miércoles, 12 de octubre de 2011

4914.- JUAN RAMÓN BARAT


Juan Ramón Barat
Juan Ramón Barat (Valencia, 1959) es autor de varios libros de poesía, entre los que sobresalen Como todos ustedes (premio Ciudad de Torrevieja), Piedra Primaria (Premio Ateneo Jovellanos), Breve discurso sobre la infelicidad (Premio Leonor) o Malas compañías (Premio Blas de Otero). La antología El héroe absurdo (Editorial Hiperión) recoge la mayor parte de su producción poética publicada.
Barat cultiva también la narrativa y el teatro, géneros en los que ha editado diversos títulos con notable éxito. Asimismo, escribe para el público no adulto. Entre sus obras líricas para lectores jóvenes cabe destacar Poesía para gorriones, Palabra de juglar o Sólo para niños.
(Fuente: solapa del libro La brújula ciega, editorial Pre-Textos)
La producción literaria de Juan Ramón Barat abarca todos los géneros literarios y está destinada tanto al público adulto como infantil o juvenil.
Su poesía se caracteriza por el rigor rítmico, la sencillez del lenguaje, la originalidad de las metáforas y el tono coloquial, entre elegíaco y amargamente irónico. Como autor dramático, Barat ha publicado diversas piezas en las que destaca el humor, la agilidad de los diálogos, la riqueza de los recursos teatrales empleados (coreografías, canciones, danzas…) y el compromiso social y moral en el tratamiento de los temas. En el campo de la prosa, ha publicado diversas novelas de corte histórico. También es autor de libros de relatos.
Premios y reconocimientos
Los más destacados galardones literarios son:
Premio Nacional de Poesía “José Agustín Goytisolo”, Barcelona, 2001, por el libro Poemas desatinados. (No publicado.)
Premio Internacional de Poesía “Ciudad de Torrevieja”, Alicante, 2002, por el libro Como todos ustedes.
Premio Internacional de Poesía “Ateneo Jovellanos de Gijón”, Asturias, 2003, por el libro Piedra Primaria.
Premio Internacional de Poesía “Leonor” de Soria, 2003, por el libro Breve discurso sobre la infelicidad.
Premio Nacional de Teatro Infantil "Érase una vez Lorca", con la obra Una de indios, Lorca, Murcia, 2005.
Premio Nacional de Poesía "Blas de Otero", convocado por el Ayuntamiento de Majadahonda, Madrid, 2006, por el libro Malas compañías.
Bibliografía


Verso
La coartada del lobo, Murcia, 2000. Edita Grupo Espartaria. Colección “Cuadernos de Poesía Espartaria”, número 6.
Como todos ustedes, Alicante, 2002. Editorial Aguaclara. Colección “Anaquel” número 65.
Breve discurso sobre la infelicidad, Soria, 2003. Diputación Provincial de Soria. Colección “Leonor” de Poesía.
Piedra Primaria, Gijón, 2004. Ateneo Jovellanos. Colección de Poesía “Ateneo Jovellanos”, número 12.
El héroe absurdo, Madrid, 2005, Editorial Hiperión. (Obra reunida).
Confesiones de un saurio, Alicante, 2005, Editorial Aguaclara. Colección "Anaquel", número 75.
Mapa cifrado, Valencia, 2007. Carena Editors. Obra pictórica-poética (Autoría compartida con la pintora Isabel Amat).
Malas compañías, Madrid, 2006. Edita Asociación Española de Artistas Españoles. Colección "Julio Nombela", número 47.
La brújula ciega, Valencia, 2010. Editorial Pre-Textos.

