Enrique Noriega
Guatemala 1949. Poeta, antologador, tallerista y editor. Realizó estudios de literatura en la USAC de Guatemala y en la UNAM de México. Residió en New Jersey, Pittsburgh y Tuscaloosa (EE.UU.) durante algunos años.
Ha publicado los libros de poesía: Oh banalidad (1975), Post Actus (1982), La pasión según Judas (Monte Ávila Editores, Venezuela 1990), Libreta del Centauro (1994), El cuerpo que se cansa (1998), la Saga de N (2006) y Épica del ocio (2007).
Premio Mesoamericano de Poesía “Luis Cardoza y Aragón”, convocado por la Embajada de México en Guatemala en 2007 y 2012. Premio Nacional de Literatura “Miguel Ángel Asturias” en 2010 (reconocimiento a la trayectoria).
Ha sido invitado, entre otros eventos literarios, al Festival Internacional de Poesía de Medellín (1993), al Encuentro Hispanoamericano de Poesía en Bogotá (1992), al Encuentro de Poetas del Mundo Latino de México en diferentes oportunidades, al Encuentro de Jóvenes Escritores Hispanoamericanos en España (1984), al Festival Internacional de Poesía de Granada, Nicaragua, al 3er. Festival PoeMaRío de Barranquilla, Colombia (2010), al 3er. Festival de Cultura de San José, Uruguay (2010).
Invitado también, en su calidad de escritor o tallerista, por varias universidades norteamericanas: Spring Hill College, Mobile, Alabama, 2005; University of Alabama, 2003; Texas Christian University, 1999; University of New Hampshire, 1996; University of Pittsburgh, 1995.
COMO UN VIEJO OSO HORMIGUERO
Sabés darte por atrás mostrando
De entrada tu vasto campo de margaritas
N itus anttiguas estrias interfieren
Ni tu edad nunca sería tanta para romper
La borrasca de tu llamado
Sabés entregarte por atrás absorber con una
Sed insaciable la rigidez del sexo
Qué suaves son tus nalgas y abajo
Hacia las sábanas como entre espuma gime tu vulva
La fragilidad de tu cintura entonces
Se adueña de mis ojos
Ahí tu cuerpo fractura el movimiento
Y se llega al fondo de vos
Chapoteando como la quilla en la mar inquieta
Sin pensamiento alguno
Sin noción de tiempo
Y ya para después sólo a momentos te darás
Cuenta de mis piernas abrazantes
De mis labios de mi lengua de mi boca en la batalla
Próximos a un estertor a una involuntária contracción de piernas
Bajando o subiendo de tu preciado vientre hasta paralizarmos
He sido yo que como um Viejo Oso Hormiguero
Se há prendido a la dulzura viscosa de tu ostra
A aquel bullir de espumas que llamaba sin más
Hambre que la del deseo consumado
Post actusd
Quedarás en reposo hacia el silencio
Junto a tus lábios mi sexo derramado y viendo
Com la mirada de un animal muerto
Martirio de San Lorenzo
José Juárez (1635-60)
En un primer nivel
los que azuzan el fuego
en un segundo una armazón de duras
vigas de fierro y sobre ellas
San Lorenzo
le queman el trasero y él alza
la vista hacia los Angeles hacia
la seráfica blancura de Querubes sobre
los que descansan
los desnudos pies de los Músicos Celestes
hacia una débil luz central
que se supone
es la del Señor
A los lados algunas abigarradas
figuras de Nobles de Guerreros de Comerciantes
-ora orientales ora romanos-
y esforzado Viejo arte quintochento fortaleza de ro-
ble cargando
su buen haz de leña
han dejado algo en la nada
porque lo buscan
con la mirada vacía
Angeles Débil luz central Querubes Viejo arte quinto-
chento y numerosas figurillas más absorbidas
por el fondo del lienzo
Pero el Espíritu Santo
no se ve
se intuye
y él, Sn. L., sigue sufriendo
Más leña más fuego
también le queman los huevos
Texto
La fantasía del niño remitida
A una realidad es inagotable
