domingo, 25 de diciembre de 2011
5540.- EDILBERTO DOMARCHI
Edilberto Domarchi Villagra (* Linares, Chile, 24 de febrero de 1924 - † Talcahuano, Chile, 9 de mayo de 2000) fue un destacado escritor y poeta chileno, autor de libros de poemas muy destacados por la crítica literaria especializada, como Caballo Cojo Arrienda Fonógrafo (1972) y El Viejo Armonio (1977).
Vida literaria
Edilberto Domarchi Villagra, nació en la ciudad chilena de Linares, y fue el mayor en una familia de nueve hermanos. Estudió en la Escuela Nº 3 y el Liceo de esa ciudad, y posteriormente en la Escuela Normal Superior José Abelardo Núñez, de Santiago, ejerciendo la docencia durante casi toda su vida en Chillán, ciudad donde transcurrió la mayor parte de su existencia.
Fue presidente y organizador de dos de los encuentros nacionales de poesía más importantes realizados en Chile: los que tuvieron lugar en la ciudad de Chillán en 1970 y 1975, en su calidad de Presidente de la Sociedad de Escritores de Ñuble, institución que ayudó a fundar. En 1971 obtuvo el Premio Nacional "Andrés Bello" de Poesía, y fue invitado a Venezuela por escritores de este país. En esta oportunidad visitó Colombia, Ecuador y Perú.
Se dedicó también a la crítica literaria. Sus juicios estéticos lo llevaron a la cálida aprobación de críticos como Carlos René Correa, Matías Rafide, Jorge Tellier, Manuel Francisco Mesa Seco, Alfonso Larrahona y muchos otros que se encuentran consignados en su Antología Poética editada en 1992. Sus críticas literarias aparecieron en diarios como La Nación y Las Últimas Noticias de Santiago, El Heraldo de Linares y La Discusión de Chillán. Su poesía lo hizo merecedor de al menos una decena de distinciones a nivel comunal, provincial y nacional, destacando el Premio Municipal de Arte y Cultura de Chillán, obtenido en 1971, el Premio Municipal de Arte de Linares, de 1992, el Premio Andrés Bello y el Diploma de Honor en Poesía Fital, Talca, en 1971. Su obra aparece en no menos de quince antologías poéticas.
Aparte de ser considerado como uno de los poetas más premiados de la década de los 70, recibió homenajes de la Sociedad de Escritores de Chile, el Grupo "Ancoa" de Linares, "Tebaida" de Arica y de diversas instituciones educacionales, sociales, mutualistas y deportivas de Ñuble. El club de deportes Ñublense, en homenaje público ante diez mil personas, le hizo entrega de una medalla de oro por su destacada actuación como integrante de su equipo en División de Honor. El poeta fue, además, bombero, comandante de scouts, presidente de cooperativas de préstamo y entrenador de diferentes disciplinas deportivas.
Bibliografía
Perfiles de las Sombras Claras (poemas, 1963)
El Tiempo y el Fuego (poemas, 1965)
Los Esclavos del Faraón Cheops (poemas, 1968)
Vida de Perros (poemas, 1970)
Caballo Cojo Arrienda Fonógrafo (poemas, 1972)
El Viejo Armonio (poemas, 1977)
Fábulas y Oniromancias (cuentos, 1983)
Antología Poética de una Familia Linarense (antología familiar, 1984)
Caballo Cojo Arrienda Fonógrafo (poemas, 1986)
Antología Poética (1992, incluye poemas inéditos)
UNA ARMONIA PARA SORDOS Y MUDOS
Quiero vivir humilde y con ternuras
ser precario y modesto a toda hora,
besar al viento, beber un breve vino
que me llene de sol y de esperanzas
acariciar la generosa lluvia,
anhelo ser enfermero sumiso
provisto de algodones níveos
que mitiguen las penas del destierro
quiero dar una taza de café
a blancos, negros y amarillos
un sorbo de mistela a policías
y a hombres proscritos de la vida
un brandy y unos dátiles a Ezra y Nicomedes
un pan con miel a los perros de Huatulame
una armonía mágica a los sordos y mudos,
un sudario a las viudas del barrio,
una baldosa, unas velas y un anillo de ágata
para todas las novias seducidas,
una máscara azul para ingenios y quijotes
a quienes engañamos diariamente
y un sepulcro muy blanco y una cruz
al prójimo que sucumbió en el mar
sin conocer la causa.
