martes, 10 de enero de 2012
5609.- RAÚL RIVERO
Raúl Rivero
Raúl Ramón Rivero Castañeda es un poeta, periodista y disidente cubano. Nació en 1945 en la localidad de Morón, perteneciente a la antigua provincia de Camagüey (actualmente corresponde a Ciego de Ávila), en el centro de Cuba. Ha publicado varios libros de poesía y ha trabajado en medios de comunicación cubanos.
Raúl Rivero perteneció a las primeras generaciones de periodistas que se graduaron en la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Habana tras el triunfo de la Revolución Cubana. En 1966, fue uno de los fundadores de la revista cultural El Caimán Barbudo. Posteriormente, fue corresponsal de la agencia Prensa Latina en Moscú entre 1973 y 1976, volviendo después a Cuba, donde se encargó de la dirección del servicio de ciencia y cultura de la agencia.
En 1989 abandonó el organismo oficial Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, que encuadra a todos los escritores y artistas de la isla. Dos años después, el 2 de junio de 1991, fue uno de los firmantes de la Carta de los Intelectuales, en la que se solicitaba al presidente Fidel Castro, la liberación de los presos de conciencia. Ese año, abandonó el periodismo oficial denunciándolo como una "ficción sobre un país que no existe". En 1995 fundó una agencia de noticias independiente del gobierno cubano, denominada Cuba Press. En 2001 fue uno de los fundadores de la primera asociación de periodistas de Cuba independiente del gobierno.
Prisión
En abril de 2003, Rivero fue condenado1 a 20 años de prisión durante la llamada Primavera Negra, acusado de realizar actividades subversivas encaminadas a afectar la independencia e integridad territorial de Cuba, escribir contra el gobierno, haberse entrevistado con James Cason, un diplomático estadounidense, y haber organizado reuniones subversivas en su domicilio.2
juntos (Ricardo Severino González Alfonso y Raúl Ramón Rivero Castañeda) crearon la Cuba Press la cual agrupaba a varios de estos elementos contrarrevolucionarios y cuyo director es el acusado Rivero Castañeda y por medio de la cual se difundían falsas noticias sobre la situación actual en nuestro gobierno, en cumplimiento con las indicaciones recibidas por el gobierno norteamericano, de igual forma, ambos acusados crearon el treinta de mayo del dos mil, la Sociedad de Periodistas Independientes Manuel Márquez Stering de la que surgió la revista De Cuba, resultando director González Alfonso por medio de la cual suministraban información al gobierno de los Estados Unidos mediante su entrega en la oficina de Intereses de los Estados Unidos en Cuba
Sentencia 4/2003 Tribunal Provincial Popular Ciudad de La Habana
Rivero pasó en la cárcel año y medio, con grave quebranto de su salud. En noviembre de 2004, debido a las presiones internacionales, fundamentalmente españolas, fue excarcelado, oficialmente tras serle aplicada la llamada licencia extrapenal por motivos de salud.3 Poco después, Rivero se trasladó a España con toda su familia.
Premios
En 2004, Raúl Rivero recibió el Premio Mundial de la Libertad de Prensa UNESCO/Guillermo Cano. La Federación Latinoamericana de Periodistas, que incluye entre sus miembros al organismo estatal que agrupa a los peridistas cubanos, Unión de Periodistas de Cuba, rechazó la concesión del premio.
Propiedad Privada
Esta mujer es mía
mi instinto de animal
no me permite prestársela a un amigo.
No la comparto
ignoro si me presento ahora
como un monstruo ante ustedes
pero no cedo, no la doy
no le permito que entregue a nadie más
su corazón que a mí.
Esta mujer es mía
míos son sus afectos y sus lágrimas
su amor, su juventud
su carne, su tristeza
sus desesperaciones, sus manías
sus malas noches, sus dolores
sus amarguras y sus sufrimientos.
Esta mujer es mía
no la comparto
no la entrego
la defiendo de extraños
la resguardo de cataclismos y epidemias
la alimento y alimento a sus hijos
la abrigo y la poseo
le canto y la fecundo.