Prosa
1707, el sueño perdido. Novela histórica. Valencia, 2007. Editorial Carena. (Edición original en castellano.)
1707, el somni perdut. Novel.la històrica. València, 2007. Editorial Carena. (Edición en valenciano. Traducción de Jaume Flor.)
Jaime I, el rey templario. Novela histórica. Valencia, 2008. Editorial Carena. (Edición original en castellano.)
Jaume I, el rei templer. Novel.la històrica. Valencia, 2008. Editorial Carena. (Edición en valenciano. Traducción de Joan Olivares.)
Cuentos deliciosos. Ediciones Tres Fronteras y Editora Regional de Murcia. Colección "La Biblioteca del Tranvía", número 3. Murcia, 2008.

Teatro
Anfitrión y el otro . Estrenada por la Compañía del Teatro Guerra, en el Recinto Ferial Santa Quiteria de Lorca, el día 28 de mayo de 2009.




Cuando todo termine

cuando todo termine
tú y yo sin nada amor
para siempre perdidos
en la oscura materia
de la muerte
cuando todo termine
y quede la substancia
de los dos en la tierra
desleída
dime entonces amor
cuando todo termine
qué será de estas flores
donde ahora yacemos
y esta cálida brisa
y esta luz que nos ciega
cuando todo termine







Como un hombre cualquiera

Al abrazar mi cuerpo,
ten presente
esta honda verdad:
que mi cuerpo es tan sólo
una efímera sombra
en mitad de la sombra
sin límites del tiempo,
que en mi carne
jamás abrazarás la trascendencia
pues no existe misterio
en el cuerpo que es polvo
y sólo polvo.
No olvides, amor mío,
que no estoy en la carne que tremola
sino en la música de tu deseo.






COMO TODOS USTEDES

Seguramente soy
un hombre triste y gris
como todos ustedes.
Un hombre encadenado a los horarios,
con mujer y con hijos y halitosis,
y problemas de próstata y de insomnio,
y una cuenta bancaria
bordeando el precipicio de los números rojos,
y enemigos mortales y aficiones pacíficas
y algún sueño prohibido inconfesable.
Como todos ustedes,
uno más del rebaño.
Bufón en la Gran Corte de la Tecnología.
Desde el punto de vista de los jefes
una mierda a la izquierda.
Completamente solo.
Condenado a morir. Injustamente.
Un hombre triste y gris.
Como todos ustedes.






NOCHE DE VERANO

Una vez, siendo niño, le pregunté a mi padre
a dónde van los hombres cuando mueren.
Era una hermosa noche de verano.
Estábamos sentados a la puerta
de la casa en dos sillas
de anea y contemplábamos el cielo.
El aire nos traía dulcemente
el olor del jazmín.
Mi padre me miró con ojos bondadosos
y tras breve silencio me explicó
que la muerte no existe y que los hombres
acaban transformándose en estrellas
que brillan en el cielo.
Cuando me hice mayor y consulté los libros
descubrí con sorpresa
que la luz de los astros no es eterna,
que también su existencia se consume
con el paso del tiempo.
Ya hace muchos años que mi padre murió.
Hoy quisiera tenerlo junto a mí,
igual que aquella noche, y poder formularle
la pregunta obsesiva que me hago
al mirar hacia el cielo
en mi silla de anea solitaria:
¿a dónde van los astros cuando mueren?







LA MANZANA

La manzana quedó sobre la mesa.
Era roja y hermosa como un sueño.
Exhalaba un aroma fresquísimo de bosque
que embalsamaba el aire
de aquella habitación que daba al mar.
En su forma perfecta
podía resumirse el mundo todo.
Un silencio de seda acariciada
se posaba en su piel y temblaba la vida
en la pulpa jugosa de su carne.
Pasó el tiempo. Volvimos
el verano siguiente. Los gusanos
habían devorado la manzana.
Sobre la pobre mesa sólo había
una sombra de polvo,
un olor de humedad y de maderas viejas.
Tampoco había rastro de gusanos.







