Gladys Mendía
Maracay, Aragua, Venezuela, 1975. Estudios de Licenciatura en Letras en la Universidad de Los Andes. Poeta y traductora. Ha publicado en diversas revistas literarias, así como también en las Memorias del Primer Festival Internacional y Popular del Libro 2007, Bogotá, Colombia, en la Antología El Hacer de las Palabras 2007, San Juan, Argentina, en la Antología El Mapa no es el Territorio, Editorial Fuga, 2007, Valparaíso, Chile y en la Antología Tránsito de Fuego, Editorial de la Casa de las Letras Andrés Bello, 2009, Venezuela. Ha participado en diversos festivales internacionales de poesía. Es miembro de la Red de Escritoras y Escritores por el Alba; actualmente, forma parte del consejo editor de la Revista de crítica cultural, integración y resistencia Pasajeros del Bandido. Es directora y editora de la Revista Literaria Latinoamericana Los Poetas del 5, en sus dos versiones web e impresa.
Contacto: mendia.gladys@gmail.com
Nosotros las pieles
es que tenemos las pieles mezcladas es que las recordamos todas al mismo quejido y tartamudeamos repetimos y nos cansa 500 años nos empujan y somos 500 voces en bocas oídos y ojos de todas las flores escribimos sobre el naufragio sin prólogo foto ni solapa mientras el sistema imprime señales de reglamento sin lengua vamos ardiendo y nos quejamos por otras cosas algunos encuentros algunos retrasos algunos aciertos nosotros las pieles
Parpadeos del incendio
en el túnel a veces veo la mano
a veces las piernas
y luego salgo a la nieve negra
parpadeo de luces entre ceguera y videncia
parpadea la nieve en las montañas
me encandila el relámpago que salta
me hiere los ojos como hundiéndolos en los vapores oscuros
la nieve es el mar
se le salen los colmillos goteando
quién es uno sino un poco de nieve
el túnel es el parpadeo en sombras
pero veo todo derretirse en sombras
pero veo todo derretirse corriendo
en el túnel intermitente los ojos parecen girar
dar vueltas de ruleta
las ventanas del túnel te permiten cosas
asómate a la ventana
qué es uno sino un asomarse
el viaje comenzó
aunque no te muevas el viaje comenzó
desde las ventanas veo las semillas que aún no revientan
y ya piensan en el fin
el túnel me enseña la voz
aprendo a usarla
cómo será la voz
es negra
es india
es blanca
el túnel es la destrucción lenta
el viaje es la mezcla entre sombras y luces
entre paredes y ventanas
no veré el sol de la voz pero el viaje ha comenzado
PARPADEOS DEL INCENDIO
(fragmentos)
en el túnel a veces veo la mano a veces las piernas y luego salgo a la nieve negra parpadeo de luces entre ceguera y videncia parpadea la nieve en las montañas me encandila el relámpago que salta me hiere los ojos como hundiéndolos en los vapores oscuros la nieve es el mar se le salen los colmillos goteando quién es uno sino un poco de nieve el túnel es el parpadeo en sombras pero veo todo derretirse en sombras pero veo todo derretirse corriendo en el túnel intermitente los ojos parecen girar dar vueltas de ruleta las ventanas del túnel te permiten cosas asómate a la ventana qué es uno sino un asomarse el viaje comenzó hace largo rato que comenzó sin caminar porque aunque no te muevas el viaje comenzó desde las ventanas veo las semillas que aún no revientan y ya piensan en el fn el túnel me enseña la voz aprendo a usarla cómo será la voz es negra es india es blanca el túnel es la destrucción lenta el viaje es la destrucción el viaje es la mezcla entre sombras y luces entre paredes y ventanas no veré el sol de la voz pero el viaje ha comenzado
sólo somos parpadeos con nombres confinados y finados nombres
repitiendo los mismos incendios caen los pedazos de piel mientras caminamos y conversamos y comemos y dormimos se nos hace cenizas el nombre todo arde sin saber pero a veces uno sabe o sueña que sabe se sabe parpadeo torpe en el viaje repetitivo en la caricatura perdido en las ventanas enfermo de tanto asomarse
los órdenes teóricos están hirviendo se evaporan no hay sagradas escrituras la voz es un momento que será sin territorio sin atuendos marciales
sin combate cuerpo a cuerpo sin código de honor ni orgullo ni altivez
