lunes, 17 de octubre de 2011
4954.- CARMEN VALLE
Carmen Valle (Puerto Rico, 1948). Su obra poética comprende: Un poco de lo no dicho (Nueva York, 1980), Glenn Miller y varias vidas después (México, 1983), De todo da la noche al que la tienta (Puerto Rico, 1987), Preguntas (Colombia, 1989), Desde Marruecos te escribo (ed. bilingüe, Puerto Rico, 1993) y Entre la vigilia y el sueño de las fieras (ed. bilingüe, Puerto Rico, 1996), Esta casa flotante y abierta (Puerto Rico, 2004).Como narradora, ha publicado Diarios robados (Buenos Aires, 1982).
Poemas suyos fueron incluidos en diversas antologías, entre ellas: Herejes y mitificadores, PoetaS en Nueva York, Al fin del siglo, Miradas de Nueva York, Anthology of Contemporary Latin American Literature, Inventing a Word: An Anthology of Twentieth-Century Puerto Rican Poetry, Reclaiming Medusa: Short Stories by Contemporary Puerto Rican Women Writers y Fe de Errantes.
También ha publicado poemas en las revistas El signo del gorrión, Mairena, Tercer Milenio, Scriptura, Poesía, Realidad Aparte, Balcón, Tinta Seca, Galerna, Alhucema, Actual, The World, The Portable Lower East Side, Third Woman, Review: Latin American Literature and Arts y The Literary Review, entre otras, incluyendo diversos portales. Ha sido coeditora de la revista Ventana, de Bilingual Review (número especial Hispanic Women Writers in the USA) y de Poesía (número especial Poesía puertorriqueña en Nueva York y en Puerto Rico ). Ha dirigido talleres de poesía en el St. Mark’s Poetry Project de Nueva York.
Es doctora en Literatura Latinoamericana por la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY).
REGISTRO CIVIL
De dónde viene mi vida
andando tan largo.
Cómo le adjudico sus recuerdos;
por qué nos vemos encontradas.
Yo con un país, un amor isla;
Busco y rebusco el planeta
como el baúl de mi bisabuela.
Ella la suerte y su vasija de Mauritania.
Ella también su collar berebere
con apellido canario.
También el más efectivo secreto
de la planta especia que me dijo,
para conservarlos años y la fuerza.
Todas las noches de esa mujer,
todos sus actos redesconcierto,
todas las muertes de sus maridos
y el nacimiento de su única fortuna.
Peregrina de las islas
que reposa mientras ama,
cargo los amuletos en el precio de la sal;
en el olor a locura,
en un corazón de abeja reina,
en una casa flotante y abierta,
en un cofre con tierra de la Tierra.
(De Esta casa flotante y abierta, ICPR, 2004)
CONSIGNA
Haz lo que quieras.
Es viernes
pero parece cualquier otro día de la semana.
Se ha atragantado la tarde al oscurecer;
no se detiene un pájaro a saludar
y se han quebrado las nubes botando agua.
Estoy caminando por el pueblo desde el balcón
y veo que la plaza está cerrada
que lanzar una piedra cambia el mundo
y sentarse a soñar también lo cambia.
No hay nada especial que hacer
hay que seguirlo haciendo todo
descubrir lo que nunca estuvo oculto
y dejar de ocultar lo que no cambia.
TONADA PARA EL CAMINO DE VUELTA
Se hace el viaje a lo que habrá
y se piensa en lo cambiante
de agosto con luz de mar.
Es el día blanco de sol,
es la noche y sus virtudes;
hay vísperas, hay después,
el eslabón de saber,
la navaja por lo sano.
En el mismo lugar todo
mira por otra ventana
que se descubre al silencio.
Mientras todo queda dicho,
siente valor lo perdido
para pedir una siembra
de arroyos y quien te quiera,
porque hace miedo esperar
caminando entre tal vez
cuado se prefiere andar
a la orilla de un mar bravo
pero con menos quizás.
ALLÁ O LO POSIBLE
Nómada sitiada,
nómada presa,
nómada contenida en ciudad nómada.
Nómada del paisaje humano
nómada de cuerpos
y de un corazón detrás de otro.
Nómada dentro del camino
cuando el retorno no cabe
porque no sólo el cuerpo es el que ya se ha mudado.
Nómada como el que busca horizonte
como el que no se detiene
pero algo espera
como el que no puede
pero quiere y se atreve y falla.
Nómada como la costumbre de nunca tocar el cielo
ni el fin del camino
pero quiere siempre
y se atreve siempre
y fallar no se contempla
no se puede contemplar.
IR Y VOLVER
Nunca iré a Venecia;
lo presiento.
Nunca a Le Mans
ni a Fez
nunca al mar de Calisto
ni al rumor del desierto
ni al cero, nada, nulo
de un alud de nieve desde lejos.
Pasaré por las páginas de todos
pasaré por sus nombres sin recuerdos
pasaré en sueños quizás
sin pasar.
Todo será un volver al mismo sitio
un marcharse con él a cuestas
y un regresar indeciso pero cierto
distinto, a veces similar, idéntico.
UNA RAZÓN
Tiene la lluvia una razón de ser
en esta tarde,
la de la espera, la el recuerdo, la de la de la duda,
también la del deseo.
Lluvia ante el mar.
Lluvia ante el verde que espía al mar.
Alegría callada en el agua que acompaña;
en el agua que desata una mirada allá
donde todo está guardado y en su sitio;
en el agua que amarra con salitre
un libro de memorias que no se escribirá;
en el agua siempre reflejada en el ojo que la guarda
y en el pecho que la lleva tatuada.
Ante el verde silencio,
regalado por la lluvia marina,
tiene la tarde una razón.
(De trashumante, inédito)
MAPA DE LOS SUEÑOS
La puerta abre a una segunda puerta falsa;
sin saber si los padres son los niños
o la casa es agua
y volar es más fácil que saber el cómo.
El tiempo es un siempre continuado;
estar en un lugar es otro sitio;
los muertos tienen todas las edades
y los seres más amados son arañas.
Desconocido, amiga, pájaro, silla
saludan al abismo
retozando en una cama.
Si se cuenta no sale
y delicioso contar si es miedo
y más delicioso callar si es deseo.
MAPA PARA UN BOTÍN
Podrá no ser el mediodía
ni el largo camino que se otea.
Podremos no encontrar miel suficiente
ni encontrar la Osa Mayor aunque busquemos.
Podremos escudriñar el horizonte
y ni aún frente al mar lo consigamos.
Podrá ser que todo fue un juego lento
en intento de volar cuidando el ala
pero el vértigo de la guerra
aliñado con olores de la selva,
en todos los astilleros construyó barcos piratas.
Zarpan hacia todas las bahías,
de sí mismo el premio de lanzarse,
a encontrar acuerdo mudo
entre el horizonte que se escapa
y una flota de sal que se derrumba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario