Lil Milagro de la Esperanza Ramírez Huezo
Poetisa y revolucionaria salvadoreña. Nació el 3 de abril de 1945 y es asesinada y desaparecida por miembros de la extinta Guardia Nacional (GN) el 17 de octubre de 1979 en San Salvador. Líder y fundadora de las primeras organizaciones guerrilleras, que en 1980 conformarían el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Fue capturada, en noviembre de 1976, por agentes de la Guardia Nacional. Su detención no fue informada a ninguna instancia del poder judicial y, desde ese momento, pasó a la condición de “desaparecida”, hasta su asesinato en octubre de 1979, dentro de las cárceles de la Guardia Nacional. Es recordada por su valentía y férrea lucha, en favor de las clases menos favorecidas.
Poetisa y revolucionaria salvadoreña. Nació el 3 de abril de 1945 y es asesinada y desaparecida por miembros de la extinta Guardia Nacional (GN) el 17 de octubre de 1979 en San Salvador. Líder y fundadora de las primeras organizaciones guerrilleras, que en 1980 conformarían el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Fue capturada, en noviembre de 1976, por agentes de la Guardia Nacional. Su detención no fue informada a ninguna instancia del poder judicial y, desde ese momento, pasó a la condición de “desaparecida”, hasta su asesinato en octubre de 1979, dentro de las cárceles de la Guardia Nacional. Es recordada por su valentía y férrea lucha, en favor de las clases menos favorecidas.
Sus primeros años
Lil Milagro de la Esperanza Ramírez Huezo nació en San Salvador el 3 de abril de 1945. Hija de dos profesores de educación primaria: El señor José Ramírez y la señora Tránsito Huezo Córdoba, quienes procrearon tres hijos más: Luz América, Amada y José Napoleón. Lil realiza sus estudios de educación secundaria en el Instituto Cervantes e ingresa a la Universidad de El Salvador (UES) a estudiar Licenciatura en Ciencias Jurídicas en 1963. A pesar de haber egresado, Lil no se graduó como abogada, en señal de protesta hacia un sistema al que ella consideraba injusto y opresor y al cual no deseaba servir. Entre sus aficiones estaba tocar guitarra y piano, así como también escribir y recitar poesía. Además, solía practicar yoga con su madre y era vegetariana.
Su vida en la clandestinidad
Lil Milagro inicia como dirigente de la Juventud Demócrata Cristiana en 1966. Su formación ideológica fue de corte socialcristiana, aunque más tarde sería fuertemente influenciada por el marxismo. En 1970 cuando recién había egresado de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales, muy decidida, abandona su hogar en San Jacinto, donde vivía con sus padres, dando inicio así, a su vida en la clandestinidad. En 1971, Lil Milagro aparece en un pequeño movimiento llamado simplemente, “El Grupo”, el cual sería el núcleo de la organización que en marzo de 1972, resurgiría con el nombre de Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), en medio de un candente proceso electoral.
Dagoberto Gutiérrez, uno de los jefes guerrilleros durante el conflicto armado salvadoreño y quien conoció a Lil Milagro, menciona que en los primeros años de la década de los 70, la prensa describía a Lil como una “guerrillera serena que se retiraba tranquila y disparaba segura”. A su compañera, un arma cuarenta y cinco de cacha plateada, Lil la llamaba de cariño “Santa Sofía de la Piedad”. Gutiérrez, la describe como "la jefa guerrillera, maestra del pensamiento e instructora de la paciencia, que amaba la poesía por encima de todo. La revolución fue siempre su sueño y desvelo y el socialismo su utopía más segura".
En 1975, Lil Milagro junto con Eduardo Sancho y otros compañeros de armas, deciden abandonar las filas del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y fundar un nuevo movimiento político-militar: La Resistencia Nacional (RN). La separación fue debido a pugnas ideológicas en el seno de la organización, que tuvieron como desenlace, los asesinatos del poeta y revolucionario Roque Dalton y el obrero Armando Arteaga, ambos cometidos por la alta dirigencia del ERP. Durante un tiempo, Lil y Roque habían mantenido una relación amorosa que finalizaría abruptamente con la muerte del poeta salvadoreño.
