Miguel Márquez (Caracas, 1955) es un poeta venezolano.
Márquez es Licenciado en Filosofía en la Universidad Central de Venezuela. Participó en el Taller de Poesía del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos y en el Taller "Hojas de Calicanto". Es cofundador del grupo Tráfico. Dirigió la Fundación Kuai-Mare. Y fue director de literatura del CONAC.
Márquez ha sido distinguido con el Premio Fernando Paz Castillo (1982), mención Poesía con su obra Cosas por decir.
Su obra poética está constituida por: Cosas por decir (1982); Soneto al aire libre (1986); Poemas de Berna (1992); La casa, el paso (1991); A salvo en la penumbra (1999); Linaje de ofrenda (2001) y La memoria y el anzuelo (2006).
Van a dar
las doce y cuarto.
De nuevo
cuando menos lo piense
rodarán los astros
y la ley zodiacal de la íntima mecánica celeste.
Un jugador pudiera voltear su mano
como si fuera un aforismo
calcular el peso de los dados inexplicables
al caer y precipitarse sobre la mesa imantada del destino.
La joven taciturna
con una prenda de oro en el futuro
nacida para ser bella por derecho
se hunde como un lagarto en un duelo indecible.
Una voz gitana en el costado
más vegetal que pura
se empina y mantiene sus escamas
en la honda melancolía de los límites.
En la baranda junto a la prosa porosa del pasado
alguien sueña con París y se recrimina con malhumor sin saber
que las últimas metáforas son ciudades.
Los mosquitos
olvidarán la injusta obstinación
y es posible que los cetáceos y el mar también reposen
y le den paso a los cuentos a los barcos
a la orfebrería del verbo de los viajes
al resplandor del mundo en la cubierta de los libros.
Esta noche
cuando sean
las doce y cuarto
y silben
las lechuzas solitarias
sería imperdonable dormir no caer en cuenta
de la desnudez del aire
de las oscuras islas encendidas de los largos recorridos de las frases
alrededor de la noche cuando es por fin la noche espesa
y la daga del agua cristalina.
Los amantes
siempre pasarán de largo preñados de signos y con el
firmamento entero en una flor despreocupada.
Ellos no deben aprender ni estar de pie
ante el aullido de la luna menguante.
Hoy
los locos
con el acento dubitativo en la penúltima sílaba
hablarán del color blanco enroscado en el diamante de las cejas
de hienas burlándose del cosmos
y el hielo partirá en dos el corazón de la tierra
y el líquido amarillo de la rajadura de los ojos
regará su esperma y el vidrio astillado
cortará el pie quebrado de los pronombres.
Esta noche
una antigua luz
venida a menos con el polvo del templo de Osiris
visitará descalza a los mendigos
a los leprosos y en sufrimiento enamorada
limpiará la pus la mierda como quien cuida de verdad y paños limpios
la raíz etimológica del alma.
Esta noche
cuando den las doce y cuarto
alguno de nosotros debería escuchar el delirio gramatical
de los colores su emplumada transparencia
atento dúctil disponible no vaya a ser que den las doce y cuarto
y se nos diga que estábamos dormidos
como quien no siente que no ve lo que toca al momento de llegar
la hora esa hora donde la sacra fecundidad dará las gracias la humilde
y honrosa abdicación desamparada
pero con las manos hacia el cielo innombrable.
(Textos pertenecientes a Reserva y Esplendor
El pájaro del árbol canta claro, escribe
Unos versos con ramas en el pico, nos salpica
Cada vez que raya el cielo, y a su manera
Hace lo suyo para que el mal no se lo lleve todo.
Las aves que nos distraen cruzan el aire
Con regalos que no podemos soportar,
Crepúsculos otoñales de la infancia,
Amaneceres que no veremos jamás.
Crudeza del rostro que de las islas viene con sal
En la memoria, con lámparas, con historias,
Barcos serios que navegan en el océano, y gentes,
Que aún se oyen, entre el ojo y la boca.
La vida transcurre entre la casa
Y el péndulo que en suspenso mantiene
Una aproximación sin sustento,
Un laberinto sin promesas.
El cuerpo de mi amada tiene
Todos los sustantivos del mundo: hierbabuena,
Cacao, maíz, avena, azúcar, nuez moscada,
Junto a ella, es difícil pensar en el Apocalipsis.
La belleza es cruel
Como la venganza,
Física y química,
Siempre la exactitud.
http://alpialdelapalabra.blogspot.com/
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