ANOCHECER EN SAN JUAN DE LOS TERREROS

Como un lienzo de bruma
la tarde se disuelve.
Huye la claridad
por los desfiladeros del crepúsculo
y en el cielo zozobra,
codiciosa de luz,
nuestra postrer mirada.
Crepitan en el pecho entonces las preguntas.
Ese oscuro fulgor que taracea
las estrías del aire,
¿de qué mundo secreto nos excluye?
¿Qué mordaza de sombra
es la noche, y por qué, para la luz?

del poemario La brújula ciega






PUES


que voy a morir
que todo muere
la tierra las estrellas
los pájaros el mar
que todo sin razón
se ha de pudrir
en esa negra infinitud vacía
que llamamos el tiempo
y sé
que nunca más
volveremos a vernos
amor mío
mas a pesar de todo


(De La coartada del lobo)









ABLATIVO DE SOMBRA

No cambiará mi vida
el esplendor del mundo
o su miseria,
ni alterará mi muerte
el curso de los astros
o la historia.
Si los dioses existen,
¿por qué tejen su trama en el silencio?


(De La coartada del lobo)










INTERLUDIO

no muere el tiempo
que nunca hemos vivido
mas duele como rosa
arrancada
a la sentida carne
como astilla de luz
que el pensamiento anega en la tristeza


(De La coartada del lobo)









DESPUÉS

Ha de rodar tu voz
como cascada oscura
en los cantiles fríos de la noche
y estremecer la losa del olvido
tus insignias bordadas con ceniza.

Tú que alzaste palabras a la luz,
tendrás que tripular tu sombra triste.

Serás ritmo del aire, tromba o signo,
atributo de un orden imposible

Y que cifre la muerte lo que acaso
no te fue revelado con la vida.


(De La coartada del lobo)











SIN ORDEN NI CONCIERTO

No sé si estoy aquí o en otra parte.
Si vivo en un maravilloso sueño
o en una interminable pesadilla.
Si soy el resultado
de algún experimento intergaláctico
o la reencarnación
de un pobre campesino medieval.
Si he de considerarme
libre o, por el contrario,
cautivo entre congéneres cautivos.
Ignoro si esta música azul me pertenece,
si la luz que ilumina mi existencia
es mía en exclusiva
o debo compartirla con otras criaturas.
No sé muy bien por qué, pero sospecho
de modo permanente
debe de ser orgánica,
como la sed, como la angustia
o el ansia de matar.
A veces, me pregunto
quién empuña la pluma
que escribe mis poemas.


(De Como todos ustedes)










PONIENTE

Tiene que haber un código secreto
con el que traducir
el mensaje cifrado de esta paz infinita
que los campos rezuman,
las jaras, las higueras,
el humilde algarrobo centenario
alzándose en la luz hacia el poniente,
de este vago temblor
que sacude tu alma
con toda intensidad
cuando cruza tus ojos el relámpago
azul de la belleza, y en lo más
oculto de ti mismo eternamente
las rosas de la tarde
se desangran.


(De Como todos ustedes)










ORACIÓN

Debe de haber un dios
en algún recoveco sideral.
Un ser de otra galaxia que administre
los días y las noches,
el ciclo de las lluvias y las guerras,
las largas migraciones de los pájaros
y las pequeñas dosis cotidianas
de hambre y sufrimiento.
Alguien a quien pedir explicaciones
acerca de esta pésima gestión
de convertir al hombre
en el protagonista de la historia.
No es posible que tanto desatino
se deba solamente
a la ruleta rusa de los astros.
Sin duda alguna. Debe
de haber alguna mano celestial
detrás de esta barbarie milenaria.


(De Como todos ustedes)








EL HOMBRE

Una brizna de hierba
traída por el aire
que cae con blandura
sobre la superficie azul del agua,
que lucha inútilmente por no hundirse,
que sucumbe y acaba descendiendo
hasta el fondo del limo.