Su secuestro y muerte
Una madrugada de noviembre de 1976, Lil Milagro es capturada por miembros de la extinta Guardia Nacional (GN), durante una requisa a la casa en donde se encontraba, en San Antonio del Monte, Sonsonate. Junto con ella, es capturado también el profesor Manuel Rivera, miembro del consejo ejecutivo de la Asociación Nacional de Educadores Salvadoreños (ANDES 21 de junio), quien resultó con dos balazos de carabina. Por su parte, Lil Milagro, sufrió una ligera herida de bala en la cabeza, que la dejó inconsciente. Lil cayó al suelo, al lado de una cuneta y fue arrastrada por sus captores como si fuera un cadáver. Por eso los vecinos que presenciaron el hecho, al día siguiente declararon que una joven desconocida había muerto en el enfrentamiento. Después fue trasladada a la Policía de Aduana, en donde fue torturada sufriendo diferentes vejaciones, e incluso fue interrogada mediante la aplicación de pentotal (suero de la verdad). A finales de diciembre de 1976, Lil Milagro es trasladada a las cárceles clandestinas de la Guardia Nacional, en donde sería nuevamente torturada. Ahí permanecería secuestrada, viviendo en condiciones infrahumanas, hasta que fue asesinada el 17 de octubre de 1979, dos días después de haber sido depuesto por un golpe de estado, el Presidente Carlos Humberto Romero, y sustituido por una Junta Revolucionaria de Gobierno. Sus restos nunca fueron entregados a su familiares.
Su legado
Lil Milagro Ramírez es una de los muchos mártires que dejó la sangrienta guerra civil salvadoreña, que finalizó con los Acuerdos de Paz de Chapultepec, firmados el 16 de enero de 1992. Diferentes organizaciones han tomado su nombre, como por ejemplo la Asociación de Mujeres por la Democracia "Lil Milagro Ramírez" y La Comisión de Derechos Humanos de las Mujeres "Lil Milagro Ramírez" (CEMUJER); entre otras.
Su amor por la literatura ha quedado plasmado en los diversos poemas que escribió, incluso algunos infantiles. Hay un poemario de ella publicado en el 2003 por el Departamento de Letras de la Universidad de El Salvador (UES), titulado “Del Hombre, del tiempo y del amor”. Actualmente, se está preparando un libro acerca de su vida y obra, el cual incluirá algunos documentos recuperados, como cartas de toda su militancia, correspondencia en la clandestinidad, fotografías; entre otras cosas.
ESTE PAÍS PEQUEÑO
Este país pequeño
al que yo tanto quiero
se ha logrado meter todo entero
en mi imaginación;
no sé cómo explicarlo,
a veces en las noches
me despierta la urgencia de pensarlo
desde sus mínimas fronteras hasta el mar,
cuando lejos he dicho
“él mide 21000 Kms cuadrados”
No será tan fácil —me responden— quererlo
Es tan pequeño
Y yo siento quererlo más.
En él, así de mínimo,
yo quiero al universo
de él hacia el mundo me proyecto,
me interesa su forma de vivir,
sus estudiantes,
su juventud obrera,
sus campesinos, sus cosechas
y hasta sus pocas diversiones populares
el cine y el fut-bol
me son interesantes por ser suyas.
Mi pequeño país me necesita
y eso me hace feliz
mi pequeño país
ha decidido que yo ,luche por él
y eso me vuelve grande,
mi pequeño país
quiere que yo levante sus estatua
y eso me compromete
me aprisiona con una dulce esclavitud
Me preocupa su gente
sus edificios siempre amenazados
por un temblor de tierra,
a mí me causa una ternura
su pequeñez geográfica
que ha provocado risas muchas veces
Mi pequeño país me ha preguntado
si yo quiero
ser una gota de agua fresca
sobre su sed de libertad
y yo he sentido en mis mejillas
el rubor de una novia a quien su amado
le ha pedido una entrega,
y desde entonces
mi pequeño país y yo
nos hemos comenzado a enamorar,
como un amante loco
me transmite su amor,
¿cómo no lo he de amar?
yo lo he tomado de la mano
y alegres, muy alegres
los dos nos hemos puesto a caminar.
El Partido
Si no vienes a dar el corazón, la vida,
no te molestes en entrar
porque en tu entrada comienza tu salida.
Si tú vienes a buscar un lecho, la ocasión mullida,
no te molestes en entrar
donde la flor mas bella es una herida
Este es un lugar propicio
tan solo para el sacrificio
Aquí tienes que ser:
el último en comer,
el último en tener,
el último en dormir,
y el primero en morir.
Aquí me encuentro
Aquí me encuentro
testigo de mí misma
quedaron atrás los años fáciles
las tareas inútiles
Sin embargo
no todo es diferente
me siguen gustando los amaneceres
y esta vieja manía de escribir
se ha hecho aún más intensa.
