lunes, 7 de noviembre de 2011

MANOLIS ANAGNOSTAKIS [5.101] Poeta de Grecia


Manolis Anagnostakis



GRECIA,(Salónica, 10 de marzo de 1925 – Atenas, 23 de junio de 2005) fue un poeta griego y crítico en la vanguardia de los movimientos poéticos marxista y existencialista que surgieron durante la Guerra civil griega a finales de los años 1940. Anagnostakis fue un líder entre sus contemporáneos e influyó en la generación de poetas inmediatamente posterior a él. Sus poemas han recibido los máximos honores entre los premios a las letras griegas y han sido interpretados por los músicos contemporáneos de su país. A pesar de los reconocimientos, Philip Ramp, el traductor de su poesía al inglés, advierte que Anagnostakis es "el menos conocido para el público de habla inglesa de los principales poetas griegos de su generación".

Manolis Anagnostakis nació el 10 de marzo de 1925 en Salónica. Ya en la escuela primaria mostró su talento para componer versos con una facilidad excepcional. En 1940 lee los poemarios de los autores griegos más reconocidos en la época. Se trata de los bardos de la generación de 1930, especialmente los surrealistas Giorgos Seferis, Yannis Ritsos y Nikos Engonopoulos. El mismo año (a quince años de edad) escribe sus primeros versos patrióticos, después de la declaración de guerra contra la Italia fascista. El joven Manolis publicó por primera vez con el poema “Molon Lave” («Ven y tómalas») en el periódico Neos Cosmos (El Nuevo Mundo), en 1941. El segundo poema suyo publicado un año después bajo el título “1870-1942” supuso el primer éxito de Anagnostakis en el campo de las letras.
Durante la ocupación fue miembro de la organización EPON (Eniaia Panelladiki Organosi Neon, Organización Panhelénica Unida de la Juventud), una organización de resistencia contra el fascismo situada a la izquierda.
Entre 1944 y 1945, cuando empezó a estudiar en la facultad de Medicina, se hizo Anagnostakis el redactor jefe del periódico estudiantil Ksekínima (El principio) y ayudó también con la redacción de otro periódico, Fititis (El Estudiante).
Del período de la ocupación y la Guerra civil griega (1946 – 1949, inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial) es un ciclo de poemas particularmente representativo: Epojes (Épocas). El primer poemario del ciclo, bajo el título Epojes, fue publicado en 1945. Anagnostakis cooperó luego con muchos periódicos literarios, donde publicó sus trabajos. En 1948 tradujo (con su amigo Kleitos Kyrou) las odas de Federico García Lorca a partir del francés y las publicó el mismo año. Anagnostakis volvió a traducir la obra de Lorca doce años después, en 1960. La colección Epojes 2 fue publicada en 1948, un poco después de que su autor hubiera sido detenido por participar ilegalmente en la EPON y fuera encarcelado en Eptapyrgio, la fortaleza medieval de Salónica. Ahí, junto con otros eponistas, fue condenado a muerte, pero la pena nunca se llegó a ejecutar. Algunos días antes del fusilamiento se habían abolido todas las penas de muerte y Anagnostakis salió de la cárcel en 1951, tres años después de su encarcelamiento. El mismo año publica el último libro de la serie, Epojes.
La segunda serie de la obra de Manolis Anagnostakis se llama Synejia (Continuación) de la que publica tres poemarios entre los años 1954 – 1962. El poeta finaliza los estudios de medicina especializándose en radiología en Viena. En 1959 crea el periódico Kritikí (Crítica) en colaboración con su mujer Nora, del que fueron publicados solo 18 números entre los años 1959 y 1961. A pesar de su breve vida, el periódico siguió siendo uno de los más importantes de la crítica literaria griega.
Hasta la anunciación de la Dictadura de los Coroneles en 1967 y durante la Junta publica artículos críticos de libros y películas, como también algunos artículos dedicados a la medicina. Los poemas escritos durante la junta se publicaron en la edición completa de 1971 (que engloba poemas de entre 1941 y 1971) bajo el título Stojos (Objetivo). Son los últimos poemas de Anagnostakis.
Durante su vida recibe premios importantes de las letras griegas: en 1986 gana el Premio nacional de poesía y en 2002 el Gran Premio de Literatura.
Murió el 23 de junio de 2005.