Como un escepticismo
Soy digamos un muñeco (o un zompopo)
Un niño sabe hablar a sus criaturas
Darles de comer curarlos corregirlos
Si hay que hacerlo da golpes de estado
Suspende garantías ametrallando desde
Supersónicos con boca e índices
O simplemente si se aburre
El cesto de los juguetes será suficiente
Mis muñecos soy yo mismo
Puedo también ser el cadáver de un zompopo
Acarreado por otro zompopo
Da lo mismo la muerte prevalece
Ella que desconoce todo de sí
Inmolación Espermática
Traídos por una lluvia
De salivas lubricantes
Caen pechos a mi boca y piernas
Y mejillas y caderas y muslos
Y vulvas y suaves pezones y frases
Dichas para el hambre incontenible
De la carne
El lujurioso Encomendero
Arrasa hembras en su feudal
Dominio de sí mismo
Y hay después
De tan abrupta molicie
Ese enseñoramiento del pecado
Que aclara y vivifica las ideas
Razones sólo para la yesca
de la sangre
Sin Ideas
sin ideas nada se hace
no se irrumpe en la alegría
de saberse a sí mismo
no da la mano el amigo
no habría el dinero
no se le superaría
sin ideas nuestro lenguaje
no sería más allá del mugido angustioso
de la res en el rastro
no mallarmé no safo
aún con vida sin ideas
EN EL CRISTAL DE MAGRITTE
La misma habitación
En la misma habitación los mismos objetos
Cama silla alfombra televisor ventana
En la ventana un pedazo de todo
Azoteas antenas árbol nubes
En la misma habitación la misma puerta
El mismo closet
El mismo semidesorden en el closet
Y el espejo
El espejo donde cabe toda la habitación
Menos 2 pildoritas en el frasco
Menos la ansiedad
CANTO
La quemante proximidad de un pezón
En nacarado rosa en la esponjada
Conjunción de tus piernas
Mi morosa erección
Los gemidos lubricantes
Los zarpazos del deseo por la carne
La obsesiva ruta de la imaginación
Hacia su Eldorado por los cuerpos
QUEVEDEANA
Esta madrugada
Sentí por mis manos
Intangible sed
De tu cuerpo
Y sin que precedieran
Campanas de rebato
A ti tan tú
que arrobada dormías
Volquéte por las nalgas
¿POESIA CONCRETA?
I
Todo muy bien tocan a la puerta
Todo muy bien es un hara
Todo muy bien piento
Todo muy bien
Todo muy bien
Todo muy bien chorreado
Todo muy bien desnutrido
Todo muy bien
Todo muy bien
Todo muy bien
Todo muy bien enveje
Todo muy bien
Todo muy bien
Todo muy bien cido
Todo muy bien
Todo muy bien
Todo muy bien
Todo muy bien hombre niño grito
Smog
DEL FOLKLORE CHAPIN
Que si Bécquer o Campoamor o fulanito
De la antología local pero nada de la poesía
De las hojas de periódico con que le envuelven
Cuatro ingrávidas onzas de carne en el mercado
Que si la sublime inspiración o el arte puro
Siempre en algún parnaso de los otros
Y nunca en su triste espectáculo de bohemia
Que no pasó de etílico y se corona de cuando
En cuando con pesadillas de sobriedad
Y nunca eso que le acontece en algún AA
Cuyas 24 horas jamás satisface su crítico
y perenne sosiego verbalizante
Ahora bien acaso no es él la poesía única en él
Y nunca aquellos versos que nunca muestra
CRÓNICA
La tarde parece acontecer
Como un sopor de eternidad
Las casadas rosas que des
florecen en la grama
al pie del rosal
Se precipitan evaporadas
Al bochorno entre las hojas
El minúsculo y transparente
Pulgón que labora sin domingo
Ajeno al ronroneo de una moto que va
Y viene apagado y roto
Ajeno también al debe y haber
De los platos sobre la mesa
o a nuestra
Ingente posibilidad de ternura
Se hace a los milenios
Con efímera presencia
Todo cuanto acontece deviene
Unificado por el inquietante
Presentimiento de total dispersión
E ignota transmutación
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