María Miranda Medina (Arequipa, Perú 1986) Licenciada en Literatura de la UNSA con la tesis “Uniones Imposibles” una aproximación hermenéutica a la utopía lésbico-queer en Sor Juana. Fundadora del grupo Editorial Dragostea cuyo paradigma es la ruptura del canon y la rigurosidad en la forma estética, albergando todas las contradicciones y los aciertos posibles de una visión conjunta y en constante crecimiento. Publica dos libros “Romané” poesía y ensayo en julio del 2006. “Los Velos de la derrota” poesía o ensayo en marzo del 2010.
7
¿Quién teje la madriguera del tiempo
con orladas flores de inminencia?
Desde el nacimiento del navío
naufragante sobre el pestañeo de tus ojos
nuestra carne ha sido alimento de aves de rapiña
famélicas y tristes
como el espanto de los niños
que no azulan sus caparazones
que no elevan sus brazos
para tocar libélulas cantoras
sobre el ventanal del mundo
sobre las sombras de los hombres
y los hombres
dentro de tu boca,
el sol ha construido una música sagrada
los ríos han quebrantado la impavidez de las madres
como quien toca una piedra
con el pico ocre de la infancia
hubo un tiempo en el que fuimos
animales cristalinos,
nos atragantábamos de peces lunares
de abejas herrumbradas
por el alma del nenúfar..
¿Recuerdas las cometas atadas
al árbol de casa?
¿A los columpios en sosiego
tras la espera de las sombras?
Se extingue de la tierra
el verdor de los puentes que lloran todavía,
los libros de historia no hablarán de esto
pero sí los pentagramas sujetados a mi cadáver
pero sí el vuelo del rey pez sobre la vida
pero sí la lluvia, las piedras;
sí la telaraña sobre el bostezo
de mi sueño inexpugnable.
Tu suspiro
Ayer sentí el viento
Que indistinto traía tu suspiro
Una tímida lágrima me hizo caricias
Como para no llorar
Y te extrañé, …te extrañé.
Es que te recuerdo en mi respiración
Porque así de constante tropiezas en mi vida
Tengo los dedos paralizados
Por un “te quiero” poco profundo
Por un “hasta la eternidad” breve
Por un “nunca” muy siempre
Y de qué otra manera describir mi vida.
Si se resume a leves trazos
A sonrisas medianas
A preocupaciones utópicas
Porque de esa rama existe mi “ser”
De esa manera camuflada y tenue
Pero eso sí, intrínseca a mi sangre gitana
A mí, alma rebelde que persigue la brisa
Que la comprende
Ayer sentí el viento
Que indistinto traía tu suspiro
Una tímida lágrima me hizo caricias
Como para no llorar,
Cómo para no llorar
Pero lloré…
La moneda de una sola cara
Ahí esta la moneda descarada
En ese bolsillo yace quieta
Como ladrón de oficio
Ladrón que arranca nuestra felicidad
Y YO QUE CREÍA EN LOS ÁNGULOS *
Pero me veo en un espejo cóncavo
Que me atrapa como esa moneda
Se esconde con sarcasmo
Y cae en el sombrero del mendigo
Con piernas derruidas
Hundida en ojos ciegos
Sin manos, sin posibilidad…
Con esa moneda
En el interior de una invención
De este mendigo
Que soy yo…
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