Características de la poesía
Manolis Anagnostakis es el primer representante y el poeta más conocido de la generación poética, la llamada Primera Generación de la Posguerra, también denominada "la generación de la derrota". Otros poetas de la dicha generación son p.ej. Aris Alexandrou, Miltos Sajturis, Titos Patrikios, Tasos Livaditis, Eleni Vakalo y Yannis Dallas. La obra poética de Anagnostakis no es muy amplia, podemos decir que es más bien escasa en relación al período temporal (más que treinta años). El autor se inspiró en la obra de los simbolistas franceses (Baudelaire y Apolinaire, que leyó en original) de quienes adoptó el verso libre. De entre los poetas griegos la mayor influencia la ejercían los autores de la generación de 1930 (principalmente Giorgos Seferis), Kostas Karyotakis y Konstantinos Kavafis. La voz poética de Anagnostakis es simple, realista o más bien pesimista. Aunque sigue las tradiciones de sus precedentes en cuanto a las formas, no las sigue en cuanto a temas e imágenes. Anagnostakis es un poeta de ciudad, de color gris. Nunca huye a la naturaleza o al mar como p.ej. Odysséas Elýtis, no se ocupa de países lejanos. Elabora temas de sus propias experiencias, de las guerras que le tocó vivir. En sus versos sentimos la desilusión del ser humano y observamos una autocensura usando muchas veces puntos suspensivos. Hay también muchos versos entre paréntesis, lo cual es otra característica de su poesía. Temáticamente, su poesía es frecuentemente tratada desde el punto de vista izquierdista o ideológico, pero a pesar de su orientación y su participación en el partido comunista, el poeta no glorifica el partido, aunque haga ciertas alusiones a él. Más bien se trata de existencialismo y realismo con una inclinación hacia el pesimismo. Su obra está estrechamente relacionada con la realidad griega de aquel entonces así como con sus experiencias personales. Probablemente son estas algunas de las causas de su escasa popularidad en el extranjero. Su poesía es un verdadero y sincero testimonio sobre los años más duros del siglo XX aunque, como dijo el mismo poeta, no se pueda expresar con palabras lo que pasó.


Traducciones de Alfonso Silván Rodríguez

El ajedrez

Vamos a jugar.
Te regalaré mi reina
(Era para mí una vez la amada
Ahora no tengo ya la amada)
Te regalaré mis torres
(Ahora ya no abro fuego contra mis amigos
Han muerto tiempo antes que yo)
Y el rey este no fue nunca mío
Y después tantos soldados ¿Para qué los quiero?
(Tiran hacia adelante, ciegos, sin sueños siquiera)
Todo, hasta mis caballos te los daré
Sólo me quedaré con este locuelo
Que sabe ir únicamente por un color
Y zancadas de un extremo al otro
Riéndose ante esas tantas armaduras tuyas
Entrando en tus líneas de pronto
Removiendo los sólidos flancos.

Y no tiene fin esta partida.

M. Anagnostakis. De LA CONTINUACIÓN, 1954. (Alfonso Silván Rodríguez: La poesía de Cavafis en la obra poética de Manolis Anagnostakis: Panorama crítico y observaciones.)

Allí...
Allí lo encontrarás.

Una llave
Que cogerás
Que sólo tú cogerás
Y empujarás la puerta
Abrirás la habitación
Abrirás las ventanas a la luz
Aturdidos los ratones se esconderán
Brillarán los espejos
Las lámparas se despertarán con el viento
Allí lo encontrarás
En alguna parte – entre las maletas y la chatarra
Los clavos cortados, dientes partidos,
Horquillas en las cojines, marcos con agujeros,
Madera chamuscada, timones de barcos.
Te quedarás unos momentos en la luz
Después cerrarás las ventanas
Las cortinas con cuidado
Revalidos los ratones te lamerán
Se oscurecerán los espejos
Se inmovilizarán las lámparas
Y tú cogerás la llave
Y con movimientos seguros sin remordimientos
Dejarás que ruede al albañal
Hondo, hondo en el agua espesa.