Mi nombre aquel
Mi nombre aquel
no lo pronuncies ni siquiera
en voz baja
espera
ya volveré a ser yo
cuando la muerte o cuando
el triunfo.
Despertar
Yo era mansa y pacífica
Era una flor,
Pero la mansedumbre no es un muro
Que cubre la miseria.
Y vi las injusticias
Y ante los ojos asombrados,
Estallaron las huelgas y las rebeldías
Del hombre proletario.
Y en vez de absurdas lástimas,
De hipocresías compasivas,
Brotó mi indignación
Y me sentí fraternalmente unida
a mis hermanos,
Y toda huelga me dolía,
Y cada grito me golpeaba
No sólo en la cabeza o los oídos
Sino en el corazón.
Cayó mi blanca mansedumbre,
Muerta a los pies del hambre,
Me desnudé llorando de sus velas
Y un Nuevo traje me ciñó las carnes.
Primavera de lucha son ahora
mis brazos,
Mi enrojecida sangre es de protesta,
Mi cuerpo es verde olivo
Y un incendiario fuego me consume
y sin embargo,
sigo siendo como antes,
amante de la paz,
quiero luchar por ella
desesperadamente,
porque desde el principio
yo soñé con la paz.
Pudiera suceder
Pero este no era un robo,
era una expropiación.
usted, jurisconsulto de experiencia,
ha de saberlo, señor juez.
Confieso que soy yo,
que son esos mi nombre y apellido,
en fin, mis generales todas.
familia, edad y domicilio
correctamente enumeradas.
También es cierto, señor juez,
que casi me llegué a doctorar,
en leyes, por supuesto,
yo iba a ser abogado, como usted,
pero ya he superado ese peligro.
Durante algunos años,
me interesaron vivamente los procesos,
y usted, desde la cátedra,
recomendó leer García Máynez,
y Jiménez de Asúa.
Y Novoa Monreal, y Jellineck
y el Derecho Romano de Petite,
todo eso es cierto, señor juez,
y de todas sus clases magisteriales
no recuerdo una sola
que hablara del delito cotidiano,
sí, señor uez, a Ud. se le olvidaron
importantes capítulos en la enseñanza del derecho,
dígame por ejemplo
¿No hay delito flagrante en los De Sola,
en los Hill, los Tinoco y los Magaña?
es un delito aún no clasificado
por las leyes burguesas, señores del jurado,
un delito de clase.
(Si ustedes son católicos,
además de delito es un pecado,
un pecado mortal, cristianos míos,
y no hay pueblo que olvide ese delito,
ni cielo que perdone ese pecado)
Cuide usted la sentencia, señor juez,
mejor dicho, recuerde,
que antes es la justicia que el derecho,
y honestamente, señor juez,
este no era un delito, no era un robo,
era una expropiación,
y en consecuencia,
ya que usted lo pregunta,
me declaro inocente.
Pero este no era un robo,
era una expropiación.
usted, jurisconsulto de experiencia,
ha de saberlo, señor juez.
Confieso que soy yo,
que son esos mi nombre y apellido,
en fin, mis generales todas.
familia, edad y domicilio
correctamente enumeradas.
También es cierto, señor juez,
que casi me llegué a doctorar,
en leyes, por supuesto,
yo iba a ser abogado, como usted,
pero ya he superado ese peligro.
Durante algunos años,
me interesaron vivamente los procesos,
y usted, desde la cátedra,
recomendó leer García Máynez,
y Jiménez de Asúa.
Y Novoa Monreal, y Jellineck
y el Derecho Romano de Petite,
todo eso es cierto, señor juez,
y de todas sus clases magisteriales
no recuerdo una sola
que hablara del delito cotidiano,
sí, señor uez, a Ud. se le olvidaron
importantes capítulos en la enseñanza del derecho,
dígame por ejemplo
¿No hay delito flagrante en los De Sola,
en los Hill, los Tinoco y los Magaña?
es un delito aún no clasificado
por las leyes burguesas, señores del jurado,
un delito de clase.
(Si ustedes son católicos,
además de delito es un pecado,
un pecado mortal, cristianos míos,
y no hay pueblo que olvide ese delito,
ni cielo que perdone ese pecado)
Cuide usted la sentencia, señor juez,
mejor dicho, recuerde,
que antes es la justicia que el derecho,
y honestamente, señor juez,
este no era un delito, no era un robo,
era una expropiación,
y en consecuencia,
ya que usted lo pregunta,
me declaro inocente.
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