Ésta es la realidad.
Juzgadme con mesura
profundizando bien sobre estas cosas
y vamos todos a firmar este poema
en La Habana
en la década del 70
en medio de una lucha feroz por ser mejores
porque más nadie escriba nunca esta mujer es mía
como si fuera un libro o una lámpara.
Firmemos, ayúdenme a testimoniar este momento
queridos contemporáneos míos.
Donde Clamo Por Ángela
Y te busqué por pueblos,
Y te busqué en las nubes.
José Martí
Ángela, me dabas fiebre
me moría recorriendo tu cuerpo lleno de sobresaltos
y palabras inimaginables a tus catorce años.
Ángela, me hacían temblar tus piernas prodigiosas
tus senos con sabor a chocolate
duros
como marcando un precipicio por el que me hundía
increpado violentamente por tu demagógica inocencia.
Ángela, qué será de mí este sábado en que invento un rostro
te llamo por tus dos apellidos a lo largo del malecón
registro cines, parques
y no encuentro siquiera la sombra de tu sombra.
Ángela, cómo pasan los meses
cómo te me has ido desvaneciendo
el tiempo es un animal revolcándose en tu piel
rompiéndola.
No dejes que te acabe
regresa
vuelve a vivir conmigo,
Ángela, amor, hija de la gran puta,
vuelve a darme tu fiebre.
ADIVINANZA PARA MI HIJA
Con María Karla
¿En que se parece la libertad
a un atardecer?
No sé.
Yo ha veces confundo
la caída de la noche
con la entrada del día
y hay un instante
uno solo
en el que nadie sabe
si viene o se va la luz.
He visto tres mil 227 atardeceres.
Nací en el otoño
a mediados de los ochenta.
No puedo hacer comparaciones.
ELOGIO DE LA APERTURA
Cerrar Una puerta no es un acto inocente.
Hay mucha maldad en esa coreografía
porque termina cuando uno da la espalda
a un universo desconocido y abandonado.
Cerrar las puertas es siempre un episodio bárbaro.
Es una porfiada necedad
y un certificado de pavor
que usamos para dormir en paz.
Cerrar puertas es una profesión
una especialidad
un crimen que cometemos todos los días
en nombre del temor.
El pecado mayor es si se ponen cerrojos
sillas, argollas, barras, seguros y cadenas.
Porque ya no habrá brisas, gatos, niños, fantasmas
que resguarden la soledad.
Ante la tentación del gesto teatral de dar un portazo
recuerda que los peligros están adentro:
los tumores, el ladrón, el asesino, la pasión
la locura y la muerte.
Deja esa puerta así.
MURALLAS
Se han reunido allá abajo.
Los pastorean desde motos oscuras
que parecen bestias de los Montes Urales.
Quieren que nos mate el pánico
pero Blanca y yo tenemos compromisos
con otras agonías.
Mientras ellos encienden las antorchas
y ensamblan las catapultas
le servimos una mesa de lujo
a todos los muertos de la familia
y escribimos mensajes serenos
a nuestros hijos que están lejos.
El cañonazo de las nueve
anuncia que cerraron la muralla
y se inicia la ofensiva final.
Esta noche es imposible
dormir en intramuros.
DÉCIMAS
Un hombre enfermo y huraño
Ha puesto todo su empeño
Para verse año tras año
Dueño del país y dueño
Del amor, el odio, el sueño.
¡Qué individuo más extraño!
¿Qué pasión por el rebaño!
¡Cuán fruncido lleva el ceño!
¡Qué látigos y qué leños!
¡Seguro nos hace daño!
Hace calor, tengo frío
No hay luz y lo capto todo
Nada tengo, todo es mío
Desde el resplandor al lodo.
De otra manera, a mi modo
Toca la piel y la esencia
La abundancia y la carencia
Lo luminoso y sombrío.
Yo vivo este desafío:
Soy cautivo de tu ausencia.