ni lealtad ni venganza destejer hay que destejer acabar con el rito la voz se está construyendo mientras arde fríamente el intelecto es caricatura el viaje se ha iniciado la desarmonía de las partes la llama de las partes la inestabilidad de las partes lo tóxico de las partes amamantan a la voz lentamente
La silenciosa desesperación del sueño
(Fragmentos del libro inédito del mismo nombre)
el sueño es la máscara las sandalias aladas vueltas piedra la visión
no directa
la autopista está en el sueño del túnel no es mística no es el símbolo sino una
pasta amorfa que los ojos deciden que sea autopista mientras parpadea
ocasiona un accidente un herido fatal
el auto marca la pauta aunque el asfalto es más largo se podría decir infinito
pero el infinito es un estado intermedio ella lo sigue aunque
no es su reflejo
el túnel sostiene una rosa roja que deja caer en la autopista el asfalto mira
cómo respira piensa que sin él la rosa no sería suave no tendría olor no sería
rosa la autopista ve los átomos vibrando y piensa en ella en el asfalto
en sus miradas
en la autopista corre un avión tiene pánico la torre de control persigue al
avión detrás camina el observador vaciando el cerebro de gasolina pronto
quedará en panne quiere ser autopista justo en la encrucijada del amor
para no elegir quedarse por siglos viendo cómo los autos se dejan guiar por
las señales de precaución su instinto siempre lo supo un beso no
lo salvaría el viaje no lo salvaría las señales de precaución no lo
salvarían la única respuesta era quedar en panne
el alcohol sigue siendo lo volátil sigue siendo la suma de todas las
autopistas la voz es la búsqueda la búsqueda está condenada al fracaso
la polilla está condenada al fracaso
a la autopista le dieron la llave de la puerta que encierra el amor perfecto
la cura de la enfermedad el éxtasis perpetuo la autopista lanzó la llave al
vacío y se sintió cómoda el observador asimilado recordó su
humanidad derramó unas lágrimas que rápidamente se evaporaron del asfalto
la autopista desea crear ilusiones a los autos pozos de agua vibrando desde
lejos pero que al llegar se desvanecen ese es el juego el remolino de agua
sal azúcar en su cerebro sin luz el cerebro siempre fluyendo el observador no
está en el cerebro la autopista está en todas las autopistas el observador
hace centro en la carretera es la fórmula perfecta para atascarse
quedarse en las imágenes dijo la parte liberada es el testigo la parte sin
adornos es el testigo el testigo es el observador que se une a otras carreteras que no son reales que son una mezcla de matices
la autopista está en la superficie con la silenciosa desesperación del sueño
las líneas blancas son los cuerpos la autopista se está construyendo
las líneas blancas siguen pintadas en el asfalto no hay que
borrar las líneas
no hay que ver por el espejo retrovisor
la autopista no es un lugar sino un foco de atención está al borde de reacciones
incontrolables mira cómo se angosta cómo se hace túnel y se extiende al
infinito el infinito es un estado intermedio despierta del sueño con los ojos
cerrados no sabe qué es real ama la muerte un parpadeo de luces altas
para quedar fuera del asfalto las cosas son así suena en el cerebro de piedra
caliza donde almacena los juicios
la autopista está bloqueada los hombrecitos de nuevo pintando las líneas
poniendo carteles que se iluminan con la oscuridad escucha sus voces sus
pequeñas lenguas producen tormentas eléctricas se pasean por el asfalto
como un elefante salvaje la autopista duda si las metáforas son tóxicas el
camión duda si la autopista es tóxica el elefante salvaje duda si es elefante
los hombrecitos son surcos blancos en el asfalto negro y espeso la autopista
quiere ser negra y espesa ser las voces murciélago las voces
elefante las voces polilla
la autopista no sabe que es todas las autopistas el auto queda atrás los
hombrecitos corren con las maletas detrás del avión pisando las
líneas blancas las líneas blancas son los poemas del asfalto las líneas
blancas de la carretera que ahora forman la silueta del difunto
La gravedad de los cuerpos.
