporta tu pelambrera,
se mantiene lejos: sin ni un librito
que leer,
bailando con una chilca de barro como
una ángela
de gorriones
desterrados
de la memoria.
Para un título corto y recordable: PAPEL DE PIEDRA
Una gran farsa recorre el mundo?
envuelta en papel de piedra
golpea la esperanza
hace cototos en la conciencia y et caéteras escritos en papel
caliza y grumos.
Un texto imaginario debe ser escrito en papel imaginario
cincel crédulo
espátula bonachona
ahora se puede
la mente imaginaria es un papel de piedra
graba y recicla de modo verde
y cuando esfuma: no deja rastros indeseados
sólo arenas y cenizas / virtuales
donde renacer verde, más risueño que una cotorra
de regresos al punto de entrada
sin rastros perturbadores.
Graba en él tus culpas y no pesarán para siempre
aventadas en calizas a medida
que las cometes al papel
de recuerdos superados en la broma
gomosa de un silicato timorato:
una limpia basura inexistente.
Una gran farsa recorre el mundo
envuelta en papel electrónico de pura roca imaginaria
virtual-interneto-revolviendo en torno a su ombligo
golpea la esperanza incauta
hace cototos en la conciencia predispuesta
/ y etc. y etc. y et caetera escritos en papel de piedra.
Y no preguntes quién recursos tiene
y tamaña bobería a correr hechas
y videos subes a pescar incautas
y campaña en la virtual virtuosa
Goza, Goza, Goza
por una sola vez en papel de piedra
entrarás al banquete.
Carbonato de calcio en inglés
en castellano, en francés
del año que las pidan:
aquí échemelas mijito
que en papel de piedra se las envuelvo, cuido
carcajeo, gozo y mido.
En amarillo alucinas.
En papel piedra grabas virtuoso.
En piedra te carcajean caliza
ángeles morlacos de la risa cagados
hasta el reconcho de sus tripas virtuales.
19-06-2012
ELEGÍA POR LOS DEMONIOS: seres tan dubitativos
Quién imaginaría que los demonios;
seres poderosos y perversos,
encarnaciones de lo nefasto?, no,
espirituaciones de lo fasto, sueñas realista:
Vicarios de la muerte, más temida
Príncipes de maldad, y riquezas y camellos y las agujas
muslos de potranca, suavecitos, abiertos, reidores
malevos funestos, núbiles, lampiños, curvosos
ricuras del placer, en caños, Bolsas, futuros
espíritus inmundos, algo así como esbirros de Pinochet
ancas de rana, esas no, ricas! gusto a pollo
soberbia, lujuria, gula y avaricia,
belladonas, gritos de Mandrágora.
Envidia no les va: se creen la muerte.
Son la muerte.
Pereza no les conviene: no inducirían nada.
Ira: no: para disfrutar el mal necesitas de templanza,
la más serena, certera, cauta irse por camas y dinero,
astucia, ingenio, elección del momento,
destreza en desanudar colaleses,
contención y vileza; labios de diosa, sonrisas,
tríceps de Apolo.
Quién lo imaginara,
resultan que son, aspectada la cosa en sutilezas,
amoniacales o azufrosas,
escarabajos que emergen de la tierra,
seres totalmente ineptos para sus delicadas o sutiles
astucias y misiones insoslayables de tiernuchas:
el canto carneciendo loros y paraísos.
¡Si son para la risa!
Y el jefe de las legiones, don Satita el sabio,
el más inepto, digno de ser removido
del cargo, culos de sapo.
Por eso que dudosos: no se la pueden.
Seres creados para ejercer el mal, para al desenfreno:
inducir jóvenes inexpertos, mozuelas
fogosas; repartir la del día después;
los viejos ya no tienen vuelta: o buenos
o malos, y punto; ¿qué hacen?
A penas se manifiestan, echan baba, escupen,
se pedan, mierdean, contorsionan, gruñen,
berrean, tiritan, espasman, fijan ojos, humean,
bajan la temperatura, (ellos, tan calientes),
resuellan, guturean, mal huelen, (y qué decir
del aliento), vomitan, ectoplasman, se orinan,
cagan, tiesan, descoyuntan, quiebran,
se arañan, se agripan, muescan, berrean,
llantan, y, generalmente, prefieren los cerdos.
Dado lo que barruntan y ejercen,
esto último queda cumplidamente
explicado y no necesita de argumentaciones sutiles,
ni imágenes ardientes.
¿Habráse visto comportamiento más idiota?
¿Menos tendiente a inducir el condenamiento necesario?
