domingo, 16 de octubre de 2011
4948.- EDISON LASSO ROCHA
Alexis Cuzme, Christian Arteaga, José Núñez del Arco, Marcelo Villa, Edison Lasso, Marcela Jima y Ronald Patiño.
Edison Lasso Rocha (Piñas - El Oro, ECUADOR 1977) Estudió Matemáticas y Literatura. Forma parte del proyecto editorial Fe de Erratas. Sus poemas han sido publicados en revistas dentro y fuera del país. Ha escrito a cuatro manos el libro Fe de Erratas, Quince Años de Éxitos (2006). Consta en las memorias del I Festival de Poesía Joven Hugo Mayo (2005).
LA CIUDAD
Nos dejó construirnos en voz baja
(para no despertarnos)
y con precaución
integró la esquizofrenia con los laberintos
hasta precipitarse el carbón
que respiramos varias veces
pues es lo único que sirve aquí
y al final, sólo al final
Descubrimos nuestras manos tristes
El miedo es una cama vacía
demasiado grande
para encontrar la orilla
ebria la flor
se deja morir en el vaso de whisky.
La mayoría de paredes
sabe cómo rodar entre los asnos
sin embargo
a veces un ácaro
baja hasta sus pensamientos y consigue detener el tumulto
al señalar lo que en realidad las está empujando al centro
es la ausencia que lo ocupa todo
excepto mi materia gris.
Todo número multiplicado por cero da uno mismo
Paulina Pantoja
UNO
Nunca me gusto eso de dibujar el infinito
y buscar el argumento
de una película porno.
Por eso huí de ellos
no fue que me echaron,
ni que me desquicié.
¡Malditos matemáticos!
Satánicos engranajes del bien
los anillos son para ponérselos,
para cultivar niños las matrices
y aunque sea bueno eso de tener un cero como amigo
siempre preferiré el silencio.
REFUGIO VEGETAL
Yo puedo ser el padre
de incendios y de manicomios,
hermano de los rascacielos
pero siempre seré un hijo de mi madre.
Puedo arrojarle sal a una babosa,
y en acto de cruel humanidad
regalarle un verso a un mendigo.
Yo puedo destruir los teléfonos
de quienes me critican,
regocijarme en sus caries
con mis excesos
y mis redundancias
y en lugar de devolverles sus tomates
arrojarles uno de mis ojos.
Lejos de bibliotecas politécnicas
puedo detener el tiempo
si me da la gana,
morder escarabajos como caramelos
o echar a volar este potencial avión
sólo por gusto;
porque cuando siento ganas
no hay madre que me detenga.
SUEÑO INCOHERENTE/ POSICIÓN 1
Es el quinto dictado de la tarde
y el más largo de la jornada
con el rostro fastidiado
una hermosa muchacha
que aún no se convence de la suavidad de mis piernas
aguarda sobre el escritorio
el último verso y piensa:
debí estudiar ingeniería
como quería mamá
no estaría aquí
copiando estas mamarrachadas.
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