Poemas de Gladys Mendía
Víctor Sarmiento comprende el tedio
Deseando la resignación de la ceguera
del cuerpo que tropieza en una casa en llamas
a punto de caer y en la boca
una lengua confusa y atónita
Marcelo Guajardo
en el ojo del tunel arde la dimensión inedita
siento el peso del túnel
sus garras excavando
esas que dejan la página NEGRA
el pecho no puede astillarse más
la mente toma la AUTOPISTA
subiendo escaleras en el aire
el espacio es vacío y negro cuando tengo el llanto encerrado
una luz eléctrica ILUMINA todo
y me abro en el ojo del túnel
procreo sin semillas
soy tan FÉRTIL como el aullido del mar
velocidad máx. 90
dicen encienda las luces en el túnel
como si uno ya no estuviera encendido desde siglos
no hay DESVÍO
no hay regreso
llamo por el teléfono de emergencia
el túnel mira dentro de su ojo un luminoso cadáver
afino el oído
haré amistad con EL TÚNEL aunque me lije el pecho
haré amistad con el cuerpo
con las emociones
con LA VOZ
comprenderé los gestos y ademanes
del incendio que arde sin saber
asumiré las manos artríticas
que no se cierran ante la carne ni la espada
todos saben que me están matando
LENTAMENTE
que las entrañas son Mérida
que estos son los años plásticos
donde las semillas son LA TRANSICIÓN
que estos son los años SIN LENGUA
las rocas sangran nieve blanca cuchillera
el ojo del túnel sabe que no ve todo
las pequeñas llamas van corriendo hacia la orilla del mar
las llamas alcoholes derritiéndonos
LENTAMENTE
la sintaxis del incendio es la nieve en el ojo del túnel
siguen abrazados
los mangos siguen abrazados en la dimensión inédita
PRECAUCIÓN CURVA PELIGROSA
sólo se ven las partes
lo que se deja ver por la ventana
es suficiente para envenenarse de amor
LA deFORMACIÓN DEL MATERIAL HUMANO EN EL TÚNEL
un mundo real se derrite corriendo
USE CINTURÓN DE SEGURIDAD
uno de los mundos ficticios arde fríamente
no hay juicio
ni guía
ni amenaza
ni ayuda
uno cree que elige
lo único omnipresente
es la manipulación de las señales
ALTURA MAX. 2.3
la hora de los murciélagos
es la distracción anestésica en el túnel
CAMINO CONSOLIDADO
nos tratan como conceptos
con delicada simetría enseñan a dejarse llevar
RESPETE LAS SEÑALES EVITE ACCIDENTES
dicen usted no entra en el mismo túnel dos veces
como si uno fuera el mismo siempre
INFORMACIÓN TURÍSTICA
falta prometer la inmortalidad
y venderla en cápsulas
CAMINO EN CONSTRUCCIÓN
las señales están en todas las partes que se dejan ver
como si ayudaran
como si dijeran algo
MANTENGA LA DISTANCIA
SR. CONDUCTOR MANEJE A LA DEFENSIVA
EL TRÁNSITO DEL ALFABETO
la autopista piensa que tiempo y muerte
son el mismo dios
siente la gravedad de los cuerpos
y decide ser río
ahora nada le pesa
ni las rocas
ni los peces
ni las plantas
desde el fondo se ve a sí misma
corriendo en su humor alcoholado
comprende la mentira de la transparencia
la transparencia es ilusión
le dice el polvillo acumulado
que ella respira sin ver en la oscuridad
escucha palabras que entreabren algunas ventanas
siente que nada está en su lugar
no hay sistema
no hay sentido
no hay niveles ni formas
no hay orden
lo que hace despegar es el vacío
el alfabeto como un pasaje sin destino
el transitar erróneo de los sonidos de una lengua a otra
porque no es posible escuchar
porque es la ilusión de los borrosos escuchar
el alfabeto en tránsito es la ruleta rusa
la autopista cuando es río se libera del juego
de El alcohol de los estados intermedios
¿Crees que el sueño protege del abismo,
rescata del asalto y del incendio?