ELLA VOLVIA CONVERTIDA EN NIEBLA
Después que fuimos a dejarte
a aquella casa de donde no se vuelve,
te dedicaste Carmen Luz a guardar
mis retratos en tus cabellos negros;
la mesa está puesta me decías
y se esculpía ardiente tu risa de cristal
como un viento de rostro en la ventana.
Desnudos cual pájaros sin tiempo
conversábamos hasta la llegada del alba,
tomaba tus anillos, tus besos y tu piel
y entre tus mimos alegres te alejabas
mientras yo preparaba las tostadas y el té.
A veces introducía mi cuerpo en el reloj mural
y me dormía esperándose en el péndulo viajero.
También de noche cantábamos endechas
cuando volvías por la ribera de la alcoba
convertida en niebla y era tu mano
fabuloso premio de uva rosada en el desierto.
El rondín escuchaba
el tintineo de las copas
y cada día al verme
me decía misterioso:
la joven señora aún descansa
en el fondo de la estancia.
Edilberto Domarchi Villagra
(Dibujo de Pedro Olmos)
LLEVABA EL SOL EN EL PELO
En el jardín de Isla Bella
la flor más linda yo ví,
más flexible que mazorca
todo el verde yo bebí.
Era su rostro de nácar
sus pupilas de alelí,
su paso era de princesa
en mis sueños yo la ví.
Llevaba el sol en el pelo
bajo el cielo yo la ví,
el mar sus ojos celestes
en el trigal yo la ví.
Eres como flor y agua
no podré vivir sin tí,
yo besé en la dulce mano
la flor más linda que ví.
CUANDO UNA TARDE OSCURA
Cuando una tarde oscura
mi padre esté mudo y sin aliento
veré caer el aire y el alerce
y yo me moriré con los ojos abiertos.
No verteré una lágrima
no exhalaré un suspiro,
sería un traidor a su memoria buena
¿ y si él se derpertara de improviso ?,
su largo silencio me dijera:
dejad el llanto, el pan, el agua
para otros que sufren en la tierra,
yo me voy, estoy sereno en mi alegría,
vete al lecho hijo mío
que yo he de sentir por tí
al viento con sus flautas moradas.
Cuando muera mi padre seré yo quien fallezca,
él se esfumará por sus caminos,
él se llevará el propio aliento mío,
¿ de que servirá mi paso vacilante
si mi sangre es triste lejanía ? ,
han de tembar las voces de mis hijos
en las arterias yertas de mi padre.
Toda sabiduría es círculo cerrado,
así el abismo, así la infinitud del mundo,
pero mañana estará presente la alegría.
Cuando muera mi padre
seré yo quien fallezca
más un jardín de rosa y yerbabuena
esparcirá aromas y canciones.
YO QUIERO QUE ME ENTIERREN EN LINARES
Y no en la capital
donde imperan los ruidos y el "smog",
en mi tierra el cielo es más azul, el aire puro,
aqui ronda el aliento protector
de los viejos parientes
que emigraron en la penumbra de los tiempos.
Y quiero que me recen una misa
en el Convento de los Padres Salesianos
allá donde nace la ciudad
y el sol, por vez primera,
se asoma por los huertos orientales.
Y tocará el mismo viejo armonio
de cuando yo era niño
la canción de difuntos
con esas notas graves tan profundas
que no se han oído jamás en este mundo.
Un fraile negro rezará en la ceremonia
y cuatro amigos de la infancia
con media docena de parientes pobres
acudirán a misa con el corazón
profundamente dolido.
Yo dormiré tranquilo
tras el cómodo ataúd,
mi boca esbozará una sonrisa,
rogando a Dios, humildemente,
por la alegría de mis hermanos vivos.
ANTE LA GRANDIOSA PRESENCIA DE LA MUERTE
Cuando muera, he de nacer a otra existencia
viviendo por los otros, sin protestas,
alegre, liviano, liberado
rogando siempre por los desamparados y seremos presencia indiscutible:
yo seré el pan, tú la rosa, el agua, el aire,
nuestra estela invisible se hará presente
en la novia que reza esperanzada
cuando acaricia los caballos de su padre enfermo,
estando aquí, sin vernos, sentado en leve flor,
hablando por semáforos o estambres
con la preocupación, tan sólo
de quien dejó olvidada por dos horas
la envoltura carnal en la estación
de los ferrocarriles más cercana.
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