(De Como todos ustedes)











THRILLER

Tendrás que disparar tarde o temprano.
La ciudad es un dédalo de sombras
por donde te persigue
un espectral ejército de tristes minotauros.
El ojo de la luna
te mira desde el fondo de la noche.
Refleja tu silueta contra el muro
de la desolación.
Tendrás que disparar
para ponerte en paz
con todos tus fantasmas
cuando tu propia pesadilla te acorrale
en una callejuela sin salida.


(De Breve discurso sobre la infelicidad)










LAS HORAS

Uno las ve pasar
lentamente y suspira,
quisiera poseerlas
a todas: las alegres y las tristes,
las bellas y las feas. Ellas pasan
silenciosas y doblan las esquinas
o cruzan los caminos.
A todas se las lleva
el viento convulsivo de los días.
Se van y nunca vuelven. Pero dejan
un amargo regusto
de impotencia en la carne,
un inmenso vacío en el alma,
y el ingrato sabor de la derrota.


(De Breve discurso sobre la infelicidad)










COMPOSICIÓN ANALGÉSICA

Lo que el dolor te ofrece generoso
es el conocimiento de tu propia miseria.
La oscura luz de la sabiduría
te acerca al epicentro de tu ser,
donde el misterio traza su quimérica
constelación de sombras
y la consciencia cobra la cabal dimensión
de su insignificancia.
El dolor te conduce,
igual que un perro fiel,
hasta el origen mismo de tu vida.
El feudo que los hombres
solemos confundir con el destino.


(De Breve discurso sobre la infelicidad)










LAS RATAS

El murmullo de las conversaciones
fluía como un río entre la música
frutal de los violines. En las lámparas
la luz multiplicaba su destello.
Bellísimos tapices,
escudos y blasones adornaban
un salón con alfombras
y columnas de mármol.
Del jardín entreabierto
llegaba un exquisito aroma de magnolias.
Al acabar la fiesta, el personal
de servicio, tras una minuciosa limpieza,
volvió a ponerlo todo en su lugar,
como si nada hubiera sucedido
aquella hermosa noche.
Restaurado el silencio de la casa,
pudo oírse otra vez, como un sordo rumor
de huesos masticados por el tiempo,
el ruido de las ratas.

(De Breve discurso sobre la infelicidad)









REGISTRO DE LA PROPIEDAD EXISTENCIAL

Con el paso furtivo de los años,
la vida acaba siendo
una confiscación en toda regla
de cada una de tus posesiones.
El tiempo decomisa
lentamente tus bienes,
con esa languidez apenas perceptible
con que desaparece la claridad del día.
Aquello que creías arraigado
en la jurisdicción sagrada de tu infancia,
el tesoro escondido
en la isla más remota de tu espíritu,
todo lo que conforma el historial
sin brillo con tu nombre,
es víctima propicia
del expolio implacable de la decrepitud.
No cabe registrar, pues, la existencia
sino en las oficinas translúcidas del aire.
Allí donde la nada
apacienta su turba de gusanos.


(De Piedra Primaria)








EL RASTRO DE YORIK

A veces te examina la existencia.
Te mira desde el fondo
de los ojos vacíos de la historia.
Desde el ciego latido del espejo
donde adviertes desnudo,
como Hamlet,
tu triste calavera sin metáforas.


(De Piedra Primaria)







LO DEMÁS

En tus ojos fulgura
con su líquida luz
el porquesí del mundo,
la claridad irguiendo su relámpago,
el agua milagrosa
que repara mi sed
y legitima toda mi existencia.
Lo demás es desorden, amor mío,
el abismo terrible.
La intemperie.


(De Piedra Primaria)







PIEDRA PRIMARIA

¿Dónde está la verdad?
¿Desde qué falso templo se levanta
su voz como un inmemorial ofidio?
La verdad de qué hombre,
de qué pueblo arrasado,
la verdad de qué dios,
de qué especie animal.
En qué estrella perdida,
enterrada en la ciénaga
infinita del tiempo.


(De Piedra Primaria)






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