Ida Gramcko
las líneas blancas son los poemas del asfalto
el sueño es la máscara
las sandalias aladas vueltas piedra
la visión no directa
la autopista está en el sueño del túnel
no es mística
no es el símbolo
sino una pasta amorfa
que los ojos deciden que sea autopista
mientras parpadea
ocasiona un accidente
un herido fatal
el auto marca la pauta
aunque el asfalto es más largo
se podría decir infinito
pero el infinito es un estado intermedio
el túnel sostiene una rosa roja que deja caer en la autopista
el asfalto mira cómo respira
piensa que sin él la rosa no sería suave
no tendría olor
no sería rosa
la autopista ve los átomos vibrando
piensa en ella
el asfalto
sus miradas
por la autopista corre un avión
tiene pánico
la torre de control lo persigue
detrás camina el observador
vacía el cerebro de gasolina
quiere ser autopista
justo en la encrucijada del amor
para no elegir
quedarse por siglos viendo
cómo los autos
se dejan guiar
por las señales de precaución
su instinto siempre lo supo
un beso no lo salvaría
el viaje no lo salvaría
las señales de precaución
no lo salvarían
la única respuesta era quedar en panna
el alcohol sigue siendo
lo volátil sigue siendo
la suma de todas las autopistas
la voz es la búsqueda
la búsqueda está condenada al fracaso
la polilla está condenada al fracaso
a la autopista le dieron la llave
que encierra el amor perfecto
la cura de la enfermedad
el éxtasis perpetuo
la autopista lanzó la llave al vacío
y se sintió cómoda
el observador recordó algo
derramó unas lágrimas que rápidamente se evaporaron del asfalto
la autopista desea crear ilusiones a los autos
pozos de agua vibrando desde lejos
que al llegar se desvanecen
ese es el juego
el remolino de agua sal azúcar
en su cerebro sin luz
el observador no está en el cerebro
la autopista está en todas las autopistas
el observador en el centro de la carretera
es la fórmula perfecta para atascarse
quedarse en las imágenes
la parte liberada es el testigo
la parte sin adornos es el testigo
el testigo es el observador
que se une a otras carreteras que no son reales
que son una mezcla de matices
la autopista está en la superficie
con la silenciosa desesperación del sueño
las líneas blancas son los cuerpos
las líneas blancas siguen pintadas en el asfalto
no hay que borrarlas
ni ver por el espejo retrovisor
la autopista no es un lugar
sino un foco de atención
está al borde de reacciones incontrolables
mira cómo se angosta
cómo se hace túnel
y se extiende al infinito
el infinito es un estado intermedio
despierta del sueño con los ojos cerrados
no sabe qué es real
ama la muerte
un parpadeo de luces altas
para quedar fuera del asfalto
las cosas son así
suena en el cerebro de piedra caliza
donde almacena los juicios
la autopista está bloqueada
los hombrecitos de nuevo
pintando las líneas
poniendo carteles
que se iluminan con la oscuridad
escucha sus voces
sus pequeñas lenguas
producen tormentas eléctricas
se pasean por el asfalto
como un elefante salvaje
la autopista duda
si las metáforas son tóxicas
el observador duda
si la autopista es tóxica
el elefante salvaje duda
si es elefante
los hombrecitos son surcos blancos
en el asfalto negro y espeso
la autopista quiere ser negra y espesa
ser las voces murciélago
las voces elefante
las voces polilla
la autopista no sabe
que es todas las autopistas
el auto queda atrás
los hombrecitos corren
con las maletas detrás del avión
pisando las líneas blancas
las líneas blancas son los poemas del asfalto
las líneas blancas de la carretera
que ahora forman la silueta del difunto
de La silenciosa desesperación del sueño
VOZ LATINOAMERICA
la voz mosaico la voz fragmentada la voz muchas voces capas de voces estremecimiento lo cotidiano lo exótico lo corriente lo exquisito la voz inquieta la voz fuerza la voz queja nuestra voz impura ramificada en tantas voces por necesidad biológica por adaptación por lógica por tanteo por propuesta por entusiasmo sin teorías con archivos temporales muriendo juntos por la misma bala sin homogeneidad voces que llaman a lo fértil sin padre voces de circunstancias descriptivas arbitrarias elocuentes logran su no finalidad voces al extremo voces que suben de espaldas al cielo de la tierra
MUNDO
nuestro mundo son las voces hablan tan fuerte que es imposible no escucharlas nuestra diversidad asusta quieren que seamos una masa que hablemos igual que escribamos igual las voces guaraníes son una amenaza al neoliberalismo las voces mapuches son bombas a punto de explotar las voces mayas son un acto de subversión las voces wayúu son disparos al sistema las voces quechua son misiles explotando las instituciones nuestra diversidad es un atentado camino por las calles de mi barrio y los represores han hecho un excelente trabajo masificados todos uniformados todos anestesiados todos cosificados en el tránsito siguiendo la señalética acelerando en las autopistas estrellados sin luz soñando con la desobediencia
del poemario inédito El alma lleva las luces altas
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