Entonces sabrás.
(Porque la poesía no es el modo para que hablemos
Sino el mejor muro para que ocultemos nuestro rostro.)

M.A. De LA CONTINUACIÓN, 1954. (Alfonso Silván Rodríguez: La poesía de Cavafis en la obra poética de Manolis Anagnostakis: Panorama crítico y observaciones.)

Lista de las obras
Εποχές (Épocas) 1945
Εποχές 2 (Épocas 2) 1948
Εποχές 3 (Épocas 3) 1952
Τα Ποιήματα (1941-1956) (Poemas) 1956
Η Συνέχεια 3 (La Continuación 3) 1962
Υπέρ και Κατά (Por y En contra) 1965
Τα Ποιήματα (1941-1971) (Poemas) 1971
Αντιδογματικά: Άρθρα και σημειώματα (1946-1977) (Antidogmas: Artículos y anotaciónes) 1978
Το περιθώριο '68-69 (El Margen) 1979
Μανούσος Φάσσης: Παιδική Μούσα (Manousos Fassis: La Musa Infantil) 1980
Υ.Γ. (P.D.) 1983
Τα Συμπληρωματικά (σημειώσεις κριτικής) (Las Adiciones - notas críticas) 1985
O ποιητής Μανούσος Φάσσης. Η ζωή και το έργο του. Μία πρώτη απόπειρα κριτικής προσέγγισης, (El poeta Manousos Fassis. La vida y la obra. La primera experiencia con la crítica literaria.) 1987
Η χαμηλή φωνή: Τα λυρικά μιας περασμένης εποχής στους παλιούς ρυθμούς - μία προσωπική ανθολογία του Μανόλη Αναγνωστάκη (La voz tranquila: la poesía de los ritmos viejos - una antología personal de Manolis Anagnostakise) 1990






CRONOLOGIA INDEFINIDA

Pasó este día sin ningún matiz
Tan distinto de los otros días
(quizás el inicio de días similares)
Se borró así liviano como vino
Sin que jugueteara el sol entre las ramas
Corrió sus cortinas delicadamente la noche.

Un día tan diverso de los otros
Sin lo signos del “más” y el “menos” que surcan el magín
Sin siquiera ladear la balanza del recuerdo
Como una pompa de jabón que pinchamos con un alfiler
Como el humo de un cigarro sin aroma.

Así cayó una hoja del calendario
Sin el más mínimo ruido
(se perdió y tratamos de encontrarla)
Quedó nuestro cajón como lo dejamos.

Quizás – dices – no fue siquiera un día
Sólo que hoy gritan en negativo los números
El reloj girado incluso otras veinticuatro horas
- Dices – que pasamos inconscientes la medianoche
Un camino derecho asfaltado.

[Traducción Pedro Ignacio Vicuña]









LLEGARÁ UN DÍA...

Llegará un día en que no tendremos ya qué decir
Nos sentaremos unos frente a otros y nos miraremos a los ojos
Mi silencio dirá: qué hermosa eres pero no encuentro otra manera de decirlo
Viajaremos a algún lugar, así por el tedio o para decir que también nosotros viajamos.

La gente busca en toda su vida encontrar, al menos, el amor, pero no encuentra nada.
Pienso a menudo que nuestra vida es tan pequeña que ni siquiera amerita que uno la comience.
De Atenas iré a Montevideo quizás a Shanghái; algo es eso, no lo puedes dudar.

Fumamos –recuerda – incontables cigarros conversando esa tarde
-Olvidé de qué – y es una pena porque era tan pero tan interesante.

Un día, ojalá fuera, me iré lejos de ti pero incluso ahí vendrás y me buscarás
Uno no puede, Dios mío, irse nunca solo.

......

El primer marzo, en la guerra, conocí a un fogonero inglés
Que me contó entera la historia de Sam Dylan
“Es tarde” me dijo en un momento “deberíamos irnos ya
Pero no es necesario, en fin, llorar tanto por una persona que se mató.
Murió en mis brazos y me susurró un nombre de mujer
Es muy ridículo morir y susurrar el nombre de una mujer”
Su cara palideció extrañamente. Después no volví a verlo.