Si perpetraran 3 de cada 10 hijas de la elite a la
prostitución por placer, entonces sí. ¿O lo hacen?
Oh rameras exquisitas. A menos venida familias,
ocultas relaciones del encanto.
Si a un Papa hiciéranlo, no nazi, sólo cripto hitleriano:
ahí sí pues:
que a beato no llega a pesar de las visiones,
en medio de su hipo.
Hay que llamar la atención del Demonio:
sus legiones hacen el ridículo.
Belcebú, despierta!
Que te pongas, sé cumplido. El mundo
espera más de seres tan necesarios
para el libre desarrollo del Plan Divino,
o al suelo se nos viene la designación
de los encantos.
Con razón, ya casi nadie cree en ellos,
como especie de superstición pasa cuaternaria,
pero creer, lo que se dice fe en el plan divino,
de verdad: la pinzas:
si cada vez que se manifiestan, hacen el loco.
¿O es su extrema sutileza?, mmm,
¿y por qué ahora?
Naca: tontos de capirote; peor que pinochosos.
MANIPULACIÓN TEXTUAL en el Puerto las Delicias
Había una vez “resguardado” como también espada
flameante por el destierro
y flanco en esa ladera de la lluvia
sintiéndose monarca de su
pequeño imperio anclado
comanda y obedece
sus caprichos siervos y amos
y “también”
meos de gato por do quier, por el entramado de sonidos
pues, había / igual-idem / “debajo del Morro”
donde ni una orquídea florece
ni nadie perturba la profundidad
y “cada quien soñaba” los ascensos
en el flanco de esa ladera de la lluvia
o al menos así lo imaginaba, sin osar decirlo
o moverlo o retroceder a la cordura
pero, Muy Atildado, embullía con parsimonia:
embullía con “aprender a subir”
y se resguardaba, por los húmedos sonidos
solitario, creyéndose el escogido,
muy lejos de esa ladera de la lluvia donde acumulaba
registros como rosarios, como osamentas cautas
como figurando el prestigio, duda.
Consiguientemente a los postres:
¿Cómo elevar la altura otra bandera?
cómo tentar al infinito otro dominio?
preguntábase en la compulsión de la grandeza
en el flanco de esa ladera asentada en medio del puerto
esa parte pedacita del fundamento
ya cuando solo mayores y menores
en ofusco completo de la norma, otro machuque,
para otro aroma, y otro sueño, y envidia,
y ser otro / resguardaba indeciso
en medio de la lluvia, medio a medio de su anclaje
y “para” acumular / acumular entradas como muestras
de éxito, o llegadas
y en cada intento: si no cauto
indisciplina,
y en cada intento
desarmar la cadena en medio, esos pontones de basura,
y en cada intento
descender sexo a sexo,
pero sin nombrar “ensortijados” porque no es de clase casta:
destacar los vellos del pubis, las cicatrices
de esa de la lluvia ladera que lo obsedían y arruinaban.
Arriba en la sima espera ese "cada quien debía aprender a bajar"
pues,
el costalazo diestro es más gravoso, más insigne
más si a caballo
más si como hecho grabado en rúbricas,
más como diablo que no reza a pesar
de la lluvia en la ladera empecinada
en la autografía de los sueños,
de comprar la cresta y sacar el estruendo
de la cordura / de las pesadillas, /
relucir los abolengos de la lucha:
celebrar a la Lou mandarlos todos a la cresta
mandarlos todos a la ladera en un dos por tres
y depilarse los ya dichos con láser y platica:
y entonces, / resguardaba
y entonces / menos bandera,
y entonces / menos rúbrica flameante,
menos manos,
más entrepiernas constantes a ese ayer
“a cada debí, a quien, desaprender la permanencia”
anclado en medio del puerto
en medio de lo oculto
las raíces en la lluvia
que no llega
ya sin quién siguiera su partida / y le esperance
y como paraíso artificial / como donde asentar la sombra del destino
su piratear corsarios aburridos como capitanes
correteados como grumetes
anonadados por las laderas / que sombra pudieran
hacerle como azafatas en la lluvia que no llega
y seguía cauto
o bueno, o precipita en el vaso o un ascenso en la corrida
para eterna gloria del albricias triste y aterido
porque solo / enunciando / se llega a poderoso
pensaba, mientras la ladera era azotada tanto
tanto por la torrencial llamarada del aviso
o la espera que eterniza
y ella teniendo a quien seguir