SEÑAL DE ALARMA
Una tormenta tropical, un barco de vapor a la deriva
una frecuencia de temblores de tierra
la muerte repentina del trombón mayor
de la banda de música de un colegio de Lima.
El suicidio de un hombre sin identidad
que se ahorca en la soledad de un palmar
y deja un papel sucio donde ha escrito con lápiz:
ustedes conocen muy bien a mi asesino.
Una emoción.
Dos borrachos que canten a medianoche
o el mes de octubre con todas las cicatrices
y su neutralidad de nube y alga.
Un foto de Cartier Bresson
que circule en el occidente del país
y se censure sin que oriente la vea.
Nueve caballos
y el caballo de espadas.
Un fenómeno natural
con rencores fluviales
y una mujer de traje blanco
en el viaje del agua.
Algo tiene que venir a salvarnos
de los salvadores.
Los últimos poemas que Raúl Rivero escribió en la cárcel
ELLA
Saber que uno va a irse
de pronto una mañana
para ese viaje largo
que no se acaba nunca
sin haber caminado
contigo por La Habana.
He ahí a la muerte de perfil.
Otro ángulo de su serenísima majestad
es no poder
escribir tu nombre
y el tercero
es la certeza
de que todo esto
me va a pasar.
II
Algo muy grave
es no saber
ningún secreto tuyo,
no verte llorar
no conocer la clave
de tus silencios
y no sentir nunca
como sube desde tus gavetas
el olor de la intimidad.
III
¿Te gustará el jugo de naranja
los jardines, los pájaros
la traumaturgia, los arrabales
las 10 y 42 de la mañana
el azúcar, noviembre, el aire frío
volar, convalecer, los hombres feos
el pan y la piedad
los campanarios, Florencia
el litoral, el misterio
de las tres personas
la altura, los sillones
las muñecas de trapo, el vacío
asombrarse, Madrid, los eslabones
odiar, enmascararse, el rencor
levitar, las claridades
comprar estrellas, el as de oro
y la pesadumbre? [...]
IV
¿Se acordará que en misa
los domingos
yo era el niño
de la corbata azul?
¿Se acordará que yo
le dije que siempre
la iba a recordar
y luego le pregunté
sí tenía tiempo
miedo
y noción de la vida?
Yo cumplo mi promesa:
Medio siglo después
Sin motivo aparente
Le recuerdo
Que la recuerdo.
Nada más que la memoria salva.
POLVO DE ESTRELLA
Julia Roberts se equivoca conmigo
resisto su mirada hora tras hora
y otras veces la pongo de castigo:
contra el piso su cara seductora.
Si va a decirme algo, no hago caso
si me guiña los ojos o algo d eeso
la oculto con un gesto de mi brazo
y le dejo en la boca congelado un beso.
Julia mira las paredes a porfía
sofoca con silencio su reproche
y yo, con mi desdén, la mortifico.
Le ignoro normalmente por el día
aunque a decir verdad todas las noches
la uso con pasión como abanico.
POEMA PARA LOCALIZARME
Escríbeme una nota que me hable
del azar, de tu cara, y de las venas
una nota de duelo, de regreso
desde las catedrales de las penas.
Que diga confusión y firmamento
indemne, encadenada y presunción.
Un manuscrito que he esperado siempre
una escaleta de arrepentimiento
un dolor que me toque y que me asalte.
Un llanto relativo que me empañe
los ojos tristes y los espejuelos.
Una reseña del amor periddo
la crónica letal de esos que fuimos
las palabras finales con el mapa
(la cruz de tinta que señala el sitio)
donde abriste la tumba en la que vivo.
POEMA DE MARZO
Prométeme que irás
y que irás sola.
Prométeme que el sol
va a estar en la distancia
opaco por las nubes
y los árboles.
Júrame que estarás
muy cerca
confundida
entre un grupo de extraños
Sin levantar la vista
salvándome del íntimo
destino que me acoge.
Prométeme que al menos
al final
vas a estar
lo más cerca posible
de mis ojos cerrados.
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