[Traducción Pedro Ignacio Vicuña]










UNA FECHA DE HACE AÑOS

Vivimos siempre en salvajes y húmedas riberas
En los callados cafés y las agonizantes sillas
Los crepúsculos vienen y vuelven a venir y es interminable el mar
Con los borrosos barcos que zarpan y giran en las sombras.
Es hermoso y triste recordar las tantas noches
Amarradas con humos que no ceden y con dos ojos negros.
Y una mano que se alargaba y saludaba desde el puerto
(“Port-Said – Alejandría” el 20 de julio)
Vivimos esos tristes y monótonos veranos
Encerrados detrás de las rejas del mar
Contando uno a uno las olas y los astros
Entregados a nuestra amarga espera.
Memorias estériles.
Qué pensarán todos estos barcos en la noche
Bailando tantos años amarrados y sin envejecer
Ceñidos de las tormentas de tantos y tantos viajes
Qué recordarán los encendidos atardeceres tropicales
Las luces que se doblan y se lanzan al agua
Los niños que no duermen y lloran por las noches
(“Port Said – Alejandría” el 20 de julio)
Sus ojos estaban tristes como los atardeceres de verano
Encerrados muy hondo en los misterios del mar
Y una mano blanda y delgada como el cariño
Una mano blanda puede llevarte
Cantando hasta el fondo del mar en lejanas ciudades.

Vivimos siempre en las salvajes y húmedas riberas
Con la memoria herida de ojos y de viajes
Amarrada tras un barco que no ha de volver
En los humos que no claudican y las roncas canciones.

(“Port Said – Alejandría” el 20 de julio)

[Traducción Pedro Ignacio Vicuña]









AÚN HACIA FALTA...

Aún hacía falta mucha luz para que amaneciera. Sin embargo yo
No acepté la derrota. Veía ahora
Cuántos tesoros ocultos debía salvar
Cuántas fuentes de agua conservar en medio de las llamas.
Hablad, mostrad heridas desquiciadas en las calles
El pánico que estrangula vuestro corazón como bandera
clavadlo a los balcones, cargad con prisa el cargamento
Vuestro pronóstico infalible: Caerá la ciudad.

Allí, atentamente, en un rincón, recojo en orden,
Sensatamente cerco mi último refugio
Cuelgo manos cortadas en los muros, adorno
con los cráneos cortados las ventanas, tejo
con cabellos cortados mi red y espero.

De pie y solo, como entonces, espero.

Traducción Pedro Ignacio Vicuña
http://pedrovicuna.blogspot.com/








HABLO…

Hablo de los últimos toques de trompeta de los soldados vencidos
De los últimos harapos de nuestras ropas de fiesta
De nuestros hijos que venden cigarrillos a los transeúntes
Hablo de las flores que se han marchitado en las tumbas y que la lluvia pudre
De las casas que se quedan abiertas sin ventanas como cráneos desdentados
De las chicas que mendigan mostrando en sus pechos las heridas
Hablo de las madres descalzas que se arrastran por las ruinas
De las ciudades llameantes, de los cadáveres apilados en las calles
De los poetas proxenetas que tiemblan por las noches en los umbrales
Hablo de las noches eternas cuando la luz se reduce al amanecer
De los camiones cargados y de los andares en baldosas húmedas
De los patios de las cárceles y de las lágrimas de los condenados a muerte.
 
Pero ante todo hablo de los pescadores
Que dejaron sus redes y siguieron Sus pasos
Y cuando Él se cansó ellos no reposaron
Y cuando Él los traicionó ellos no negaron
Y cuando Él fue glorificado ellos volvieron los ojos
Y sus compañeros les escupían y les crucificaban
Y ellos, serenos, toman el camino que no tiene límite
Sin que su mirada se oscurezca o se rinda
 
De pie y solos en medio de la terrible soledad de la multitud.

 
 versión de Virginia López Recio 
 






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