y mentar, y admirar, y gozarle la polla escurridiza
seguir seguir seguir
alquien a quien seguir
pero mejor seguir a un bello
menos y lo publica
y azerejé
y ya
en cambio: se torrencialmente resguardaba
para miles y miles de intentos anunciados
como esas marchas que reiteran una promesa
y nada logran
asegurando los vidrios espasmódicos del encanto
la permanencia porque una sandalia no presume
deberes ni osadías
la grandeza, como dalias atemperadas
en las lluvias misionera
la más definitiva, orquídea a la aventura y caza de llanto
la más muestra de la grandeza del Otoño
de lo inmenso, el desborde en el recato de cigarras
la subida, esas hormigas pendencieras
la espumita, los cuervos que ya ni crías
el costalazo si los pernos no atraviesan las muñecas
y lo aburrido de esperar una muerte tan lenta
por lo cual no debes solicitar nada de SS
ya muy de capa caída
para entonces completamente confuso, ya cucarro:
a ese “debieron el muro permanente desalojar”
la mente de todo resguardo
con ella haciéndose la sueca
la que no toma partido
la pura en el filo de la ladera y su escritura
las argucias / el hombre que carcajea
y sus cuatro ayudantes o más bien cinco haciendo la subida
como el quino que no apuntas
y el padre, y el hijo que no tienes
y esos dos solitarios que el ombligo se miran
y se resguardan en la fila de conejas
y celebran el momento de esperanza
y marcan / en la misma ingle del acoso
y se urden como perales desprovistos
y el trac trac en medio de olmos altaneros
y la estepa siguiendo de cuartito en cuartito
y el espíritu no muy santo
el muro, el muro”
y guateaba en medio del privado
y gateaba en retroceso
y desapareció a la cima
y dejó a la interna, que lo atendía, con un palmo de narices:
Porque siempre resguardaba de todo riesgo
de llegar a las alturas, / de cualquier chubasco
a capear en la ladera:
pero sigue allí, anclado, acumulando entradas
para jolgorios que no llegan.
DÍPTICO nostalgiudo
I
CINE MUDO
Cómo haré, cómo haré, hoy
para / tormentas salir del paso / hoy?
ay los trenes que se alejan
ay los trenes que no vuelven
ay los trenes del recuerdo que no embisten.
Entre amigos la nostalgia no aparece:
Y entonces por qué: Por qué estaré triste, hoy?
Cómo haré, cómo haré hoy
para alegrarme?
Dando la hora colgado del reloj?
Tic tac haría mi corazón triste.
Tic tac se alejaría la muchacha
ay los buses que se alejan
ay los buses que no vuelven
ay los buses del recuerdo que no atrapa.
O tal vez alegre salvado de un tranvía
justo por la desviación del tiempo.
Porque, por qué estoy triste, hoy?
Tic tac no vuelve ya mi chica
Tic tac ya ni hace mi reloj.
Cómo haré, cómo haré, hoy
para / tormentas salir del paso / hoy?
Rescatando mi chica por casualidad?
hoy, será mi día!
Con el paso en el tic tac
se me aleja, se me arranca, se me va.
ay la chica que se aleja
ay la chica que no vuelve
ay la chica del recuerdo que no pasa.
Cómo haré, cómo haré, hoy
para / tormentas salir del paso / hoy?
II
SAUDADES
Esta noche vi una bruja.
No una: de esas luciérnagas noches de brujas.
Esta noche sí, vi, o casi, más bien casi
vi
una bruja, una luciérnaga brujosa:
de negro a medio muslo
de negro a medio bruja,
de voz a medio blanca.
Luciernando brujerías.
A medio tic tac entre su falda negra de bruja y
la luciérnaga blanco-oscura que brujerías serenaba
con su voz a medio bruja.
Me pueden creer?
esta noche vi una bruja.
Atractiva como bruja.
Lejana como bruja
Insinuada como bruja
Jamás supe antes que una bruja fuera una luciérnaga de blues.
Esta noche una luciérnaga me ha embrujado con su nostalgia.
Con su negrura a medio pierna.
Con su voz a medio falda.
Con su luz a medio bruja.
Con su voz a entero brujas / de brujerías / que a medio atan.
Ay Jesús, ni toda la luz de la María
apagará nunca esta luciérnaga María Jesús:
porque esta noche:
fue / vi
una bruja.
Y qué bruja, / cómo sus muslos blueseaban!
Diablos! El hecho de pillarme aquí, cuando vagabundeando en la web por casualidad, me ha provocado un cosquilleo extraño.
ResponderEliminarFernando Reyes franzani
un fuerte abrazo Fernando y a tu disposición
ResponderEliminarFernando